Ancira, «el rey (desnudo) del acero» que llevó a Altos Hornos a la ruina

El futuro de la siderúrgica más grande del norte es un misterio. Mientras el Gobierno de Coahuila habla de una posible reactivación con apoyo federal, los aranceles de EE. UU. y la falta de financiamiento dificultan el rescate. La decisión final podría recaer en jueces e inversionistas

Aranceles al acero y al aluminio en el tablero político

La incertidumbre en torno a Altos Hornos de México S. A. (AHMSA) sigue poniendo en jaque a la economía de Coahuila, en particular en la región Centro del estado. Aunque el Gobierno estatal insiste en que existe una estrategia para reactivar la planta, los obstáculos financieros y legales mantienen en vilo a trabajadores, empresarios y proveedores que dependen de la acerera.

A finales de febrero, el gobernador Manolo Jiménez Salinas sostuvo una reunión privada con la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en Durango, donde se abordó el tema de AHMSA, así como proyectos de infraestructura y desarrollo para el estado. El mandatario aseguró que existe una ruta establecida para la liquidación de la empresa, pero subrayó la importancia de que quien la adquiera asuma el compromiso de su pronta reactivación y recontratación de trabajadores.

«Este problema se generó por un pleito político y personal que llevó a la destrucción de la empresa, de los empleos y de la economía. Debieron separar una cosa de la otra».

Manolo Jiménez, gobernador de Coahuila

Jiménez también atribuyó la crisis de AHMSA a un conflicto político entre el expresidente de México Andrés Manuel Lopez Obrador (AMLO) y el expresidente de la empresa, Alonso Ancira, el cual derivó en su quiebra y afectó gravemente la economía de la región. «Este problema se generó por un pleito político y personal que llevó a la destrucción de la empresa, de los empleos y de la economía. Debieron separar una cosa de la otra», enfatizó.

Si bien el gobernador destacó que la presidenta Sheinbaum ha mostrado interés en la reactivación de la siderúrgica, también reconoció que la mandataria se encuentra ocupada con temas de seguridad y las tensiones comerciales con Estados Unidos, particularmente en lo relativo a los aranceles al acero y aluminio. No obstante, aseguró que se realizarán reuniones en Palacio Nacional para definir la estrategia de solución.

«Nuestro objetivo es evidentemente que se recuperen los empleos. (…) Vamos a tener un plan de justicia para los trabajadores, de tal manera que puedan tener lo mínimo e indispensable».

Claudia Sheinbaum, presidenta de México

En enero pasado, Sheinbaum recordó que el tema de AHMSA estaba entre sus 100 compromisos de Gobierno y que su administración está trabajando en un «plan de justicia para los trabajadores». «Estamos viendo las distintas opciones, nuestro objetivo es evidentemente que se recuperen los empleos. De todas maneras vamos a tener un plan de justicia para los trabajadores, de tal manera que puedan tener lo mínimo e indispensable las familias», dijo en conferencia de prensa.

Uno de los puntos clave en la liquidación de AHMSA es garantizar el pago a los trabajadores, así como cubrir las deudas con proveedores y acreedores. «El primer paso de esta liquidación debe ser que los trabajadores reciban lo que les corresponde en términos de finiquitos y prestaciones. Luego se atenderá el pago a acreedores y deudas institucionales», explicó Jiménez.

No obstante, la posibilidad de reactivación dependerá en gran medida de la inyección de recursos, del compromiso de los nuevos inversionistas y del resultado del proceso jurídico en curso.

Un legado ominoso

La historia de Alonso Ancira refleja cómo la combinación de privatizaciones cuestionables, gestión empresarial deficiente y prácticas corruptas pueden afectar no solo a una empresa emblemática como AHMSA, sino también a miles de trabajadores y a la economía de una región entera.

Conocido como el «Rey del Acero», Ancira ha sido una figura central en la industria siderúrgica del país, pero su trayectoria empresarial ha estado marcada por controversias y acusaciones de corrupción. En 1991, durante el proceso de privatización de diversas industrias estatales, Ancira adquirió AHMSA, la principal siderúrgica del país, por 145 mil millones de pesos, una quinta parte de su valor real, según estudios posteriores.

Bajo la dirección de Ancira, AHMSA acumuló deudas significativas, incluyendo adeudos con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), Petróleos Mexicanos (Pemex), la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Estas deudas contribuyeron a la eventual declaración de quiebra de la empresa en noviembre de 2024.

Uno de los escándalos más notorios en los que se vio involucrado Ancira fue la venta de la planta de fertilizantes Agronitrogenados a Pemex en 2014. La planta, inactiva durante 14 años, fue vendida a un precio significativamente superior a su valor real, lo que generó acusaciones de corrupción y lavado de dinero. En 2019, Ancira fue detenido en España y 2021 extraditado a México para enfrentar cargos relacionados con esta transacción.

Para evitar un juicio prolongado, Ancira llegó a un acuerdo reparatorio con Pemex, comprometiéndose a pagar 216 millones de dólares en parcialidades hasta noviembre de 2024. Hasta la fecha, ha cumplido con pagos que suman 104 millones de dólares. Tras su liberación, en mayo de 2022, se trasladó a Israel junto con su familia, donde mostró interés en proyectos mineros, incluyendo una mina de cobre previamente cerrada.

En febrero pasado, cientos de extrabajadores de AHMSA que marcharon en Monclova exigiendo el pago de salarios y finiquitos atrasados, denunciaron que Ancira invirtió 13 mil millones de dólares en minas en Israel con recursos que, aseguran, provenían de AHMSA.

Portando cruces de madera en memoria de compañeros fallecidos por la crisis, recorrieron las calles en una protesta pacífica, pero cargada de indignación, en la que señalaron la falta de apoyo del Sindicato Democrático.

Los manifestantes hicieron un llamado a la presidenta para que cumpla su promesa de intervenir en el caso. Advirtieron que, si no hay avances en la solución de sus demandas, las próximas movilizaciones podrían radicalizarse. «Hoy fue pacífica; la próxima vez puede ser diferente», advirtió Julián Torres Ávalos, líder del Grupo de Defensa Laboral de Trabajadores de AHMSA.

Debacle económica

La quiebra de AHMSA ha tenido un impacto devastador en la economía de Coahuila, especialmente en Monclova, donde la siderúrgica era el principal motor económico. La compañía representaba aproximadamente el 8% del Producto Interno Bruto (PIB) de Coahuila, siendo responsable de la generación de ingresos para alrededor de 70 mil familias en la región.

Además, la empresa acumuló deudas que suman aproximadamente 5 mil millones de dólares, afectando a más de mil 700 acreedores, incluyendo a Pemex y la CFE. A pesar de los esfuerzos por rescatar la empresa, incluyendo la inversión de 200 millones de dólares por parte del fondo Argenteam Creek Partners y el interés de un fondo estadounidense, AHMSA no logró reactivarse.

La caída de la compañía ha provocado el despido de miles de empleados directos e indirectos. Además, empresas proveedoras que dependían de la siderúrgica han cerrado sus puertas, aumentando el desempleo y reduciendo la actividad económica local.

Para compensar el impacto económico de la crisis, Jiménez Salinas anunció inversiones por 100 millones de pesos en la región Centro de Coahuila, con la creación de cientos de empleos temporales. «Estamos trabajando para atraer inversiones y fortalecer la economía de Monclova mientras se define el futuro de la siderúrgica. La meta es generar empleo y estabilidad para nuestra gente», aseguró.

Asimismo, destacó el trabajo coordinado con el alcalde de Monclova, Carlos Villarreal, y otros presidentes municipales de la región, para garantizar que las nuevas inversiones y proyectos beneficien a la población afectada por la crisis de AHMSA.

En un esfuerzo por aliviar la carga económica de los trabajadores de la acerera y sus familias, la diputada local del PRI, Guadalupe Oyervides Valdez, propuso exentar el pago de impuestos a los empleados afectados. «Es momento de que las autoridades prioricen el bienestar de los trabajadores, que han sufrido las consecuencias de una mala gestión y de conflictos políticos ajenos a ellos», argumentó la legisladora.

¿Misión imposible?

La quiebra de AHMSA, declarada en noviembre de 2024 por un juzgado federal debido a deudas millonarias y fracasadas negociaciones con inversionistas extranjeros, ha generado un proceso judicial complejo que busca resolver los pasivos acumulados y determinar el futuro de la empresa.

Diversos actores han mostrado interés en rescatar a AHMSA. El año pasado, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador reveló que existen propuestas de inversionistas serios dispuestos a invertir en la empresa. Sin embargo, no se han especificado montos exactos ni detalles sobre los posibles acuerdos.

Además, se ha mencionado la posibilidad de que el Gobierno federal evalúe medidas extraordinarias, como la expropiación o requisa, para mitigar las consecuencias económicas de su quiebra en la región. Estas acciones buscarían facilitar la reactivación de parte de las instalaciones y proteger los empleos afectados.

Para apoyar el rescate de AHMSA, el Gobierno federal podría considerar las siguientes medidas:

  • Reestructuración de deuda: facilitar la renegociación de las deudas de AHMSA con sus acreedores, incluyendo Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), para establecer plazos y condiciones de pago más favorables.
  • Incentivos fiscales: ofrecer beneficios fiscales a inversionistas que aporten capital fresco a la empresa, con el objetivo de reactivar su operatividad y preservar empleos.
  • Apoyo a proveedores locales: implementar programas que respalden a las empresas proveedoras de AHMSA, afectadas por su quiebra, para mantener la cadena de suministro y la estabilidad económica regional.

Estas acciones requerirían una colaboración estrecha entre el Gobierno, inversionistas privados y sindicatos, con el objetivo común de revitalizar la industria siderúrgica y mitigar el impacto económico y social en Monclova y sus alrededores. E4


Aranceles al acero y al aluminio en el tablero político

La imposición de aranceles del 25 % a la importación de acero y aluminio a Estados Unidos, pospuesta por el presidente Donald Trump hasta el 1 de abril, podría significar el golpe final para Altos Hornos de México (AHMSA) o, por el contrario, representar una oportunidad para su reactivación.

La medida impositiva complica la subasta de la empresa, pues los inversionistas —principalmente estadounidenses— deben evaluar si continúan con operaciones en México o trasladan la producción al norte del Río Bravo para evitar los nuevos impuestos. Aunque la subasta estaba programada para finales de marzo, al cierre de esta edición no se había concretado.

A la par, el encarecimiento del acero importado desde China, India y otros países podría abrir una ventana de oportunidad para AHMSA. Muchas empresas estadounidenses que dependen del acero buscarán nuevas fuentes de suministro a precios competitivos, y ahí es donde la siderúrgica mexicana podría jugar un papel clave. Si estuviera operando, podría abastecer tanto a la industria nacional como a clientes en EE. UU., ofreciendo una alternativa más accesible ante los aranceles.

En 2024, México exportó 3.5 millones de toneladas netas de acero a EE. UU., un 16 % menos que en 2023, mientras que otros proveedores, como Brasil y Vietnam, aumentaron sus envíos. Si no se refuerza la producción nacional, la industria mexicana podría perder aún más terreno frente a sus competidores, dejando el mercado en manos de países con subsidios estatales y menores costos de producción. La rehabilitación de AHMSA permitiría a México recuperar su competitividad en la exportación de acero, reducir su dependencia de importaciones y fortalecer la cadena productiva de sectores clave como la construcción y la automoción.

En este contexto, contar con una acerera nacional robusta que cumpla con las reglas de origen del T-MEC permitiría a México mantener su acceso preferencial al mercado estadounidense. La reactivación de AHMSA con inversión de capital estadounidense y de empresarios acereros nacionales garantizaría el suministro de acero manufacturado en territorio norteamericano, fortaleciendo la industria local y evitando sanciones comerciales. Esta estrategia también protegería empleos y reactivaría la economía de Monclova y Coahuila, regiones afectadas por la paralización de la empresa.

El Gobierno mexicano, encabezado por la Secretaría de Economía, debe presentar soluciones estructurales para evitar que AHMSA se venda en partes y desaparezca. Una estrategia clara de inversión y apoyo gubernamental permitiría a la siderúrgica recuperar su competitividad y evitar que la demanda insatisfecha de acero beneficie a otras empresas de América Latina. Si AHMSA logra operar a plena capacidad en los próximos dos años, México no solo aseguraría su acceso al mercado estadounidense, sino que también se consolidaría como un actor clave en la industria acerera global.

Para que esto ocurra, es fundamental que haya inversiones que permitan reactivar la producción y que el Gobierno federal apoye con incentivos o facilidades para que la empresa vuelva a operar. De lo contrario, la demanda insatisfecha de acero beneficiará a otras acereras mexicanas o de América Latina, y AHMSA perdería esta oportunidad. E4

Argentina, 1977. Periodista, editor y corrector de periódicos mexicanos y argentinos. Estudió Comunicación Social y Corrección Periodística y Editorial en Santa Fe, Argentina. Actualmente es jefe de Redacción de Espacio 4, donde trabaja desde hace más de diez años.

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