La última encuesta nacional que evalúa a los alcaldes de México ha ubicado al presidente municipal de Saltillo, José María Fraustro Siller, en el tercer lugar de los 10 mejores alcaldes de este país. Asimismo, ocupa el primer lugar entre todos los alcaldes priistas. Un lugar ganado a pulso, con eficiencia, discreción y, sobre todo ese éxito logrado, el pudor de la humildad.
Como todo político, nuestro alcalde ha tenido aciertos y tropiezos. Ha sido elogiado, pero también criticado. En contraste a su parquedad mediática, a Chema Fraustro lo adorna su presencia republicana. La discreción lo retrata de cuerpo entero, de una sola pieza, como los sobrios personajes que pintaba Velázquez, el más castizo de los pintores castellanos.
Porque nadie puede negar la sencillez de Fraustro Siller. Una cualidad admirable en quien ha sido rector universitario, legislador, oficial mayor, subsecretario de Estado, presidente del Congreso de diputados, secretario de Gobierno, alcalde de una capital, dirigente de asociaciones civiles, una vasta experiencia ajena a la soberbia y a la ostentación.
Y es que esa conducta sencilla y temperante nos recuerda la figura de aquel legendario alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván que, como Chema Fraustro, también fue criticado y alabado en su tiempo. Fue censurado porque a una calle de Madrid Tierno Galván le cambió el nombre por el del inolvidable John Lennon. Fue alabado al manifestar su presencia republicana en la capital de esa monarquía, cuando el presidente Ronald Reagan se negó a saludarlo por ser de izquierda, a lo que Tierno Galván replicó: «Si Reagan no quiere a Madrid, Madrid tampoco quiere a Reagan». Y así sucedió cuando la comunidad madrileña se mostró fría e indiferente con el presidente de los Estados Unidos.
Chema Fraustro fue criticado en su momento por el remozamiento de las calles del centro histórico para dar paso al hoy bien apreciado Paseo Capital. Asimismo, la presencia republicana del alcalde José María Fraustro fue bien recibida recientemente en el Tecnológico de Saltillo, signo de la correcta acción política, donde la intuición y el pragmatismo lo son todo, como atender los reclamos y anhelos de los estudiantes.
Contrario a la soberbia que algunos alcaldes presumen, alegando su autonomía por el Artículo 115 Constitucional, asunto que polariza y divide esfuerzos, Chema Fraustro armoniza su gobierno con el trabajo incluyente del gobernador Manolo Jiménez Salinas. Muchos logros se han alcanzado a través de los maratones de obras con el apoyo del Gobierno estatal.
Enumerar los avances en la gestión de Fraustro Siller sería perdernos en las cifras, los rubros y las obras. Debemos citar la Nueva Estrategia del Transporte y el programa muy familiar de Patrullas Escolares. La construcción de vialidades y centros comunitarios. Los puentes peatonales y vehiculares. Pavimentación y recarpeteo de calles y avenidas. Servicios primarios, alumbrado público y asistencia social.
Pero lo que más alabamos los saltillenses es la seguridad en la que hoy vivimos. Porque es una gran hazaña pública de nuestro alcalde mantener a Saltillo como la capital más segura de México. Vivir en paz y tranquilidad no tiene precio. Otro rubro a destacar es la fortaleza de las finanzas municipales gracias a una tesorería eficiente, equilibrada, honesta y transparente. Ambos rubros, seguridad pública y salud financiera, son la clave del éxito municipal en Saltillo.
Porque además es cierto que Chema quiere a Saltillo y, por supuesto, que Saltillo quiere a Chema Fraustro Siller.
¡Gracias, alcalde!