Dado el actual bache diplomático entre México y Estados Unidos, acentuado por las amenazas del presidente reelecto Donald Trump, la entidad se encuentra en vías de experimentar una crisis económica y humanitaria sin precedente.
En el contexto nacional, ligado a las agresivas estrategias comerciales, migratorias y militares anunciadas por Donald Trump, la economía y tranquilidad de Coahuila están bajo amenaza.
Considerando las afirmaciones de expertos en geopolítica y economía, de que van muy en serio las amenazas del nuevo jefe de la Casa Blanca, México estaría en vías de experimentar una crisis económica y humanitaria sin precedente.
Según diversos centros de investigación, parecen surgir los primeros estragos de las nuevas políticas de Estados Unidos, como es la paulatina desestabilización productiva y laboral de Coahuila, particularmente en su clúster automotriz.
En el contexto internacional, estas amenazas no han pasado desapercibidas: los Gobiernos de Belice, Brasil, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Cuba, Haití, Venezuela y Honduras han expresado una «grave preocupación» por la eventual deportación masiva de migrantes desde Estados Unidos.
Mientras tanto, diferentes analistas se preguntan si las entidades de la frontera norte están conscientes del peligro que entrañan las amenazas de Trump, entre las que destaca una incursión militar en territorio mexicano, bajo el pretexto de combatir a los cárteles de la droga, tan pronto como estos sean declarados terroristas.
«El próximo cambio de Gobierno en Estados Unidos y sus propuestas de acción y políticas en materia migratoria sin duda impactarán de manera importante y prioritaria a la zona fronteriza de nuestro país», advirtió el Colegio de la Frontera Norte (Colef).
En su estudio «Los mexicanos en Estados Unidos, ni ilegales ni indocumentados (Escenarios ante el discurso Donald Trump 2.0)», el Colegio asienta que «los cambios que se avecinan en la frontera representan un reto para todos los sectores».
El investigador Víctor Alejandro Espinoza Valle, presidente del Colef, dejó entrever que, en virtud del contexto que presupone la administración entrante de Estados Unidos, la institución se siente llamada a coadyuvar en el diseño de políticas públicas para la compleja región fronteriza, particularmente el tema migratorio.
Con motivo de la delicada problemática migratoria, el Colef publica periódicamente boletines e infografías con información sobre la comunidad mexicana en Estados Unidos, las acciones del gobierno del país vecino y su posible impacto binacional.
De acuerdo con los datos estadísticos más recientes de la Current Population Survey, como de la Oficina del Censo y la Oficina de Estadísticas Laborales de los Estados Unidos, en su territorio habitan 332.3 millones de personas, de las cuales poco más de 39 millones son de origen mexicano.
De estos individuos, nueve de cada 10 son ciudadanos americanos o residentes permanentes autorizados, por lo que el señalar a los mexicanos en Estados Unidos como «ilegales» es inexacto; por ende, algunas de las acciones anunciadas por Donald Trump y Thomas Homan serían violatorias de los derechos ciudadanos.
Y, según el Colegio de la Frontera Norte, a partir de sus fuentes estadísticas más recientes, en aquel país residen 13.5 millones de personas no autorizadas.
De esta población, poco más de la tercera parte son mexicanos (36.4%), siendo este el grupo más numeroso y el que se vería más afectado. El resto de las personas provienen de al menos 127 países más.
Donald Trump ordenó la deportación masiva de millones de inmigrantes ilegales y con protecciones temporales, a saber, una iniciativa que podría dividir familias y afectar a empresas.
En 2022, había en Estados Unidos 11 millones de inmigrantes con dichos estatus, cifra que ahora sería de entre 13 y 14 millones.
Pero Donald Trump ha hablado de deportar a un millón de migrantes indocumentados por año y fortalecer las políticas migratorias.