Conago y AF: rebeliones frustradas por la ambición de los gobernadores

El PRI dominó la conferencia 18 años y el PAN la alianza disidente cuyo propósito era incidir, junto con los grupos de interés, en las elecciones intermedias y en las presidenciales de este año. Superada la escisión de 2019, el bloque original se reagrupa con Morena como fuerza dominante; gobierna 24 estados

Poder político en los estados: hacia la paridad de género

Las alternancias de 2000 y 2018 provocaron la formación de dos bloques de gobernadores cuyo propósito consistía en presionar a Vicente Fox y Andrés Manuel López Obrador para obtener ventajas políticas y financieras: la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) y la Alianza Federalista (AF). La primera, dominada por el PRI, resultó exitosa, pues el voto de sus diputados y senadores era necesario para aprobar el presupuesto y las reformas a la Constitución. Fox cedió. Los ejecutivos locales obtuvieron no solo más fondos y participaciones federales, sino también mayor poder. Esa nueva posición les permitió recuperar la presidencia en 2012 con uno de los suyos: Enrique Peña Nieto. En la sucesión previa, cuatro integrantes de la Conago se disputaron la candidatura: Arturo Montiel, Enrique Martínez, Manuel Núñez Soto y Tomás Yarrington. Montiel resultó elegido, pero el líder del PRI, Roberto Madrazo, lo eliminó de la carrera al filtrar información sobre su riqueza, y se hizo con la nominación.

La Conago mantuvo la misma estrategia de negociación y chantaje en el Gobierno de Felipe Calderón. Deslegitimado por la sospecha de una elección fraudulenta, que en teoría ganó Andrés Manuel López Obrador, el panista dependió aún más de los gobernadores del PRI y de sus fracciones en el Congreso. Calderón tenía en el punto de mira a varios gobernadores, entre ellos al coahuilense Humberto Moreira, pero no pudo procesarlos. El exlíder del PRI fue detenido años más tarde en Madrid, España, «bajo los cargos de blanqueo de dinero y malversación de fondos durante su etapa como gobernador del Estado Coahuila (2005-2011)» [El País, 15.01.16].

El 11 de noviembre de 2016, López Obrador, entonces presidente de Morena, publicó en su cuenta de Twitter (ahora X): «Estoy en Coahuila y no dejo de recordar, aunque parezca disco rayado, que Calderón, unos días antes de terminar su presidencia espuria ordenó a la procuradora Marisela Morales que exonerara por escrito, de cualquier delito, incluido el de robo, al exgobernador Humberto Moreira. ¿Qué creen que andan diciendo los panistas de por acá? Que si ellos ganan (la gubernatura) meterían a Moreira a la cárcel. Reverendos hipócritas».

Calderón negó la versión, pero López Obrador contraatacó con una prueba irrefutable: la copia certificada del oficio donde la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delitos Federales «autoriza en definitiva el no ejercicio de la acción penal» contra Humberto Moreira y coimputados. Los cargos eran: «enriquecimiento ilícito, cometido en agravio de la administración pública (el Estado); (…) y operaciones con recursos de procedencia ilícita, previsto y sancionado en el artículo 400 bis, ambos preceptos legales del Código Penal Federal».

Liberados del yugo del centralismo, los gobernadores aprovecharon la sucesión de presidentes frívolos, débiles y pusilánimes (Fox, Calderón y Peña Nieto) para adquirir el poder del cual no habían gozado desde la fundación del PRI. Sin embargo, en vez de impulsar un federalismo auténtico, crearon un sistema feudal y reprodujeron en los estados el modelo de presidencialismo autoritario, antidemocrático y venal. El «moreirazo» es el epónimo del endeudamiento desbocado para fabricar fortunas personales y financiar campañas políticas, entre ellas la presidencial de Peña Nieto. La mayor parte de la deuda de Coahuila, cifrada en 40 mil millones de pesos, se contrató a espalda del Congreso y con decretos apócrifos. El atraco sigue impune y se ignora a dónde fueron a parar 20 mil millones de pesos. Seguir la ruta del dinero bastaría para conocer su destino, pero las autoridades no dejan de mirar para otro lado.

Moreira rompió las reglas

El derrumbe de la presidencia imperial, también efecto de la alternancia, tuvo en los estados consecuencias perniciosas por el nepotismo y la corrupción rampante. La influencia de Humberto Moreira sobre Enrique Peña Nieto le permitió imponer como sucesor a su hermano Rubén. Nadie alzó la voz para oponerse a una decisión caprichosa basada en la complicidad. ¿Quién mejor que el mayor del clan para echar tierra al «moreirazo»? El presidente Fox hizo mutis frente al atropello, pues mientras los Moreira se traspasaban el poder, él preparaba a su esposa Martha Sahagún para un cambio de estafeta tipo los Kirchner en Argentina.

Moreira fue defenestrado de la presidencia del PRI por el escándalo de la megadeuda y condenado al olvido. El 15 de enero de 2016, agentes de la Unidad de Delincuencia Económica de España lo detuvieron en el aeropuerto de Barajas. El columnista Pablo Hiriart recapituló sobre el personaje: «Hace algunos años un secretario de Gobernación nos dijo: “tengo debilidad por los pícaros, pero ya le expliqué a Humberto Moreira que lo que quiere hacer, dejar a su hermano como sucesor en la gubernatura de Coahuila, no lo va a resistir el sistema político mexicano”. Moreira rompió todas las reglas de urbanidad y seguramente va a vivir un calvario judicial de años, porque él se forjó la imagen de símbolo de corrupción e impunidad, sea o no sea así» (El Financiero, 18.01.16).

«Moreira —apunta el periodista— rompió todos los protocolos del sistema político, no solo por dejar a su hermano en la gubernatura para cubrirse las espaldas, sino además por burlar la ley de manera flagrante e insultar con la mano del gato al presidente en funciones Felipe Calderón. Durante una visita de Calderón a Coahuila, el entonces gobernador Humberto Moreira mandó pintar bardas con calumnias hacia el presidente, con su falso alcoholismo. Eso no se hace en México ni en ningún país del mundo. Sus desplantes contra Felipe Calderón lo llevaron a la presidencia del PRI porque “había que ponerse duros con el Gobierno y abandonar el trato civilizado que caracterizaba a Beatriz Paredes. (…) El PRI quería guerra».

Coahuila fue quizá —bajo la administración de Moreira— uno de los estados que más contribuyó con dinero del erario a la campaña presidencial de Peña Nieto y de candidatos a gobernadores. De Saltillo salían a Zacatecas vehículos cargados de efectivo para comprar votos y hacer ganar a Miguel Alonso Reyes. La Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) guardó silencio. Algunos de sus integrantes, del PRI PAN y PRD, adoptarían el «modelo Coahuila» para nombrar sucesores a hijos, esposas y familiares cercanos. Peña Nieto tampoco hizo nada para meter a los gobernadores en cintura, pues ellos, con votos y dinero, lo habían hecho presidente.

El secretario de Gobernación anónimo referido por Hiriart en su columna resultó profético: tras la sucesión entre hermanos en Coahuila, el sistema colapsó. El desplome tardó años en llegar, pero llegó. De ser trampolín de presidenciables, la Conago devino en nido de pillos. Javier Duarte (Veracruz), Roberto Borge (Quintana Roo), César Duarte (Chihuahua) y Roberto Sandoval (Nayarit) terminaron en prisión. Humberto Moreira pasó al ostracismo y su hermano Rubén, junto con el líder del PRI y exgobernador de Campeche, Alejandro Moreno, carga con la derrota estrepitosa de Xóchitl Gálvez en las elecciones presidenciales del 2 de junio. Para efectos prácticos, el «moreirato» está liquidado.

El fin de una mentira

La Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) mantuvo su alianza con el presidente Enrique Peña Nieto hasta el final de su sexenio. En la 50 reunión ordinaria, celebrada el 29 de febrero de 2016 en Toluca, asistieron todos sus integrantes: 18 del PRI, ocho del PAN, cuatro del PRD, uno del PVEM y uno independiente. Morena debutó en las elecciones federales del año previo, pero no gobernaba aún ningún estado. La Conago se escindió a finales de 2019, cuando 10 gobernadores (la mayoría del PAN) formaron la Alianza Federalista (FA) para plantar cara al presidente Andrés Manuel López Obrador.

La AF retomó viejas banderas, como la de mejorar la distribución de los ingresos tributarios, y aprovechó la enfermedad por coronavirus para exigir más recursos. Frente a las negativas de AMLO, los gobernadores amagaron con romper el pacto fiscal. «Es un asunto constitucional, no les conviene», replicó. Los estados y municipios dejaron de recibir 80 mil millones de pesos en los tres primeros meses de 2020 por efectos de la pandemia. En el mismo periodo, Hacienda les depositó 646 mil 154 millones de pesos, dijo el presidente. El mayor impacto para los estados fue por la desaparición de fondos y fideicomisos por 68 mil 400 millones de pesos, reasumidos por el Gobierno federal.

Las motivaciones de la AF eran más políticas que reivindicativas. El envite de los gobernadores excedía sus capacidades y estaba fuera de la realidad. Mientras los grupos de interés fraguaban una alianza con la oposición para contener a Morena en las elecciones intermedias de 2021, los disidentes de la Conago aprovechaban la coyuntura para recuperar poder. Juntos pretendían recuperar el control de la Cámara de Diputados —donde se autoriza el presupuesto— y debilitar a López Obrador en las elecciones presidenciales de 2024. El tiro salió por la culata. Morena mantuvo el control de la Cámara de Diputados y ganó a la alianza Va por México (PRI-PAN-PRD) la mayoría de las gubernaturas.

La AF perdió así tres socios clave: Nuevo León, Tamaulipas y Chihuahua. Los gobernadores Samuel García (Movimiento Ciudadano), Américo Villarreal (Morena) y Maru Campos (Chihuahua) optaron por la ruta de la cooperación de la Conago. Javier Corral, uno de los integrantes de la AF más combativos, renunció al PAN y se integró al equipo de la ahora virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum. El chihuahuense logró la detención de su predecesor César Duarte —liberado recientemente por un juez— por los cargos de peculado y enriquecimiento ilícito, entre otros.

La Conago reanudó actividades el 16 de diciembre de 2021, en Tabasco, con la asistencia de AMLO y los gobernadores de la AF. «La Alianza Federalista ya está un poco desdibujada, muchos ya se fueron, otros, los que estamos, ya no sabemos si estamos o ya no estamos. Lo que es cierto es que estamos reunidos hoy con el presidente porque nos interesa mucho velar por nuestros estados y por el país. (…) Ya no nos hemos reunido», declaró a Latinus uno de los aliancistas. Días después la AF se disolvió sin lograr ninguno de sus objetivos. Santiago Nieto Castillo, doctor en derecho y maestro de la UNAM, escribe sobre la aventura: «La forma de construir el federalismo (…) es a partir de los diseños constitucionales legales (…). La Alianza Federalista nació con la intención de cercenar a la Conago (…) en franca oposición al Gobierno federal, lo que de inicio no solo es contrario a los principios de la Constitución (…) también refleja una actitud poco democrática de quienes idearon y encabezaron este movimiento» («La Alianza Federalista, fin de una mentira».
La Jornada, 21.12.21). E4

Transición en la Conferencia Nacional de Gobernadores

Puebla, 26 de febrero de 2014Querétaro, 5 de febrero de 2023
Presidente: Enrique Peña Nieto    z  Presidente: Andrés Manuel Lópe
Gobernadores: 32*             Gobernadoras: 9*
*Rosario Robles, titular de Sedesol*Cuatro están por integrarse  

Las nuevas gobernadoras

Morena

Ciudad de México. Clara Brugada

PAN

Guanajuato. Libia García

Morena

Morelos. Margarita González

Morena

Veracruz. Rocío Nahle


Entre expulsiones, desbandadas y revanchas políticas

Alejandro Moreno, líder del PRI, provoca la mayor fuga de cuadros en un partido agonizante. El Verde Ecologista lo desplaza como tercera fuerza electoral

La primera vez que participó Morena en una reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) ocupaba cuatro asientos. En la fotografía oficial de la LV asamblea, al presidente Andrés Manuel López Obrador le acompaña —dos lugares a la derecha— quien sería su sucesora, Claudia Sheinbaum, entonces jefa de Gobierno de Ciudad de México. A su izquierda aparece el gobernador de Campeche, Alejandro Moreno, cuya gestión al frente del PRI ha sido la más desastrosa. También figuran los 10 ejecutivos locales que un año después formarían la Alianza Federalista (AF) para confrontarse con el líder más fuerte del país de al menos los 50 últimos años.

«El PRI perdió la ruta, con una dirigencia soberbia. Alejandro Moreno en poco tiempo desvirtuó nuestro proyecto. Destruyó todo, como nunca en la historia (el PRI) ha sido secuestrado por una dirigencia que no da resultados y que impone únicamente a sus incondicionales».

Miguel Osorio, senador (La Jornada, 04.07.23)

La mitad de los gobernadores asistentes a esa reunión militaban en el PRI. Tres de ellos [Claudia Pavlovich (Sonora), Quirino Ordaz (Sinaloa) y Carlos Aysa (Campeche)] fueron expulsados en 2022 por aceptar cargos diplomáticos en el Gobierno de AMLO. Alfredo del Mazo (Estado de México) corrió la misma suerte también por «traición». Antes habían renunciado los exgobernadores Miguel Osorio (Hidalgo), Eruviel Ávila (Edomex) y la senadora Claudia Ruiz Massieu. «El PRI perdió la ruta, con una dirigencia soberbia. Alejandro Moreno en poco tiempo desvirtuó nuestro proyecto. Destruyó todo, como nunca en la historia (el PRI) ha sido secuestrado por una dirigencia que no da resultados y que impone únicamente a sus incondicionales». Osorio anticipó el fin del partido que en 1988 ocupaba las 32 gubernaturas. Hoy, con solo dos estados, es la cuarta
fuerza electoral, por debajo del PVEM.

Como jefe de Gobierno de Ciudad de México, López Obrador asistió solo a tres reuniones de la Conago. De la Conferencia surgieron los dos últimos presidentes: Peña Nieto y él. Varios más intentaron ser candidatos, pero fracasaron: Arturo Montiel, Manuel Ángel Núñez y Enrique Martínez. Tomás Yarrington, otro de los pretendientes, fue detenido después en Italia y extraditado a Estados Unidos. En 2021 se declaró culpable de lavado de dinero y de haber recibido sobornos del narcotráfico por 70 millones de pesos durante su gestión como gobernador de Tamaulipas. También se involucra en el asesinato del candidato del PRI a la gubernatura, Rodolfo Torre Cantú, en 2010, a manos del Cartel del Golfo. Al menos la mitad de los exintegrantes de la Conago han sido acusados de delitos de corrupción. Uno de los casos más llamativos corresponde al tabasqueño Andrés Granier. Javier Duarte (Veracruz), Roberto Borge (Quintana Roo) y el nayarita Roberto Sandoval permanecen entre rejas. Sin embargo, otros, como los Moreira, han evadido la justicia.

Cuando AMLO se reunió con la Conago por primera ocasión, en diciembre 2018, Morena gobernaba Ciudad de México, Veracruz, Morelos y Tabasco. Claudia Sheinbaum será la presidenta con más correligionarios suyos en la Conferencia: 24. Los ocho restantes se los dividen el PAN (cuatro), Movimiento Ciudadano (dos) y el PRI (dos). Morena se afianzó como partido dominante en las elecciones de junio. La mayoría calificada en la Cámara de Diputados y su predominio en el Senado le permiten a Sheinbaum avanzar su agenda y construir el segundo piso de la 4T. Los partidos y Gobiernos de oposición, en cambio, iniciarán el nuevo sexenio débiles, con la brújula perdida y con un apoyo ciudadano decreciente. Es el castigo por haberse divorciado de la sociedad y abandonado sus compromisos con el país y con la democracia. E4


Poder político en los estados: hacia la paridad de género

Trece gobernadoras (10 de Morena y tres del PAN) formarán parte de la Conago (en 2018 solo había una), donde la representación femenina estuvo largo tiempo ausente

Debieron pasar 26 reuniones —ordinarias y extraordinarias— para que las mujeres ocuparan un lugar en la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago). Amalia García (PRD), de Zacatecas, lo estrenó en la XX asamblea regular del 27 de septiembre de 2007 celebrada en Veracruz bajo la presidencia de Miguel Alemán Velasco. Tres años después se incorporó Ivonne Ortega (Yucatán) y Claudia Pavlovich (Sonora), ambas del PRI, lo hizo en 2016. García y Ortega —quien acusó a Rubén Moreira de amenazar su integridad si «ponía un pie en Coahuila» (Milenio, 02.07.19)— son ahora diputadas por Movimiento Ciudadano. Pavlovich se desempeña como cónsul de México en Barcelona, España, y por esa razón el PRI la expulsó de sus filas.

El número de gobernadoras aumentó a nueve (siete de Morena y dos del PAN) entre 2016 y 2022. Cuatro más se unirán a la Conago en los próximos meses. Entonces la relación hombres-mujeres será de 19/13. Antes de que termine el año, las morenistas Delfina Gómez (Estado de México), Clara Brugada (CDMX) y Rocío Nahle (Veracruz) gobernarán 34 millones de habitantes (el 27% de la población nacional). En el primer encuentro del presidente Andrés Manuel López Obrador con la Conago las únicas gobernadoras eran las de Sonora y Ciudad de México. Cuando la presidenta Claudia Sheinbaum se reúna con la Conferencia, casi el 40% de los asientos serán ocupados por mujeres.

México ha dado pasos significativos en los seis últimos años hacia la igualdad de género en el acceso a los puestos de mayor responsabilidad política. Las cámaras de Diputados y de Senadores son paritarias, y la misma tendencia siguen los Congresos locales por mandato constitucional. El mayor rezago se observa en la base de la estructura, pues de los dos mil 471 municipios, solo 545 (28.9%) tienen alcaldesas (INE, con datos a 2022). El gabinete federal se acerca al 50-50 y es probable que en el Gobierno de Sheinbaum se logre el equilibrio. Sin embargo, en los estados los cargos importantes son para varones. Morena es el partido que postula más mujeres como lo confirma el número de gobernadoras.

Además de que México será gobernado por primera vez en su historia por una mujer y de tener un Congreso paritario, Norma Piña es la primera presidenta de la Suprema Corte de Justicia. Los órganos constitucionales autónomos (Banco de México, Comisión Nacional de los Derechos Humanos e Instituto Nacional Electoral) son encabezados por mujeres: Victoria Rodríguez Ceja, Rosario Ibarra de Piedra y Guadalupe Taddei. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) también lo preside una mujer: Graciela Márquez, quien antes fungió como secretaria de Economía en el gabinete de López Obrador. Contrario a lo ocurrido hasta hace poco, cuando las mujeres ocupaban excepcionalmente cargos relevantes en los Gobiernos municipales, estatales y federal, ahora tienen a su cargo la dirección del país. Esta circunstancia deberá incidir no solo en la agenda de la presidenta electa Claudia Sheinbaum, sino también en las de los gobernadores. La Conago estuvo dominada la mayor parte del tiempo por hombres. Pasadas las elecciones es tiempo de dar resultados con una visión integradora. «El concepto de democracia sólo tendrá un significado verdadero y dinámico cuando las políticas y la legislación nacional sean decididas conjuntamente por hombres y mujeres y presten atención equitativa a los intereses y las aptitudes de las dos mitades de la población» («Las mujeres en la política. La lucha para poner fin a la violencia contra la mujer», Theo-Ben Gurirab, ONU). E4

Torreón, 1955. Se inició en los talleres de La Opinión y después recorrió el escalafón en la redacción del mismo diario. Corresponsal de Televisa y del periódico Uno más Uno (1974-81). Dirigió el programa “Última hora” en el Canal 2 de Torreón. Director del diario Noticias (1983-1988). De 1988 a 1993 fue director de Comunicación Social del gobierno del estado. Cofundador del catorcenario Espacio 4, en 1995. Ha publicado en Vanguardia y El Sol del Norte de Saltillo, La Opinión Milenio y Zócalo; y participa en el Canal 9 y en el Grupo Radio Estéreo Mayrán de Torreón. Es director de Espacio 4 desde 1998.

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