Donald Trump endurece ofensiva contra el derecho a la información

El magnate neoyorkino desencadena un asalto sin precedentes contra los medios de comunicación. Desde la congelación de fondos hasta amenazas directas, Estados Unidos pasa a ocupar el puesto más bajo de su historia en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa

Con su regreso a la Casa Blanca, Donald Trump no ha tardado en dirigir su ofensiva contra la prensa. Desde amenazas abiertas a periodistas hasta intentos de revocar licencias de transmisión y el bloqueo de millones de dólares destinados a medios independientes, su administración ha desatado una tormenta sin precedentes contra el derecho a la información. La alianza con Elon Musk, su ataque al CEO de Meta y la reestructuración de USAID, que ha dejado en la incertidumbre a miles de periodistas alrededor del mundo, son solo algunas de las acciones que han encendido las alarmas.

«Estamos especialmente preocupados de que estos ataques aumenten el riesgo de que los periodistas sean objeto de violencia».

David Kaye, responsable de la libertad de expresión de la ONU

El impacto es global. En Ucrania, donde la mayoría de los medios dependen de USAID, el congelamiento de fondos pone en jaque la cobertura informativa en plena guerra. En Camerún y en medios iraníes en el exilio, proyectos enteros han sido suspendidos y periodistas han visto reducidos sus ingresos al mínimo. Reporteros Sin Fronteras (RSF) advierte que la libertad de prensa atraviesa su peor momento en la historia reciente de Estados Unidos y urge a la comunidad internacional a no permanecer en silencio

En su sitio web oficial, RSF hace constar que, en el corto tiempo que ha fungido como presidente reelecto, Trump ha:

  • Realizado al menos 15 llamados distintos para revocar las licencias de transmisión de las cadenas de televisión como represalia política.
  • Prometido investigar a los medios que lo critican.
  • Insultado o amenazado a periodistas cientos de veces durante su campaña.
  • Forjado una alianza con el magnate tecnológico Elon Musk, quien se opone al periodismo.
  • Amenazado con encarcelar al CEO de Meta, Mark Zuckerberg, en un esfuerzo, aparentemente exitoso, por obtener concesiones sobre la moderación de contenido.
  • Presentado demandas contra numerosos medios por publicar artículos críticos hacia él.

Agrega RSF que nadie puede afirmar con certeza qué amenazas cumplirá el presidente Trump ni si las instituciones encargadas de limitar oficialmente el poder presidencial resistirán un asalto de tal magnitud desde el Ejecutivo. Estados Unidos ocupa el puesto más bajo de su historia en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de RSF: la posición 55 de 180 países y territorios.

Trump, además, ha congelado miles de millones de dólares destinados a proyectos de ayuda en todo el mundo, incluidos más de 268 millones asignados por el Congreso para apoyar a los «medios independientes y el libre flujo de información». Desde que el nuevo mandatario anunció la suspensión de la ayuda exterior estadounidense, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha quedado sumida en el caos: su sitio web es inaccesible, su cuenta en X ha sido suspendida, la sede de la agencia fue cerrada y se ordenó a los empleados quedarse en casa. Elon Musk, a quien Trump eligió para dirigir el cuasi oficial Departamento de Eficiencia Gubernamental, calificó a USAID como una «organización criminal» y declaró: «La estamos cerrando». El secretario de Estado, Marco Rubio, anunció que había sido nombrado director interino de la agencia, lo que sugiere que sus operaciones están siendo trasladadas al Departamento de Estado.

Los programas de USAID apoyan a medios independientes en más de 30 países, pero es difícil evaluar el impacto total del daño causado al ecosistema mediático global. Muchas organizaciones dudan en llamar la atención por temor a poner en riesgo su financiamiento a largo plazo o convertirse en blanco de ataques políticos. En Ucrania, nueve de cada 10 medios dependen de fondos de USAID. En Camerún, la congelación del financiamiento obligó a DataCameroon, un medio de interés público con sede en la capital, Duala, a suspender varios proyectos. Otro medio iraní en el exilio
—que prefirió mantenerse en el anonimato— se vio forzado a interrumpir la colaboración con su personal durante tres meses y a reducir los salarios al mínimo para garantizar su supervivencia.

Velar por desaparecidos

Tras concluir en Ginebra el primer Congreso Mundial contra las Desapariciones Forzadas, efectuado del 15 al 16 de enero RSF, que tuvo su representación en el evento, instó a los Estados participantes a dar prioridad a la ratificación universal de la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas.

El organismo expuso que, de los 95 periodistas de los que no se tiene noticia hasta la fecha, 43 son víctimas de desaparición forzada. Las mismas autoridades que deberían proteger la libertad de prensa son, en realidad, quienes la amenazan. De hecho, los Estados son responsables de más del 45% de las desapariciones de periodistas en el mundo.

Según el derecho internacional, este tipo de desaparición se caracteriza por la privación de libertad por parte de una autoridad oficial, junto con la negativa a reconocer el hecho o a revelar el destino o paradero de la persona afectada.

Al participar en este primer congreso, RSF reafirma su compromiso con la ratificación universal de la Convención de las Naciones Unidas contra las Desapariciones Forzadas. Con ello, también se compromete a investigar y divulgar estos casos, así como a colaborar con los sistemas de justicia nacionales e internacionales para castigar a los responsables y garantizar la reparación a las víctimas. E4

La Habana, 1975. Escritor, editor y periodista. Es autor de los libros El nieto del lobo, (Pen)últimas palabras, A escondidas de la memoria e Historias de la corte sana. Textos suyos han aparecido en diferentes medios de comunicación nacionales e internacionales. Actualmente es columnista de Espacio 4 y de la revista hispanoamericana de cultura Otrolunes.

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