Excesos en diabetes

Lo que leo: Un estudio del 2014 publicado en JAMA de un grupo de personas con una edad media de 77 años, mostró que 404 mil pacientes fueron ingresados en el hospital debido a niveles peligrosamente bajos de azúcar en la sangre entre 1999 y 2011; en comparación, 280 mil fueron ingresados por niveles de azúcar elevados en la sangre. El 5%, 20 mil personas murieron a los 30 días de su ingreso por hipoglucemia. El estudio se basó en datos del Medicare.

Newman, el médico de urgencias en el Hospital Mount Sinai, comenta que cada vez se atienden más y más casos de hipoglucemia. «Cuando la gente escucha a los médicos hablar sobre la diabetes asumen lo que los científicos dicen, pero no es más que un barniz de ciencia», comenta. «El tratamiento de un signo o un síntoma y no de la enfermedad no es todo lo científico que los pacientes creen».

Lo que veo: Con mucha frecuencia, los pacientes me comentan que, al acudir a consulta en los servicios de urgencias con cifras de azúcar arriba de 200 mg, en forma expedita les indican insulina de acción rápida y a los pocos minutos empiezan a debilitarse y a sudar frío con lipotimias y desmayos con pérdida de la conciencia (coma hipoglicémico) para aplicar glucosa intravenosa y revertir el tremendo error por exceso de insulina, con riesgo de trombosis y muerte.

Sobremedicalización comercial

Lo que leo: Algunos médicos opinan que la convergencia de la aparición de nuevos medicamentos y las definiciones ampliadas de diabetes y prediabetes han dado lugar a un exceso de medicalización de los trastornos del azúcar en la sangre. Hoy en día, 87 millones de estadounidenses, es decir, el 36% de los adultos, tienen pre-diabetes. Más de 26 millones de estadounidenses tienen diabetes tipo 2. En combinación, más del 45% de todos los adultos. El cambio de la definición de pre-diabetes, patrocinado en 2003 por la Asociación Americana de la Diabetes, tuvo como consecuencia que hoy en día casi 71 millones de adultos americanos tengan esta condición, según un análisis realizado por los médicos Lisa Schwartz y Steven Woloshin, investigadores del Instituto Dartmouth de Políticas de Salud y Práctica Clínica.

De los 14 expertos externos que participaron en ese panel, nueve trabajaban como oradores, consultores y asesores de empresas que hacen medicamentos para la diabetes, en un análisis realizado por Journal Sentinel / MedPage Today. Entre 2009 y 2013, los miembros de este comité de expertos, en conjunto, recibieron más de 600 mil dólares de las compañías farmacéuticas.

La asociación no proporcionó las relaciones financieras de los miembros del panel del año 2003 o una lista de las compañías farmacéuticas de las que recibía fondos en ese momento. Sin embargo, un informe del Centro para la Ciencia en el Interés Público encontró que la asociación recibió más de 6 millones de dólares de las compañías farmacéuticas con medicamentos para la diabetes en el año 2002. Y un documento de la propia asociación muestra que recibió más de 7 millones de dólares de estas empresas en el año 2004.

Un escenario similar se dio en 2008, cuando un panel conjunto de la Asociación Americana de Endocrinólogos Clínicos y el Colegio Americano de Endocrinología, afirmó que las drogas para la diabetes podían ser utilizados para tratar la prediabetes tras «un juicio cuidadoso»

De los 17 miembros de ese grupo, 13 trabajaban como oradores y consultores de empresas que hacen medicamentos para la diabetes.

En 2013, los mismos grupos fueron más allá: dijeron que los medicamentos podían usarse para tratar la prediabetes si los cambios de estilo de vida no funcionan.

Ese año, la asociación profesional de endocrinología recibió más de 8 millones de dólares de empresas que comercializan o desarrollan medicamentos para la diabetes y productos relacionados, de acuerdo con su declaración de impuestos.

Pero, como Garber y otros médicos entrevistados para esta historia han reconocido, no hay pruebas de que el pretratamiento de la diabetes con medicamentos reduzca variables como los ataques al corazón o las amputaciones.

Lo que veo: Si prediabetes significa literalmente «antes de la diabetes», se deduce que la persona no tiene diabetes, luego entonces no debe recibir medicamentos para control del azúcar. Y sin embargo, sucede que a personas sanas las medicalizan como diabéticos y da como resultado bajones bruscos de azúcar (coma hipoglicémico) con caídas y fractura de cadera o de cráneo y muertes. Estos muertos los cargan a cuenta oficial de la diabetes, nunca a los errores médicos y al gran número de muertes evitables.

Lo que leo: Estupidez terapéutica en diabetes. «La lógica de tratamiento de prediabetes con medicamentos es básicamente estúpida», dijo James McCormack, un farmacéutico y profesor de ciencias farmacéuticas en la Universidad de Columbia Británica, que ha estudiado la investigación de los medicamentos para la diabetes. «Tratamos al 100% de las personas con prediabetes con un medicamento, para prevenir que menos del 15% de esas personas acaben desarrollando diabetes, una condición para la que pueden o no necesitar un medicamento».

La dieta y el ejercicio han demostrado ser mucho más eficaces en la prevención de que la prediabetes se convierta en diabetes.

Un importante estudio publicado en el 2002 encontró que la combinación de dieta y ejercicio reducía las probabilidades de que la prediabetes se convirtiera en diabetes en un 58%, frente al 31% entre los que utilizan el medicamento metformina.

Visto de otra manera, sólo el 5% de los pacientes del grupo de dieta y ejercicio pasó a desarrollar una diabetes cada año, en comparación con el 7.8% de los que tomaban metformina y el 11% de los que recibieron un placebo.

Lo que veo: Ni duda, tras bambalinas, se movilizan grandes cantidades de dinero en esta etapa de la medicina vista y ejercida como una industria altamente productiva.

Lea Yatrogenia

Egresado de la Escuela de Medicina de la Universidad Veracruzana (1964-1968). En 1971, hizo un año de residencia en medicina interna en la clínica del IMSS de Torreón, Coahuila. Residencia en medicina interna en el Centro Médico Nacional del IMSS (1972-1974). Por diez años trabajó como médico internista en la clínica del IMSS en Poza Rica Veracruz (1975-1985). Lleva treinta y siete años de consulta privada en medicina interna (1975 a la fecha). Es colaborador del periódico La Opinión de Poza Rica con la columna Yatrogenia (daños provocados por el médico), de opinión médica y de orientación al público, publicada tres veces por semana desde 1986.

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