Desde su privatización, en el auge del capitalismo de compadres impulsado por Carlos Salinas, a los escándalos más recientes, la debacle es consecuencia de la corrupción y los desaciertos de la compañía y del Gobierno. Alonso Ancira, responsable del colapso, deja una estela de caos e impunidad
Monclova: reinventarse frente a la adversidad
Altos Hornos de México (AHMSA) no es solo una de las empresas más grandes de México; es un símbolo de las contradicciones de la economía neoliberal, de la privatización desmedida y de la colusión entre grandes empresarios y Gobiernos. Destacada como una joya de la industria nacional, la acerera fue protagonista de un auge económico que la transformó en la columna vertebral de Monclova y del norte del país. Pero tras décadas de crecimiento, modernización y escándalos, su historia se ha teñido de controversia, corrupción y quiebra. Desde la polémica privatización de los 90 hasta la detención de su dueño, Alonso Ancira, AHMSA refleja la precariedad de una industria sometida a los vaivenes de la política y los intereses de poder. Hoy, su quiebra oficial deja a la región sumida en la incertidumbre.
Fundada en 1942 en Monclova, Coahuila, AHMSA nació con el objetivo de consolidar la producción siderúrgica en México y reducir la dependencia de las importaciones de acero. Bajo la política de industrialización del presidente Manuel Ávila Camacho, y con el impulso del Gobierno federal, se consideró como una pieza clave para el desarrollo económico del país. No solo fue una fuente de empleo para la región, sino también una oportunidad para la creación de infraestructura, hospitales y servicios comunitarios que dieron vida a Monclova y otras localidades cercanas.
Su esplendor resultó particularmente notable durante las décadas de los 50 y 60, coincidiendo con el «milagro mexicano» —una era de crecimiento económico impulsado por el sector industrial—. La empresa se expandió rápidamente, consolidándose como uno de los mayores productores de acero en América Latina. El Gobierno mexicano, bajo la visión de desarrollo económico autosuficiente, la veía no solo como una entidad rentable, sino como un símbolo de independencia y autosuficiencia nacional. Esto le otorgó un papel estratégico en el panorama industrial mexicano y fortaleció su relación con el Estado.
Crisis y privatización
En la década de los 80, sin embargo, AHMSA comenzó a enfrentar dificultades financieras a medida que las políticas de austeridad y los problemas económicos nacionales afectaban a todas las empresas paraestatales. Los elevados costos de operación, la falta de modernización y los cambios en el mercado mundial del acero llevaron a la empresa a una crisis profunda. Fue en ese contexto que se introdujo la idea de la privatización como una solución para salvar a la industria siderúrgica.
El presidente Carlos Salinas de Gortari impulsó una serie de reformas económicas neoliberales en México que incluyeron la privatización de grandes empresas estatales. En 1991, la siderúrgica fue vendida al Grupo Acerero del Norte (GAN), dirigido por Alonso Ancira, un empresario de origen coahuilense. La privatización, en teoría, tenía como objetivo rescatar a AHMSA de la quiebra, modernizar su tecnología y hacerla competitiva en el mercado internacional. Sin embargo, el proceso estuvo rodeado de críticas debido a irregularidades y favoritismos hacia ciertos grupos empresariales cercanos al poder.
AHMSA, una empresa pública clave para el desarrollo industrial del país, fue vendida por apenas 125 millones de dólares, cuando su valor real estaba estimado en más de 2 mil millones. Además, la transacción incluyó inventarios acumulados que los nuevos propietarios liquidaron fast track para recuperar la inversión realizada. Estos hechos generaron señalamientos sobre un modelo de privatización diseñado para beneficiar a empresarios aliados al Gobierno de Salinas. Según el senador Napoleón Gómez Urrutia, este proceso no solo significó un remate de los activos de la acerera, sino también un saqueo de los recursos nacionales en favor de compradores privilegiados.
Estas decisiones resultaron en una estructura financiera vulnerable para la empresa, exponiendo a los trabajadores a riesgos laborales y económicos graves a lo largo de los años. El impacto de estas políticas no solo fue económico, sino también social, afectando a miles de empleados y empresas que dependían de la siderúrgica para su sustento. La privatización, más que revitalizar AHMSA, dejó una profunda huella negativa en la comunidad de Monclova. Bajo el liderazgo de Ancira, la empresa implementó una serie de modernizaciones y estrategias de expansión, pero también se vio envuelta en escándalos y acusaciones de corrupción. En 2019, la situación alcanzó un punto crítico cuando Ancira fue arrestado en España, acusado de lavado de dinero y presuntas conexiones con el caso de corrupción de Agronitrogenados, que involucró la venta de una planta chatarra de fertilizantes a Petróleos Mexicanos (Pemex) en 2013 por parte Ancira.
Dicha planta fue adquirida por la petrolera durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto, a un precio excesivo, alrededor de 475 millones de dólares, cuando su valor real era mucho menor, lo que generó acusaciones de fraude y de daños patrimoniales a Pemex. El magnate coahuilense, en su defensa, alegó que la venta se realizó en condiciones normales, pero las investigaciones revelaron irregularidades, como el hecho de que la planta estaba fuera de funcionamiento y había estado inoperante durante años. En noviembre de 2017 la Auditoría Superior de la Federación (ASF) determinó que se incumplieron los objetivos de rehabilitación de la planta, además de que se rebasaron los costos sin generar utilidades para el Estado.
Este escándalo se agravó al revelarse que las operaciones de compra y venta no fueron transparentes, y las autoridades mexicanas iniciaron un proceso judicial contra Ancira. En 2021, el acusado aceptó un acuerdo reparatorio en el que acordó pagar 216 millones de dólares a Pemex como parte de la reparación del daño. Sin embargo, la realidad es que, al margen de incidentes como este, durante muchos años AHMSA mantuvo relaciones con figuras políticas tanto a nivel estatal como federal, especialmente con los gobernadores de Coahuila, que buscaban proteger una de las principales fuentes de empleo y desarrollo de la región. Estos vínculos han sido ambiguos y, en algunos casos, incluso controvertidos, pero le permitieron a la acerera operar con impunidad y enfrentar relativamente pocas repercusiones por sus problemas legales y financieros.
Van por rescate
Con la detención de Ancira y el agravamiento de los conflictos legales, AHMSA enfrentó una crisis que finalmente culminó en su quiebra oficial. El 4 de agosto, el periodo de conciliación del concurso mercantil venció sin que se lograra un convenio de reestructura con acreedores, lo que llevó a la jueza federal Ruth Huerta García a declarar la quiebra de oficio. Esto marcó el inicio del proceso de liquidación, que ahora será supervisado por un síndico designado por el Instituto Federal de Especialistas en Concursos Mercantiles (Ifecom). Bajo esta medida, los bienes y derechos de AHMSA serán administrados para liquidar las deudas, con prioridad para los trabajadores, que en 2023 sumaban más de 15 mil.
El caso AHMSA ha trascendido lo económico para convertirse en un símbolo político. Durante su mandato, el expresidente Andrés Manuel López Obrador utilizó este caso como ejemplo de los abusos del periodo neoliberal y de su política de «limpieza de corrupción». AMLO denunció públicamente a Ancira y a otros empresarios, ligándolos a prácticas ilícitas. La salida de Ancira del Consejo de Administración, concretada en marzo, fue una condición exigida por posibles inversionistas interesados en rescatar a la compañía, aunque este esfuerzo quedó truncado con la quiebra declarada.
A pesar de la quiebra, AHMSA sigue explorando opciones para reactivarse, incluida la búsqueda de nuevos inversionistas. En ese sentido, el gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez Salinas, ha intensificado esfuerzos para salvar la acerera. En colaboración con el Consejo de Seguridad y Desarrollo de la Región Centro-Desierto (Consede), presentó un plan que será entregado a la presidenta Claudia Sheinbaum.
El proyecto, que ya fue concluido, incluye alternativas como la intervención del Gobierno federal con una inyección de recursos o la venta de la empresa a un consorcio internacional. Según Jiménez, «este proyecto o le entra una empresa grande a nivel internacional o hay una intervención del Gobierno federal, porque el recurso que se requiere es bastante, de miles de millones de dólares». El mandatario subrayó que la crisis de AHMSA ha afectado severamente a trabajadores y acreedores, quienes enfrentan dificultades económicas graves. Propuso que, en caso de una venta, se priorice el pago de deudas a los empleados y se mantenga la cobertura del IMSS y otras prestaciones. Además, planteó diversificar la economía local mediante incentivos para atraer nuevas inversiones y generar empleos.
La quiebra de AHMSA, según Jiménez, se originó por conflictos entre su presidente del Consejo de Administración, Alonso Ancira, y el expresidente López Obrador. Ahora, el gobernador busca apoyo federal, considerando indispensable la condonación de parte de las deudas y un esquema financiero que permita la viabilidad de la siderúrgica. Tras reuniones con Sheinbaum, Jiménez expresó optimismo, destacando que la mandataria incluyó el rescate de AHMSA como un compromiso presidencial. Aseguró que esta iniciativa será clave no solo para la región, sino también para la economía nacional.
Mientras tanto, la jueza Huerta instruyó la inmediata ocupación de los bienes de la empresa, incluyendo inventarios, documentos y cuentas, en un proceso que podría extenderse por años, como sucedió en quiebras anteriores de gran magnitud, como la de Mexicana de Aviación. El destino de la empresa representa un capítulo oscuro para la industria siderúrgica mexicana y pone en jaque la economía de Monclova, una región profundamente dependiente de la industria del acero. La combinación de deudas fiscales, conflictos legales y falta de acuerdos con acreedores ha dejado a miles de trabajadores y a toda una comunidad en la incertidumbre. E4
AHMSA. Historia del nacimiento, auge y caída de un imperio
Fecha | Evento |
---|---|
1942 | Fundación de Altos Hornos de México (AHMSA) en Monclova, Coahuila, como empresa paraestatal. |
1950s | AHMSA se consolida como una de las principales productoras de acero en América Latina durante el «milagro mexicano». |
1980s | Crisis financiera en AHMSA debido a altos costos de operación y falta de modernización. |
1991 | AHMSA es privatizada durante el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari y vendida al Grupo Acerero del Norte (GAN), liderado por Alonso Ancira. |
1990s | Modernización e inversiones en AHMSA por el GAN, con expansión en el mercado nacional y latinoamericano. |
2009 | AHMSA se declara en concurso mercantil debido a la crisis económica global y la caída en los precios del acero. |
2013 | Pemex pagó a Altos Hornos de México y Alonso Ancira 200 millones de dólares en exceso por Agronitrogenados, una planta chatarra. |
2014 | Reestructuración financiera de AHMSA tras salir del concurso mercantil. |
2019 | Arresto de Alonso Ancira en España, acusado de lavado de dinero y corrupción por el caso Agronitrogenados. |
2020 | AHMSA enfrenta crisis financiera severa; reducción de operaciones y despidos masivos en Monclova. |
2023 | Ancira regresa a México tras llegar a un acuerdo con el Gobierno para pagar indemnización, pero incumple con su último abono. |
2024 | Ruth Huerta García, jueza segunda de Distrito de Concursos Mercantiles, declara de oficio la quiebra de la empresa. |
Monclova: reinventarse frente a la adversidad
La crisis de Altos Hornos de México sacudió a la antaño capital del acero, pero no la detuvo. La ciudad ha encontrado alternativas de desarrollo en sectores como la manufactura, el comercio y las energías renovables
El quiebre de Altos Hornos de México (AHMSA), otrora columna vertebral económica de Monclova, puso a prueba a la urbe coahuilense. Durante décadas, la ciudad vivió al ritmo de la siderúrgica, cuyo impacto en el empleo y el comercio local era incalculable. Sin embargo, frente al colapso financiero de la empresa, la comunidad no tardó en tomar medidas para evitar que su economía cayera al mismo abismo.
«Sabemos que ha afectado mucho a los empresarios de Monclova […] Ojalá que el Gobierno federal tomara esto en serio y pusiera manos a la obra, no cegándose por revanchismos».
Yolanda Acuña Contreras, presidenta del comité municipal del PAN
La diversificación económica se ha convertido en la principal estrategia para enfrentar la crisis. Según datos del Gobierno municipal, en los últimos tres años se han invertido más de mil 200 millones de pesos en iniciativas que van desde la expansión de parques industriales hasta proyectos de energías renovables. La industria manufacturera ha sido un pilar fundamental en este proceso. Empresas nacionales e internacionales han establecido plantas en los alrededores de Monclova, produciendo desde autopartes hasta bienes de consumo. Uno de los casos más destacados es la instalación de un centro de producción de componentes electrónicos que ha generado más de 2 mil empleos directos. Al respecto, el alcalde Mario Dávila Delgado expresó: «Monclova va a seguir caminando», destacando el compromiso de la ciudad para superar la adversidad.
En paralelo, el sector comercial ha experimentado un crecimiento notable. La apertura de centros comerciales y cadenas de retail —negocios que operan múltiples puntos de venta al por menor, ofreciendo productos directamente al consumidor final— ha revitalizado la economía local, creando oportunidades para emprendedores de todos los niveles. Otro de los grandes avances de Monclova es su incursión en el sector de las energías renovables. En 2022, se inauguró un parque solar en las cercanías de la ciudad, con capacidad para abastecer de energía a más de 50 mil hogares. Este proyecto, además de ser un alivio ambiental, generó cientos de empleos durante su construcción y operación. Asimismo, ha despertado el interés de otros inversionistas que ven en Monclova un punto estratégico para modelos de energía eólica y solar, gracias a su ubicación geográfica y clima favorable.
Nuevo rostro
Más allá del desarrollo industrial, Monclova también ha priorizado la capacitación y la educación. Instituciones locales, en colaboración con empresas y universidades, implementaron programas de formación técnica para jóvenes, enfocándose en áreas como robótica, diseño industrial y energías alternativas. Por su parte, la comunidad no ha dejado de innovar. Grupos de trabajadores que solían depender de AHMSA han creado cooperativas para producir bienes como muebles metálicos, que ahora exportan a Estados Unidos.
Aunque el camino no ha sido fácil, la ciudad se rehúsa a definirse por la caída de AHMSA. Yolanda Acuña Contreras, presidenta del comité municipal del PAN, manifestó su preocupación: «Sabemos que ha afectado mucho a los empresarios de Monclova […] Ojalá que el Gobierno federal tomara esto en serio y pusiera manos a la obra, no cegándose por revanchismos», en referencia al manejo de la situación por parte de las autoridades federales. El ejemplo de Monclova es un recordatorio de que las crisis pueden transformarse en oportunidades, siempre y cuando haya visión, esfuerzo colectivo y estrategias claras para adaptarse a los cambios. La ciudad aún enfrenta retos, pero su capacidad para diversificarse es un testimonio de su resiliencia y creatividad. E4