Se puede decir… que AMLO salió de su refugio para «votar»
Pero no se puede decir… que se exhibió en medio de su obra «maestra». Su creación surgida del seno de la Reforma Judicial, que él ideó, creó y heredó a Claudia, por fin aterrizó el domingo 1 de junio, y por supuesto no podía faltar para dar su valioso voto, a quien se le vio físicamente avejentado, con su cabellera blanca de canas y mucho más delgado, y no perdió la oportunidad de halagar por enésima vez a su sucesora presidencial, con el adjetivo de ser la mejor presidenta del mundo, a lo que ella respondió, no se sabe si fue una real sonrisa o «mueca» de agradecimiento.
Se puede decir… que Trump es de mente «torcida»
Pero no se puede decir… que su palabra es la «ley». Desde que llegó a la Casa Blanca por segunda ocasión, aterrizó con una idea retorcida, consistente en que él sería, es y será el mero mero, haciendo a un lado hasta sus propios gobernados, llegando al colmo de colmos, el de no escuchar a sus asesores, haciéndoles a un lado, de tal manera que para su modo de pensar —si es que piensa— no existen, haciendo y dañando a quien le venga en gana, que para nada debe de estar en la oficina oval, sino en un manicomio, para que culmine con sus tremendas e «insaciables» locuras.
Se puede decir… que el Peje está «feliz»
Pero no se puede decir… que es porque Claudia le obedece en «todo». Él, según se fue aparentemente, pero realmente se encuentra sentado detrás del trono, vigilando con ojo de águila, para que todo se realice como se lo ordenó a la señora presidenta, y lo haga al pie de la letra, sin cambiar ni una coma, incluso unas horas antes de que se hiciera realidad una de sus órdenes cumbre, que es la madre de todas las votaciones, y es la farsa de farsas, la votación judicial, la que no se sabe qué resultados dará, y que aquí entre nos, se hizo a «tientas» y a ciegas.
Se puede decir… que Trump revoca visas al por «mayor»
Pero no se puede decir… que lo hace «irresponsablemente». La actuación del maquiavélico presidente estadounidense, es de alguien que ha perdido la razón, que a estas alturas ni los suyos lo pueden ver, menos sus gobernados, y tampoco los republicanos que lo eligieron, que hoy por hoy, se sienten traicionados, y ahora se avergüenzan por culpa de tal irracional, que hace tanta locura, afectando al mundo entero, obligando a que se formen grupos y organizaciones, para hacerlo reaccionar y obligarlo a que deje de actuar como lo hace, y ponga los pies «sobre» la tierra.
Se puede decir… que hay de caprichos a «caprichos»
Pero no se puede decir… que amacharse a ellos es una «equivocación». La decisión tomada por la CNTE, aparentemente y a simple vista parece ser una acción arbitraria, que en el fondo o en la realidad de las cosas, consiste en algo que el antecesor de Claudia les dio en lo oscurito a manos llenas, y ahora ella cortó de tajo, o de golpe y porrazo, provocando en su contra una avalancha de manifestaciones y protestas, que no ha podido controlar, ya sea por incapacidad, error o por capricho, que debe de seguir cumpliendo para evitar lo que «está» sucediendo.
Se puede decir… que la fuga de capitales «sigue»
Pero no se puede decir… que es un fenómeno «proteccionista». Los enormes capitalistas que abundan en todo el país, siempre de los siempres, han estado al pendiente de cuidar y proteger sus fortunas, sean del tamaño que sean, y lo hacen en los mejores paraísos, seguros, cercanos y efectivos, y cuando empiezan a sacar sus capitales, es que se trata de protegerlos, porque presienten, o más bien sienten que se avecina algo negativo en la economía nacional, que al parecer, está sostenida con alfileres, y ni más ni menos, es una alerta o mala «señal» para México.