Se puede decir… que todos contra «Trump»
Pero no se puede decir… que está cavando su «tumba». Se le hizo fácil hacer todas sus locuras, y lo único que está logrando es echarse al mundo entero en su contra, y esto se ve y se siente, que hasta en su propio país los seguidores que lo llevaron a la Casa Blanca, se hallan arrepentidos de haber elegido a ese ente, que los está orillando a la ruina, o más bien ya los hundió y arruinó, pero a él le vale lo que digan y piensen de sus actos criminales, que hoy, hasta se ha olvidado y sacudido de sus asesores, a los que no escucha, y realmente hace y deshace, como «vil» dictador.
Se puede decir… que segundas partes no son «buenas»
Pero no se puede decir… que Andy eso «sería». El hijo de su papá AMLO, quien ya no quiere que le digan como lo escribí, y desde que su progenitor entregó la batuta a Claudia, le hizo de su conocimiento que tenía seis años para trabajar, disculpen, soñar, que sería el sucesor de la señora presidenta, por eso, y por lo pronto, se le dio el hueso de Organizador del Partido Morena, y una vez desde ahí ya muy bien posicionado, con todo derecho y confianza sería el próximo presidente de México, y sinceramente créanlo o no, él ya se la creyó, y suplica se le hable solo por «su» nombre.
Se puede decir… que el mundo es un «caos»
Pero no se puede decir… que es triste y «real». Por un lado, el poderoso y cruel de Trump se ha dedicado a aplicar una serie de impuestos hasta por el aire que todos respiramos, y por el otro, trata de sacar de su territorio como tres mil personas al día, entre los que están la mayoría, y que son nuestros connacionales, en un arranque de odio y desprecio, a los que califica de ser unos invasores; así mismo, lo que faltaba: en el Medio Oriente, donde nació la vida, se libra una guerra, y que puede terminar con la misma, al peligrar encenderse la chispa de la «Tercera» Guerra Mundial.
Se puede decir… que hablar por hablar es «peligroso»
Pero no se puede decir… que hay que cuidar el «lenguaje». Hace días, a Claudia, sin querer, se le soltó la lengua, al expresar un término, que en realidad se lo tomaron a pecho y que fue cuando dijo: tenemos que tomar precauciones y, sobre todo, se le acusó de atizar las manifestaciones en Los Ángeles, que los gringos desvirtuaron y lo consideraron como una agresión o amenaza, y para pronto Trump le echó encima a la pedante de su secretaria de Seguridad, para que la atacara y le contestara en forma agresiva y grosera, por una palabra que «mal» interpretaron.
Se puede decir… que aún existen injusticias de la «justicia»
Pero no se puede decir… que este caso sí es «insólito». Después de casi dos décadas, resulta aquello de: usted dispense, tal cual, pues es el caso de la desaparición forzada y crimen de Hugo Wallace, hijo de Isabel Miranda, en donde participó al parecer Juana Hilda González, y quién ahora de golpe y porrazo, la Corte, se sacó de la manga que tal rea, no debería de estar en prisión, ya que no hubo pruebas para que cumpliera una condena de casi ochenta años prisionera, brotando la interrogante: quién se equivocó, el juez que primero la sentenció, o la Suprema Corte que la «está» liberando.
Se puede decir… que el Tren Maya sigue dando de qué «hablar»
Pero no se puede decir… que parece ser una obra en «balde». Aparte de que no la concluyó el antecesor de Claudia, se la dejó a medias, con un costo triplicado, que como va, costará cinco u ocho veces más, al supuesto cálculo original, en fin, no hay la menor duda de que es y será una obra de relumbrón, que al terminarse —si es que se concluye— acabará siendo un elefante blanco, tal y como ha resultado el costoso Aeropuerto Felipe Ángeles, del cual no quiero ni acordarme, y saben qué, todo esto es el resultado del supuesto régimen anterior, que todo lo hacía «sobre» las rodillas.
Se puede decir… que las remesas siguen «bajando»
Pero no se puede decir… que eso significa fuerte golpe a la economía «mexicana». Debido a lo que está sucediendo en contra de los connacionales, que han dejado de ir a sus fuentes de trabajo por temor a ser detenidos, la mayoría ha optado por dejar de enviar remesas a sus familiares, lo que ha redundado en afectar su economía, y de paso, tal suceso también dañará a las finanzas mexicanas, o sea que las acciones del maquiavélico de Trump han sido tremendas, que se desconoce hasta dónde o hasta cuándo, seguirá sucediendo esta «grave» situación.