Lo que no se puede decir

Se puede decir… que la corrupción llegó para «quedarse»

Pero no se puede decir… que se halla en todos «lados». Es triste pero es verdad que el antecesor de Claudia, por más que presumió que la había exterminado, mintió de todas, todas, ya que la verdad de las cosas es que no pudo con ella, y no le quedó de otra que heredársela a la señora presidenta que, al parecer, sin la menor duda va por las mismas, ya que tal delito aparece acá, allá y acullá, y en el marco de un aniversario más de la Armada de México, salió a relucir contra su voluntad tal delito, que hubo en el seno de la Semar, donde afirmó que en su régimen, «sí» la acabará.

Se puede decir… que los de la 4T «refinaron»

Pero no se puede decir… que salieron «peor». Hasta la prensa estadounidense los critica de pies a cabeza, ya que tales políticos, llevan —sin excepción— un lujoso tren de vida exageradamente sin freno alguno, que dan vergüenza ajena, porque son desde legisladores hasta funcionarios de Morena, que lo hacen y disfrutan abierta y descaradamente, cuyos gastos de esos lujos son pagados por los bolsillos de los pobres mexicanos, a los que Claudia está obligada a pararles el alto, y si es ignorada, cesarlos fulminantemente, ya que ese es el tratamiento que «deben» de recibir.

Se puede decir… que el amparo es una joya «Judicial»

Pero no se puede decir… que vale lo que «pesa». El recurso de amparo es una gran defensa para proteger las injusticias de la Justicia, y especialmente de los abusos del poder todo poderoso del Estado, y cualquier autoridad o persona, y como él no hay dos, y ahora con una dizque actual reforma agresiva lo quieren mangonear, a la que se debe oponer cual cambio o como lo quieran llamar y saben cómo, con un amparo, para darle a la 4T una sopa de su propio chocolate, para que ya se dejen de hacer sobre las rodillas «reformas» y reformitas.

Se puede decir… que a don Adán le vale «todo»

Pero no se puede decir… que eso ya es una «burla». Adán Augusto López Hernández, en la comparecencia del secretario de Hacienda en el Senado, quien estaba defendiendo las múltiples variables del crecimiento de la economía nacional, así como el combate al mentado huachicol fiscal, el desatento, vulgar y consentido de Claudia, en un acto de desdén corriente hacia el funcionario de Hacienda, que en lugar de estar atento a lo que decía, y para no aburrirse el senador, sacó su tableta y se colocó los audífonos y se puso a disfrutar en plena sesión, un «partido» de fútbol.

Se puede decir… que tienen más de una década arando en el «desierto»

Pero no se puede decir… que les tocó las de «perder». Los padres de los 43 de Ayotzinapa, cumplen 11 años buscando justicia, para hallar en dónde quedaron sus hijos vivos o muertos, pero las autoridades hacen oídos sordos, y aunque existen otros dos testigos clave que deben declarar: Tomás Zerón y Omar García Harfuch, que debe separarse de su cargo, pero lo protege la señora presidenta, por eso no les ha quedado más que salir a las calles de la CDMX en tumulto, para exigir a Claudia que ya intervenga, pero ella también les cerró las «puertas» de Palacio Nacional.

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