Antes de conocer a Rachid Marcos en Parras de la Fuente, el suscrito conoció a sus abuelos comerciantes, doña Margarita Marcos Giacomán y don Salim Marcos Marcos. Y vale decir que el nombre de Salim nos recuerda al generoso árabe libanés, don Salim Nasta, quien inspiró al presidente Adolfo López Mateos a emitir su frase célebre: «El que no tenga un amigo libanés… ¡que lo busque!». Y cierto es que hoy, los que conocemos a la familia Marcos Morales, con toda razón podemos parafrasear: «El que no tenga un amigo árabe… ¡que lo busque!». Rachid Marcos es la expresión misma de buena amistad, lealtad y generosidad.
Y hoy felicitamos al ingeniero Marcos por el merecido homenaje que recibió en Parras de manos de Gerardo López, director del periódico El Fortín, por su limpia trayectoria de 30 años en medios de difusión y como perito experto en telecomunicaciones, cuya técnica hace posible la transmisión de radio, televisión, cable y telefonía. Rachid es el decano perito de las telecomunicaciones en Coahuila.
En este contexto hoy recordamos que nuestro amigo el arquitecto Ariel Salas González (+), de mayor edad y grandes intuiciones, una vez nos comentó: «Rachid tiene mucha herramienta y la conserva limpia y ordenada. Si alguien le pide alguna se la presta, pero la tiene que regresar limpia y él la vuelve a guardar en su lugar». No le dimos importancia sino hasta que leímos Sobre la marcha, novela de la serie «La costumbre del poder» de Luis Spota. Hay ahí un pasaje donde el candidato presidencial Víctor Ávila Puig observa cómo su peluquero limpia y guarda cuidadosamente sus instrumentos de trabajo y el candidato reflexiona: «Un hombre que cuida así sus herramientas de trabajo es digno de respeto, es digno de confianza y merece una oportunidad». Seguramente don Roberto C. González Treviño, empresario de la comunicación, vio esa cualidad de Rachid en el cuidado de los equipos electrónicos y le dio una oportunidad en su empresa, a la cual Rachid ha servido con entrega y lealtad. Otro mérito de Rachid es que cada año presenta examen y estudia para conservar su licencia de perito de telecomunicaciones.
Rachid y este columnista vivieron en su etapa universitaria en un departamento frente a La Purísima, en Monterrey. Ambos estudiamos ingeniería y una gran felicidad dio Rachid a sus padres, don J. Encarnación Marcos y doña Emma Ramones cuando les llevó su título de Ingeniero Mecánico Electricista. Una felicidad parecida a la que él y su esposa, la maestra Julia María Morales Varela, recibieron cuando sus hijos Rachid y Selim Marcos Morales les llevaron su título de doctores en medicina y que ahora son eminentes médicos especialistas; Rachid es neumólogo y Selim es traumatólogo, doctores sabios, afables, discretos y humanitarios. Al suscrito le consta.
El Fortín ha homenajeado a personajes notables en Parras. Entre ellos a don Francisco Rivero Schneider, don José Milmo Madero, don Federico Cárdenas Robin, don Fernando Orozco Cortés, al constitucionalista Jaime Cárdenas Gracia y ahora al ingeniero perito en telecomunicaciones Rachid Carlos Marcos Ramones.
Dice el capítulo 44 del Eclesiastés: «Voy a hacer el elogio de los hombres buenos. El Altísimo les concedió dones y honores. Hombres famosos por sus obras y acciones. Llenos de sabiduría y prudencia. Y su nombre ilustre será conservado y recordado por sus herederos».
Ya está dicho: «El que no tenga un amigo árabe… ¡que lo busque!» ¡Enhorabuena, Rachid!