El diputado Jericó Abramo Masso impulsa cambios a la Ley General de Salud para regular los precios en hospitales privados y garantizar su transparencia. La falta de control desampara a las familias que no pueden pagar atención privada; instituciones públicas, saturadas
Modelos de otros países, útiles para guiar a México
En México, miles de familias enfrentan diariamente el peso de los abusos en los costos médicos y seguros afines. Los hospitales privados, sin una regulación efectiva, inflan precios de manera arbitraria, afectando la economía de los pacientes que, ante una emergencia, se ven obligados a pagar sumas desmesuradas por procedimientos y medicamentos. A la par, las aseguradoras imponen incrementos desproporcionados en las primas de seguros, especialmente a los adultos mayores, dejando a muchos sin la opción de recibir una atención médica adecuada.
El impacto social de estos abusos es devastador. Las familias mexicanas, muchas de las cuales ya enfrentan dificultades económicas, deben decidir entre la salud y otras necesidades básicas. Mientras que los que no tienen acceso a un seguro privado se ven forzados a recurrir a un sistema público saturado, aquellos que optan por los hospitales privados enfrentan costos desorbitados que no corresponden con la calidad del servicio recibido. Las historias de personas que deben endeudarse para pagar tratamientos o que, ante la imposibilidad de cubrir los costos, se ven privadas de atención, son cada vez más comunes.
«Las aseguradoras culpan a los hospitales de inflar los costos, y los hospitales culpan a las aseguradoras de no pagar. En medio de este problema, el usuario es el que sufre».
Jericó Abramo Masso, diputado del PRI
Este panorama de injusticia y desigualdad en el acceso a la salud ha generado un llamado urgente para regular los precios y prácticas en el sector privado. Se requiere con urgencia un marco legal que proteja a los pacientes, garantizando que no sean víctimas de abusos y que el acceso a la atención médica sea justo y accesible para todos, sin importar su nivel socioeconómico.
En este sentido, el diputado Jericó Abramo Masso (PRI) presentó el 27 de febrero de 2025 un paquete de iniciativas legislativas con el objetivo de regular los costos en hospitales privados y frenar los abusos en seguros de gastos médicos, buscando proteger a los pacientes de incrementos desmedidos y prácticas injustas en el sector salud. «No podemos permitir que los hospitales privados inflen los costos de manera arbitraria, afectando la economía de las familias mexicanas», declaró Abramo Masso.
La propuesta busca adicionar los artículos 31 y 43 de la Ley General de Salud para garantizar que los hospitales privados respeten los precios máximos establecidos por la Secretaría de Economía en medicamentos e insumos requeridos por los pacientes dentro de sus instalaciones. Asimismo, se estipula que estos productos lleven la leyenda: «Precios establecidos por la Secretaría de Economía».
Otro punto clave es la obligación de publicar las tarifas de los servicios de salud en las páginas oficiales de la Secretaría de Economía y de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), además de entregarlas a cada paciente al ingresar al hospital, ya sea por una consulta programada o una emergencia médica. También se plantea que los aumentos en las tarifas de la salud privada no puedan superar la inflación del año anterior. «Los pacientes merecen transparencia en los precios y la certeza de que no serán sorprendidos con tarifas exorbitantes cuando requieran atención médica», señaló el legislador.
La iniciativa también propone reformas al artículo 230 del Código Penal Federal para impedir que pacientes, recién nacidos o incluso cadáveres sean retenidos por adeudos con clínicas y hospitales privados.
Medios de comunicación han revelado que un paracetamol en un hospital privado puede costar hasta 30 veces más que en una farmacia convencional, mientras que a pacientes con seguro de gastos médicos se les recetan múltiples medicamentos cuando solo uno podría ser suficiente. Además, existen denuncias sobre cobros excesivos por medicamentos, insumos de curación, batas, pantuflas, botellas de agua, así como por el uso de equipo médico, estudios, cirugías y tratamientos.
Regulación es la clave
El diputado también ha planteado una reforma al artículo 200 de la Ley de Instituciones de Seguros y de Fianzas, con el propósito de evitar aumentos desproporcionados en las primas de los seguros de gastos médicos, especialmente para personas de la tercera edad. Actualmente, las aseguradoras pueden incrementar sus tarifas entre un 15% y un 60% de un año a otro sin justificación clara.
La propuesta establece que, tras 20 años de pago, los incrementos en las primas no superen la inflación más cinco puntos porcentuales. Asimismo, busca garantizar la portabilidad de los seguros, permitiendo a los usuarios cambiar de aseguradora sin perder sus derechos adquiridos, con el fin de fomentar la competencia en el mercado. «Las aseguradoras no pueden seguir aumentando las primas de manera desproporcionada, sobre todo cuando las personas han sido clientes leales por años», enfatizó Abramo Masso.
El 12 de marzo se llevó a cabo el foro «Regulación a Aseguradoras y Hospitales respecto a Servicios de Seguros de Gastos Médicos», en el que participaron la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, la Asociación Mexicana de Hospitales Privados y ciudadanos afectados por abusos de aseguradoras y hospitales, con el objetivo de analizar y mejorar las regulaciones propuestas, garantizando una atención médica justa y accesible para todos los mexicanos.
Impacto social
El costo de los servicios médicos en hospitales privados en México es un tema que ha afectado profundamente a muchas familias, especialmente a aquellas de clase media y baja que enfrentan dificultades económicas para acceder a atención médica de calidad. Los precios exorbitantes de tratamientos, procedimientos y medicamentos han incrementado la presión sobre los hogares, obligándolos a elegir entre la salud y otras necesidades básicas. Esto se vuelve aún más problemático cuando se considera que una gran parte de la población no cuenta con un seguro médico privado, lo que los obliga a recurrir al sistema público de salud, cuyos recursos están limitados y, en muchos casos, resultan insuficientes para atender la demanda.
Las familias mexicanas se ven atrapadas entre un sistema de salud público saturado y un sector privado que, lejos de ser una solución accesible, muchas veces se aprovecha de la falta de regulación en los costos. Los casos de personas que deben endeudarse para poder pagar procedimientos médicos, o incluso las historias de aquellos que deciden no recibir tratamiento por no poder costearlo, son ejemplos palpables de la inequidad en el acceso a la salud. Esta situación no solo afecta el bienestar físico y mental de los pacientes, sino que también genera un daño económico a largo plazo, afectando la estabilidad de las familias.
Es crucial que las reformas propuestas, como las que busca implementar Abramo Masso, logren mitigar esta presión económica y garanticen que todos los mexicanos, independientemente de su nivel socioeconómico, puedan acceder a servicios médicos sin verse obligados a tomar decisiones que pongan en riesgo su salud. Regular los costos y la transparencia en los precios de los hospitales privados contribuiría a crear un entorno más justo para los pacientes, reduciendo el impacto social negativo de los abusos y promoviendo una verdadera equidad en la atención médica.
Para más inri, México enfrenta una grave desigualdad entre el acceso a los servicios médicos públicos y privados. Mientras que los hospitales públicos están destinados a atender a la mayoría de la población, incluidos aquellos sin seguro médico, su capacidad está limitada por la falta de recursos, infraestructura insuficiente y una saturación crónica. Los pacientes que dependen del sistema público enfrentan tiempos de espera prolongados y falta de personal médico suficiente, lo que afecta negativamente la calidad de atención que reciben. En contraste, quienes pueden acceder al sistema privado disfrutan de atención médica más rápida y personalizada, pero a un costo elevado que no es accesible para todos. E4
Modelos de otros países, útiles para guiar a México
Alemania, Japón y España tienen sistemas efectivos para balancear calidad y acceso a los servicios hospitalarios. Las estrategias también pueden aplicarse en nuestro país
La regulación de los costos en hospitales privados y seguros de salud es un desafío global. Diversos países han implementado sistemas que buscan equilibrar la calidad de la atención médica con la accesibilidad económica. A continuación, se analizan algunos modelos internacionales exitosos que podrían ofrecer lecciones valiosas para México.
Modelo Bismarck: Alemania
El Modelo Bismarck, establecido por Otto von Bismarck en 1883, se basa en un sistema de seguros sociales donde tanto empleados como empleadores contribuyen a fondos que financian la atención médica. Este modelo se caracteriza por la provisión de servicios tanto por instituciones públicas como privadas, manteniendo una competencia que incentiva la eficiencia y calidad en la atención. Países como Alemania, Austria, Suiza y la República Checa han adoptado este sistema.
Ventajas
- Accesibilidad y calidad: Los sistemas basados en el modelo Bismarck suelen ofrecer una mayor accesibilidad a los servicios de salud, con tiempos de espera reducidos y una atención más orientada al paciente.
- Competencia regulada: La competencia entre proveedores públicos y privados fomenta la mejora continua de los servicios, manteniendo estándares elevados de calidad.
Desafíos
- Cobertura de poblaciones vulnerables: Dado que el financiamiento principal proviene de contribuciones laborales, las personas en situación de pobreza o desempleo pueden enfrentar dificultades para acceder a una cobertura completa.
- Crecimiento de costos: En países como Suiza, el costo del seguro ha aumentado, lo que ha llevado a que parte de la población esté infraasegurada.
Sistema de Salud en Japón
Japón implementa un sistema de seguro de atención médica universal que garantiza igualdad de acceso a servicios médicos, con tarifas establecidas por un comité gubernamental. Todos los residentes deben tener cobertura de seguro médico, ya sea a través de su empleador o de programas nacionales administrados por Gobiernos locales. Los pacientes pueden elegir libremente a sus médicos o instalaciones, y los hospitales deben operar como organizaciones sin fines de lucro administradas por médicos.
Ventajas
- Regulación de tarifas: Las tarifas médicas están estrictamente reguladas por el Gobierno para mantener la asequibilidad. Los pacientes pagan entre el 10% y el 30% de los costos, dependiendo de sus ingresos y edad, y el Gobierno cubre el resto.
- Control de costos: Japón utiliza un programa de tarifas uniforme a nivel nacional para el reembolso, revisado cada dos años, lo que permite ajustar las tarifas según las condiciones económicas y controlar el gasto en salud.
- Acceso y utilización: Los pacientes tienen acceso universal a cualquier instalación médica, con tiempos de espera mínimos. Japón tiene una alta tasa de utilización de tecnologías médicas avanzadas, como resonancias magnéticas, a costos significativamente más bajos que en otros países desarrollados.
Desafíos
- Envejecimiento poblacional: El rápido envejecimiento de la población japonesa incrementa la demanda de servicios de salud, lo que podría poner presión sobre el sistema en el futuro.
- Sostenibilidad financiera: A pesar de los mecanismos de control de costos, el aumento en la utilización de servicios y tecnologías médicas podría afectar la sostenibilidad financiera del sistema a largo plazo.
Mutualismo Administrativo
España cuenta con un sistema de mutualismo administrativo que permite a los funcionarios públicos elegir entre la sanidad pública o la provisión de servicios a través de aseguradoras privadas. La Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (MUFACE) es un ejemplo de colaboración público-privada en la provisión de servicios de salud.
Ventajas
- Flexibilidad y elección: Los funcionarios pueden optar por recibir atención médica a través del sistema público o de aseguradoras privadas, según sus preferencias y necesidades.
- Descongestión del sistema público: Al derivar una parte de la demanda hacia el sector privado, se reduce la presión sobre el sistema público de salud, mejorando la eficiencia y tiempos de espera.
Desafíos
- MUFACE ha enfrentado desafíos significativos debido a problemas de gobernanza, coordinación e infrafinanciación. La diferencia de financiamiento per cápita de más del 40% ha provocado el abandono de aseguradoras y un envejecimiento de su colectivo, incrementando patologías crónicas y costes. Además, la pandemia y la inflación han agravado sus problemas financieros, ya que los costes extraordinarios no fueron compensados.
Lecciones para México
La experiencia internacional ofrece varias lecciones que podrían ser útiles para México en la regulación de costos en hospitales privados y seguros de salud:
- Regulación de tarifas: Establecer tarifas estándar para procedimientos y servicios médicos puede ayudar a controlar los costos y garantizar la asequibilidad.
- Cobertura Universal: Implementar sistemas que aseguren que toda la población tenga acceso a servicios de salud.
- Colaboración público-privada: Fomentar la colaboración entre el sector público y privado puede ampliar la capacidad del sistema de salud y ofrecer más opciones a los pacientes.
- Control de costos: Establecer mecanismos de revisión y ajuste de tarifas puede prevenir incrementos desproporcionados y mantener la sostenibilidad del sistema sanitario.
- Transparencia y competencia: Promover la competencia regulada entre proveedores de salud puede mejorar la calidad de los servicios y ofrecer opciones más asequibles a los pacientes. E4