RSF desenmascara juego sucio en su ardua batalla por la verdad

Vivendi responde a las presiones de la organización internacional con una campaña de desinformación. La estrategia plantea serias inquietudes sobre la soberanía de la prensa, justamente, en la tierra de la libertad, la igualdad y la fraternidad

Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha revelado una amplia campaña de desinformación orquestada por el conglomerado francés Vivendi, enfocándose directamente en la organización. Durante una investigación sobre un sitio web falso que desacredita a RSF, el equipo descubrió que este no estaba vinculado a Rusia, como se pensaba inicialmente, sino que se originaba en una empresa con sede en París, operando desde las oficinas de Vivendi. Este grupo de medios es controlado por la familia del multimillonario Vincent Bolloré, conocido por sus vínculos con la extrema derecha en Francia.

«Es curioso haber encontrado que el sitio falso de RSF está alojado en el mismo servidor web que el sitio de Fan de CNews. Ocultar la dirección IP de un servidor web es una técnica típicamente utilizada por ciertos grupos de ciberdelincuentes pagados por regímenes totalitarios».

Nicolas Diaz, jefe de seguridad digital en RSF

Los ataques contra RSF se intensificaron tras una decisión histórica del Consejo de Estado, el más alto tribunal de Francia, que ordenó al regulador de radiodifusión, ARCOM, que hiciera cumplir las leyes de veracidad e independencia en CNews, un canal de televisión de Vivendi. Esta decisión fue resultado de un recurso presentado por RSF contra la inacción de ARCOM respecto a CNews, que ha sido criticado por su desprecio a la ética periodística.

La respuesta de Vivendi y CNews a esta decisión no se hizo esperar. En lugar de adherirse a las regulaciones, el grupo optó por atacar a RSF, difamando su imagen y retratándolo como un enemigo de la libertad de expresión en medios como el Journal du Dimanche. Además, el equipo de RSF encontró que un sitio web falso, que utilizaba el logotipo de RSF, fue lanzado una semana después de la decisión del tribunal. Este sitio, denominado «Sectaires Sans Frontières» (Sectarios Sin Fronteras), acusaba a RSF de catalogar periodistas y de intentar modificar el panorama audiovisual francés.

El sitio fue diseñado para engañar a los usuarios, apareciendo en las primeras posiciones de búsqueda de Google gracias a una campaña publicitaria pagada por Progressif Media, la empresa responsable detrás del ataque. El director de RSF, Arnaud Froger, comentó sobre las tácticas empleadas por Progressif Media, acusándola de emplear métodos de desinformación típicos de regímenes autoritarios.

«Falsificación, engaño, ciberocupación, trolling, desinformación… La agencia Progressif Media utiliza todo el arsenal de los peores contaminadores del discurso público de hoy. Ocultándose tras la apariencia de un movimiento de base, la empresa está llevando a cabo campañas de influencia y desinformación, como la que apunta a RSF. ¿Vivendi —que alberga y es accionista de esta agencia— respalda estos métodos y acciones? ¿Está ayudando a financiar estas campañas en un momento en que está negociando la renovación de sus canales con la Televisión Digital Terrestre en Francia [TDT, el regulador de televisión de Francia]? No se puede alegar el derecho a la información como defensa ante la Asamblea Nacional y luego ser cómplice de su deterioro», exponeFroger.

Campaña multifacética

En su investigación, RSF identificó múltiples nombres de dominio que utilizaban marcas registradas de RSF, lo que sugiere que la campaña era mucho más que un incidente aislado. Progressif Media había diseñado el sitio web falso con técnicas conocidas como typosquatting, donde se imitan nombres de dominio legítimos para confundir a los usuarios. Este tipo de táctica es común entre grupos de cibercriminales, así como entre entidades estatales que buscan socavar la confianza pública.

Las características técnicas y el modus operandi de las páginas web falsas de RSF eran muy similares, si no idénticos, a un pequeño grupo de sitios. Dos de los cuales tienen nombres de dominio inactivos que hacen referencia a Jean-Marie Le Pen, fundador del partido de extrema derecha Frente Nacional, lo que evidencia un patrón de operaciones destinado a desacreditar a oponentes y difundir desinformación.

«Es curioso haber encontrado que el sitio falso de RSF está alojado en el mismo servidor web que el sitio de Fan de CNews. Ocultar la dirección IP de un servidor web es una técnica típicamente utilizada por ciertos grupos de ciberdelincuentes pagados por regímenes totalitarios. Estos grupos son conocidos por llevar a cabo campañas de desinformación e incluso de phishing mediante la usurpación de nombres de dominio, con un objetivo principal: socavar la democracia», comentó Nicolas Diaz, jefe de seguridad digital en RSF.

La estrategia de Progressif Media incluye campañas para presentar a CNews como el único canal defensor de la libertad de expresión, especialmente después de que el canal fue multado por comentarios de odio. Las acciones de esta agencia parecen dirigidas a rescatar la imagen de CNews en un momento crítico, ya que su licencia de transmisión está próxima a renovarse. Estas tácticas no solo han generado preocupación por la ética en el periodismo, sino que también sugieren una intrusión significativa de intereses empresariales en el discurso público.

Vivendi, que ha sido accionista de Progressif Media desde 2022, se ha visto envuelto en controversias debido a sus conexiones con esta empresa y su historial de apoyar campañas que benefician sus propios intereses mediáticos. El vínculo con Chantal Barry, conocida por su cercanía a Bolloré, añade otra capa de complejidad a la situación.

Un documento interno filtrado por RSF detalla la campaña contra ellos, indicando que Progressif Media había adquirido varios nombres de dominio para dominar las búsquedas en línea y promover un «manifiesto» contra RSF. Con la influencia de grupos como Progressif Media y Vivendi, el escenario plantea serias interrogantes sobre la libertad de prensa y el poder de los medios en Francia. La campaña de desinformación no solo ataca a RSF, sino que también representa un peligro más amplio para la democracia. E4

La Habana, 1975. Escritor, editor y periodista. Es autor de los libros El nieto del lobo, (Pen)últimas palabras, A escondidas de la memoria e Historias de la corte sana. Textos suyos han aparecido en diferentes medios de comunicación nacionales e internacionales. Actualmente es columnista de Espacio 4 y de la revista hispanoamericana de cultura Otrolunes.

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