Sheinbaum: aprobación del 78%  e independencia de López Obrador

El 74% del país reconoce el liderazgo de la jefa de Estado, de acuerdo con una encuesta de El Financiero, al cumplirse los 100 primeros días de su Gobierno. La cúpula empresarial cierra filas con la presidenta. Estados Unidos se pegaría un tiro en el pie si aplica los aranceles de Trump, advierte el Consejo Asesor de Desarrollo

El desempleado que «se robó» media partida secreta

La democracia nunca está garantizada, incluso en EE. UU.

Claudia Sheinbaum cumplió sus 100 primeros días al frente del país, el 9 de enero, con una aprobación del 78%, ocho puntos por encima de la medición de octubre pasado cuando asumió el cargo, de acuerdo con la serie de encuestas nacionales de El Financiero. Andrés Manuel López Obrador recibió la misma calificación en igual periodo. Según el sondeo, la mujer que ocupa por primera vez la silla del águila superó las expectativas del 36% de la muestra; el 18% se declaró insatisfecho. Conforme a esos datos, el país mantiene la confianza en el Gobierno federal, no obstante la violencia en algunas entidades y las presiones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Los programas sociales le dieron a Sheinbaum la calificación más elevada (79%). En seguridad pública aumentó 14 puntos entre octubre y diciembre, pero el nivel de desaprobación es equivalente (42%). El mayor salto se debe al manejo de la economía: pasó del 44 al 66%. En el combate a la corrupción no se perciben avances significativos, pues frente al 30% de opiniones favorables, el 55% son negativas. La peor puntuación es por la forma como se afronta al crimen organizado (64%) con solo 23% de respuestas positivas.

Según se desprende de la encuesta, la violencia —principal problema del país (68%)—, la campaña contra la reforma para elegir jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia mediante voto popular y el rechazo de los grupos de presión y de un sector de la «comentocracia» a las políticas de la 4T, no han han hecho mella en el Gobierno. Sheinbaum es reconocida por su «honestidad» (75%), «liderazgo» (74%) y «capacidad para dar resultados» (67%). Las ruedas de prensa matutinas tienen una aceptación del 62%, dice la pesquisa de El Financiero publicada el 6 de octubre. La comunicación directa con la población es una de las claves de la 4T.

Los 35.9 millones de sufragios captados por la alianza Morena-Verde-PT en las elecciones de junio pasado representaron casi el 60% de la votación total. La aprobación de Sheinbaum (78%), en sus 100 primeros días, marca el despegue de su Gobierno en un país con graves problemas. Pues despeja las dudas sobre su liderazgo y su independencia de Andrés Manuel López Obrador. El hecho de que ocho de cada diez ciudadanos aprecien en Sheinbaum cualidades de líder es un mentís para quienes aseguraban que estaría bajo la tutela de AMLO.

Asimismo, envía un mensaje al gabinete, a la dirigencia de Morena y a sus coordinadores en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, y del Senado, Adán Augusto López. Y ni que decir tiene a los partidos de una oposición a la deriva, regenteada por Jorge Romero (PAN), Alejandro Moreno (PRI) y Jorge Álvarez Máynez (Movimiento Ciudadano). También es una llamada de atención para los grupos de presión y los analistas contrarios a la 4T.

La encuesta de El Financiero advierte no solo que Sheinbaum es una jefa de Estado y de Gobierno firme y confiable, sino que ha tomado decisiones acertadas e impuesto un estilo distinto al de López Obrador, sin apartarse de las líneas fundamentales del movimiento que llevó al poder a ambos. Mientras los opositores repiten las fórmulas de siempre, basadas en el desgaste y la descalificación, en espera de obtener resultados distintos, Claudia Sheinbaum consolida su Gobierno, aumenta su base de apoyo, avanza el cambio de régimen y le garantiza a Morena una larga vida en el poder, al menos por ahora.

El retiro del caudillo

Andrés Manuel López Obrador ha estado cuatro meses fuera de escena, mas no del discurso oficial, del debate político ni del imaginario colectivo. El expresidente consiguió lo que ninguno de sus últimos predecesores: dejar el poder sin escándalos y con una aprobación del 77%. El apoyo se concentra en tres segmentos: los mayores 65 años (87%), los menores de 34 (alrededor del 80%) y las mujeres (78%), dice la encuesta de Enkoll para El País y W Radio levantada el último mes del sexenio obradorista (24.09.24). AMLO se retiró con esos números a su rancho de Palenque, Chiapas, después de entregar el mando a Claudia Sheinbaum.

«Me voy a retirar y voy a venir a vivir aquí, a Palenque, y quiero que hagamos un acuerdo, un compromiso. Nada de que “es que, Andrés Manuel, quiero hablar contigo”».

(Andrés Manuel López Obrador)

AMLO no ha hecho apariciones públicas desde entonces ni respondido las críticas de sus detractores permanentes. Su sitio oficial se detuvo el 1 de octubre. El vacío del caudillo lo llena la presidenta Sheinbaum. Los líderes del Congreso y de Morena hacen su parte. Frente a las acusaciones de los partidos de oposición y algunas organizaciones civiles, en el sentido de que el precursor de la 4T intervino en la designación de Rosario Piedra Ibarra para un segundo periodo en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Sheinbaum ironizó:

«Ahora resulta que desde Palenque, López Obrador está dictándole a los senadores quién va a ser la presidenta de la CNDH. Ya se retiró de la vida pública, está escribiendo su libro, está en otras tareas de la transformación. ¿Ustedes creen que de veras le interese, desde Palenque, estar pensando quién va a ser la presidenta de la CNDH», replicó en la rueda de prensa del 14 de noviembre. «Déjenlo descansar en Palenque, tranquilo». Piedra es la sexta defensora de los derechos humanos nombrada por el Senado, desde la creación de esa figura en 1990, y la segunda en ser reelecta después de José Luis Soberanes.

Contrario a otros exmandatarios, que luego de la transmisión del poder daban audiencias y recibían comisiones en sus despachos particulares, López Obrador se despidió en Chiapas. «Me voy a retirar y voy a venir a vivir aquí, a Palenque, y quiero que hagamos un acuerdo, un compromiso. Nada de que “es que, Andrés Manuel, quiero hablar contigo”». La primera gira de la presidenta Sheinbaum fue por Tabasco, tierra de AMLO, donde declaró: «El cerró su ciclo, terminó su Gobierno; y no crean que dejó de luchar porque él sigue luchando, su vida es eso: luchar por su pueblo. (…) siempre dijo que la lucha es pensamiento y acción, y después de tantos años de recorrer el país, él tuvo mucha acción y pensamiento, ahora se está dedicado al pensamiento» (La Jornada, 18.09.24).

La mayoría de las veces, AMLO hizo quedar mal a sus adversarios. Su Gobierno no resolvió el estancamiento secular ni los rezagos sociales. La violencia aumentó y en el sistema de salud las deficiencias persistieron. Sin embargo, no entregó el país en crisis ni buscó reelegirse. Tampoco expropió empresas ni implantó el «comunismo» como anunciaron los catastrofistas. De haber sido así, Morena no habría ganado por segunda vez la presidencia con la votación más alta en la historia de México. Sheinbaum celebró su primera charla telefónica con el entonces presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, el 8 de noviembre pasado.

Tras felicitarse mutuamente por sus respectivos triunfos y abordar de refilón temas como el migratorio, surgió un nombre inesperado. «(Trump) aprovechó para pedir que le enviara saludos al presidente López Obrador, con quien había tenido muy buena relación», informó la presidenta en la mañanera del mismo día. Los adversarios de la Cuarta Transformación festinaron que Trump sería el antídoto contra AMLO y Morena. También se equivocaron. La tarea de lidiar con el barbaján toca ahora a Sheinbaum y a su equipo.

En los rieles de la 4T

El relevo entre los presidentes emanados del PRI y del PAN no garantizaba continuidad ni mucho menos un trato amigable entre sucesor y predecesor. Podía haber respeto, silencio en temas escabrosos, pero no más. Ernesto Zedillo rompió las apariencias cuando encarceló a Raúl Salinas de Gortari y provocó el exilio de su antecesor, Carlos Salinas. La relación entre Vicente Fox y Felipe Calderón fue de mal en peor. Morena estableció un modo distinto de relacionarse con los votantes y de ejercer el poder desde las bases con un proyecto claro. La presidenta Claudia Sheinbaum prosigue las líneas de la 4T, pero además pone de relieve el papel de Andrés Manuel López Obrador en la transformación del país.

Cuando se fantaseaba que la alianza PAN-PRI-PRD podía ganar las elecciones de 2024, los apresurados pidieron enjuiciar a AMLO. Nada sustancial, puro revanchismo. Las urnas pusieron las cosas en su lugar y a los candidatos en el sitio respectivo. Sheinbaum no solo es la presidenta más votada, sino también la más fuerte y poderosa. Mientras López Obrador —como en su momento el general Lázaro Cárdenas— vive en su retiro chiapaneco, fuera de los reflectores, Salinas, Calderón y Peña Nieto residen en España. Fox rumia en casa sus frustraciones. ¿La mayor? Haber desaprovechado la oportunidad de trascender como el presidente de la alternancia.

El contexto dificulta sobremanera el futuro de los partidos de oposición. Los poderes fácticos y sus aliados extranjeros tampoco han terminado de asimilar la nueva realidad. Las fuerzas contrarias a la 4T permanecen atrapadas en el discurso fatalista y en la crítica redundante. Su propuesta consiste en volver al modelo anterior de privilegios. Sin liderazgo ni trabajo fuera de sus ámbitos estrechos, difícilmente incidirán en los sectores donde Morena tiene su mayor caudal de votos. Por encima de preferencias y antipatías, la cúpula empresarial parece entender mejor las circunstancias políticas del país y se adapta a ellas. La presidenta Claudia Sheinbaum presentó el 27 de noviembre, en Palacio Nacional, al Consejo Asesor de Desarrollo Económico Regional y Relocalización (CADERR), compuesto por líderes de las distintas ramas productivas. El lagunero Eduardo Tricio, presidente de Grupo Lala, es el único coahuilense invitado por Sheinbaum al CADERR.

Guillermo Vogel, vicepresidente de la junta directiva de la metalúrgica Tenaris, subsidiaria del gigante argentino Tecnit, expresó en la ceremonia: «Estados Unidos nos necesita como un socio importante para enfrentar a China». Advierte que Estados Unidos se pegaría un tiro en el pie con el esquema de aranceles planteado por el presidente Donald Trump, a quien no citó, pues sus exportaciones perderían competitividad. Frente a la amenaza, exhortó a «trabajar muy de la mano con el Gobierno».

En «la mañanera del pueblo», donde presentó a los integrantes del CADERR, Sheinbaum observó: no solo se trata de «esperar que el mercado haga su trabajo» y el sector público invierta, sino de impulsar el desarrollo del país, el bienestar de la población —con mayores salarios— y la protección del medio ambiente. El Gobierno desempeñará un papel prioritario de conducción del Plan México y al consejo corresponderá impulsar los proyectos de la administración junto con las secretarías de Estado, explicó la presidenta. La 4T y la cúpula empresarial han entendido que la cooperación reditúa más que la confrontación. E4


El desempleado que «se robó» media partida secreta

Si el expresidente Salinas quiere subsidio, que pida la Pensión del Bienestar. Pero no la obtendría, pues vive fuera del país: Sheinbaum

El expresidente Carlos Salinas de Gortari se declaró desempleado y sin pensión en su última aparición pública. Lo hizo el 4 de diciembre pasado en el podcast «La invención de América del Norte» de la revista Nexos. Salinas entregó el poder hace 30 años a Ernesto Zedillo, quien puso entre rejas a su hermano Raúl por el asesinato de su excuñado José Francisco Ruiz Massieu, en septiembre de 1994, segundo en la jerarquía del PRI. También se le fincaron cargos por enriquecimiento ilícito. Después de 10 años en prisión, la justicia federal lo absolvió.

En el periodo 1983-1995, el cual comprendió las presidencias de Miguel de la Madrid y Salinas de Gortari, se ejercieron 26 mil 500 millones de pesos en gastos no comprobados ni especificados.

Salinas no puso un pie en el país ni formuló declaración alguna durante el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, al menos que trascendiera. En el tercer año de su mandato, AMLO promovió una consulta popular para enjuiciar a sus antecesores —de Carlos Salinas de Gortari a Enrique Peña Nieto— por delitos supuestamente cometidos durante sus gestiones. El resultado no fue vinculante, pues para serlo requería una participación del 40% y apenas rozó el 8%. El 97% de los votantes estuvo de acuerdo en encausar a los expresidentes como ocurre en otros países.

«(…) en caso de Salinas, se robó la mitad de la cuenta secreta. Sí hizo cosas (…) López Portillo destrozó al país y Salinas al final también»

Luis Téllez, (Noticias MVS, 12.02.09)

La presidenta Claudia Sheinbaum replicó a Salinas al día siguiente. «Muy desempleado, pero a poco lo han visto viajar en un vuelo comercial… digo, nada más para documentar lo que está ocurriendo». Para resolver el problema de la jubilación invitó a Salinas a solicitar la Pensión del Bienestar, si vive en México. En su caso no la obtendría, pues los expresidentes del PRI y el PAN radican fuera del país, excepto Vicente Fox, quien también ha reclamado el subsidio. López Obrador suprimió las pensiones vitalicias a los expresidentes antes de asumir el cargo. Los cambios a Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos, reglamentaria de los artículos 75 y 127 constitucionales, se publicaron el 5 de noviembre de 2018 en el Diario Oficial de la Federación.

En marzo de 2021 el Congreso eliminó también del presupuesto la partida secreta que permitía a los presidentes disponer de recursos sin control. El fondo se creó en la administración de Miguel Alemán para imprevistos. Sin embargo, devino «en una herramienta de opacidad y corrupción», acusó Ana Lilia Rivera (Morena), presidenta de la Comisión de Estudios Legislativos del Senado (Infobae, 11.03.21). En el periodo 1983-1995, el cual comprendió las presidencias de Miguel de la Madrid y Salinas de Gortari, se ejercieron 26 mil 500 millones de pesos en gastos no comprobados ni especificados.

Una conversación registrada en el buzón de un celular, Luis Téllez, secretario de Comunicaciones y Transportes en el Gobierno de Felipe Calderón, brinda una pista: «(…) en caso de Salinas, se robó la mitad de la cuenta secreta. Sí hizo cosas (…) López Portillo destrozó al país y Salinas al final también». Carmen Aristegui difundió la grabación el 12 de febrero de 2009 en Noticias MVS. Un mes después, Téllez fue destituido y reemplazado por Francisco Molinar Horcasitas. En una entrevista posterior para el libro Transición, Aristegui pregunta a De la Madrid si la fortuna de Salinas —«que la tiene»— provenía de la partida secreta. El expresidente respondió: «Bueno, es una equivocación, siempre había existido una partida secreta para cubrir gastos políticos, pero se abusó».

La periodista retomó a Téllez: «¿Usted cree que se robó la mitad?». «Sí», contestó el exmandatario, quien en campaña advirtió: «Una sociedad que tolera, que permite la generalización de conductas inmorales o corruptas, es una sociedad que se debilita». Salinas estaba a su izquierda. En el sexenio del expresidente «desempleado» y sin pensión, la mitad de la partida secreta excedía los 8 mil millones de pesos. E4


La democracia nunca está garantizada, incluso en EE. UU.

Joe Biden pide no olvidar el asalto al Capitolio de 2021 cometido por hordas afines a su sucesor. Tribunal de apelaciones le abolla la corona a Trump

El 1 de diciembre de 2006 diputados y senadores del PRD, el Partido del Trabajo y Convergencia (después Movimiento Ciudadano) tomaron la tribuna del Congreso para impedir que Felipe Calderón asumiera el poder tras las elecciones fraudulentas que ganó por un margen de 0.58 por ciento. El líder de la Cámara baja, Jorge Zermeño, se las apañó para que Calderón ingresara al recinto por un pasadizo, rindiera protesta, sin dar un mensaje, y desapareciera ipso facto. El 6 de enero de 2021, en Estados Unidos, una turba azuzada por Donald Trump irrumpió en el Capitolio para evitar la certificación del triunfo de Joe Biden como presidente.

«Se ha puesto en marcha un esfuerzo implacable para reescribir —incluso borrar— la historia de aquel día. Para decirnos que no vimos lo que vimos con nuestros propios ojos».

(Joe Biden, El País, 06.01.25)

El 6 de enero pasado, el Congreso estadounidense certificó la victoria de Donald Trump para un segundo periodo. Esta vez no hubo disparos ni muertos, pero sí un estricto dispositivo de seguridad. Tampoco se intentó el golpe de Estado. Pero Biden no olvida que la otrora democracia más sólida del mundo estuvo al borde del colapso. «Se ha puesto en marcha un esfuerzo implacable para reescribir —incluso borrar— la historia de aquel día». «Para decirnos que no vimos lo que vimos con nuestros propios ojos. Para descartar las preocupaciones al respecto como una especie de obsesión partidista. Para explicarlo como una protesta que simplemente se fue de las manos. Esto no es lo que ocurrió» (El País, 06.01.25), dijo la víspera de la certificación de Trump.

Biden formuló un llamamiento contra el lavado de cerebro y la amnesia colectiva: «Debemos comprometernos a recordar el 6 de enero de 2021 todos los años. Recordarlo como un día en el que nuestra democracia fue puesta a prueba y prevaleció. Recordar que la democracia, incluso en Estados Unidos, nunca está garantizada». El mismo día de la certificación presidencial de Trump, Biden publicó en The Washington Post un artículo, citado por el diario español. Advierte que después de lo sucedido cuatro años atrás, el procedimiento no puede volver a darse por sentado. «Insurrectos violentos atacaron el Capitolio, amenazaron la vida de funcionarios electos y agredieron a valientes agentes del orden».

Sobre la diferencia entre las certificaciones de 2021 y la reciente, Biden pide estar orgullosos de que la democracia de Estados Unidos «resistiera este asalto. Y debemos alegrarnos de no volver a presenciar el ataque tan vergonzoso este año. Pero no debemos olvidar. Debemos recordar la sabiduría del adagio que dice que cualquier nación que olvida su pasado está condenada a repetirlo». Trump, en cambio, observa en el asalto al Capitolio mucho «amor», aunque haya cobrado la vida de cinco personas y causara heridas a otras 70. Los insurrectos —para él— son «patriotas» y los sentenciados a prisión, algunos hasta por 22 años, «rehenes» o «presos políticos» (Europa Press, 06.01.25). Con ese ánimo planea indultarlos, una vez instalado de nuevo en la Oficina Oval.

Antes de la certificación del Congreso, un tribunal federal de apelaciones confirmó la sentencia de un gran jurado contra Trump para obligarlo a pagar dos millones de dólares por abusar sexualmente de la escritora E. Jean Carroll, en 1996, en una tienda de Manhattan; y tres millones extras por difamar a la excolumnista de la revista Elle. Estados Unidos y el mundo lidiarán con ese presidente los cuatro próximos años, contados a partir del 20 de enero. Trump inicia su mandato con una aprobación del 54% y un rechazo del 40% (Harvard CAPS/Harris, 18.11.24). E4

Torreón, 1955. Se inició en los talleres de La Opinión y después recorrió el escalafón en la redacción del mismo diario. Corresponsal de Televisa y del periódico Uno más Uno (1974-81). Dirigió el programa “Última hora” en el Canal 2 de Torreón. Director del diario Noticias (1983-1988). De 1988 a 1993 fue director de Comunicación Social del gobierno del estado. Cofundador del catorcenario Espacio 4, en 1995. Ha publicado en Vanguardia y El Sol del Norte de Saltillo, La Opinión Milenio y Zócalo; y participa en el Canal 9 y en el Grupo Radio Estéreo Mayrán de Torreón. Es director de Espacio 4 desde 1998.

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