La fortaleza interna, basada en el apoyo mayoritario, le ha permitido a la primera jefa del Estado mexicano mantener el equilibrio del país y afrontar con autoridad los retos de la relación con el líder estadounidense Donald Trump. La estrategia de seguridad de la 4T no abraza a los delincuentes, afirma
Caro, el barón de la droga que enfureció a la DEA
La caída de Trump en las encuestas encienda las alarmas
Bajarse del pedestal y prescindir de la parafernalia del poder le permite a Claudia Sheinbaum, como antes a Andrés Manuel López Obrador, tomar el pulso al país en cada gira. El contacto con la población, sin aparatos de seguridad intimidantes ni guardias del Estado Mayor cuya tarea consistía en encapsular al presidente, vincula al Gobierno con las capas a las cuales antes solo se miraba por encima del hombro. Esa cercanía y los programas sociales de la 4T, cuyo brazo político es Morena, produjo en 2024 la votación más alta en una elecciones presidenciales. Los partidos tradicionales (PRI, PAN y PRD) colapsaron por su falta de trabajo; la fusión de sus siglas en favor de intereses cupulares; su distanciamiento de las mayorías y sus agendas, que ya no respondían a las demandas y expectativas ciudadanas.
Los presidentes emanados del PRI y el PAN dedicaban los fines de semana a descansar o los alternaban con visitas breves a los estados. Sus actividades eran casi siempre a puerta cerrada, en Los Pinos u otros recintos, donde atendían a empresarios, inversionistas y banqueros del país y el extranjero. Las residencias utilizadas por los presidentes para vacacionar fueron subastadas o cambiaron de uso cuando AMLO asumió el poder. Enrique Peña Nieto jugaba golf en resorts de Nayarit, Baja California Sur y el Caribe. Los viajes implicaban el desplazamiento de aeronaves, centenares de guardias y personal de apoyo.
La presidenta Sheinbaum cerró el quinto mes de su gestión con actividades en Sonora, Sinaloa, Nayarit y Quintana Roo, gobernados por Morena. El fin de semana previo recorrió ocho municipios de Durango (PRI) en un lapso de tres días. Sheinbaum realizó 64 giras nacionales entre octubre y febrero, de acuerdo con la Oficina de la Presidencia de la República, las cuales cubrieron los 32 estados; algunos los visitó más de dos veces. El 29 de octubre estuvo en Coahuila (PRI) por unas horas, antes de pasar dos días por Nuevo León (Movimiento Ciudadano), donde puso en servicio una clínica del IMSS en San Nicolás de los Garza.
La escala de Sheinbaum en Coahuila fue para reunirse, en Sabinas, con los deudos de los 65 trabajadores fallecidos en la explosión de la mina Pasta de Conchos (19.02.16), del Grupo México; y de los 10 que murieron en el derrumbe del yacimiento El Pinabete (03.08.22), cuya propiedad se atribuye a socios del exalcalde Régulo Zapata. En el primer accidente, los Gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Peña Nieto se lavaron las manos. La última vez que López Obrador visitó San Juan de Sabinas fue el 23 de septiembre pasado, una semana antes de entregar el cargo, acompañado de su virtual sucesora, Claudia Sheinbaum. Juntos firmaron un convenio para continuar el rescate de mineros en ambos criaderos.
La recuperación de restos en El Pinabete terminó el 14 de febrero, dos años y medio después de la tragedia. Los últimos correspondieron a José Rogelio Leija (42 años). Cada viuda recibió una indemnizaciones por 4.7 millones de pesos (El País, 16.01.23), lo cual, sin la intervención federal, no habría ocurrido. En el caso de Pasta de Conchos, la Secretaría del Trabajo informó el 19 de febrero que, «como parte de los trabajos del Plan Integral de Recuperación y Justicia (…), iniciado el 1 de enero de 2019, se han recuperado los restos de 12 mineros y se ha localizado un decimotercero». El rescate sigue en curso, dice el comunicado.
Las huellas del salinato
El tándem de Claudia Sheinbaum y Andrés Manuel López Obrador se mantiene vivo. No solo para agregar un segundo piso a la 4T, sino para mantener la cohesión del movimiento que los llevó al poder, ampliar su base electoral y reforzar el vínculo con los sectores que lo sustentan. La regla de que el presidente negaba a su antecesor no aplica para ellos. Ninguno depende del otro, pero los une el mismo proyecto. Quienes anticipaban intromisiones y recomendaban rupturas, fallaron. AMLO vive en Palenque, Chiapas, y Sheinbaum gobierna desde Palacio Nacional, a más de 900 kilómetros de distancia.
Si las diatribas contra López Obrador no le hicieron mella como presidente, ni alteraron el rumbo de la 4T y de Morena, menos ahora en su retiro. El efecto será el mismo si los dardos tienen como destinataria a la presidenta Sheinbaum. Entre los obsesionados con AMLO se cuenta al exgobernador Miguel Riquelme, quien ahora busca protagonismo desde el Senado. Empero, los 14 asientos del PRI en la Cámara Alta no dan para mucho; el PVEM, con el mismo número de escaños, pesa por su alianza con Morena. Si la idea del lagunero es llamar la atención, tampoco ha logrado su propósito. Si el propósito consta en mantener influencia en el estado, sabe, por experiencia propia, que «a rey muerto, rey puesto».
La relación de Riquelme con AMLO nunca fue buena. Durante su sexenio, el expresidente visitó Saltillo solo en un par de ocasiones. La mayoría de sus giras a la Comarca Lagunera las realizó en la parte de Durango. Hoy, el trato del gobernador Manolo Jiménez con la federación es cordial y de colaboración. Las circunstancias lo imponen, pues frente a una presidenta con la fuerza y el poder de Sheinbaum, el camino de la confrontación sería imprudente. Coahuila necesita inversión y apoyo federal para mantener la competitividad y afrontar los desafíos de las políticas proteccionistas y antiinmigrantes del Gobierno de Estados Unidos, quien ha puesto contra la pared a la industria automotriz.
Sin embargo, para atraer la atención de la presidenta Sheinbaum, como lo han hecho otros gobernadores, incluso no morenistas, es necesario pasar de una buena relación a secas a compromisos puntuales con Coahuila. Hace falta estrategia política, más que retórica y relaciones públicas. El gobernador carece de interlocutores con el gabinete presidencial y de un partido que respalde sus gestiones. Jiménez depende de sus propias capacidades y de su voluntad para alinear su Gobierno a la administración federal donde las mujeres ocupan posiciones clave. La obra relevante de la 4T en el estado forma parte de un proyecto nacional, el ferrocarril México-Laredo; y en el plano estatal, la ampliación de la carretera a Monclova.
El rescate de Altos Hornos de México (AHMSA) le brinda a Jiménez la oportunidad para abrir las puertas de Palacio Nacional y presentarse como un gobernador eficaz y sin compromisos con quien provocó la ruina de la acería y abusó de su poder para defraudar a proveedores y acreedores. En la coyuntura opuesta, el gobernador Eliseo Mendoza Berrueto actuó con perspicacia. La venta de AHMSA a Alonso Ancira, en el Gobierno de su protector Carlos Salinas de Gortari, causó el despido de miles de obreros y el colapso de Monclova y los municipios periféricos. El plan de Mendoza, basado en obras y programas de carácter social, evitó la profundización de la crisis. Lo mismo hizo en La Laguna para paliar los efectos de la privatización del ejido.
Aprobación presidencial
Un Gobierno débil y deslegitimado le habría dado al presidente Donald Trump motivos de sobra para imponer una agenda —dictada por las vísceras— aún más agresiva. Los aranceles y la designación de carteles nacionales como «organizaciones terroristas extranjeras» no son poca cosa, pero el trato a nuestro país sería peor si las circunstancias políticas fueran distintas. Trump ha reconocido las medidas de la presidenta Claudia Sheinbaum para combatir el tráfico y consumo de fentanilo, con énfasis en la prevención. La entrega de 29 capos a Estados Unidos demostró el compromiso del Estado mexicano, y acaso influyó para diferir otro mes la aplicación de tarifas a las exportaciones de México. Entre los narcotraficantes enviados hay peces gordos: Rafael Caro Quintero (fundador del cartel de Guadalajara), quien ordenó el asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena, y del piloto mexicano Alfredo Zavala; y los líderes Zetas, Miguel Ángel y Óscar Omar Treviño.
Sheinbaum también libra batallas en el frente interno, pero su liderazgo le ha permitido sortear el temporal y las críticas de la oposición y de algunos analistas por las concesiones a su homólogo estadounidense. Aun así, el consenso es que, de no haber mantenido el pulso ni cedido en otros temas, las represalias serían mayores y los efectos todavía más graves. La inquina de Trump no es solo contra México, sino contra los socios y aliados históricos de Estados Unidos. El rechazo a la guerra comercial es creciente en su país, pues terminará por afectarlo. En Canadá ha empezado un boicot contra productos de EE. UU.
La presidenta tiene mayoría en el Congreso General para afrontar las presiones externas desde una posición de fortaleza interna. En el mismo sentido, el frente con las cúpulas empresariales y los gobernadores es una defensa. Sin esa cohesión, México estaría más expuesto. El manejo de la crisis aumentó la aprobación de Sheinbaum a 80%, seis puntos más con respecto al año previo, según la Encuesta Nacional en Vivienda de Buendía & Márquez para El Universal (24.02.25).
«Los resultados de la encuesta sugieren que Sheinbaum mantiene un apoyo sólido luego de sus primeros meses al frente del Gobierno y que su manejo de la relación con Estados Unidos ha contribuido a la mejoría de varios indicadores de su gestión», advierte el analista Jorge Buendía. El fenómeno se conoce en el ámbito de la opinión pública como rally around the flag (manifestación alrededor de la bandera) y sirve para explicar «el repunte en la popularidad de un líder durante momentos de tensión internacional», explica.
Buendía apunta que «hoy, el 81% de los encuestados considera que las declaraciones de la presidenta de México han contribuido a unir a los mexicanos mientras que solo el 12% sostiene la opinión contraria». Por otro lado, el «indicador de unidad en torno a Sheinbaum Pardo ha aumentado 10 puntos porcentuales desde que Trump tomó la presidencia del país vecino», señala. Conducir el país con firmeza no resuelve por sí mismo los problemas con Estados Unidos, pero genera confianza y permite arrastrarlos con seguridad. La mayoría de los mexicanos lo percibe así, de acuerdo con la encuesta, y reconoce el carácter y la sensatez de Sheinbaum.
En EE. UU. sucede lo contrario, pues el pirómano al frente de la Oficina Oval ha puesto no solo a su país, sino al mundo, con los pelos de punta. David E. Sanger, quien ha cubierto seis presidencias para The New York Times, lo plantea de esta manera: «… si un visitante recién llegado de un planeta lejano hubiera escuchado el discurso de Trump (del 4 de marzo en el Congreso) ante un auditorio de republicanos entusiastas y demócratas abatidos, impotentes y furiosos no habría percibido la escala y la intensidad de la disrupción de los últimos 44 días y las graves preocupaciones que ha producido». (NYT, 05.03.25). E4
Aprobación presidencial
Claudia Sheinbaum* | Donald Trump** | |
---|---|---|
Aprobación | 80% | 51% |
Rechazo | 12% | 48% |
** Rasmussen Reports (25.02.25)
Caro, el barón de la droga que enfureció a la DEA
Empieza la pesadilla para el fundador del cartel de Guadalajara, condenado por el asesinato del agente antinarcóticos, Enrique Camarena
La entrega de 29 narcotraficantes a Estados Unidos, el 27 de febrero, no supone el regreso a la política de combatir fuego con más fuego, aplicada por Felipe Calderón y seguida a pie juntillas por Enrique Peña Nieto. Ello implicaría la renuncia de la 4T a uno de sus compromisos fundamentales como es reducir la violencia a partir de sus causas: pobreza y desigualdad social. Además, abriría la puerta para que los grupos de presión chantajearan al Gobierno como lo hicieron con los últimos presidentes del PRI y el PAN, no solo en asuntos de seguridad, sino también en temas políticos y económicos.
Antes del anuncio de la Casa Blanca en el sentido de que el castigo arancelario del 25% a las exportaciones mexicanas se pospondría al 2 de abril para los productos del T-MEC, la presidenta había refutado las supuestas causas que lo originaron. Con datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), Sheinbaum informó que el decomiso de fentanilo en Estados Unidos bajó casi a la mitad entre octubre y enero. Por tanto, el argumento de que «en México los carteles dominan el territorio e incluso hay colusión con el Gobierno» no se sostiene, apuntó.
La presidenta defendió una vez más el proyecto de seguridad de la 4T y la estrategia contra la delincuencia organizada. Los abrazos son para los jóvenes (¿contraste con la desaparición de normalistas de Ayotzinapa en el Gobierno de Peña Nieto?), subrayó, no para los delincuentes. Quien lo piense así, «está muy mal». Sobre los capos trasladados a Estados Unidos, dijo que 17 de los 29 fueron detenidos en el sexenio de AMLO; entre ellos, Rafael Caro Quintero. El líder original del cartel de Guadalajara, quien tramó el asesinado del agente antinarcóticos, Enrique Camarena, fue liberado el 9 de agosto de 2013 (segundo año de la administración de Peña Nieto) mediante un amparo concedido por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal de Jalisco.
La decisión enfureció al Departamento de Justicia, cuyo pedido para extraditar a Caro fue ignorado por el sistema de justicia. La DEA ofreció 20 millones de dólares a quien facilitara información para su arresto, y el FBI lo incluyó en la lista de las 10 personas más buscadas. El capo (hoy de 72 años) fue recapturado el 15 de julio de 2022, en Choix, Sinaloa, en un operativo de la Secretaría de la Marina y la Fiscalía General de la República. «El manotazo (de López Obrador) disipa de inmediato las sospechas de que había decidido no actuar en contra de los grandes capos del narcotráfico, y menos aún en contra de los carteles ligados al Pacífico. (…) Detener a Caro manda una contundente señal de quién manda. (…) AMLO no necesita decirlo, pero será beneficiario de un hecho evidente: él pudo lo que Enrique Peña Nieto no: recapturar a Caro Quintero», escribió entonces el periodista Salvador Camarena (El País, 16.07.22).
En el grupo entregado a Estados Unidos figuran criminales de alto perfil: Miguel Ángel y Óscar Omar Treviño, líderes de los Zetas. El primero, detenido el 15 julio de 2013 en Nuevo Laredo, Tamaulipas; y el segundo, el 2 de marzo de 2015 en San Pedro Garza García, Nuevo León. Vicente Carrillo Fuentes (hermano del exjefe del cartel de Juárez, Vicente Carrillo) fue capturado el 9 de octubre de 2014 en Torreón. Los Treviño y los Carrillo tuvieron influencia en el norte de Coahuila y en la Comarca Lagunera. Los casos más espeluznantes imputados a los Zetas son las masacres de Allende y el penal de Piedras Negras. E4
La caída de Trump en las encuestas encienda las alarmas
El encarecimiento de alimentos y servicios de salud levanta ampolla entre el electorado de Estados Unidos. El índice de aprobación es negativo
Los estadounidenses ya empezaron a darle la espalda a su presidente. No por la encerrona que junto con su segundo de a bordo, JD Vance, le tendió a su homólogo ucraniano Volodímir Zelenski para someterlo a sus políticas delirantes e intervencionistas. Tampoco por su cercanía con el autócrata ruso Vladímir Putin, la aplicación arbitraria de aranceles a sus socios comerciales, las cuales repercutirán en el bolsillo de la gente de a pie de su país, ni por otras bravuconadas. El desencanto obedece a factores internos como el costo de la vida (en alimentos y atención médica), las medidas en favor de los más acaudalados y la relación de Donald Trump con el billonario Elon Musk. Así lo señala un análisis del diario argentino La Nación, basado en la encuesta de Rasmussen Reports del 25 de febrero, un mes después de la segunda investidura del magnate.
«Puedes engañar a todas las personas una parte del tiempo y a algunas personas todo el tiempo, pero no puedes engañar a todas las personas todo el tiempo».
(Abraham Lincoln)
El respaldo a Trump aún es mayoritario, pero el sondeo advierte sobre un «descenso significativo» en la aceptación pública del presidente. La caída de la popularidad en las últimas semanas «encendió las alarmas» dentro del círculo político del líder estadounidense. La aprobación de Trump entre los votantes era entonces del 51%; y el rechazo, del 48%. Lo más llamativo, dice el periódico, «es el rápido declive en el primer índice, que pasó de una ventaja de 10 puntos porcentuales a solo tres en menos de 15 días».
El índice donde compara la diferencia entre quienes aprueban y desaprueban «firmemente» al presidente pasó de un +6, el 23 de enero, a un −1, el 25 de febrero. La principal causa del retroceso es el descontento público. En el sondeo del 4 de marzo, el apoyo bajó otro punto. Rasmussen Reports está dedicada al comentario político y a la recopilación, publicación y distribución de información sobre encuestas de opinión pública. Es la única empresa reconocida en Estados Unidos que aún realiza un seguimiento diario de los índices de aprobación del Gobierno de Trump, dice en su sitio web.
En cambio, la popularidad de la presidenta Claudia Sheinbaum sigue en la cresta de la ola: el 80% aprueba su gestión, y el 11%, no (Buendía & Márquez/El Universal, 24.02.25). Irónicamente, los seis puntos que subió entre noviembre y febrero, en parte se los debe a Trump, por la forma sutil e inteligente de afrontarlo. Sheinbaum encabezó el 9 de marzo una asamblea informativa en el Zócalo, luego de que Trump aplazara por un mes los aranceles a nuestro país. La jefa de Estado convocó a todos los sectores y fuerzas políticas a defender la soberanía nacional. La mandataria ha pedido a Estados Unidos dar ejemplo y combatir el tráfico ilegal de armas a nuestro país con la energía con que su Gobierno enfrenta a los carteles.
«El truco político más asombroso que ha logrado Trump como político —y ahora como presidente— es convencer a los votantes de clase media baja y predominantemente blancos de que él es uno de ellos», escribió el comentarista político de CNN, Chris Cillizza, el 8 de enero de 2019. La máxima de Abraham Lincoln según la cual «puedes engañar a todas las personas una parte del tiempo y a algunas personas todo el tiempo, pero no puedes engañar a todas las personas todo el tiempo», pende sobre Trump como espada de Damocles. Y quienes la puede hacer caer son, precisamente, los desengañados de Estados Unidos.
El cuchillo para cortar la soga está afilado. Lo indican las encuestas. La historia sabe de eso. E4