Simulación y vergüenza

Podemos decir que en el Poder Judicial del estado hay un antes y un después del moreirato para la elección de magistrados y jueces. Por ese supremo poder desfilaron personajes doctos en derecho, con honestidad y criterio que constituyeron el equilibrio en los actos de la autoridad en esta tierra.

Los nombres de los magistrados: Joel Müller, Vicente Valerio, Ernesto Cordero, José Fuentes, Felipe Sánchez, Luis Hernández Elguezabal, los Toños: Flores Melo, Gutiérrez y Berchelman, Mariano Fuentes, Luis Fernando García, Quezada, Treviño Medrano, Fernando Orozco, Ramiro Flores, Rebeca Villarreal, entre otros, nos evocan ejemplos de rectitud en el ejercicio y sobre todo conocimiento de la materia a juzgar.

Llegaron los tiempos del arrase y Rubén «N» colocó a sus incondicionales que no tenían mayor referencia con el derecho, que su relación con el dictadorsete, que colocó alfiles de la transa y el despojo, para hacerse de terrenos, voluntades e intereses a lo largo del estado, en los tiempos en que su hermano era gobernador.

Así se colaron operadores políticos, expertos electorales, lisonjeros con rodilleras y con tal de que tuvieran título de abogado, ya estaban colocados de la noche a la mañana en la magistratura, que, al fin y al cabo, con tener secretarios de esos balaceras y quisquillosos de los puntos y las comas en los juicios, igual presentaban proyectos condenatorios que absolutivos a voluntad o acuerdo ($$$) del magistrado en cuestión, claro está con sus honrosas excepciones.

Fueron varios los escándalos en el sexenio del hermano mayor, que casi llevan a la cárcel a un presidente que desapareció los dineros del fondo de mejoramiento de justicia, hoy se dice que, del dinero y la Camelia, nunca más se supo nada.

Pasados los años de la docena de sangre e injusticia, llegó el gerente de la marca quien solamente colocó a su alfil y amigo muy íntimo en la presidencia del Poder Judicial, llevando al mismo al límite del descaro, el coyotaje y la ignorancia de las leyes, en un imperio del dinero y la ambición.

Con la sorpresa de la aprobación de la reforma judicial a escala federal, el Gobierno de Manolo primero vio la oportunidad de fabricar un proceso de simulación en la elección de magistrados casi perfecto y si bien es cierto que a lo largo de la historia del estado los gobernadores al fin de cuenta decidían quién sí y quién no ocupaba esos puestos, ya que el congreso los elegía a terna del Ejecutivo, al menos se sabe de cierto que éstos fueron muy cuidadosos en los perfiles y sobre todo en el aspecto de ser doctos en derecho con el agregado de la honestidad y la nula participación política en los asuntos del estado.

La jugada es casi perfecta, primero se convoca al público a participar en la elección, sin embargo, la convocatoria tiene truco y corto tiempo de registro ante el cúmulo de requisitos, esto para empezar. Luego serán filtrados quienes cumplen con los mismos, entrevistados por un comité que incluye abogados y académicos, posteriormente un examen de conocimientos y de ahí a la presentación en la boleta electoral para que el pueblo «bueno y sabio» elija a sus administradores de justicia.

Es evidente que la intentona del gobernador es colocar a sus alfiles y respetar acuerdos con el moreirato, creando una nueva casta de magistrados que vigilen los intereses del amafiado grupo, haga de cuenta que usted está viendo la película del padrino. Haya cosa.

Y se confirma la trastada con la publicación de la lista de quienes aprobaron el primer filtro de requisitos a saber: Jesús Homero Flores Mier, Tamara Garza, Yezka Garza, y Carlos Estrada Flores, políticos que han servido como soldados del moreirato en diversos frentes como la protección de políticos corruptos o los esqueletos de desaparecidos y de Rodrigo Hernández y Diego Rodríguez Canales gente del nuevo Gobierno con los mismos fines.

El colmo del descaro se lo lleva Miguel Mery quien, con sus dos dedos de frente, declara que «el proceso se llevará a cabo con la mayor transparencia y que no habrá lugar a que se haga de este proceso un botín político», créanme que no he parado de reír.

Este travieso personaje, como otros que sin idea de la justicia y el derecho ocupan la magistratura, se niegan a cortar la ubre y desde luego que van a participar, agregando los nombres de: Iván Garza, Carmen Galván y Juan José Yáñez Arreola, peones de Rubén «N».

Y la tienen fácil, ya que con un solo voto en la urna llegarán a la magistratura configurándose así la más grande imposición simulada de la historia del Poder Judicial. Es claro que donde termina el derecho, inicia la tiranía.

Saltillense, estudió en la Facultad de Jurisprudencia de la UAdeC y la Normal Superior de Coahuila las licenciaturas en Derecho y Educación Media. Catedrático en diversas instituciones de educación superior en Coahuila. Ganador del Premio Estatal de Periodismo de Coahuila en cinco ocasiones y de la presea Antonio Estrada Salazar por 25 años de trayectoria. Autor de los libros: Memorias del tigre espejo, Cuentos conurbados y A little bit about Mexican law and human resources.

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