Vacíos políticos ponen en marcha la sucesión del gobernador 2029

Manolo Jiménez termina el primer cuarto de su sexenio sin un delfín claro y con la baraja incompleta. El PRI, por primera vez, deja que las oposiciones tomen la iniciativa. Jericó Abramo y Luis Fernando Salazar, quienes buscan por tercera ocasión ser nominados, intensifican su presencia en el estado y las redes sociales

El gato…

…Y el tigre

Las ruedas de la sucesión del gobernador se han echado a andar, sin que aún se cumpla el primer tercio de la administración de Manolo Jiménez. Alfonso Cepeda, senador de Morena y líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), y Ricardo Mejía, diputado del PT, mueven ficha en la capital del país y en el estado. También desde la bancada senatorial del partido guinda, Luis Fernando Salazar prepara el terreno para obtener la candidatura después de ganarle a Miguel Riquelme el escaño de mayoría y de un par de intentos fallidos. El primero fue en 2017, cuando aún militaba en el derechista PAN y el segundo en 2023, ya convertido a la izquierda de la 4T. La senadora Cecilia Guadiana cruza los dedos en el limbo para que la nominación no la decidan las encuestas, sino el género. Solo así el apellido podría aparecer por tercera ocasión consecutiva en las boletas. En las dos previas, su padre, Armando Guadiana, estuvo lejos del primer lugar.

Por primera vez el PRI no inicia la partida ni marca los tiempos de la sucesión. La razón es que, a diferencia de los cuatro últimos relevos, en el horizonte todavía no se vislumbra una figura competitiva ni al delfín del gobernador, como Humberto y Rubén Moreira, Riquelme y Jiménez lo fueron en su momento. El diputado Jericó Abramo, sacrificado por el PRI en los dos últimos procesos, aprovecha la coyuntura para recorrer colonias y municipios e informar a los coahuilenses de sus actividades legislativas a través de las redes sociales.

Abramo es el diputado por Coahuila que más iniciativas ha presentado. El proyecto para frenar los abusos de las aseguradoras y las facturas infladas de los hospitales lo apoyan las fracciones de otros partidos. Abramo no era el candidato de Moreira ni de Riquelme para sucederles, como tampoco lo es de Jiménez, pero podría ser la opción en una situación desesperada. El tiempo de ponerse al frente de la disidencia priista o de renunciar para postularse por un partido distinto, ya pasó. En 2018 y 2024 estaba llamado a encabezar la fórmula para el Senado, pero el PRI se decantó por dos perfiles perdedores: Verónica Martínez y Riquelme, quienes fueron senadores de primera minoría.

La sucesión del gobernador la aceleran el vacío político y la circunstancia nacional. La administración mantiene bajo control algunas de las variables principales, como la seguridad, pero el empleo y la inversión nacional y extranjera se desacelera conforme los aranceles arbitrarios del presidente Donald Trump surten efecto. Los sectores automotriz y del acero son por ahora los más perjudicados, pero los efectos podrían extenderse si la economía de Estados Unidos entra en recesión. El gobernador Jiménez recibió un estado sin conflictos políticos y sociales de gran calado, y así lo mantiene, pero la presión financiera causada por la megadeuda le resta cada vez más espacios de maniobra para afrontar la demanda de infraestructura, obras y servicios.

En una gira por San Luis Potosí para poner en marcha el Programa Salud Casa por Casa, la presidenta Claudia Sheinbaum atribuyó el respaldo mayoritario a la 4T al trabajo y al trato personal. «El Gobierno, durante muchos años, se quedaba en su escritorio». «Los presidentes, antes de López Obrador, vivían en Los Pinos. Y si salían, era con guaruras. Llegaban a eventos programados, no saludaban a la gente porque imagínense, no fuera a ser…». La mandataria interrumpió su mensaje para escuchar la réplica de una mujer, y repetirla: «(Los políticos) nada más estaban cuando querían votos (…), iban como candidatos y cuando llegaban a la presidencia se olvidaban del pueblo (…). Los gobiernos de la Transformación están cerca del territorio, cerca de la gente (…) esa es nuestra historia». En Coahuila ese trabajo se ha descuidado y puede abrirle espacios a la oposición para las elecciones futuras.

Relación ambivalente

¿Qué situación compromete más? ¿Ganar una elección en un final de fotografía o con la más alta votación? La primera obliga a aguzar los sentidos, poner los pies en la tierra, rendir el orgullo y cohabitar con la oposición y los poderes fácticos. Miguel  Riquelme gobernó en tales circunstancias, forzado por una elección técnicamente empatada que el partido de Acción Nacional asegura haber ganado. El lagunero heredó del moreirato deudas y enemistades. Sin poder realizar obras importante por las limitaciones financieras, tendió puentes con los sectores agraviados por los desmanes del clan. También mantuvo a raya a los cárteles, aunque hizo la vista gorda con el de la policía estatal denunciado por la oposición. El mayor de sus pasivos es por la impunidad a los Moreira.

En cambio, un triunfo holgado como el de Manolo Jiménez puede ofuscar, hacer perder la perspectiva y caer en triunfalismo excesivo. Distinto de los gabinetes previos a los del moreirato, formados por cuadros con experiencia técnica y política, en el actual brillan más las sombras. Esa es una de las razones por las cuales la baraja del gobernador para afrontar la sucesión es limitada. La circunstancia alienta a aspirantes de otras fuerzas (Alfonso Cepeda y Ricardo Mejía) a fijarse en el imaginario colec-tivo y a disputarle espacios al gobernador.

El deslinde de Jiménez de Riquelme supuso la desarticulación del llamado Grupo Laguna, en realidad inexistente, pues se limita a un puñado de enchufistas. El mensaje resulta obvio: el poder regresó a Saltillo y su ejercicio corresponde solo al gobernador. Riquelme no pudo dar ese paso por la forma como accedió al cargo. La necesidad de validación de las élites y la sombra de Rubén Moreira, quien mantuvo cierto grado de influencia en la administración, el Congreso y el Tribunal Superior de Justicia, le ataron las manos. La permanencia de Moreira en la Cámara de Diputados y su cercanía con el líder del PRI, Alejandro Moreno, lo acorazaron.

Riquelme se aisló y en lugar de hacerse un nombre en el contexto de la nueva circunstancia política del país, con ideas y propuestas, optó por rivalizar con un presidente legitimado y fuerte como Andrés Manuel López Obrador. Lo hizo más para llamar la atención y posicionarse en el escenario político nacional, donde los liderazgos de la oposición están ausentes, que para atraer beneficios al estado. AMLO lo ignoró. La relación de Manolo Jiménez y la presidenta Claudia Sheinbaum es ambivalente y se limita a lo esencial. No solo por agendas y por provenir de partidos contrarios, sino también por formación política. El estado no ha desafiado a la federación, pero la colaboración se limita a temas comunes como el de seguridad.

La presidenta Sheinbaum no ha incluido en sus giras a Saltillo. López Obrador tampoco lo hizo. Sin embargo, sus visitas a las capitales de Nuevo León y Jalisco, gobernados por Movimiento Ciudadano, son frecuentes, lo mismo que sus reuniones con las autoridades y el sector privado. Los recorridos por Coahuila los ha dedicado a las regiones lagunera y carbonífera, donde supervisa el Programa Agua Saludable y dialoga con las familias de los mineros muertos por la explosión en Pasta de Conchos, caso al que los Gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Peña Nieto le brindaron nula atención. La construcción del tren México-Nuevo Laredo, próxima a iniciar, le brinda a Jiménez la oportunidad de acercar más a Coahuila con la presidenta.

La espada de Damocles

El PRI empezó con ventaja en todas las sucesiones del gobernador. La única ocasión que estuvo a punto de perder fue en 2017, cuando el panista Guillermo Anaya se declaró ganador, pero el Instituto Estatal Electoral le entregó la constancia de mayoría (pírrica) a Miguel Riquelme. La ciudadanía se movilizó como nunca para denunciar que las elecciones habían sido fraudulentas y exigir su anulación. El oficialismo permaneció en vilo varios meses hasta que, en vísperas del cambio de Gobierno, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) validó el resultado. Seis años después, la operación política de Riquelme y el perfil de Manolo Jiménez le permitieron al PRI no solo revertir el desplome, sino obtener la votación más alta.

Coahuila volverá a las urnas en 2026 y 2027 para elegir diputados locales y alcaldes, respectivamente. El PRI domina el Congreso y la mayoría de los municipios (25 de 38). Por ahora no existen visos de cambio. Morena, segunda fuerza electoral, solo cuenta con cuatro alcaldías y cinco diputaciones, todas de representación proporcional. El PAN no es ni la sombra de lo que fue hace ocho años. Hoy solo tiene Cuatro Ciénegas, una de las cabeceras menos pobladas del estado, y cinco curules en la legislatura local, producto de su alianza con el PRI en 2023, la cual redujo drásticamente su votación.

Morena gana en Coahuila las elecciones presidenciales con facilidad. Claudia Sheinbaum superó el año pasado a Xóchitl Gálvez (PAN-PRI-PRD) por casi un cuarto de millón de votos. Empero, en los procesos locales retrocede. En 2017 y 2023, cuando candidateó a Armando Guadiana para gobernador, recibió el 11.9 y el 21% de los votos, muy por debajo del PRI. En el primer caso, Guadiana pudo haber inclinado la balanza por Guillermo Anaya, pero un frente con la derecha era impensable. En otro tiempo también hubiera sido insólito ver las siglas de Acción Nacional y del PRI juntas en las boletas para gobernador y presidente. Esa decisión alejó del PAN a sus militantes y simpatizantes.

Si Morena no ha crecido en Coahuila, como en la mayoría de los estados, se debe a la falta de liderazgos y cuadros competentes y comprometidos con la 4T, así como por la docilidad de algunos de sus diputados con el Gobierno. Las pugnas partidistas y el personalismo de legisladores como Antonio Attolini impiden que los programas sociales y la aprobación de la presidenta Claudia Sheinbaum en el estado se reflejan en las urnas. Temas sensibles como el moreirazo y las empresas fachada permanecen ausentes de la agenda de Morena en la Legislatura local.

No significa que, a corto plazo, las cosas vayan a seguir igual. El futuro plantea al gobernador Jiménez retos enormes. El primero consiste en mantener la gobernabilidad del estado y evitar conflictos con la federación. El segundo, en consolidar la unidad del PRI y su estructura política. El menor descuido, fractura o error de cálculo puede devenir crisis. El tercero, en trazar estrategias adecuadas para cada elección, en particular la de 2029, cuando se elija a su sucesor. Y por último, en preparar oportunamente a su delfín, como él lo fue desde la alcaldía de Saltillo.

La clave de las cuatro últimas sucesiones de la gubernatura fue identificar al candidato y darle la plataforma adecuada. ¿Resistirá el modelo una nueva prueba o se buscará otra vía? Coahuila vuelve a estar en el punto de mira de Morena, ahora bajo el tándem de María Luisa Alcalde y Andrés Manuel López Beltrán. E4


El gato…

Dirigente de la organización con el mayor número de afiliados en América Latina, Cepeda forma parte de la maquinaria para reforzar la estructura electoral de la 4T

Alfonso Cepeda Salas, líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y senador por Morena, es el primer destapado viable para la gubernatura de Coahuila. Medio siglo atrás, otro profesor, Óscar Flores Tapia (OFT), saltó del Senado a la sede del Poder Ejecutivo bajo las siglas del PRI. Fallecido en 1998, OFT fue velado en el Palacio Rosa y su cuerpo depositado en la Rotonda de los Coahuilenses Distinguidos por disposiciones del gobernador Rogelio Montemayor, en reconocimiento a su trayectoria y a la obra realizada durante el sexenio 1975-1981, en particular en Saltillo. Humberto Moreira, también profesor, es su antítesis. La amistad y afinidad de OFT con el presidente Luis Echeverría le abrió las puertas del poder. Entre Cepeda y la presidenta Claudia Sheinbaum existe, al parecer, la misma sintonía.

La historia de Cepeda la resume Luis Hernández Navarro, coordinador de la Sección de Opinión de La Jornada, en 12 palabras: «pasó de ser un modesto profesor de banquillo a un acaudalado senador». El periodista describe el paso de Cepeda por la Secretaría de Trabajo y Conflictos del Nivel Superior en la Sección 38 de Coahuila; su pleito con Carlos Moreira, y su ascenso a la secretaría general del SNTE, en sustitución de Juan Díaz de la Torre, cuya cabeza pidió la excacique Elba Esther Gordillo. Refiere, asimismo, notas periodísticas según las cuales el jefe del magisterio forma parte «una trama mafiosa en que una red de empresas encabezadas por el hijo del líder hace negocios subrogando servicios médicos multimillonarios en Coahuila y Nuevo León».

Entre las firmas «integradas a la familia Cepeda», Hernández cita a: «Alheira Medicina Avanzada; Alheria Servicios Hospitalarios; Alheria Servicios Operativos; Sistema Operativo Hospitalario; Médica Integralis; Cevisa Integral y Albora Grupos Empresarial de Capital Humano». El periodista utiliza el apodo de Cepeda, el Gato, y los presenta «como un pequeño rey venido a menos. Un charro sindical de la peor tradición de Jesús Robles Martínez, Carlos Jongitud Barrios y Elba Esther Gordillo» («Alfonso Cepeda y el fin de un imperio prestado», La Jornada, 06.05.25).

Ejército del PRI ayer, el SNTE lo es hoy de Morena. Con casi 1.7 millones de afiliados es el sindicato más grande de América Latina y uno de los mayores a escala mundial. De los 10 millones de electores con los cuales Morena pretende engrosar sus filas, Cepeda ha ofrecido inscribir a 5 millones más.

El poder económico y político del SNTE lo convierten en un aliado estratégico, pero también en un compañero de viaje peligroso. Cepeda refrendó el apoyo del gremio a la presidenta Sheinbaum en la celebración del Día del Maestro. La alianza «con el Estado mexicano se basa en el reconocimiento a la docencia como eje del desarrollo nacional», dijo. Los docentes recibieron un aumento salarial del 9%, retroactivo al 1 de enero, y un 1% adicional a partir de septiembre.

Metido de lleno en la carrera por la gubernatura, Cepeda afronta ya los embates de tirios y troyanos por los múltiples intereses en juego. Tener acceso a Palacio Nacional le brinda ventajas sobre los demás aspirantes, de Morena y de otros partidos, pero todavía es temprano para repicar las campanas. El senador empieza a hacer movimientos en el estado. Acerca a liderazgos, cuadros y exmilitantes del PRI con presencia territorial y experiencia electoral. Es la primera vez que la oposición toma la iniciativa. El PRI debe responder para que Morena no lo adelante ni le reste votos. E4


…Y el tigre

Negado por López Obrador y reprendido por Claudia Sheinbaum cuando se lanzó por el PT, Mejía traza la ruta para «sacar al PRI del Gobierno» mediante la revocación de mandato

Cuando el subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Ricardo Mejía, empezó a realizar giras por el estado y luego pidió licencia para promover la revocación de mandato del 10 de abril de 2022, boicoteada por el gobierno Miguel Riquelme, se dio por sentado que Morena lo postularía para la gubernatura. El Tigre no confirmó ni desmintió la especie, pero la dejó correr. Acompañó a secretarios de Estado en giras donde no participaban las autoridades del estado. Los fines de semana encabezaba mítines con organizaciones campesinas y obreras, y en Ciudad de México (CDMX) exploraba escenarios con políticos coahuilenses de alto perfil. Noé Garza, expresidente del PRI estatal, coordinaba su agenda.

La intención de voto marcaba entonces un empate técnico entre el PRI y el partido de la 4T. Sin embargo, cuando Morena se decantó por el senador Armando Guadiana, quien previamente había perdido la alcaldía de Saltillo, las tendencias dieron un vuelco favorable al PRI y a su virtual candidato, Manolo Jiménez. El Tigre lanzó su primer rugido: renunció a la subsecretaria, acusó al líder morenista Mario Delgado de amañar las encuestas, se postuló por el Partido del Trabajo y desinfló a Morena. El presidente López Obrador, quien antes había calificado al lagunero como «uno de los mejores servidores públicos», lo negó: «Yo no tengo relación con Ricardo Mejía (…), aquí estaba con nosotros (los jueves, en cada mañanera) y se fue sin decir adiós (…), no quiero que se use mi nombre (en su campaña), porque no tengo relación con él, así de claro», declaró en la rueda de prensa del 25 de mayo de 2024 en
Palacio Nacional.

Claudia Sheinbaum, en ese momento jefa de Gobierno de CDMX, recriminó: «Todos estamos por un proyecto, no por un asunto personal (…). Aquí lo que hay no es solamente una falta de lealtad, una traición, sino además el uso de la imagen del presidente López Obrador. Claro que no es correcto. Todavía tiene tiempo de rectificar Ricardo Mejía y decir “me equivoqué”, todavía está a tiempo». (Infobae, 25.05.23). Más tarde atribuiría la derrota de Guadiana a la división entre el PT y Morena. Mejía elevó la votación del PT al 13.3% (históricamente había fluctuado entre el 2 y 3%), ocho puntos por debajo de Guadiana. Jiménez obtuvo casi el 57%.

Mejía, diputado federal por el PT, difundió el 2 de junio un video por Facebook para denunciar que las elecciones judiciales en el estado habían sido una farsa. «La justicia en Coahuila sigue secuestrada por el PRI», acusó. Enseguida trazó la ruta para el cambio. Lo primero es «sacar al PRI del Congreso en 2026 y del Gobierno en 2029». Esto último podría ocurrir antes mediante la revocación de mandato «por la que estamos luchando», dijo. Es la primera vez que se habla de someter al gobernador Manolo Jiménez a un referéndum revocatorio. Mejía no abundó en el tema. Puede ser un bluf, pero el aviso está dado.

La incógnita es si Morena, el PT y el Verde competirán juntos por la gubernatura en 2029 y, en tal caso, quién será el candidato. ¿El líder magisterial Alfonso Cepeda, por su aparente cercanía con la presidenta Sheinbaum? ¿O Mejía en caso de que Morena cediera la candidatura al PT para mantener la alianza tripartita en las elecciones presidenciales de 2030? El senador Fernando Salazar, para no quedarse atrás, inaugura casas de gestión en las cabeceras distritales. El riesgo de que ninguno acepte ser sacrificado abre la posibilidad a un caballo negro, apoyado desde el centro, para evitar que el voto vuelva a dividirse. Sheinbaum, jefa de facto de Morena, tendrá la última palabra. E4

Torreón, 1955. Se inició en los talleres de La Opinión y después recorrió el escalafón en la redacción del mismo diario. Corresponsal de Televisa y del periódico Uno más Uno (1974-81). Dirigió el programa “Última hora” en el Canal 2 de Torreón. Director del diario Noticias (1983-1988). De 1988 a 1993 fue director de Comunicación Social del gobierno del estado. Cofundador del catorcenario Espacio 4, en 1995. Ha publicado en Vanguardia y El Sol del Norte de Saltillo, La Opinión Milenio y Zócalo; y participa en el Canal 9 y en el Grupo Radio Estéreo Mayrán de Torreón. Es director de Espacio 4 desde 1998.

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