{"id":1166,"date":"2021-01-22T19:14:21","date_gmt":"2021-01-23T01:14:21","guid":{"rendered":"https:\/\/espacio4.mx\/?p=1166"},"modified":"2021-01-22T19:14:21","modified_gmt":"2021-01-23T01:14:21","slug":"de-suposiciones-y-otros-espantos","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/espacio4.mx\/de-suposiciones-y-otros-espantos\/","title":{"rendered":"De suposiciones y otros espantos"},"content":{"rendered":"\n

Supongo que cada generaci\u00f3n debe atravesar un per\u00edodo dif\u00edcil en la vida, cuando elementos externos condicionan su existencia y prolongan el reto no por d\u00edas, sino por a\u00f1os. Ambas circunstancias \u2014la imposici\u00f3n, primero; la demora, despu\u00e9s\u2014 cargan de fatalidad la durabilidad de ese lapso aciago y obliga a la adaptaci\u00f3n so pena de sucumbir ante el fracaso y, de camino, rendir nuestra propia existencia a los pies del destino, divino o no, \u00bfqu\u00e9 importancia tendr\u00eda ya?<\/p>\n\n\n\n

Supongo que, para no desencajar con esta hip\u00f3tesis, los abuelos de nuestros abuelos mencionar\u00e1n la hambruna y el desabasto que durante mucho tiempo marcaron a millones de personas e hizo desaparecer a otras tantas al otro lado del mundo, hasta que los bolcheviques se salieron con la suya y no\u2026 no eliminaron las carencias, quiz\u00e1s hasta las acentuaron, pero la muerte del zar Nicol\u00e1s II y el asesinato de toda su familia por parte de los revolucionarios rusos propici\u00f3 el advenimiento del comunismo e insufl\u00f3 esperanzas a muchos porque, al final, toda esperanza se erige sobre la posibilidad de un cambio que los conduzca a una realidad mejor.<\/p>\n\n\n\n

Supongo que los hijos de esos abuelos, bisabuelos nuestros pues, saltar\u00edan de inmediato para decir que a ellos les fue peor. Seis a\u00f1os de guerra. Vale decir sangrienta, encarnizada, brutal, que son atributos propios de casi todas las guerras. Las enciclopedias estiman entre 40 millones y 100 millones las v\u00edctimas mortales que pagaron ese conflicto. Se trata de una diferencia enorme \u2014prueba de que las estad\u00edsticas no sirven para medir la desdicha humana\u2014 y, a la par, insignificante. Lo primero no requiere explicaci\u00f3n. Lo segundo, s\u00ed. Su insignificancia se justifica por nuestra incapacidad para percibir m\u00e1s o menos dolor frente a n\u00fameros que sobrepasan nuestros sentidos. No lloraremos sesenta millones de veces m\u00e1s. Los n\u00fameros pueden ser muy exactos en la ciencia pero resultan completamente in\u00fatiles frente a la congoja. Un mill\u00f3n de muertos. Dos millones de muertos. Sabemos que no es lo mismo, pero nos da igual. Sin deje peyorativo. Tomada la frase tal cual. No podr\u00edamos fraccionar nuestras emociones y hacer corresponder la proporci\u00f3n correcta a cada difunto. Antes, nos acogeremos a la norma de John Donne y tampoco nosotros preguntaremos por qui\u00e9n doblan las campanas.<\/p>\n\n\n\n

Supongo que nuestros abuelos \u2014as\u00ed a secas, sin prefijos\u2014 tampoco se quedan atr\u00e1s pues les toc\u00f3 otra guerra, reticente y fr\u00eda, como ira de mujer, que por a\u00f1os oblig\u00f3 a desconfiar del amigo, del vecino y hasta del familiar. En un gesto, en una llamada telef\u00f3nica, en un chiste fuera de lugar, podr\u00eda sobrevenir la inculpaci\u00f3n expl\u00edcita o el chivatazo solapado. Las cacer\u00edas de brujas eran el pan nuestro de cada d\u00eda y, donde el pan escaseaba, se llenaban con consignas e ideolog\u00edas los platos vac\u00edos. Quiz\u00e1s no se evidenciaba la estrategia b\u00e9lica ni cayeron bombas del cielo ni se comercializ\u00f3 carne de ni\u00f1os en latas, pero todos estaban al tanto de los mil y un planes de guerra que jam\u00e1s se hicieron y sab\u00edan a qu\u00e9 refugio correr cuando las bombas que tampoco lleg\u00f3 a soltar el enemigo cayeran en suelo patrio y las latas de conserva se abr\u00edan con cuidado y se revisaban con recelo antes de ser ingeridas no fuera a ser que, de pronto, apareciera entre la carne molida el ojo o el diente de un infante.<\/p>\n\n\n\n

Supongo que a nuestros padres, ac\u00e1, al sur del R\u00edo Bravo, en las Am\u00e9ricas de colores vivos, indios sempiternos y mujeres que echan a volar envueltas en s\u00e1banas, tambi\u00e9n les hicieron pagar su cuota de a\u00f1os dif\u00edciles cuando las revoluciones empezaron a hacer de las suyas y convirtieron la promesa de un futuro mejor en pieza clave para derrocar gobiernos. El totalitarismo y la autocracia se diseminaron por doquier. Los asesinatos se hicieron llamar ajusticiamiento; los golpes de estado, reclamo social, y los dictadores, presidentes. Todos defend\u00edan la democracia as\u00ed que la democracia, para quedar bien, pas\u00f3 a ser la prostituta que llenaba la fantas\u00eda de quien la poseyera y cambiaba de forma seg\u00fan las disposiciones del lugar y el momento. La gente, que siempre le ha temido a la muerte, empez\u00f3 a temerle a la polic\u00eda y al ej\u00e9rcito que, por esos a\u00f1os, fung\u00edan como emisarios de la parca (y a\u00fan lo hacen).<\/p>\n\n\n\n

Supongo que, a nosotros, en cambio, nos toca este raro castigo que, por m\u00e1s que lo presenten con sustantivos m\u00e9dicos, se me sigue antojando capricho divino. El enemigo es peque\u00f1o y mortal. Ha logrado infiltrarse en nuestro d\u00eda a d\u00eda y, con id\u00e9ntico acierto, lo ha logrado modificar. No cargamos un arma a la cintura, pero debemos protegernos con mascarillas. Hoy, tambi\u00e9n, nuestra pareja, nuestra madre, nuestros hijos, pueden llegar a traicionarnos y mandarnos al hospital o al cementerio, sin que la ingenuidad que precedi\u00f3 al contagio \u2014el afecto en la calidez de un abrazo o la belleza emotiva de un beso\u2014 logre menguar la culpa que, desde ese d\u00eda y hasta el \u00faltimo que les corresponda, habr\u00e1n de cargar en su conciencia. La disciplina capaz de salvarnos tiene mucho de exigencia militar. Sin cuartel ni sargento, pero cuyo incumplimiento podr\u00eda resultar mortal. No hay enemigo tangible. No hay dictador a quien culpar. Y esa, quiz\u00e1s, sea la parte m\u00e1s dif\u00edcil. Porque corremos el riesgo de morir sin verle la cara a nuestro agresor.<\/p>\n\n\n\n

Supongo, sin embargo, que no hay por qu\u00e9 quejarse. Llevamos poco m\u00e1s de un a\u00f1o de pandemia y hay otros, en este mundo que desconocemos y compartimos, batallando por m\u00e1s de medio siglo con hambre, abusos y miserias. Palabras que, escritas, poco valen, pero convertidas en vivencias, hieren y hartan. Entonces, digo, tratemos de encontrar el modo de sobrevivir y, de ser posible, superarnos, porque asumir el milagro de la vida para entregarla al sinsentido y la muerte, no tiene raz\u00f3n de ser. O, al menos, eso supongo.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"Supongo que cada generaci\u00f3n debe atravesar un per\u00edodo dif\u00edcil en la vida, cuando elementos externos condicionan su existencia y prolongan el reto no \n [...]<\/a>","protected":false},"author":2,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_mi_skip_tracking":false,"_exactmetrics_sitenote_active":false,"_exactmetrics_sitenote_note":"","_exactmetrics_sitenote_category":0,"footnotes":""},"categories":[10],"tags":[],"jetpack_sharing_enabled":true,"jetpack_featured_media_url":"","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1166"}],"collection":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/users\/2"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=1166"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1166\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":1167,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1166\/revisions\/1167"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=1166"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=1166"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=1166"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}