{"id":4070,"date":"2022-03-06T13:17:37","date_gmt":"2022-03-06T19:17:37","guid":{"rendered":"https:\/\/espacio4.mx\/?p=4070"},"modified":"2022-03-18T21:44:33","modified_gmt":"2022-03-19T03:44:33","slug":"el-siglo-de-torreon-100-anos-un-guia","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/espacio4.mx\/el-siglo-de-torreon-100-anos-un-guia\/","title":{"rendered":"El Siglo de Torre\u00f3n<\/i>: 100 a\u00f1os, un gu\u00eda"},"content":{"rendered":"\n

El peri\u00f3dico fundado por don Antonio de Juambelz ha podido sortear la transici\u00f3n generacional que en otros medios ha significado ruina y cambio de mandos<\/p>\n\n\n\n

De los siete peri\u00f3dicos centenarios de M\u00e9xico, dos se fundaron en La Laguna en el fragor de la Revoluci\u00f3n: La Opini\u00f3n<\/em> (1917) y El Siglo de Torre\u00f3n<\/em> (1922). El nacimiento del primero coincide con la promulgaci\u00f3n de la ley fundamental del Estado mexicano y el del segundo se remonta al Gobierno de \u00c1lvaro Obreg\u00f3n. En el v\u00e9rtice de la tormenta se halla un coahuilense: Venustiano Carranza, quien tres a\u00f1os despu\u00e9s de publicar la Constituci\u00f3n fue asesinado en Tlaxcalantongo por Rodolfo Herrero al grito de \u00ab\u00a1Viva Obreg\u00f3n!\u00bb. Adolfo de la Huerta sustituy\u00f3 al presidente Carranza para entregarle m\u00e1s tarde la silla del \u00e1guila a su antiguo aliado de Sonora. Obreg\u00f3n fue ejecutado por el cristero Jos\u00e9 de Le\u00f3n Toral en 1928, luego de haber sido reelecto para suceder a Plutarco El\u00edas Calles.<\/p>\n\n\n\n

De los sucesos informaron puntualmente La Opini\u00f3n<\/em>, fundado por Rosendo Guerrero Carlos (sampetrino) y continuado por sus hijos Edmundo y Eduardo Guerrero \u00c1lvarez con el mismo celo (al grado de que su hermano Salvador fue asesinado por equivocaci\u00f3n, pues la iracundia del gobernador de turno era contra Alfonso, otro miembro de la dinast\u00eda) y El Siglo de Torre\u00f3n<\/em>, establecido por el t\u00e1ndem de Joaqu\u00edn Moreno y Antonio de Juambelz, quien al cabo fue su \u00fanico due\u00f1o y director hasta su muerte. Situados apenas a dos cuadras de distancia cuando el centro de la ciudad compet\u00eda con las mejores capitales del pa\u00eds (Saltillo era entonces \u00abla capital de adobe\u00bb), la rivalidad entre ambos diarios era civilizada.<\/p>\n\n\n\n

En Wikipedia<\/em> se lee de El Siglo<\/em>: \u00abEn el a\u00f1o de 1921, Antonio de Juambelz y Bracho se dedicaba a la edici\u00f3n de un diario de la capital Coahuilense que propulsaba la candidatura a gobernador del general Arnulfo Gonz\u00e1lez, y cuando este lleg\u00f3 a la gubernatura, el diario desapareci\u00f3. Antonio de Juambelz ya contaba con una amplia experiencia en el ramo period\u00edstico por lo que Joaqu\u00edn Moreno lo invit\u00f3 a la ciudad de Torre\u00f3n para iniciar con el proyecto de un diario regional que se hiciera llamar \u201cDefensor de la Comunidad\u201d\u00bb. En una gira por Saltillo, el entonces presidente del PRI, Gustavo Carvajal Moreno, pidi\u00f3 una llamada telef\u00f3nica para saludar a don Antonio por el v\u00ednculo de su apellido materno con El Siglo<\/em>.<\/p>\n\n\n\n

\u00abEl legado de nuestro fundador (\u2026) es integridad,\u00a0 esp\u00edritu de libertad: so\u00f1ar por un mejor futuro\u00bb.<\/p>Antonio Gonz\u00e1lez Karg de Juambelz, director de El Siglo de Torre\u00f3n<\/em><\/cite><\/blockquote>\n\n\n\n

Era cuando La Laguna, en gran medida por la independencia y libertad de sus dos peri\u00f3dicos, ten\u00eda peso e influencia pol\u00edtica nacional y la atenci\u00f3n del presidente de turno (Miguel Alem\u00e1n jugaba golf con don Antonio). Los gobernadores de Coahuila y Durango, secretarios de Estado y l\u00edderes partidistas hac\u00edan antesala para ver a los directores. Impensable que De Juambelz o los Guerrero viajaran a las capitales llamados por los jefes pol\u00edticos de ambos estados. Respetaban a la autoridad, pero m\u00e1s la libertad y su compromiso con los lectores. Don Antonio era cr\u00edtico tenaz del centralismo y f\u00e9rreo defensor \u2014\u00e9l s\u00ed\u2014 de La Laguna. Si los pol\u00edticos le hac\u00edan las cruces, su apostura daba p\u00e1bulo a f\u00e1bulas donjuanescas.<\/p>\n\n\n\n

Tiempos, asimismo, en los que un gobernador del temple y la cultura de \u00d3scar Flores Tapia, quien, con la Ciudad Industrial, contribuy\u00f3 a \u00abla prosperidad de La Laguna\u00bb, una de las causas por las cuales propugna El Siglo<\/em>, y un periodista riguroso y de car\u00e1cter inquebrantable pod\u00edan discrepar, pero tambi\u00e9n coincidir en lo fundamental y reconocer las cualidades del pol\u00edtico y el editor. Despu\u00e9s de un desayuno en casa de don \u00d3scar (ya era exgobernador) y de la sobremesa infaltable en su biblioteca, habl\u00f3 de don Antonio. Siempre efectista, tras una pausa se puso de pie, descolg\u00f3 un cuadro, colocado a mis espaldas, y volvi\u00f3 con \u00e9l. \u00abH\u00e1gaselo llegar a don Antonio de Juambelz\u00bb. Cumpl\u00ed la encomienda. Era un \u00f3leo del se\u00f1or De Juambelz, con saco blanco de etiqueta.<\/p>\n\n\n\n

El Cadillac y el vocho<\/strong><\/p>\n\n\n\n

A don Antonio de Juambelz lo conoc\u00ed de vista, junto a su sobrino Antonio Irazoqui, cuando los se\u00f1ores Guerrero inauguraron nuevas instalaciones de La Opini\u00f3n<\/em>, donde ya hac\u00eda mis pinitos en la redacci\u00f3n, bajo la gu\u00eda del maestro Eduardo Elizalde y el consejo de Arturo Cadivich. La ampliaci\u00f3n era un suceso, pues introduc\u00eda el sistema offset<\/em> en Coahuila con las ventajas del color. El primer contacto ocurri\u00f3 a\u00f1os m\u00e1s tarde en el aeropuerto de Torre\u00f3n. Elizalde, a la saz\u00f3n director de Noticias<\/em>, el tercer diario lagunero, me desafi\u00f3 a entregarle a don Antonio y a don Edmundo Guerrero, quienes conversaban en la sala de espera, uno de los primeros n\u00fameros de nuestro peri\u00f3dico, donde ten\u00eda a mi cargo la fuente pol\u00edtica. Les sorprendi\u00f3 el atrevimiento, pero aceptaron el obsequio de buen grado.<\/p>\n\n\n\n

La oportunidad de tratar personalmente al se\u00f1or De Juambelz se la debo al azar y a un amigo entra\u00f1able, Miguel \u00c1ngel Ruelas. Una tarde me telefone\u00f3 a Noticias de El Sol de La Laguna<\/em> para decirme que la rotura de una pieza pon\u00eda en riesgo la edici\u00f3n. Pregunt\u00f3 si por casualidad ten\u00edamos una de repuesto para su prensa (una Roland, si no recuerdo mal). \u00abMiguel \u00c1ngel, la rotativa de ustedes es un Cadillac y la nuestra un vocho, pero lo veo\u00bb. La parte estaba en nuestro almac\u00e9n. Hab\u00eda llegado por error, pues su destino era El Heraldo de Chihuahua<\/em>. Don Mario V\u00e1zquez Ra\u00f1a, presidente de la OEM, autoriz\u00f3 facilitarla a El Siglo<\/em> y as\u00ed se lo comuniqu\u00e9 a Miguel \u00c1ngel. Asunto arreglado.<\/p>\n\n\n\n

\u00abLo m\u00e1s moderno consiste en ser tercamente cl\u00e1sicos, libres\u00bb.<\/p> Antonio Gonz\u00e1lez Karg de Juambelz, director de El Siglo de Torre\u00f3n<\/em> <\/cite><\/blockquote>\n\n\n\n

A las dos o tres semanas recib\u00ed una llamada de Ruelas para invitarme, de parte de don Antonio, a visitarlo en el peri\u00f3dico. Su oficina destacaba por sobria. Platicamos un buen rato. Sab\u00eda de m\u00ed vagamente. \u00c9l era El Siglo<\/em>, una instituci\u00f3n. Me cont\u00f3 algunas an\u00e9cdotas; por ejemplo, de c\u00f3mo se las ingeniaba, cuando las finanzas se apretaban, para comprar papel y llegar puntualmente a sus lectores. Sin ser pretencioso de mi parte, nos hicimos amigos. Volvimos a charlar en su despacho, contiguo a la redacci\u00f3n. Aprovechaba para saludar a sus reporteros estrella: Carlos Robles, Alfredo Rivera, Juan Ramos, Jes\u00fas Moreno e Higinio Esparza. Y, por supuesto, a Miguel \u00c1ngel Ruelas.<\/p>\n\n\n\n

Cuando el gobernador Eliseo Mendoza Berrueto me invit\u00f3 a colaborar, despu\u00e9s de haber hablado con don Mario V\u00e1zquez Ra\u00f1a, se lo comuniqu\u00e9 a don Antonio. \u00abNo deje el periodismo\u00bb, me aconsej\u00f3. Jam\u00e1s pens\u00e9 hacerlo. Ya como funcionario, me recib\u00eda en su domicilio de la avenida Morelos, a dos cuadras de la Alameda Zaragoza, lo cual me confirm\u00f3 su amistad y confianza. Para entonces ya conoc\u00eda a su hija Olga. En una gira del gobernador por Canad\u00e1, previa a la firma del Tratado de Libre Comercio, trat\u00e9 a su nieto Antonio Gonz\u00e1lez Karg de Juambelz, quien, ya como director de El Siglo<\/em>, ha asistido a varios aniversarios del bisemanario Espacio 4<\/em>.<\/p>\n\n\n\n

Don Antonio no daba tregua cuando se trataba de defender a Torre\u00f3n y a La Laguna de sus respectivas capitales e incluso de s\u00ed misma cuando bajaba la guardia. Prefer\u00eda ganarse con su pluma la inquina de los poderosos antes que ponerse a su servicio y faltar al compromiso con la comunidad y traicionar su confianza. La celebraci\u00f3n de los 100 a\u00f1os de El Siglo de Torre\u00f3n<\/em> estar\u00e1 incompleta sin un ejercicio autocr\u00edtico, sin una mirada introspectiva para revisar su presente y proyectar su futuro. El Siglo<\/em> ha podido sortear la transici\u00f3n generacional que para otros medios de comunicaci\u00f3n ha significado su ruina o el cambio de mandos. Fortalecer su independencia y no dejar duda de ella, pero m\u00e1s a\u00fan, mantener su ra\u00edz lagunera, ser\u00e1 la mejor forma de honrar a don Antonio. E4<\/strong><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"El peri\u00f3dico fundado por don Antonio de Juambelz ha podido sortear la transici\u00f3n generacional que en otros medios ha significado ruina y cambio de mandos\n [...]<\/a>","protected":false},"author":3,"featured_media":4046,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_mi_skip_tracking":false,"_exactmetrics_sitenote_active":false,"_exactmetrics_sitenote_note":"","_exactmetrics_sitenote_category":0,"footnotes":""},"categories":[38],"tags":[],"jetpack_sharing_enabled":true,"jetpack_featured_media_url":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-content\/uploads\/2022\/03\/25-Antonio-de-Juambelz-y-Bracho.jpg","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/4070"}],"collection":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=4070"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/4070\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":4071,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/4070\/revisions\/4071"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media\/4046"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=4070"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=4070"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=4070"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}