{"id":4707,"date":"2022-05-30T18:05:01","date_gmt":"2022-05-30T23:05:01","guid":{"rendered":"https:\/\/espacio4.mx\/?p=4707"},"modified":"2022-05-30T18:05:01","modified_gmt":"2022-05-30T23:05:01","slug":"vuela","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/espacio4.mx\/vuela\/","title":{"rendered":"Vuela"},"content":{"rendered":"\n

Hace unos d\u00edas se celebr\u00f3 un aniversario m\u00e1s del 21 de mayo de 1908, cuando los hermanos Wright se elevaron, como dec\u00eda Nietzsche, y desde arriba todo les pareci\u00f3 peque\u00f1o. Originarios del estado de Ohio, en los Estados Unidos, entraron esa ma\u00f1ana a la oficina de patentes para registrar un invento que cambi\u00f3 al mundo: Una m\u00e1quina para volar. Siglos de experimentaci\u00f3n fallida hab\u00edan llegado a su fin.<\/p>\n\n\n\n

Durante miles de a\u00f1os, los humanos hab\u00edan pretendido volar. Leyendas y cuentos de hadas est\u00e1n llenos de humanos y animales que vuelan, desliz\u00e1ndose sin esfuerzo por el aire. Dragones, caballos alados como el Pegaso y humanos que volaban como \u00cdcaro, a quien su padre D\u00e9dalo, tomando las plumas de miles de aves y usando hilo y cera, le construy\u00f3 alas advirti\u00e9ndole que no volara demasiado alto, ya que el calor del sol derretir\u00eda la cera que sosten\u00eda las plumas. Sin embargo, \u00cdcaro era ambicioso y quer\u00eda alcanzar el cielo, as\u00ed que vol\u00f3 tan alto que el calor del sol derriti\u00f3 la cera que sosten\u00eda las plumas en su lugar y las alas se desintegraron por completo e \u00cdcaro se desplom\u00f3 y cay\u00f3 a las aguas del mar de Icaria, en el Egeo, ahog\u00e1ndose hasta su muerte \u00faltima.<\/p>\n\n\n\n

En la vida real, por supuesto ning\u00fan humano puede volar, y a pesar de ello, nuestros sue\u00f1os de hacerlo nos llevaron a construir endebles globos aerost\u00e1ticos y planeadores de aspecto extra\u00f1o. Luego llegaron los hermanos Wrighty todo cambi\u00f3, aprendimos sobre las fuerzas del vuelo y creemos saber qu\u00e9 se necesita para mantener a aviones en el aire, como que si un avi\u00f3n se despega del suelo es por el mismo principio que lo hace un ave: la fuerza de levantamiento suficiente para oponerse a la fuerza del peso. Aqu\u00ed entra en juego la fuerza de gravedad, esa que hace que todo caiga o sea atra\u00eddo a la superficie de la Tierra.<\/p>\n\n\n\n

Los humanos entendimos que, al igual que las aves, se necesitaba de una fuerza que proporcionara el empuje necesario para despegarse del suelo, y lo logramos con potentes motores que vencen la resistencia del aire y act\u00faan en la direcci\u00f3n opuesta al movimiento. De nuevo entran en juego fuerzas como la de elevaci\u00f3n, de empuje y la de equilibrio.<\/p>\n\n\n\n

Pero el porqu\u00e9 un avi\u00f3n puede despegarse del suelo sigue siendo un misterio en el que la ciencia no logra ponerse de acuerdo. En el libro El enigma del avi\u00f3n: teor\u00edas rivales en aerodin\u00e1mica 1909-1930,<\/em> escrito por David Bloor, cient\u00edfico de la Universidad de Edimburgo, se hace una pregunta: \u00bfPor qu\u00e9 vuelan los aviones?<\/p>\n\n\n\n

Y es que durante los primeros a\u00f1os de la aviaci\u00f3n hubo una intensa disputa sobre la pregunta de porqu\u00e9 y c\u00f3mo un ala de un avi\u00f3n proporcionaba sustentaci\u00f3n. Bloor revela el impacto que tuvieron cient\u00edficos ingleses y alemanes en este gran debate, al que incluso se uni\u00f3 el propio Albert Einstein, quien present\u00f3 esta explicaci\u00f3n durante su breve y deslumbrante temporada como consultor de aerodin\u00e1mica, lo que condujo a un avi\u00f3n que, seg\u00fan su piloto de prueba, vol\u00f3 \u00abcomo un pato pre\u00f1ado\u00bb.<\/p>\n\n\n\n

En el coraz\u00f3n del problema estaba la f\u00edsica del flujo de fluidos. Esto pareci\u00f3 ser la clave para entender el levantamiento de un avi\u00f3n, y el desaf\u00edo ahora era explicar por qu\u00e9 el aire viaja m\u00e1s r\u00e1pido sobre la parte superior del ala que debajo de ella. Una explicaci\u00f3n de esa sustentaci\u00f3n se centra en las Leyes de Newton, que argumentan que es el resultado de la parte inferior del ala que desv\u00eda el aire que se aproxima hacia abajo, produciendo una fuerza igual y opuesta hacia arriba. Esto suena muy bien hasta que uno se da cuenta de que, al hacer lo mismo con una tabla de madera, no se obtiene los mismos resultados que con un ala.<\/p>\n\n\n\n

En resumen: Una teor\u00eda no f\u00edsica incorrecta puede utilizarse como teor\u00eda cient\u00edfica con cierto \u00e9xito, pero no puede competir con una teor\u00eda f\u00edsica correcta. David Bloor, muestra c\u00f3mo los primeros aerodinamistas llegaron a un acuerdo con esta inquietante verdad despu\u00e9s de una disputa de intensidad casi religiosa entre las mentes matem\u00e1ticas m\u00e1s brillantes de su tiempo.<\/p>\n\n\n\n

Sin embargo, y a pesar de todo, los aviones despegan y se sostienen en el aire, y volar nos parece tan normal y rutinario, que cuando nos subimos a un avi\u00f3n, ni siquiera pensamos que estamos ante casi un milagro, de esos hechos que ni siquiera la ciencia ha logrado explicar con claridad: Alcanzar las alturas y volar tan alto como la nube m\u00e1s lejana.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"Hace unos d\u00edas se celebr\u00f3 un aniversario m\u00e1s del 21 de mayo de 1908, cuando los hermanos Wright se elevaron, como dec\u00eda Nietzsche, \n [...]<\/a>","protected":false},"author":13,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_mi_skip_tracking":false,"_exactmetrics_sitenote_active":false,"_exactmetrics_sitenote_note":"","_exactmetrics_sitenote_category":0,"footnotes":""},"categories":[10],"tags":[],"jetpack_sharing_enabled":true,"jetpack_featured_media_url":"","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/4707"}],"collection":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/users\/13"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=4707"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/4707\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":4708,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/4707\/revisions\/4708"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=4707"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=4707"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=4707"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}