{"id":6473,"date":"2023-02-19T16:06:18","date_gmt":"2023-02-19T22:06:18","guid":{"rendered":"https:\/\/espacio4.mx\/?p=6473"},"modified":"2023-02-19T16:06:18","modified_gmt":"2023-02-19T22:06:18","slug":"dona-maria-elena-larrea-de-rivero-qepd-el-testimonio-de-una-vida-maravillosa","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/espacio4.mx\/dona-maria-elena-larrea-de-rivero-qepd-el-testimonio-de-una-vida-maravillosa\/","title":{"rendered":"Do\u00f1a Mar\u00eda Elena Larrea de Rivero (QEPD), el testimonio de una vida maravillosa"},"content":{"rendered":"\n

As\u00ed nos cuenta su vida do\u00f1a Mar\u00eda Elena Larrea Pe\u00f3n de Rivero, con discreta elegancia en ese singular testimonio que plasma en su libro Vida y pensamiento<\/em>, un venturoso legado para su descendencia. Se trata de un texto que bien cabe en el g\u00e9nero de la autobiograf\u00eda porque nos habla de s\u00ed misma y tambi\u00e9n en el g\u00e9nero de las memorias porque relata generosamente a los dem\u00e1s.<\/p>\n\n\n\n

Hace ya medio siglo que este columnista conoci\u00f3 a do\u00f1a Mar\u00eda Elena y a su esposo, don Francisco Rivero Schneider, por la amistad del suscrito con su hijo Alejandro Rivero Larrea. En ese tiempo de la adolescencia nunca imagin\u00e9 la grandeza de ambos personajes cuya alma viva trasciende en sus hijos, nietos y bisnietos, almas de sus almas cuyos ascendientes deslumbraron al mundo, una grandeza que la se\u00f1ora Larrea de Rivero nunca ostent\u00f3, signo inequ\u00edvoco de su grandeza espiritual.<\/p>\n\n\n\n

Y el mensaje de do\u00f1a Mar\u00eda Elena es edificante. \u00abEl afanarse en ostentar un nombre y un prestigio es aflicci\u00f3n de esp\u00edritu\u00bb. Cuando ella nos dice en su libro que su anhelo siempre fue vivir una vida normal es que nos da una lecci\u00f3n de modestia porque no es ninguna normalidad descender de los Larrea Pina, la familia m\u00e1s encumbrada de Cuba. Tampoco es normalidad descender de los Pe\u00f3n y Pe\u00f3n, cuyos ancestros sirvieron al rey Carlo IV en los Pa\u00edses Bajos. Ella no lo dice, pero nosotros lo deducimos: los Pe\u00f3n eran caballeros de los Tercios de Flandes, los mismos que Vel\u00e1zquez pint\u00f3 de cuerpo entero en la tropa de su cuadro \u00abLa Rendici\u00f3n de Breda\u00bb, con todo el honor que merecen los soldados magn\u00e1nimos en la victoria. Luego los Pe\u00f3n llegaron a la Nueva Espa\u00f1a para conquistar Yucat\u00e1n, la tierra natal de do\u00f1a Mar\u00eda Elena.<\/p>\n\n\n\n

Al igual que sus padres, don Antonio y do\u00f1a Nelly, ella y su hermano Antonio estudiaron en colegios de Europa y Norteam\u00e9rica. En Nueva York vivi\u00f3 en casa de su t\u00eda Lolo Larrea de Sarr\u00e1, en la Quinta Avenida, frente al Hotel Plaza, \u00abdonde viv\u00edan mis amigas del colegio las Livanos\u00bb, nos dice sin agregar nada m\u00e1s. Este columnista investig\u00f3 qui\u00e9nes eran tales hermanas y resulta que se trata de Athina y Eugenia Livanos, luego esposas de los magnates navieros Arist\u00f3teles Onassis y Stavros Niarchos. Las ni\u00f1as consentidas del Plaza que, siendo adultas, fueron mimadas por el infortunio y la desolaci\u00f3n. \u00abParva propia magna\u00bb, nos dice do\u00f1a Mar\u00eda Elena cuando ignora lo anterior. Porque hay detalles que son mucho m\u00e1s grandes que lo material. Cosas que ella recuerda con cari\u00f1o: \u00abEra 21 de marzo, Domingo de Ramos \u2014nos dice\u2014 y estaba en las escaleras de la iglesia de Santa Teresita en Las Lomas de Chapultepec con mi t\u00edo Luis Dinner y en eso se acerc\u00f3 un joven guapo, alto y g\u00fcero y le dijo a mi t\u00edo: \u201c\u00bfQu\u00e9 pas\u00f3 Luis? \u00bfMe vas a presentar a tu sobrina o me presento yo?\u201d. Y el t\u00edo Luis dijo: \u201cMar\u00eda Elena te presento a Francisco Rivero Schneider\u201d, no dijo m\u00e1s. Ese fue el d\u00eda que conoc\u00ed a Paco, un hombre maravilloso para el que no hab\u00eda imposibles. Nos casamos el 27 de noviembre de 1948, y nuestra boda fue inolvidable, yo ten\u00eda 22 a\u00f1os y Paco 27. Fueron 47 a\u00f1os de matrimonio maravilloso, inolvidable y de plena felicidad\u00bb. (Continuar\u00e1)<\/em><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"As\u00ed nos cuenta su vida do\u00f1a Mar\u00eda Elena Larrea Pe\u00f3n de Rivero, con discreta elegancia en ese singular testimonio que plasma en su \n [...]<\/a>","protected":false},"author":41,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_mi_skip_tracking":false,"_exactmetrics_sitenote_active":false,"_exactmetrics_sitenote_note":"","_exactmetrics_sitenote_category":0,"footnotes":""},"categories":[10],"tags":[],"jetpack_sharing_enabled":true,"jetpack_featured_media_url":"","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/6473"}],"collection":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/users\/41"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=6473"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/6473\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":6474,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/6473\/revisions\/6474"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=6473"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=6473"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=6473"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}