{"id":6515,"date":"2023-02-19T17:20:35","date_gmt":"2023-02-19T23:20:35","guid":{"rendered":"https:\/\/espacio4.mx\/?p=6515"},"modified":"2023-03-19T14:03:22","modified_gmt":"2023-03-19T20:03:22","slug":"la-nueva-vizcaya-en-el-quijote","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/espacio4.mx\/la-nueva-vizcaya-en-el-quijote\/","title":{"rendered":"\u00bfLa Nueva Vizcaya en el Quijote?"},"content":{"rendered":"\n

Una regi\u00f3n citada en la m\u00e1s importante obra escrita en castellano, descuella y deja en ascuas su localizaci\u00f3n y origen. El t\u00e9rmino, enigm\u00e1tico en s\u00ed mismo, aparece indistintamente en Filipinas, en Uruguay o al norte de M\u00e9xico<\/p>\n\n\n\n

Para Sa\u00fal Rosales Carrillo y Juan Antonio Garc\u00eda Villa, neovizca\u00ednos, caballeros andantes de la Laguna y buenos amigos de Miguel de Cervantes.<\/em><\/p>\n\n\n\n

Al leer por primera vez el Quijote <\/em>completo no le puse atenci\u00f3n a esas dos palabras, cabe confesarlo. Ten\u00eda alrededor de veinte a\u00f1os, no tomaba ning\u00fan apunte como lo acostumbrar\u00eda despu\u00e9s, ni subrayaba los escritos. Fue hasta principios de los noventa, al repasar y comentar la obra en grupo, en la casa del poeta Petronilo Amaya, que me atrajo de pronto aquel nombre: Nueva Vizcaya, tan atractivo, tan familiar, tan bellamente musical. \u00bfQu\u00e9 hac\u00eda en el cl\u00e1sico cervantino? \u00bfQu\u00e9 hab\u00eda llevado al escritor alcala\u00edno a integrarlo en su maravilloso relato? Revis\u00e9 entonces las anotaciones de ediciones antiguas y modernas, acerqu\u00e9 bibliograf\u00eda adicional que me diera luz sobre la dichosa cuesti\u00f3n (aqu\u00ed el adjetivo calificativo viene bien al punto). Guard\u00e9 el breve borrador, origen lejano del presente art\u00edculo.<\/p>\n\n\n\n

La alegre referencia, pues, aparece en el cap\u00edtulo XVIII de la primera parte de la c\u00e9lebre historia. Vale la pena recobrar el contexto: Todav\u00eda muy alucinado por la lectura de las novelas de caballer\u00edas \u2014nivel que ir\u00e1 bajando gradualmente, como sabemos, al sucederse las aventuras\u2014, don Quijote y Sancho Panza, han dejado atr\u00e1s los molinos de viento, el adelantado discurso de la pastora Marcela, la venta de Juan Palomeque, entre otras (algunas tristes, casi tr\u00e1gicas) peripecias, y ahora de nuevo avanzan por el campo. Y ocurre: Don Quijote mira una gran nube de polvo provocada por un reba\u00f1o de ovejas \u00a1y ya est\u00e1, la imaginaci\u00f3n se le enciende!:<\/p>\n\n\n\n

\u2014\u00c9ste es el d\u00eda, \u00a1oh Sancho!, en el cual se ha de ver el bien que me tiene guardado mi suerte, \u00e9ste es el d\u00eda, digo, en que se ha de mostrar, tanto como en otro alguno, el valor de mi brazo, y en el que tengo de hacer obras que queden escritas en el libro de la Fama por todos los venideros siglos. \u00bfVes aquella polvareda que all\u00ed se levanta, Sancho? Pues toda es cuajada de un copios\u00edsimo ej\u00e9rcito que de diversas e innumerables gentes por all\u00ed viene marchando.<\/em><\/p>\n\n\n\n

Luego de esta exaltaci\u00f3n tan propia de nuestro extraordinario personaje, vendr\u00e1 la lista, no tan larga, de los caballeros que supuestamente entrar\u00e1n en batalla, y cuya muestra inveros\u00edmil da cuenta del gran ingenio para fabular de Cervantes.<\/p>\n\n\n\n

Una enorme y repentina capacidad de invenci\u00f3n en el relato, para apuntarlo en compa\u00f1\u00eda del cr\u00edtico contempor\u00e1neo Roberto Gonz\u00e1lez Echevarr\u00eda (\u00abLas improvisaciones en el Quijote\u00bb, Letras Libres<\/em>, diciembre 2012). Nombres y graciosas atribuciones que divierten al lector con ese dibujo caricaturesco, par\u00f3dico, de los contendientes: Micocolembo, Brandabarbar\u00e1n de Boliche, Pierres Pap\u00edn, Espartafilardo del Bosque, Pentapol\u00edn del Arremangado Brazo, Alifanfar\u00f3n de la Trapobana.<\/p>\n\n\n\n

Y sumado a esta desmesurada pl\u00e9yade verbal, y aqu\u00ed viene la clave que m\u00e1s nos interesa a los oriundos de Durango, Chihuahua y Coahuila, para citar solamente tres de las entidades que compartimos en el pasado el territorio neovizca\u00edno:<\/p>\n\n\n\n

Pero vuelve los ojos a estotra parte, y ver\u00e1s delante y en la frente destotro ej\u00e9rcito al siempre vencedor y jam\u00e1s vencido Timonel de Carcajona, pr\u00edncipe de la Nueva Vizcaya, que viene armado con las armas partidas a cuarteles, azules, verdes, blancas y amarillas, y trae en el escudo un gato de oro en campo leonado, con una letra que dice: Miau, que es el principio del nombre de su dama, que, seg\u00fan se dice, es la sin par Miulina, hija del duque Alfe\u00f1iqu\u00e9n del Algarbe.<\/em><\/p>\n\n\n\n

\u00a1Imposible no re\u00edrse de semejante desfile!<\/p>\n\n\n\n

Pero antes de ir al grano, precisamente en alusi\u00f3n a la Nueva Vizcaya, vale la pena echar mano de la erudici\u00f3n cervantina de abolengo para mejor aproximarnos a los or\u00edgenes del p\u00e1rrafo anterior. Comencemos de atr\u00e1s para adelante con los Quijotes<\/em>, as\u00ed sea a vuelo de p\u00e1jaro.<\/p>\n\n\n\n

Juan Antonio Pellicer en su vieja edici\u00f3n (1797) destaca la filiaci\u00f3n hom\u00e9rica (libro 20 de la Il\u00edada<\/em>) como el antecedente del recurso narrativo de la serie de caballeros que rememora don Quijote, incluso se\u00f1ala que Cervantes merecer\u00eda igual elogio que el poeta griego. Francisco Rodr\u00edguez Mar\u00edn, por su parte, subraya en 1942 (primera edici\u00f3n 1927-1928) que el pasaje es quiz\u00e1 una burla a Lope de Vega, que hab\u00eda escrito algo parecido en otra enumeraci\u00f3n \u00abrimbombante y campanuda\u00bb en \u00abLa Arcadia\u00bb (libro III), y transcribe la lista en cuesti\u00f3n. Pero ninguno se detiene especialmente en la Nueva Vizcaya.<\/p>\n\n\n\n

Tampoco hay algo a prop\u00f3sito en la edici\u00f3n del gran Clemenc\u00edn (1967; primera edici\u00f3n 1819), en quien yo ten\u00eda m\u00e1s esperanzas, dada la celebrada amplitud de sus comentarios, si bien nos advierte que no hay que ir tan lejos para hallar la m\u00e1s cercana fuente de parentesco de la citada lista, que habr\u00eda que situarla en la obra El Caballero del Febo<\/em> y, sobre todo, en el Amad\u00eds de Gaula<\/em>, ya que es el que \u00abofrece mayor n\u00famero de recuerdos y puntos de semejanzas\u00bb en su libro IV (cap\u00edtulos CVII y CIX); tambi\u00e9n nos presenta el listado ilustrativo. \u00bfY qu\u00e9 agregan las ediciones m\u00e1s recientes de Florencio Sevilla y la can\u00f3nica de Francisco Rico?<\/p>\n\n\n\n

Las otras Vizcayas<\/strong><\/p>\n\n\n\n

La Nueva Vizcaya fue integr\u00e1ndose a lo largo del tiempo, a partir de los recorridos espa\u00f1oles por el llamado septentri\u00f3n novohispano. As\u00ed lo rese\u00f1an cronistas e historiadores, entre los que destaca Baltasar de Obreg\u00f3n, uno de los soldados que acompa\u00f1aron a Francisco de Ibarra, el fundador de Durango (1563). El imaginario de los conquistadores ven\u00eda animado por las aventuras de los libros de caballer\u00edas, el g\u00e9nero literario que m\u00e1s disfrutaban los peninsulares desde las d\u00e9cadas previas al descubrimiento de Am\u00e9rica, y que por cierto fue el origen de la escritura cr\u00edtica de El Ingenioso hidalgo don Quijote de la<\/em> Mancha.<\/em> Bastar\u00eda volver a las palabras de Bernal D\u00edaz del Castillo, quien en su multicitada rese\u00f1a nos dice a prop\u00f3sito de la llegada de los europeos a la deslumbrante Tenochtitlan:<\/p>\n\n\n\n

\u2026nos quedamos admirados, y dec\u00edamos que paresc\u00eda a las cosas de encantamiento que cuentan en el libro de Amad\u00eds (\u2026) Y aun algunos de nuestros soldados dec\u00edan que si aquello que v\u00edan si era entre sue\u00f1os (\u2026) \u00a1ver cosas nunca o\u00eddas, ni vistas, ni aun so\u00f1adas, como v\u00edamos!<\/em><\/p>\n\n\n\n

En el norte, con ese similar vuelo de fantas\u00eda y ambici\u00f3n de riquezas, los hispanos buscaban las siete ciudades de C\u00edbola, supuestos territorios llenos de tesoros y maravillas. Sin embargo, ante la desilusi\u00f3n, poco a poco la dura realidad se fue imponiendo, mientras la provincia de la Nueva Vizcaya iba creciendo, abarcando las actualidades entidades de Durango, Chihuahua, parte de Sinaloa, Coahuila, y todav\u00eda m\u00e1s all\u00e1 (las recientes investigaciones tem\u00e1ticas de Chantal Cramaussel y Jos\u00e9 de la Cruz Pacheco Rojas son imprescindibles, para no hablar de fuentes m\u00e1s distantes). \u00bfEs, en s\u00edntesis, nuestra Nueva Vizcaya la que refiere Cervantes en su Quijote <\/em>inmortal?<\/p>\n\n\n\n

Ya he revisado las notas de algunos trabajos can\u00f3nicos. Veamos ahora lo que se\u00f1alan tres ediciones contempor\u00e1neas sobre la misma cuesti\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n

El m\u00e1s popular de los cervantistas modernos es, sin duda, el catal\u00e1n Mart\u00edn de Riquer. Acerca de la escena que nos ocupa, de \u00abdesbordante y brillant\u00edsima descripci\u00f3n\u00bb, se reafirma el extraordinario poder creativo de Cervantes. Subraya tambi\u00e9n sobre el listado de los combatientes el precedente de los libros de caballer\u00edas y la burla a Lope de Vega. No obstante, de la Nueva Vizcaya, nada. Tampoco aparece algo en la edici\u00f3n del Quijote-Guanajuato<\/em> (2010) de Florencio Sevilla, salvo el significado de algunos t\u00e9rminos, como acostumbra la mayor\u00eda de los anotadores. Por fortuna me quedaba la que se considera la mejor edici\u00f3n de todas (1998), la debida al fil\u00f3logo Francisco Rico. Enseguida le\u00ed con atenci\u00f3n las notas correspondientes\u2026 sin que se deshiciera el entuerto.<\/p>\n\n\n\n

No me di por vencido. Repas\u00e9 el comentario de Edwin Williamson \u2014en el volumen complementario de la obra\u2014 y lo mejor que encontr\u00e9 es que en el episodio aludido don Quijote se mueve entre la alucinaci\u00f3n y la interpretaci\u00f3n de las leyes de la caballer\u00eda. As\u00ed las cosas, acud\u00ed con la curiosidad inalterable, a la Enciclopedia Cervantina<\/em> (1997) de Juan Bautista de Avalle Arce, y la huella sobre las tierras neovizca\u00ednas no aparec\u00eda por ning\u00fan lado, como si se tratara de la travesura de alg\u00fan mago encantador.<\/p>\n\n\n\n

Hasta que arrib\u00e9 a las p\u00e1ginas del Diccionario del Quijote<\/em> (2005), de C\u00e9sar Vidal. Hab\u00eda una posibilidad en el camino. Por ello, y aqu\u00ed es fundamental transcribir la entrada completa, si bien es breve:<\/p>\n\n\n\n

Nueva Vizcaya. Provincia de Filipinas situada en la isla de Luz\u00f3n. En su desvar\u00edo, durante la aventura de los reba\u00f1os, don Quijote convierte al imaginario Timonel de Carcajona en pr\u00edncipe de la misma (I, 18).<\/em><\/p>\n\n\n\n

Se me cayeron las alas durangue\u00f1as\u2026 pero no por mucho rato, ya que en Google-Wikipedia hall\u00e9 \u2014con los riesgos que implica este tipo de consultas\u2014 que aquella Nueva Vizcaya hab\u00eda sido fundada en 1841, es decir \u00a1m\u00e1s de dos siglos despu\u00e9s! de la publicaci\u00f3n del primer Quijote.<\/em> O ya se conoc\u00eda la regi\u00f3n con tal nombre antes de su instalaci\u00f3n oficial, o de plano la referencia del Diccionario<\/em> de Vidal incurr\u00eda en un error. Aver\u00edg\u00fcelo Vargas, para decirlo con una antigua expresi\u00f3n coloquial.<\/p>\n\n\n\n

En todo caso la pregunta persiste: \u00bfCu\u00e1l era el eco que hab\u00eda o\u00eddo Cervantes? Porque con la Nueva Vizcaya sucede algo parecido que con el Aleph del cuento de Borges: Hay m\u00e1s de una. Me explico. Hace unos a\u00f1os compr\u00e9 en un tianguis en la Plaza de Armas un viejo librito, Discurso hist\u00f3rico<\/em> (Colecci\u00f3n Austral, 1947), de J. Francisco Aguirre, en donde se narra el establecimiento espa\u00f1ol de otra Nueva Vizcaya en la regi\u00f3n paraguaya del R\u00edo de la Plata. Y en fecha m\u00e1s cercana (no ten\u00eda ni la menor noticia de esto), supe que la ciudad de Montevideo, Uruguay, fue fundada por el militar vasco Bruno Mauricio de Zabala, nacido en Durango, Vizcaya, Espa\u00f1a, que vivi\u00f3 entre los siglos XVII y XVIII, y para redondear el punto, que en la actualidad una avenida principal de su centro hist\u00f3rico se llama precisamente Durango<\/em>. De alguna manera, enhorabuena, somos familia ampliada. Como se ha visto, hay tela de donde cortar. Sea como sea la ra\u00edz de la resonancia neovizca\u00edna en Cervantes, no deja de ser una relaci\u00f3n interesante, agradecible, en especial para los que compartimos ese ayer nominal com\u00fan (recu\u00e9rdese tambi\u00e9n que en el Quijote<\/em> aparece el desaf\u00edo de un vizca\u00edno de fuerte car\u00e1cter). Habr\u00e1, en suma, que seguir indagando en los estudios de la topograf\u00eda quijotesca. Un cervantista de la Bizkaia peninsular puede tener la respuesta. Por lo pronto, ah\u00ed queda el trazo de otra aventura anal\u00edtica, con algunas se\u00f1ales en el horizonte. E4<\/strong><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"Una regi\u00f3n citada en la m\u00e1s importante obra escrita en castellano, descuella y deja en ascuas su localizaci\u00f3n y origen. El t\u00e9rmino, enigm\u00e1tico en s\u00ed mismo, aparece indistintamente en Filipinas, en Uruguay o al norte de M\u00e9xico\n [...]<\/a>","protected":false},"author":129,"featured_media":6397,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_mi_skip_tracking":false,"_exactmetrics_sitenote_active":false,"_exactmetrics_sitenote_note":"","_exactmetrics_sitenote_category":0,"footnotes":""},"categories":[73],"tags":[],"jetpack_sharing_enabled":true,"jetpack_featured_media_url":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-content\/uploads\/2023\/02\/22-Don-quijote-de-Freddy.jpg","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/6515"}],"collection":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/users\/129"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=6515"}],"version-history":[{"count":2,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/6515\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":6517,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/6515\/revisions\/6517"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media\/6397"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=6515"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=6515"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=6515"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}