{"id":6942,"date":"2023-04-29T12:14:40","date_gmt":"2023-04-29T18:14:40","guid":{"rendered":"https:\/\/espacio4.mx\/?p=6942"},"modified":"2023-05-23T22:04:48","modified_gmt":"2023-05-24T04:04:48","slug":"como-curar-el-resentimiento-la-solucion-nietzscheana-frente-a-la-psicologica","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/espacio4.mx\/como-curar-el-resentimiento-la-solucion-nietzscheana-frente-a-la-psicologica\/","title":{"rendered":"C\u00f3mo curar el resentimiento: la soluci\u00f3n nietzscheana frente a la psicol\u00f3gica"},"content":{"rendered":"\n

El resentimiento, vieja enfermedad del esp\u00edritu humano, hace estragos en casi todos los corazones. Siempre hay alguien que nos hace da\u00f1o. El rencor se anida en nuestra alma. Buscamos el desquite en medio de la impotencia. Se trata de echar culpas. La filosof\u00eda de Nietzsche se sit\u00faa de un modo particular ante esta problem\u00e1tica. La psicolog\u00eda, determinada corriente psicol\u00f3gica, ofrece algunas salidas. Veamos c\u00f3mo plantea el asunto del resentimiento el fil\u00f3sofo de Sils Maria.<\/p>\n\n\n\n

El libro de referencia ineludible es Genealog\u00eda de la moral<\/em>. En dicho texto, Nietzsche asegura que fueron \u00ab<\/em>\u201clos buenos\u201d mismos, es decir, los nobles, los poderosos, los hombres de posici\u00f3n superior y elevados sentimientos quienes se sintieron y se valoraron a s\u00ed mismos y a su obrar como buenos\u2026\u00bb<\/em> (Nietzsche, Friedrich, La genealog\u00eda de la moral<\/em>, Tratado primero, 2, p. 37). Y lo fundamenta en un ejercicio filol\u00f3gico que lo lleva a expresarse de este modo: \u00abCreo estar autorizado a interpretar el lat\u00edn \u201cbonus\u201d (bueno) en el sentido de \u201cel guerrero\u201d…\u00bb<\/em> (Ibid.,<\/em> Tratado primero, 5, p. 42-43).Luego entonces los buenos fueron, en un principio, los fuertes y los poderosos.<\/p>\n\n\n\n

\u00bfQui\u00e9nes invirtieron la aristocr\u00e1tica ecuaci\u00f3n de los valores que afirmaba que bueno es igual a noble, a poderoso, a bello y a amado por Dios? Los jud\u00edos. Con ellos comienza la \u00abrebeli\u00f3n de los esclavos en la moral\u00bb. Aparece el resentimiento, y \u00e9ste produce valores. Mientras tanto, los \u00abhombres de alta alcurnia\u00bb no incurren en la comparaci\u00f3n. Cosa que s\u00ed sucede con los d\u00e9biles.<\/p>\n\n\n\n

La soluci\u00f3n entonces estriba en no compararse. Recuerdo que Michael Jordan, el considerado por los expertos como el mejor basquetbolista de todos los tiempos, sol\u00eda presentar como f\u00f3rmula de \u00e9xito el compararse s\u00f3lo consigo mismo. El resentido se compara. Por alguna raz\u00f3n, Savater defini\u00f3 el resentimiento como \u00abla articulaci\u00f3n moral de la envidia\u00bb<\/em>, (Savater, Fernando, Idea de Nietzsche<\/em>, p. 132). Los envidiosos se la pasan compar\u00e1ndose, no frenan el mecanismo de la comparaci\u00f3n, y ello los orilla a la mediocridad.<\/p>\n\n\n\n

\u00bfEs la comparaci\u00f3n inevitable? Quiz\u00e1 no. Pero lo que s\u00ed es evitable es dejarse llevar por ella. Podemos controlarla, ponerle un freno. Por lo tanto, no est\u00e1 justificado sumirse en el resentimiento. Nietzsche censura la cultura del reba\u00f1o. Lo atinado es separarse, no unirse: \u00abpor necesidad natural tienden los fuertes a disociarse tanto como los d\u00e9biles a asociarse…\u00bb<\/em> (Nietzsche, Friedrich, <\/em>op. cit., Tratado tercero, 18, p. 175). Es mentira aquello de que \u00abla uni\u00f3n hace la fuerza\u00bb. La individualidad se ve potenciada al m\u00e1ximo. Por ello se ha dicho que la palabra \u00abimb\u00e9cil\u00bb procede de cierta etimolog\u00eda, \u00abin baculus<\/em>\u00bb, que hace referencia a la necesidad del bast\u00f3n para caminar. En la \u00abherrenmoral\u00bb nietzscheana, la llamada \u00abmoral de los se\u00f1ores\u00bb, se censura la imbecilidad. Hay que recorrer el sendero sin lazarillo alguno.<\/p>\n\n\n\n

Cierta psicolog\u00eda, en cambio, propone la terapia del perd\u00f3n para resolver el problema del resentimiento. Aprende la lecci\u00f3n de aquella historia de rencor que trata de dos hombres que hab\u00edan compartido una celda en prisi\u00f3n durante mucho tiempo, soportando los malos tratos de los carceleros. A\u00f1os despu\u00e9s, ya en libertad, se encontraron y uno le dijo al otro que ya no se acordaba de los celadores, que los hab\u00eda olvidado. El otro, en cambio, lleno de rencor, le dijo que los segu\u00eda odiando con todas sus fuerzas. El primero concluy\u00f3: \u00abLo siento por ti, si eso es as\u00ed, significa que a\u00fan te tienen preso\u00bb. La terapia del perd\u00f3n sostiene que el rencor termina convirti\u00e9ndose en una c\u00e1rcel. Y sugiere, mediante un conjunto de t\u00e9cnicas, el alivio por medio del perd\u00f3n. Esta terapia emparienta con la invitaci\u00f3n cristiana al perd\u00f3n y a la reconciliaci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n

El sacerdote, nos se\u00f1ala Nietzsche, cambia la direcci\u00f3n del resentimiento. De este modo, la oveja enfermiza reflexiona: \u00ab<\/em>Yo sufro: alguien tiene que ser culpable de esto\u00bb<\/em>. Pero su pastor, el sacerdote asc\u00e9tico, le dice: \u00ab\u00a1Est\u00e1 bien, oveja m\u00eda!<\/em>, alguien tiene que ser culpable de esto: pero t\u00fa misma eres ese alguien, t\u00fa misma eres la \u00fanica culpable de esto, \u00a1t\u00fa misma eres la \u00fanica culpable de ti!…\u00bb(Ibid., <\/em>Tratado tercero, 15, p. 165). El psic\u00f3logo hace las veces de sacerdote, y le dice a la oveja algo similar, y la invita a perdonar y a reconciliarse.<\/p>\n\n\n\n

Son dos caminos distintos. El nietzscheano, que no soporta la reca\u00edda en el resentimiento y recomienda simple y llanamente no compararse y autoafirmarse, cual se\u00f1or de horca y cuchillo, y el psicol\u00f3gico, que propone perdonar y hasta cierto punto olvidar, para poder seguir adelante. Ambos caminos son arduos y tortuosos. Ambos son valiosos, aunque irreconciliables. He ah\u00ed la encrucijada.<\/p>\n\n\n\n

Referencia:<\/strong><\/p>\n\n\n\n

Nietzsche, Friedrich, La genealog\u00eda de la moral<\/em>,
Trad. de Andr\u00e9s S\u00e1nchez Pascual, Alianza
Editorial, Biblioteca de Autor, 0610, Madrid, 1997.<\/p>\n\n\n\n

Savater, Fernando, Idea de Nietzsche<\/em>, Ariel, Barcelona, 1995.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"El resentimiento, vieja enfermedad del esp\u00edritu humano, hace estragos en casi todos los corazones. Siempre hay alguien que nos hace da\u00f1o. El rencor \n [...]<\/a>","protected":false},"author":95,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_mi_skip_tracking":false,"_exactmetrics_sitenote_active":false,"_exactmetrics_sitenote_note":"","_exactmetrics_sitenote_category":0,"footnotes":""},"categories":[36],"tags":[],"jetpack_sharing_enabled":true,"jetpack_featured_media_url":"","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/6942"}],"collection":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/users\/95"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=6942"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/6942\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":6943,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/6942\/revisions\/6943"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=6942"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=6942"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=6942"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}