{"id":7000,"date":"2023-04-29T13:27:16","date_gmt":"2023-04-29T19:27:16","guid":{"rendered":"https:\/\/espacio4.mx\/?p=7000"},"modified":"2023-04-29T13:27:16","modified_gmt":"2023-04-29T19:27:16","slug":"vivir-esta-en-rojo","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/espacio4.mx\/vivir-esta-en-rojo\/","title":{"rendered":"Vivir est\u00e1 en rojo"},"content":{"rendered":"\n

Fen\u00f3meno editorial en Gran Breta\u00f1a en el siglo XIX, los Penny Dreadful<\/em> fueron precursores de la nota roja contempor\u00e1nea. Eran publicaciones sensacionalistas, le\u00eddas por j\u00f3venes obreros y gente de cultura tosca. Su tiraje semanal alcanz\u00f3 el mill\u00f3n de ejemplares y tuvieron tanto furor que hoy se les compara con la fiebre de los videojuegos. Sus portadas escandalizaron la \u00e9poca victoriana con historias que ilustraban robos de cad\u00e1veres, mitos urbanos y leyendas populares, como el de una familia can\u00edbal; creaban alerta en los barrios por un vampiro que acechaba v\u00edrgenes, mostraban sin recato la ejecuci\u00f3n de un asesino, evidenciaban la amenaza de salteadores de caminos. Por un centavo, uno pod\u00eda enterarse de sucesos macabros, reales o ficticios. \u00bfPor qu\u00e9 fueron exitosos? Hay algo que motiva a las personas a mirar el lado oscuro de la condici\u00f3n humana, una esquina torcida de violencia y agresi\u00f3n. \u00bfEs posible que esa raz\u00f3n sea mucho m\u00e1s que morbo?<\/p>\n\n\n\n

Antes de que la televisi\u00f3n llegara, la nota roja en M\u00e9xico acostumbraba ser visible en pasquines que, desde los puestos de peri\u00f3dico, llamaban la atenci\u00f3n con encabezados y descabezados, textos hiperb\u00f3licos y fotograf\u00edas que daban cuenta de un accidente o un crimen atroz, notas salpicadas de sangre. Hago recuento de titulares memorables: \u00abFallecen tres al ser asesinados\u00bb, \u00ab\u00a1Botana de cocodrilos!\u00bb (luego de un ataque mortal).<\/p>\n\n\n\n

La nota roja ha inundado espacios que antes ser\u00edan impensables. Baste ver alg\u00fan noticiero nocturno en la pantalla; con honrosas excepciones, quien conduce el programa, con voz de alarma o bien con la parsimonia de quien repite lo mismo de ayer, lee un encabezado y muestra un video del momento exacto en que atropellaron a un ciclista, el preciso instante en el que una persona cay\u00f3 desde una azotea, en c\u00e1mara lenta el asesinato de un hombre mientras com\u00eda en un restaurante, la resistencia al asalto de una mujer que forceje\u00f3 con el ladr\u00f3n mientras era auxiliada por el taquero de la esquina. La cr\u00f3nica escrita ha desaparecido, el conductor anuncia lo evidente. El video es el nuevo reportero. La tecnolog\u00eda nos ha hecho testigos presenciales y replicadores de los hechos. Lo escandaloso es viral y vuelve a suceder en cada repetici\u00f3n. As\u00ed, los noticieros se nutren del videomorbo y el rating depende de la sangre.<\/p>\n\n\n\n

Si bien es condenable la exposici\u00f3n medi\u00e1tica de tanta violencia, hay otro lado digno de an\u00e1lisis. Mi conjetura es avalada por las ratas y las abejas. Quienes han estudiado estas especies saben que tienen un efectivo sistema de comunicaci\u00f3n para prevenir. Las primeras aprenden de la fatal suerte de sus compa\u00f1eras, algo las hace reacias a consumir cebo envenenado o pisar la ratonera donde han sido estrangulados roedores menos precavidos. Las segundas avisan de sustancias t\u00f3xicas o la presencia de enemigos, dejando se\u00f1ales qu\u00edmicas en las flores. Esta empat\u00eda es un instinto colectivo de supervivencia. As\u00ed como estos mam\u00edferos e insectos se protegen, el g\u00e9nero humano se vale de la nota sensacionalista para conocer los peligros. Poco hemos cambiado desde que, en los grupos cavernarios, alrededor del fuego se alertaba a la tribu de las amenazas. Ahora vemos videos. \u00bfDebe desaparecer la nota roja? Por un lado, es de inter\u00e9s p\u00fablico, refleja la libertad de expresi\u00f3n y crea conciencia para prevenir; por el otro, tiene un impacto psicol\u00f3gico, sirve para estigmatizar ciertos grupos sociales y normaliza la violencia.<\/p>\n\n\n\n

Antes las noticias anunciaban descubrimientos cient\u00edficos, la apertura de un parque urbano, la llegada de nuevas empresas, la ganadora de la olimpiada mundial de matem\u00e1ticas. \u00bfJustifica la extinci\u00f3n de estas notas nuestra sobrevivencia? Hemos aprendido que si alguien golpea tu espejo retrovisor no es un accidente, es una treta para asaltarte. Sabemos que una botella de pl\u00e1stico atorada en la llanta trasera opuesta al conductor, es un se\u00f1uelo para que bajemos del auto. Aprendimos a desconfiar de las motocicletas donde van dos personas o del sospechoso nuevo pasajero en el transporte p\u00fablico. De alguna forma, son escenas familiares.<\/p>\n\n\n\n

Hay pa\u00edses que anhelan un d\u00eda sin nubes o sin nieve, nosotros quisi\u00e9ramos un d\u00eda sin sobresaltos. Por momentos parece que el miedo se va, es una ilusi\u00f3n; en realidad hemos aprendido a cohabitar con la paranoia.<\/p>\n\n\n\n

Fuente: Reforma<\/em><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"Fen\u00f3meno editorial en Gran Breta\u00f1a en el siglo XIX, los Penny Dreadful fueron precursores de la nota roja contempor\u00e1nea. Eran publicaciones sensacionalistas, le\u00eddas \n [...]<\/a>","protected":false},"author":7,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_mi_skip_tracking":false,"_exactmetrics_sitenote_active":false,"_exactmetrics_sitenote_note":"","_exactmetrics_sitenote_category":0,"footnotes":""},"categories":[10],"tags":[],"jetpack_sharing_enabled":true,"jetpack_featured_media_url":"","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7000"}],"collection":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/users\/7"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7000"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7000\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":7001,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7000\/revisions\/7001"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7000"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7000"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7000"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}