{"id":7155,"date":"2023-05-26T22:41:04","date_gmt":"2023-05-27T04:41:04","guid":{"rendered":"https:\/\/espacio4.mx\/?p=7155"},"modified":"2023-06-11T07:37:54","modified_gmt":"2023-06-11T13:37:54","slug":"freud-y-el-desideratum-de-ser-felices","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/espacio4.mx\/freud-y-el-desideratum-de-ser-felices\/","title":{"rendered":"Freud y el desider\u00e1tum de ser felices"},"content":{"rendered":"\n

El malestar en la cultura<\/em>, una de las \u00faltimas obras de Sigmund Freud, es m\u00e1s un libro de filosof\u00eda que de psicoan\u00e1lisis. Si queremos ver c\u00f3mo se exploran los temas filos\u00f3ficos desde el psicoan\u00e1lisis, este texto se torna de referencia ineludible. En \u00e9l nos topamos con los trillados, manidos y sobados temas filos\u00f3ficos de la religi\u00f3n, la felicidad, el sufrimiento, la cultura, el amor, la agresividad y la muerte. Todo este an\u00e1lisis es usado para fundamentar la tesis central del libro de que la cultura genera un malestar en el Occidente moderno. Y ello porque sus mecanismos de represi\u00f3n impiden que la libido se libere y proporcione al individuo las cuotas de placer requeridas para el logro de su plenitud.<\/p>\n\n\n\n

El libro de marras, a ratos, se asemeja a un manual de superaci\u00f3n personal. Pues el pensador austriaco no s\u00f3lo elabora el diagn\u00f3stico, sino que se atreve a proponer cierta terapia. Por ejemplo, no s\u00f3lo nos habla de la infelicidad, sino que sugiere algunos caminos para sortearla. En esta ocasi\u00f3n, concentrar\u00e9 mi atenci\u00f3n en uno solo de los temas que aborda esta obra: el de la felicidad.<\/p>\n\n\n\n

La felicidad es un tema netamente filos\u00f3fico, concierne a la \u00e9tica. El autor de La interpretaci\u00f3n de los sue\u00f1os<\/em> sostiene que la aspiraci\u00f3n a la felicidad tiene dos fases, dos caras de la misma moneda: evitar el dolor y experimentar el placer. En cuanto a los m\u00e9todos para evitar el dolor, contra el sufrimiento producto de las relaciones humanas, usamos el alejamiento voluntario de los dem\u00e1s. En su poema \u00abA la salida de la c\u00e1rcel\u00bb, Fray Luis de Le\u00f3n opta por esta salida: \u00abDichoso el humilde estado del sabio que se retira de aqueste mundo malvado\u2026 y a solas su vida pasa ni envidiado ni envidioso\u00bb. Contra el temible mundo exterior, esgrimimos la t\u00e9cnica para dome\u00f1ar a la naturaleza. Y contra el dolor producto de nuestro propio cuerpo, recurrimos a la intoxicaci\u00f3n. Y para complementar estos m\u00e9todos, descubre tres remedios para soportar lo duro de la vida: las distracciones poderosas, tales como la ciencia; las satisfacciones sustitutivas, tales como el arte; y los narc\u00f3ticos. Aqu\u00ed conecta el recurso de la intoxicaci\u00f3n con el remedio de los narc\u00f3ticos. Estas recetas nos evocan un libro de la misma \u00e9poca: La conquista de la felicidad<\/em> de Bertrand Russell.<\/p>\n\n\n\n

No conforme con ello, Freud nos dice que tambi\u00e9n se procura evitar el dolor buscando el origen del mismo en el deseo. Se trata de aniquilar los instintos. El budismo y la pr\u00e1ctica del yoga catalizan este proceso. Otra t\u00e9cnica para evitar el sufrimiento recurre a los desplazamientos de la libido. Se reorientan los fines instintivos de modo que se elude la frustraci\u00f3n del mundo exterior. Es la llamada en psicolog\u00eda \u00absublimaci\u00f3n\u00bb. Freud advierte que este remedio no es para todos.<\/p>\n\n\n\n

Freud es pesimista. Concluye se\u00f1alando que \u00abel designio de ser felices que nos impone el principio del placer es irrealizable; mas no por ello se debe \u2014ni se puede\u2014 abandonar los esfuerzos por acercarse de cualquier modo a su realizaci\u00f3n\u00bb<\/em>. Sugiere usar varios factores. Y de manera un tanto sorpresiva, trat\u00e1ndose de un ateo confeso, propone aferrarse a la religi\u00f3n, pues ella logra evitar que caigamos en la neurosis: \u00ab<\/em>Su t\u00e9cnica consiste en reducir el valor de la vida y en deformar delirantemente la imagen del mundo real…\u00bb<\/em> Y podr\u00eda haber ido m\u00e1s all\u00e1 si hubiese conocido la justificaci\u00f3n que Cioran hace de la religi\u00f3n al identificarla con el \u00abplacer de la piedad\u00bb.<\/p>\n\n\n\n

Freud, que fue acusado de pansexualista, est\u00e1 claramente alineado a la corriente \u00e9tica conocida como eudemonismo. Corriente que pone en el centro la b\u00fasqueda de la felicidad, frente al deontologismo que preconiza el cumplimiento del deber como lo propiamente \u00e9tico. La cultura y la represi\u00f3n marchan por este camino. Freud elige el otro. Otros dir\u00e1n que, en realidad, Freud se acerca al hedonismo por su recomendaci\u00f3n de liberar la libido y evitar al m\u00e1ximo la represi\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n

El autor de La interpretaci\u00f3n de los sue\u00f1os<\/em> culpa a la cultura de ser quien castra nuestro anhelo de plenitud. La cultura utiliza como medio para lograr su objetivo la represi\u00f3n de los instintos. El sentimiento de culpabilidad que genera la cultura produce un malestar. La cultura es, a final de cuentas, el enemigo ac\u00e9rrimo de la felicidad. Sin embargo, el padre del psicoan\u00e1lisis admite que los recursos con los que intentamos defendernos contra los sufrimientos proceden a su vez de la cultura. He aqu\u00ed la doble cara de Jano de la cultura.<\/p>\n\n\n\n

Hace cerca de cien a\u00f1os, en 1930, se public\u00f3 este op\u00fasculo, y sigue siendo indispensable, no s\u00f3lo para el tema de la felicidad, sino, sobre todo, para el tema de la cultura y de sus restricciones.<\/p>\n\n\n\n

Referencia:<\/p>\n\n\n\n

Freud, Sigmund, El malestar en la cultura<\/em>, Trad. de Ram\u00f3n Rey Ardid, Alianza, BA 0630, Madrid, 1999.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"El malestar en la cultura, una de las \u00faltimas obras de Sigmund Freud, es m\u00e1s un libro de filosof\u00eda que de psicoan\u00e1lisis. Si \n [...]<\/a>","protected":false},"author":95,"featured_media":7135,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_mi_skip_tracking":false,"_exactmetrics_sitenote_active":false,"_exactmetrics_sitenote_note":"","_exactmetrics_sitenote_category":0,"footnotes":""},"categories":[36],"tags":[],"jetpack_sharing_enabled":true,"jetpack_featured_media_url":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-content\/uploads\/2023\/05\/26-felicida.jpg","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7155"}],"collection":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/users\/95"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7155"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7155\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":7156,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7155\/revisions\/7156"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media\/7135"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7155"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7155"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7155"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}