El PRI nunca se dio oportunidad para examinar sus dificultades ni la causa y remedio a sus males. Un partido nacido del poder para mantenerlo no pudo transitar a la nueva realidad pol\u00edtica del pa\u00eds. A pesar de su desprestigio mantiene una base electoral amplia que d\u00eda que pasa se ve reducida por el trasvase a otras fuerzas pol\u00edticas, particularmente Morena. El tricolor tuvo una nueva oportunidad con el triunfo presidencial de 2012. Los nuevos dirigentes, muchos de ellos gobernadores, acrecentaron el deterioro del PRI por la venalidad, la frivolidad y el abandono de sus responsabilidades. Algunos terminaron en la c\u00e1rcel. El encarcelamiento de Juan Collado y las investigaciones por los dep\u00f3sitos en Andorra desvelan que la corrupci\u00f3n fue m\u00e1s amplia, al igual que la impunidad. Si hay justicia llegar\u00e1 de fuera.<\/p>\n\n\n\n
Hoy d\u00eda el espacio partidista est\u00e1 dominado por dos exgobernadores, Alejandro Moreno de Campeche y Rub\u00e9n Moreira de Coahuila. En ambos casos hay suficiente informaci\u00f3n para inferir que hubo corrupci\u00f3n amplia. No s\u00f3lo es el enriquecimiento inexplicable, tambi\u00e9n el uso de empresas fantasma y otros recursos tradicionales para la desviaci\u00f3n de recursos.<\/p>\n\n\n\n
Para el frente opositor es un problema no tanto el desprestigio del PRI como el de sus dirigentes. Los aspirantes presidenciales asociados al tricolor tienen otra estatura pol\u00edtica y moral. Beatriz Paredes, Enrique de la Madrid e Ildefonso Guajardo est\u00e1n muy lejos de Moreno y Moreira. El PAN, el PRD y los representantes de las llamadas organizaciones ciudadanas entienden la necesidad del PRI, y la aceptaci\u00f3n de sus desacreditados dirigentes, porque tienen el control del aparato, aunque no de los militantes.<\/p>\n\n\n\n
En el PRI han visto con rechazo la renuncia al partido de los senadores Claudia Ruiz Massieu, Eruviel \u00c1vila, Miguel \u00c1ngel Osorio y Nuvia Mayorga al PRI. Se pasa por alto que la causa tiene como origen a Alejandro Moreno y Rub\u00e9n Moreira. Fue un intento de recordarle a sus compa\u00f1eros de viaje opositor la precaria calidad pol\u00edtica de quienes dirigen al PRI y su fr\u00e1gil lealtad. Para algunos un arrebato, cuando en realidad es un llamado de atenci\u00f3n para impedir que la dupla construya una fracci\u00f3n parlamentaria sometida a sus intereses personales al amparo de un movimiento opositor. Su apuesta no es ganar la presidencia, sino continuar en el control del aparato partidista y hacer de su representaci\u00f3n legislativa un recurso para el chantaje pol\u00edtico y eventual venta al mejor postor. Una combinaci\u00f3n de PT y PVEM con esteroides.<\/p>\n\n\n\n
Si la oposici\u00f3n necesita del PRI, para los dirigentes tricolores todav\u00eda es mayor a manera de esconder su desprestigio y ganar espacio que por s\u00ed mismo ser\u00eda imposible. Por ello cedieron en el m\u00e9todo de selecci\u00f3n de candidato y que hubiera una conducci\u00f3n ciudadana mayoritaria. Precisamente, la prioridad no es la elecci\u00f3n presidencial, sino el reparto de las candidaturas de mayor\u00eda al Congreso. Quien resulte candidato(a) habr\u00e1 de enfrentar a las burocracias partidistas, no s\u00f3lo la del PRI en su determinaci\u00f3n de hacerse de los cargos legislativos, fuente para el chantaje y la extorsi\u00f3n disfrazada de negociaci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n
La renuncia de los senadores del PRI tendr\u00e1 sentido en la medida en que se mantengan en el frente opositor. Muchos anticipan que pasar\u00e1n al Movimiento Ciudadano, cuando esta organizaci\u00f3n se ha vuelto funcional al obradorismo, adem\u00e1s de que, sin candidato presidencial fuerte, pol\u00edtica o electoralmente muy poco significa, a grado tal que no se excluye se vea obligado a sumarse a la candidatura opositora, especialmente si prevaleciera Beatriz Paredes o X\u00f3chitl G\u00e1lvez.<\/p>\n\n\n\n
El dise\u00f1o pol\u00edtico de las dirigencias partidistas no fue el triunfo en la elecci\u00f3n presidencial, sino hacerse de prerrogativas y fuerza parlamentaria para extorsionar en condiciones de privilegio al Gobierno morenista, de no alcanzar Morena mayor\u00eda en la C\u00e1mara de Diputados que es donde se aprueba el presupuesto. La irrupci\u00f3n de X\u00f3chitl G\u00e1lvez los toma por sorpresa porque abre la expectativa de ganar la presidencia y, eventualmente, un Gobierno de coalici\u00f3n que, por razones elementales de probidad y credibilidad, excluye a la dupla que motiva la fractura del PRI. Una batalla que habr\u00e1 de iniciar al momento de definir los candidatos a legislador.<\/p>\n\n\n\n
\u00bfDespertar\u00e1 la mayor\u00eda?<\/strong><\/p>\n\n\n\n La magia L\u00f3pez Obrador adormece a unos y anula a otros. El hechizo no s\u00f3lo viene de las pr\u00e9dicas ma\u00f1aneras que los medios reproducen acr\u00edticamente de quien tiene el l\u00e1tigo y la zanahoria. Tambi\u00e9n cuenta, y mucho, el efecto de los programas sociales sobre una poblaci\u00f3n a la que se hace creer que ese dinero viene de la voluntad de quien gobierna con el rechazo de quienes se le oponen. La mayor\u00eda rechaza los resultados del Gobierno, pero sigue embelesada con el responsable de sus dificultades.<\/p>\n\n\n\n Lo que ocurre en la oposici\u00f3n parece interrumpir el canto que aletarga y envilece. Ya desde antes, en las zonas urbanas L\u00f3pez Obrador empez\u00f3 a perder la adhesi\u00f3n de los sectores medios, que result\u00f3 en la debacle de su partido en la elecci\u00f3n de 2021. El presidente reaccion\u00f3 con enojo, responsabiliz\u00f3 a Ricardo Monreal de la desgracia, con furia conden\u00f3 a las clases medias, adelant\u00f3 la sucesi\u00f3n presidencial, removi\u00f3 a su operador pol\u00edtico Scherer y ech\u00f3 del c\u00edrculo cercano al responsable de los programas sociales. Los triunfos en las elecciones locales no reconfortaron. Andr\u00e9s Manuel quer\u00eda la mayor\u00eda calificada en la C\u00e1mara. Para \u00e9l, y tiene raz\u00f3n, los Gobiernos locales son fuente de desprestigio y corrupci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n Andr\u00e9s Manuel sabe bien que la movilizaci\u00f3n del pasado 1 de julio es el principio del fin. Una vez que haya candidata(o) las lealtades y los intereses se dirigir\u00e1 a quien gobernar\u00e1 a partir de octubre del 2024 y cuyo nombre ser\u00e1 conocido en la primera semana de septiembre. La cuesti\u00f3n es que el m\u00e9todo opositor y la irrupci\u00f3n de X\u00f3chitl G\u00e1lvez cambi\u00f3 los t\u00e9rminos de la prospectiva y la supuesta inevitabilidad del triunfo morenista. Las lealtades y los intereses se dividen, y en los casos de los potentados, como siempre sucede, la apuesta cubre las dos posibilidades.<\/p>\n\n\n\n Marcelo Ebrard ha olido bien el ambiente. Utiliza el espacio de La Jornada<\/em> para amenazar con ruptura. Sabe bien que las encuestas no le favorecen y con buen sentido pol\u00edtico busca encarecerse con la idea de que \u00e9l s\u00ed puede derrotar a X\u00f3chitl G\u00e1lvez candidata. La respuesta presidencial ante el chantaje est\u00e1 al alcance: el crecimiento de Ad\u00e1n Augusto, que en cuesti\u00f3n de semanas podr\u00eda superar con claridad a Ebrard en el segmento de los votantes potenciales de Morena y simpatizantes de L\u00f3pez Obrador, dos tercios de la poblaci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n La realidad es que la contienda anticipada genera dos efectos perniciosos para el presidente. Por una parte, la tensi\u00f3n en su propia casa por la competencia entre los aspirantes; por la otra, el inesperado surgimiento de la oposici\u00f3n con m\u00e9todo y nombres. Se puede decir que la cobertura informativa y noticiosa le ha interrumpido la hegemon\u00eda comunicacional de \u00e9l y la de sus aspirantes.<\/p>\n\n\n\n El presidente no est\u00e1 acostumbrado a compartir espacio medi\u00e1tico. Su enojo con la incursi\u00f3n de X\u00f3chitl lo hace verse fuera de lugar y porque los graves problemas del pa\u00eds no le dan para su ostensible campa\u00f1a electoral. El deterioro social y el de la seguridad p\u00fablica conspiran contra un presidente al margen de sus responsabilidades. Inevitables son los efectos en al menos una tercera parte de sus adherentes y que en poco tiempo, al menos en nombres, la contienda ser\u00e1 m\u00e1s cerrada de lo previsto o esperado. La ventaja discursiva de los aspirantes de la oposici\u00f3n es considerablemente superior no s\u00f3lo por sus prendas intelectuales o personales, sino porque los prospectos del oficialismo no tienen margen para una postura propia, libre de las fijaciones obradoristas y eso complica la oferta, particularmente en el tema de los abrazos no balazos.<\/p>\n\n\n\n La contienda abre el escrutinio cr\u00edtico al gobernante porque la oposici\u00f3n, por su propia naturaleza, dirige su embestida a lo que no est\u00e1 bien, que no es poco, como muestran los sondeos de opini\u00f3n que revelan la inconformidad con lo alcanzado, incluso en muchos de los simpatizantes del presidente, quien insiste en culpar al pasado y pretende asociarlo a aquellos que se le oponen. All\u00ed est\u00e1 la oportunidad opositora, plantarse como hizo AMLO en 2018, como una opci\u00f3n hist\u00f3ricamente diferenciada, para eso la aportaci\u00f3n legitimadora de la sociedad civil y un(a) candidato(a) presidencial disruptivo(a) a manera de catalizar el enojo y los anhelos de la mayor\u00eda.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"El PRI nunca se dio oportunidad para examinar sus dificultades ni la causa y remedio a sus males. 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