{"id":7827,"date":"2023-09-05T22:55:00","date_gmt":"2023-09-06T04:55:00","guid":{"rendered":"https:\/\/espacio4.mx\/?p=7827"},"modified":"2023-09-06T22:56:00","modified_gmt":"2023-09-07T04:56:00","slug":"creer-en-las-encuestas","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/espacio4.mx\/creer-en-las-encuestas\/","title":{"rendered":"Creer en las encuestas"},"content":{"rendered":"\n

Ante la incertidumbre de la pol\u00edtica es fascinante el mundo de las encuestas. Sus pretensiones son mayores, no s\u00f3lo decir la verdad, sino hasta calificarla con n\u00fameros. Si un gobernante es aceptado o rechazado, all\u00ed est\u00e1n las cifras. No importa si los m\u00e1s aceptados sean los m\u00e1s abusivos y los menos avenidos al juego democr\u00e1tico y a la libertad de expresi\u00f3n. El refugio de un n\u00famero no s\u00f3lo reconforta, tambi\u00e9n avala y proyecta para asumir maniqueamente que el pueblo manda sin importar votos, leyes, razones o valores. La encuesta, cuando es favorable, se sobrepone a todo y a todos, al asumirse que es la constataci\u00f3n de que la soberan\u00eda popular habla en n\u00fameros y lo hace a trav\u00e9s de sus ex\u00e9getas, las casas encuestadoras.<\/p>\n\n\n\n

En la prospectiva electoral las encuestas son el mundo ideal porque anticipan lo que va a suceder, por eso el binomio medio de comunicaci\u00f3n y casas de investigaci\u00f3n es indisoluble, un matrimonio como los mejores, los que perduran, los s\u00f3lidos y los de mutua e indisoluble conveniencia y connivencia. No importa que las encuestas se equivoquen una y otra vez. Lo que importa es la noticia, y vaya que las encuestas son noticia, aunque con frecuencia las desmiente la inasible realidad.<\/p>\n\n\n\n

Las encuestas y las casas encuestadoras se han vuelto actores pol\u00edticos de gran importancia; tambi\u00e9n, y de siempre, los medios de comunicaci\u00f3n. No se sabe si es honroso, decoroso y honesto que el medio tenga su encuestadora propia o agencia exclusiva o si lo hace por encargo o divulga el trabajo ajeno. Equivocarse es de humanos y medios y encuestadoras, cualesquiera su relaci\u00f3n contractual, recurren con harta frecuencia a invocarlo, aunque son muy pocos los casos en que el encuestador o el periodista tiene el valor para reconocer el desacierto y menos explicarlo. Ciro G\u00f3mez Leyva la honorable y honrosa excepci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n

El uso de las encuestas en las elecciones tiene un pasado honroso. Fue cuando el mismo dirigente del PRI, Colosio, y hasta el presidente, Salinas, no sab\u00edan a ciencia cierta si hubo robo o fue aut\u00e9ntico el triunfo. Las encuestas de salida fueron un medio para la certeza. El \u00f3rgano electoral las ha empleado con mejor precisi\u00f3n que nadie, pero no son encuestas de pron\u00f3stico, sino para medir el resultado de algo que ya aconteci\u00f3. Encomiable su elevada tasa de acierto en las encuestas a boca de urna y todav\u00eda m\u00e1s los conteos r\u00e1pidos, que no son encuestas, sino un acopio de resultados legales seleccionados con rigurosos muestreos estad\u00edsticos que han probado ser ejemplarmente precisos. En el oportuno reconocimiento oficial de la primera derrota del PRI en elecci\u00f3n presidencial jugaron un papel destacado las encuestas de salida. Tiempos aquellos cuando el encuestado confiaba en el encuestador.<\/p>\n\n\n\n

El problema son las encuestas de pron\u00f3stico y tambi\u00e9n las de opini\u00f3n sobre el mejor candidato. Los partidos no quieren gastar dinero en procesos democr\u00e1ticos; adem\u00e1s, asumen que dividen y generan da\u00f1os a los precandidatos. Prejuicio arraigado que explica el proceso del oficialismo y el arrebato de Alejandro Moreno de anticipar la derrota de Beatriz Paredes en una encuesta que apenas iniciaba. Mejor, aunque con problemas nada menores, el proceso de la oposici\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n

Un error que los partidos se abonen en las encuestas para dirimir la competencia interna. Las encuestas no s\u00f3lo son resultados de aproximaci\u00f3n, son imprecisas y err\u00e1ticas, m\u00e1s cuando se trata de procesar opiniones en un entorno de desconfianza y, especialmente, de inseguridad. La encuesta telef\u00f3nica domiciliaria debe encarar la extorsi\u00f3n generalizada que padecen los mexicanos; la de telefon\u00eda m\u00f3vil adem\u00e1s de invasiva no tiene control de muestra y en la de vivienda aumentan los domicilios inaccesibles por el temor de la poblaci\u00f3n. La no respuesta no se publica porque es abrumadora y revela la insuficiencia del m\u00e9todo convencional.<\/p>\n\n\n\n

No deja ser revelador de las fijaciones de los pol\u00edticos y de los medios, as\u00ed como medida de su interesada ignorancia sobre las encuestas y de los efectos indeseables de que el pa\u00eds transite a la selecci\u00f3n de candidatos mediante el uso de \u00e9stas. La superficialidad de su interpretaci\u00f3n y de su elaboraci\u00f3n es digna de reflexi\u00f3n; no hay tiempo ni opini\u00f3n v\u00e1lida sobre su indebido uso y revela un problema \u00e9tico elemental que vuelve c\u00f3mplices a pol\u00edticos, medios y casas encuestadoras. Mejor aparentar que todo es perfecto, cre\u00edble y, sobre todo, exactamente medible.<\/p>\n\n\n\n

Dos procesos<\/strong><\/p>\n\n\n\n

Comparar el proceso del oficialismo con el de la oposici\u00f3n conduce a reivindicar la competencia. Para las burocracias partidistas la competencia divide y compromete la unidad, pero es justo lo contrario. El PRI se debilit\u00f3 por sus pr\u00e1cticas autoritarias, particularmente en la designaci\u00f3n de candidatos. El peor momento del PAN se dio cuando perdi\u00f3 su tradici\u00f3n de que las candidaturas se ganaban cara a cara, ante un \u00f3rgano libre y representativo de iguales y no con la imposici\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n

El presidente L\u00f3pez Obrador hizo suyo el prejuicio contra la competencia. Entendi\u00f3 que no pod\u00eda haber imposici\u00f3n tipo priista, no porque significara hacer propios los usos y costumbres que tanto dice repudiar, sino porque llevar\u00eda a la divisi\u00f3n y le restar\u00eda fuerza competitiva a la aspirante de su preferencia, Claudia Sheinbaum.<\/p>\n\n\n\n

El triunfo de Claudia se construy\u00f3 desde tiempo atr\u00e1s. A todos queda claro que es la favorita, la preferida para darle continuidad al proyecto. Ad\u00e1n Augusto represent\u00f3 un seguro de contingencia. Andr\u00e9s Manuel concedi\u00f3 a Marcelo Ebrard abrir el proceso bajo la certeza de que no habr\u00eda cambio de lo construido con anticipaci\u00f3n. El tema no fue la renuncia de los aspirantes a sus respectivos cargos, concesi\u00f3n mayor y con un elevado costo a su Gobierno, sino que no hubiera competencia, debates, propuestas ni criterios de diferenciaci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n

Distinta la historia en el Frente, donde el dise\u00f1o ha sido darle cauce a la competencia y al anhelo de muchos de ser considerados opci\u00f3n. En estos momentos todos coinciden en que hay un enfrentamiento civilizado y respetuoso entre X\u00f3chitl G\u00e1lvez y Beatriz Paredes. La contienda es real, abierta y de tensiones reales con los matices y la cordialidad propia de disputar la representaci\u00f3n de una coalici\u00f3n muy amplia y diversa.<\/p>\n\n\n\n

Las diferencias de los dos procesos saltan a la vista. En el oficialismo la discusi\u00f3n se centra en la autenticidad de la contienda y particularmente en la interferencia ilegal del Gobierno y el uso sin freno de los recursos p\u00fablicos. No hay imparcialidad y por ello el presidente tiene que salir a precisar que todos se han portado bien, que Marcelo entienda la fiesta y el baile que le corresponde. La percepci\u00f3n de farsa es inequ\u00edvoca.<\/p>\n\n\n\n

Las heridas de la contienda interna sanan cuando es aut\u00e9ntica, justa y con conducci\u00f3n dominada por la imparcialidad, no las de un proceso con dados cargados. Aun as\u00ed, no habr\u00e1 ruptura en el oficialismo porque el poder cohesiona, mientras que la unidad a construirse en el Frente tendr\u00e1 otra dimensi\u00f3n, obligada porque se trata de ganarle a un adversario poderoso y dispuesto a todo. Para ello se requiere la suma de la diversidad, adem\u00e1s de que el planteamiento ha sido el ofertar un Gobierno de coalici\u00f3n, que se construye en el comportamiento de la ganadora y los no favorecidos. Es un resultado que plantea la necesidad de ausencia de perdedores, porque la batalla que importa apenas inicia y es tarea de todos ganarla. De por medio est\u00e1 la defensa del sistema democr\u00e1tico, de las libertades p\u00fablicas y de la existencia de la pluralidad.<\/p>\n\n\n\n

Los aspirantes mucho aprenden del proceso en el que participan. Pero no es igual la experiencia propia de una contienda aut\u00e9ntica, razonablemente justa y con la incertidumbre del desenlace. En la farsa o trampa la derrota es amarga y s\u00f3lo la matiza el reparto de beneficios materiales o de promoci\u00f3n pol\u00edtica, adem\u00e1s el ganador nada bueno aprende.<\/p>\n\n\n\n

Para quienes compitieron en el Frente seguramente llegan a la cuenta que la pol\u00edtica importa y mucho. Las bases y lealtades partidistas son reales y deben considerarse. La ciudadanizaci\u00f3n totalizante es falsa si se entiende como negaci\u00f3n de la pol\u00edtica o de los proyectos comunes, caso de los partidos pol\u00edticos. Para ello es menester diferenciar a las dirigencias o c\u00fapulas de las bases sociales. Los partidos importan, por m\u00e1s disminuidos, desprestigiados y mal dirigidos que sean.<\/p>\n\n\n\n

La comunicaci\u00f3n es lo m\u00e1s relevante de la actualidad pol\u00edtica. Fundamental para convocar, convencer y movilizar adhesiones. La opini\u00f3n publicada juega, al igual que la cobertura veleidosa por los medios de la realidad y de la contienda, m\u00e1s con la mala lectura de los m\u00faltiples estudios de opini\u00f3n que son parte de la decisi\u00f3n de ambos procesos.<\/p>\n\n\n\n

El oficialismo ofreci\u00f3 reglas que niegan la contienda y la parcialidad rest\u00f3 credibilidad al ejercicio; el Frente, muy superior en dise\u00f1o y operaci\u00f3n, as\u00ed es porque se entendi\u00f3 que la competencia fortalece.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"Ante la incertidumbre de la pol\u00edtica es fascinante el mundo de las encuestas. Sus pretensiones son mayores, no s\u00f3lo decir la verdad, sino \n [...]<\/a>","protected":false},"author":15,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_mi_skip_tracking":false,"_exactmetrics_sitenote_active":false,"_exactmetrics_sitenote_note":"","_exactmetrics_sitenote_category":0,"footnotes":""},"categories":[10],"tags":[],"jetpack_sharing_enabled":true,"jetpack_featured_media_url":"","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7827"}],"collection":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/users\/15"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7827"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7827\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":7828,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7827\/revisions\/7828"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7827"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7827"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7827"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}