{"id":7955,"date":"2023-09-29T12:56:55","date_gmt":"2023-09-29T18:56:55","guid":{"rendered":"https:\/\/espacio4.mx\/?p=7955"},"modified":"2023-10-27T14:14:47","modified_gmt":"2023-10-27T20:14:47","slug":"sobre-heroes-y-santos","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/espacio4.mx\/sobre-heroes-y-santos\/","title":{"rendered":"Sobre h\u00e9roes y santos"},"content":{"rendered":"\n

El hombre corriente se ve envuelto en actos, el h\u00e9roe act\u00faa.<\/em><\/p>\n\n\n\n

Henry Miller<\/p>\n\n\n\n

El m\u00edstico es en realidad m\u00e1s que hombre.<\/em><\/p>\n\n\n\n

Henri Bergson<\/p>\n\n\n\n

En 1958 el fil\u00f3sofo brit\u00e1nico J. O. Urmson concibi\u00f3 el relato de \u00abEl soldado valiente y la granada de mano\u00bb. La finalidad era ir m\u00e1s all\u00e1 de la tradicional clasificaci\u00f3n de la acci\u00f3n moral que encasilla todo en lo obligatorio, lo permitido o indiferente y lo prohibido. A\u00f1adi\u00f3 as\u00ed la relevancia de lo supererogatorio. Mientras un grupo de soldados entrena con granadas de mano, desafortunadamente a uno de ellos se le escapa una de las granadas y pone en peligro a todo el colectivo. Uno de los miembros de \u00e9ste se arroja sobre la granada, pierde su vida y salva al resto. Se trata de un acto de hero\u00edsmo. No todos los seres humanos estamos llamados a esto. Los actos de supererogaci\u00f3n son propios solamente de los h\u00e9roes. A todos se nos exige moralmente lo que est\u00e1 plasmado en los diez mandamientos, los m\u00ednimos morales del respeto kantiano, lo obligatorio. Pero no el dar la vida por los dem\u00e1s. Maximiliano Kolbe, un santo del siglo XX, entre tantos ejemplos, ofrend\u00f3 su vida en lugar de otro prisionero en un campo de concentraci\u00f3n. Pudo no haberlo hecho, y no por ello lo hubi\u00e9ramos tachado de inmoral. Pero dio el plus<\/em> que a menudo no se brinda.<\/p>\n\n\n\n

Considero que quien mejor capt\u00f3 el aporte de los h\u00e9roes y los santos a la vida, es el gran Henri Bergson. En Las dos fuentes de la moral y la religi\u00f3n<\/em> distingue con acierto una moral cerrada de la moral abierta. La moral cerrada se origina por presi\u00f3n social en el marco de un grupo o una cultura. Los miembros de dicha colectividad se sienten obligados a cumplir con una serie de deberes o normas. Se trata de conservar lo establecido. En cambio, la moral abierta o de aspiraci\u00f3n brota de la acci\u00f3n de ciertos individuos excepcionales que se atreven a generar nuevos valores, que despu\u00e9s se convertir\u00e1n en normas. Bergson pone como ejemplos m\u00e1ximos de este hero\u00edsmo a S\u00f3crates y a Jes\u00fas. El el\u00e1n<\/em> o impulso vital se fortalece con la participaci\u00f3n de estos personajes. Hay un progreso innegable. Aunque es tambi\u00e9n este el\u00e1n<\/em> el que los lleva a las cimas de la entrega total.<\/p>\n\n\n\n

En cuanto a la religi\u00f3n, el autor de La risa<\/em> sostiene que hay dos tipos de religi\u00f3n: la est\u00e1tica y la din\u00e1mica. La est\u00e1tica cumple con ciertas funciones: nos defiende de las tendencias disgregadoras, nos protege en relaci\u00f3n con la impotencia y el miedo a la muerte, etc\u00e9tera. Por el contrario, la religi\u00f3n din\u00e1mica no responde a una exigencia de la naturaleza ni cumple con ciertas funciones como las citadas. Es m\u00e1s bien una ruptura, y este misticismo, as\u00ed lo moteja Bergson, representa el triunfo del impulso vital. Pero Bergson est\u00e1 hablando en particular del misticismo cristiano, de ese que vemos en las figuras de Teresa de \u00c1vila, de Santa Catalina de Siena, de Francisco de As\u00eds, etc\u00e9tera. Se trata de un misticismo activo, de ninguna manera en franca fuga mundi.<\/em> Quiz\u00e1 quien mejor lo haya plasmado sea Ignacio de Loyola con su afortunada espiritualidad que invita a la \u00abcontemplaci\u00f3n en la acci\u00f3n\u00bb.<\/p>\n\n\n\n

El diccionario es preciso al afirmar que \u00aberogar\u00bb implica \u00abdistribuir, repartir bienes o caudales\u00bb. En pocas palabras, \u00abdar\u00bb. Pero si pensamos, \u00bfen qu\u00e9 significa \u00absupererogar\u00bb?, habremos de advertir que se trata de poseer en grado sumo la virtud de la \u00abgenerosidad\u00bb. De dar m\u00e1s de lo debido. Porque en realidad no se trata simplemente de dar, sino de darse.<\/p>\n\n\n\n

Los tiempos modernos y posmodernos yacen ayunos de hero\u00edsmo y santidad. Ser\u00eda saludable contar con figuras ejemplares que renueven la axiolog\u00eda vigente. El santoral (no as\u00ed el \u00abheroiral\u00bb, que no existe), nos remite a personas que en el pasado realizaron la gracia divina hasta el extremo. Sin embargo, eso forma parte de la memoria. El presente exige la renovaci\u00f3n de la supererogaci\u00f3n heroica. No importa que ello conlleve un dejo de tragedia. El h\u00e9roe es, por definici\u00f3n, tr\u00e1gico. El presente requiere de una moral abierta y de una religi\u00f3n din\u00e1mica que \u00abimpulsen\u00bb vitalmente el entorno.<\/p>\n\n\n\n

Referencias:<\/strong><\/p>\n\n\n\n

Bergson, Henri, Las dos fuentes de la moral y de la religi\u00f3n<\/em>, Trad. de Miguel Gonz\u00e1lez Fern\u00e1ndez, Porr\u00faa, \u00abSepan cuantos\u2026\u00bb, No. 590, M\u00e9xico, 1990.<\/p>\n\n\n\n

Dupr\u00e9, Ben, 50 cosas que hay que saber sobre \u00c9TICA<\/em>, Trad. de Julia Alqu\u00e9zar, Ariel, Barcelona, 2013.<\/p>\n\n\n\n

Urmson, J. O., Saints and Heroes, in Essays in Moral Philosophy<\/em>, A. Melden (ed.), University of Washington Press, Seattle, 1958.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"El hombre corriente se ve envuelto en actos, el h\u00e9roe act\u00faa. Henry Miller El m\u00edstico es en realidad m\u00e1s que hombre. Henri Bergson \n [...]<\/a>","protected":false},"author":95,"featured_media":7939,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_mi_skip_tracking":false,"_exactmetrics_sitenote_active":false,"_exactmetrics_sitenote_note":"","_exactmetrics_sitenote_category":0,"_jetpack_memberships_contains_paid_content":false,"footnotes":""},"categories":[36],"tags":[],"jetpack_sharing_enabled":true,"jetpack_featured_media_url":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-content\/uploads\/2023\/09\/26-Santa-teresa-de-Avila.jpg","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7955"}],"collection":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/users\/95"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7955"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7955\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":7956,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7955\/revisions\/7956"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media\/7939"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7955"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7955"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7955"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}