{"id":8251,"date":"2023-11-10T17:39:18","date_gmt":"2023-11-10T23:39:18","guid":{"rendered":"https:\/\/espacio4.mx\/?p=8251"},"modified":"2023-11-10T17:39:18","modified_gmt":"2023-11-10T23:39:18","slug":"xantolo-culto-a-los-muertos-en-solis-allende","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/espacio4.mx\/xantolo-culto-a-los-muertos-en-solis-allende\/","title":{"rendered":"Xantolo, culto a los muertos en Sol\u00eds Allende"},"content":{"rendered":"\n

El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos, poco a poco vamos desapareciendo del mundo terrenal, bueno, no desaparecemos, simplemente nos transformamos. Cada uno de nosotros trasciende seg\u00fan sus acciones, o por lo que dijo, o lo que escribi\u00f3 durante el curso de su ef\u00edmera existencia. Los usos y costumbres dial\u00e9cticamente cambian a corto o largo plazo, y lo que hoy es verdad, ma\u00f1ana puede ser mentira y puesto que la historia no se repite para conocer el pasado se recurre a los registros plasmados seg\u00fan las circunstancias y recursos del momento hist\u00f3rico que se vivi\u00f3.<\/p>\n\n\n\n

El siguiente texto es un recordatorio de estos d\u00edas en que se le rinde culto a los que ya cumplieron el ciclo vital, pero que perduran en los recuerdos personales de cada uno de los que todav\u00eda respiramos y nos percataremos que ese culto a nuestros seres queridos ya ausentes, se ha ido modificando en cuanto lo superficial, aunque la esencia ancestral perdura en la mente de cada uno de nosotros<\/p>\n\n\n\n

Remembranzas de mi infancia, me hacen relatar que pr\u00e1cticamente durante todo el mes de octubre se destinaba a los preparativos para las festividades de rendirle homenaje y recordar espec\u00edficamente a los seres queridos que abandonaron el mundo de los vivos, y con la creencia dualista de cuerpo y alma, los d\u00edas 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre, las almas de los muertos descend\u00edan del cielo y los vivos recibimos esas almas plasmadas en evocaciones almacenadas y grabadas maravillosamente en una de las funciones excelsas de nuestro cerebro: la memoria, y que voluntariamente en esos d\u00edas, nost\u00e1lgicamente, revivimos el remoto pasado, platicamos, re\u00edmos, comemos, bailamos, cantamos, trabajamos, y gozamos, discutimos, nos peleamos, nos enojamos con esos seres queridos como si estuvieran en cuerpo presente y obviamente, con los de cuerpo presente, los vivos, todos en familia.<\/p>\n\n\n\n

Todo octubre se dedica a trabajar para nuestros muertos: desgranar ma\u00edz para engordar el simp\u00e1tico cerdito, que se deja \u00abapapachar\u00bb sin tener idea de lo que le espera, ser\u00e1 sacrificado y ofrendado en ricos tamales peque\u00f1os y zacahuil (tamal grande). En ese mes es cuando m\u00e1s felices son los cerdos, sin saber lo que les espera. Si actualmente esos cerdos hablaran, seguramente nos mandar\u00edan mucho rumbo a\u2026 mi rancho o al del Peje. Adem\u00e1s, hay que preparar el ma\u00edz, desde la siembra, cosecharlo, entrojarlo, cuidarlo, deshojarlo, desgranarlo y molerlo finamente para hacer la masa de los tamales; comprar cacao, tostarlo y molerlo en molino manual, tarea tit\u00e1nica porque el cacao es dif\u00edcil de triturar, se calienta el molino y opone una resistencia tal que nos convierte en atletas. No hay chocolate m\u00e1s rico que el que se elabora con el sudor de la frente y el tremendo esfuerzo de nuestros brazos.<\/p>\n\n\n\n

Encalar las casas de adobe (no hab\u00eda pintura) era otra encomienda. Los olvidados del mundo lo hac\u00edan con caca de vaca en vez de cal: a la majada de las vacas se le agregaba agua y con ese atole de caca, se \u00abbarnizaban\u00bb las paredes y los pisos de los jacales. \u00a1Fecalismo puro! Limpiar los patios, lavar rejas y bardas de madera o de hierro, para que las almas de nuestros muertos disfruten su estancia pasajera en el mundo terrenal, bien comidos, bien dormidos, bien cuidados en un hogar reluciente de limpieza. Sembrar cempoax\u00f3chitl en el patio o en la milpa,cultivarlas y cosecharlas para tenerlas brillantes y hermosas.<\/p>\n\n\n\n

Estos eran los preparativos para el culto a los muertos en un pueblo inserto en la cultura Huasteca, Sol\u00eds de Allende, a 10 kil\u00f3metros de Temapache, del municipio de \u00c1lamo, Veracruz, antes Chalchiuhcuecan (Humboldt) o Chalchiuhcueyecan (posiblemente el nombre original) hoy Chachalacas (me refiero a Veracruz), que en n\u00e1huatl significa lugar de las faldas hermosas, metaf\u00f3ricamente, lugar de mujeres virtuosas. Nada que ver con \u00abVilla Rica de la Verdadera (Vera) Cruz\u00bb con que la bautizaron los conquistadores.<\/p>\n\n\n\n

Llegados los \u00faltimos d\u00edas de octubre, se prepara y adorna con flores y frutas amarradas al altar y la mesa del comedor donde se colocar\u00e1n todos los platillos, adem\u00e1s de los tamales, elaborados seg\u00fan usos y costumbres de lo que el \u00abdifuntito que se muri\u00f3\u00bb com\u00eda cuando estaba en este mundo: mole, enchiladas, cecina huasteca, pan fino de huevo, no como el de ahora que es puro engrudo. Y por supuesto, no puede faltar en la ofrenda el \u00abchupe\u00bb de preferencia de los muertos adultos: recuerdo en la ofrenda el habanero berreteaga, bobadilla 103 y por supuesto, el \u00abRon Sol\u00eds cuatro letras\u00bb (ca\u00f1a) que mi padre elaboraba, con la cosecha de su ca\u00f1averal y su alambique anexo a la molienda, y a\u00f1ejaba y curaba con c\u00e1scara de naranja, manzana, ciruelas pasas, puanes, jobo, aguacate oloroso, solos o combinados. Esos preparados se ofrendan en el altar.<\/p>\n\n\n\n

El \u00faltimo d\u00eda de octubre y el primero de noviembre eran para atender el alma de los muertos peque\u00f1os y el d\u00eda dos para los adultos, en casa, en el hogar donde vivieron, gozaron y sufrieron las inclemencias terrenales. Se les ofrec\u00eda almuerzo en la ma\u00f1ana, comida fuerte y abundante a medio d\u00eda y otra ofrenda leve por la tarde, acorde con el d\u00eda dedicado a peque\u00f1os con tamales de calabaza, pipi\u00e1n o frijoles reci\u00e9n cosechados y a los adultos los tamales con chilli, del otrora feliz cerdo. Me refiero a la carne del cerdo.<\/p>\n\n\n\n

Hac\u00edamos un caminito con las flores cempas\u00fachil desde la calle hasta el altar dentro de la casa, como gu\u00eda tur\u00edstica para los extraterrenales visitantes y los gorriones terrenales comensales.<\/p>\n\n\n\n

Durante el ritual de la ofrenda, se serv\u00edan las viandas y durante una hora poco m\u00e1s o menos, se respetaban esos alimentos, muy variados, con la fant\u00e1stica idea de que las almas estaban degustando y no deb\u00edamos interrumpirlas.<\/p>\n\n\n\n

Todo lo anterior se hac\u00eda con gusto, en armon\u00eda, jugueteando, con responsabilidad moral como parte del culto a nuestros seres queridos ya muertos.<\/p>\n\n\n\n

Recuerdo que, en ocasiones, durante ese lapso, si se ca\u00eda alg\u00fan pl\u00e1tano del racimo, de la cosecha y colgado en el altar, me apresuraba a levantarlo para engullirlo.<\/p>\n\n\n\n

\u2014\u00a1No muchacho! \u2014exclamaba mi madre, celosa de su papel\u2014. No interrumpas a las almas y los angelitos, est\u00e1n comiendo y ese pl\u00e1tano se le cay\u00f3 seguramente a tu hermanito que se muri\u00f3 antes de que t\u00fa nacieras. Cuando terminen ellos, entonces s\u00ed te lo puedes comer, yo te digo a qu\u00e9 hora levantamos la ofrenda.<\/p>\n\n\n\n

Ante esta advertencia como si fuese de aduana, recuerdo que este nato e irreverente ateo, la cuestionaba:<\/p>\n\n\n\n

\u2014Pero si yo no veo ning\u00fan angelito volador, m\u00e1, ni esas almas que usted dice. Se cayeron los pl\u00e1tanos de maduros.<\/p>\n\n\n\n

\u2014\u00a1Muchacho cabr\u00f3n, c\u00e1llese que Diosito lo va castigar! \u2014me recriminaba, parafraseando un padre nuestro y otras tantas avemar\u00edas, implorando perd\u00f3n por mi natural y espont\u00e1neo ate\u00edsmo\u2014. Diosito, no me lo castigues, ya te llevaste a su hermanito, no te lleves a este, es mi socoyote (Xocoyotl = el m\u00e1s peque\u00f1o). \u2014Segu\u00eda implorando.<\/p>\n\n\n\n

Y yo, como dice una canci\u00f3n: como si nada. \u00bfY d\u00f3nde estar\u00e1 Dios, que nunca lo he visto? Me cuestionaba desde esa \u00e9poca. Y me sigo cuestionando al respecto. \u00a1La verdad que este cuestionamiento es una inofensiva infantilada! Nada m\u00e1s. \u00bfO no?<\/p>\n\n\n\n

\u00bfY el \u00e1nima sola?<\/p>\n\n\n\n

El fil\u00f3sofo de G\u00fcemes nos ense\u00f1a que primero es el n\u00famero 1 y despu\u00e9s el 2, pero en el 21, el 2 se ching\u00f3 al 1. Me apego a esta profunda filosof\u00eda y aqu\u00ed va la segunda parte de este tema que al paso que vamos, con tan escasos leyentes, probablemente mis lectores son los del m\u00e1s all\u00e1: ninguno.<\/p>\n\n\n\n

En el culto a los muertitos que se van y no volver\u00e1n, no se puede olvidar la ofrenda al \u00e1nima sola, a los muertitos que no tienen familiares vivos para rendirles homenaje. Mi madre pon\u00eda un pobre caj\u00f3n en un rinc\u00f3n de la casa, independiente del altar principal, el de etiqueta con ricas viandas para invitados especiales; la ofrenda al \u00e1nima sola era taca\u00f1a, un pinche tamalito, un pan y una taza de chocolate:<\/p>\n\n\n\n

\u2014Esta ofrenda es para el \u00e1nima sola, los huerfanitos y los limosneros que no tuvieron quien los cuidara y que no tienen familiares vivos para que les ofrenden.<\/p>\n\n\n\n

Nos dec\u00eda. Esa ofrenda, me la engull\u00eda antes de tiempo; me sent\u00eda \u00e1nima sola, por esa ofrenda, mi madre no se preocupaba tanto como de la ofrenda de la mesa principal, de etiqueta tipo manual de Carre\u00f1o.<\/p>\n\n\n\n

Cuando se daba la autorizaci\u00f3n de levantar la ofrenda. \u00a1Al ataque mis valientes, que \u00abpa\u2019 comer\u00bb pan de muerto (de huevo) y tamales de puerco nacimos! \u00bfMiedo al colesterol? \u00a1Ni madr\u00e9poras marinas! Se hac\u00edan \u00abpailadas\u00bb de tamales, cientos de tamales de uno o dos cerdos gordos, y a pesar de que en esos d\u00edas hab\u00eda y desfilaban visitantes familiares de las congregaciones aleda\u00f1as, o paisanos que viv\u00edan en otras ciudades, y llegaban de visitas \u00ablevantadores de ofrenda\u00bb (gorriones), hab\u00eda tantos, gorriones y tamales que durante ocho d\u00edas segu\u00edamos engullendo recalentados, m\u00e1s sabrosos que reci\u00e9n cocidos. \u00a1Qu\u00e9 colesterol ni que la tiznada! En aquellos tiempos no se viv\u00eda el terrorismo m\u00e9dico actual del colesterol y las grasas animales.<\/p>\n\n\n\n

Y segu\u00eda el \u00abochavario\u00bb (octavario), ocho d\u00edas despu\u00e9s, el d\u00eda 9 de noviembre: otro cerdo convertido en decenas de tamales para realizar el mismo ritual de ofrenda pero ahora en el cementerio, un d\u00eda de campo en Mictl\u00e1n, el lugar de los muertos en la cosmovisi\u00f3n de los mexicas, ofrenda de cuerpo presente, me refiero a nosotros los vivos, no de almas y angelitos. Bueno, de materia presente, la de los muertos, porque la materia no se destruye, solo se transforma en las tumbas de los muertos, nos convertimos en polvo y nos seguimos trasformando, nada est\u00e1tico.<\/p>\n\n\n\n

Igual que en casa: almuerzo, comida y cena, con las variadas viandas y chupes, canciones, boleros, al gusto de los difuntos y de nosotros los vivos.<\/p>\n\n\n\n

Por primera vez, hace unos 30 y tantos a\u00f1os, llev\u00e9 unos trovadores de huapango huasteco al cementerio, a mi hermano mayor y a mi padre les encantaban los huapangos y con la letan\u00eda y el falsete de \u00abEl huerfanito\u00bb y \u00abEl llorar\u00bb, pues no quedaba otra m\u00e1s que llorar: \u00a1y \u00f3rale y \u00f3rale y \u00f3rale! Que al fin y al cabo para chupar, digo, para llorar nacimos.<\/p>\n\n\n\n

En ese trance, uno tiene deseos de que los seres queridos se levanten de ultratumba y nos acompa\u00f1en a engullir tamales, pero por m\u00e1s que uno les \u00a1y \u00f3rale y \u00f3rale! y otros les rezan y rezan, no m\u00e1s ninguno se levanta para que nos confirme ese otro mundo que todo mundo cree, pero que hasta el momento, despu\u00e9s de los 2.5 millones de a\u00f1os en que apareci\u00f3 el hombre, en la edad de piedra, ninguno ha regresado para confirmar la existencia del m\u00e1s all\u00e1. Por eso yo creo que solo hay m\u00e1s ac\u00e1, aqu\u00ed. \u00a1Hoy, hoy, hoy!, pero no hay m\u00e1s all\u00e1.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos, poco a poco vamos desapareciendo del mundo terrenal, bueno, no desaparecemos, simplemente nos transformamos. Cada uno \n [...]<\/a>","protected":false},"author":12,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_mi_skip_tracking":false,"_exactmetrics_sitenote_active":false,"_exactmetrics_sitenote_note":"","_exactmetrics_sitenote_category":0,"footnotes":""},"categories":[10],"tags":[],"jetpack_sharing_enabled":true,"jetpack_featured_media_url":"","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/8251"}],"collection":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/users\/12"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=8251"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/8251\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":8252,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/8251\/revisions\/8252"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=8251"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=8251"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=8251"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}