{"id":8778,"date":"2024-02-02T10:43:39","date_gmt":"2024-02-02T16:43:39","guid":{"rendered":"https:\/\/espacio4.mx\/?p=8778"},"modified":"2024-02-19T12:41:21","modified_gmt":"2024-02-19T18:41:21","slug":"el-liberalismo-humanista","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/espacio4.mx\/el-liberalismo-humanista\/","title":{"rendered":"El liberalismo humanista"},"content":{"rendered":"\n

En mi entrega anterior mencion\u00e9 La monta\u00f1a m\u00e1gica<\/em>, de Thomas Mann, a prop\u00f3sito de la apolog\u00eda de la enfermedad que Pascal hiciera. Ah\u00ed me refer\u00ed a la posici\u00f3n de Settembrini y a la de Naphta en la novela de marras. En esta ocasi\u00f3n, volver\u00e9 a citar la esgrima verbal y no tan verbal entre estos dos intelectuales, pero ahora en torno al siempre candente tema pol\u00edtico.<\/p>\n\n\n\n

La novela de Mann se sit\u00faa en un sanatorio para tuberculosos en los albores del siglo XX. Es de las novelas, junto con Muerte en Venecia<\/em>, del mismo autor, y otras, de referencia obligada para estos tiempos de pospandemia. Ah\u00ed, en el hospital, Hans Castorp acude a visitar a su primo y, finalmente, se queda largo tiempo. En alg\u00fan momento de la obra hace su aparici\u00f3n un italiano, Ludovico Settembrini, que hace las veces de mentor del joven Hans. M\u00e1s tarde, se presenta el \u00abjesuita\u00bb Naphta y en dial\u00e9ctica desenfrenada se enfrenta al italiano. Las diferencias entre ambos tendr\u00e1n un final tr\u00e1gico.<\/p>\n\n\n\n

En d\u00edas pasados retorn\u00f3 a nuestro pa\u00eds Ernesto Zedillo, expresidente de M\u00e9xico, y declar\u00f3 ser liberal, pero no neoliberal. Y, mientras tanto, el flamante presidente de Argentina, Milei, lanz\u00f3 su discurso contra el populismo y presumi\u00f3 de lo mismo: ser liberal. En fin, vale la pena desempolvar la extraordinaria novela de Thomas Mann, La monta\u00f1a m\u00e1gica<\/em>, para \u00abdesfacer estos entuertos\u00bb y subrayar las precisiones pertinentes en torno al liberalismo.<\/p>\n\n\n\n

La figura de Ludovico Settembrini nos ayudar\u00e1 a comprender qu\u00e9 se debe entender por liberal. Ludovico es un defensor de la democracia burguesa, en tanto que Naphta preconiza el conservadurismo. Se puede afirmar que ambos simbolizan el enfrentamiento entre la democracia liberal y el totalitarismo de la primera mitad del siglo XX. En la novela, el vencedor del duelo es en realidad Settembrini, pues Naphta opta por suicidarse. Con ello, Mann nos da a entender que simpatiza con la posici\u00f3n liberal.<\/p>\n\n\n\n

Settembrini propugna el progreso y el humanismo. Se inclina por la tolerancia y los derechos humanos. Su ocupaci\u00f3n particular es la composici\u00f3n de una Enciclopedia del sufrimiento<\/em>. Naphta, en cambio, detenta una ideolog\u00eda que mezcla el anarquismo, el comunismo y el fascismo.<\/p>\n\n\n\n

Settembrini considera que \u00ab\u2026la vocaci\u00f3n natural m\u00e1s honda de la humanidad es la de perfeccionarse a s\u00ed misma. De ah\u00ed concluye tambi\u00e9n que es deber de todo el que quiera responder a esa vocaci\u00f3n natural colaborar activamente en el progreso de la humanidad\u00bb<\/em> (LMM, p. 219). M\u00e1s adelante se autodefine ante su alumno Hans Castorp: \u00abHumanista\u2026 s\u00ed, ciertamente lo soy. Jam\u00e1s podr\u00e1 achacarme tendencias asc\u00e9ticas. Reivindico, honro y amo el cuerpo, como reivindico, honro y amo la forma, la belleza, la libertad, la alegr\u00eda y el placer\u2026\u00bb<\/em> (LMM, p. 223). El aut\u00e9ntico humanista, el aut\u00e9ntico liberal, se dedica a \u00abderogar el sufrimiento humano\u00bb.<\/p>\n\n\n\n

Sin embargo, todo es relativo, Naphta tacha de conservador a Settembrini, cuando este se autodenomina progresista. El \u00abjesuita\u00bb opina que la \u00abtradici\u00f3n mediterr\u00e1nea, cl\u00e1sica y humanista\u00bb que preconiza el italiano no es reflejo de la esencia del hombre, ni patrimonio eterno. Castorp, e incluso Mann, se puede decir que se decanta por los planteamientos liberales y humanistas de Ludovico y combate la tentaci\u00f3n totalitarista que parece desprenderse del discurso de Naphta.<\/p>\n\n\n\n

El mentor de Castorp presenta una visi\u00f3n por dem\u00e1s optimista y prometeica del progreso, visi\u00f3n que ha sido puesta en jaque por los posmodernos contempor\u00e1neos: \u00ab\u2026el mundo entra\u00f1aba la lucha entre dos principios: el poder y el derecho, la tiran\u00eda y la libertad, la superstici\u00f3n y el conocimiento, el principio de conservaci\u00f3n y el principio de movimiento imparable: el progreso\u00bb<\/em>. (LMM, p. 143)<\/p>\n\n\n\n

Lyotard, el posmoderno, hace ya 40 a\u00f1os, cuestion\u00f3 esta cosmovisi\u00f3n. Nos habl\u00f3 de la liquidaci\u00f3n de los metarrelatos. Aunque tambi\u00e9n lanz\u00f3 sus dardos contra el metarrelato \u00abcomunista\u00bb, y no s\u00f3lo contra el liberal. Lo que se colige de la lectura de La monta\u00f1a m\u00e1gica<\/em> es que el liberalismo reclama humanismo, pero este humanismo debe comprometerse con la lucha contra el sufrimiento humano, lucha que encabeza Settembrini en la novela de Mann. De otro modo, la cr\u00edtica posmoderna se saldr\u00e1 con la suya.<\/p>\n\n\n\n

La gente presume de ser liberal, pero es preciso ser autocr\u00edticos. Si el liberalismo no cuenta con un apellido en la l\u00ednea de John Rawls, liberalismo igualitario, o en la l\u00ednea de Settembrini, liberalismo humanista, y no combate la crueldad y su indeseable efecto, el sufrimiento, no debe preciarse de ser heredero de las glorias de John Locke.<\/p>\n\n\n\n

Referencia:<\/strong><\/p>\n\n\n\n

Mann, Thomas, La monta\u00f1a m\u00e1gica<\/em>, Trad. de Yenis Ochoa, Unilibro Ediciones, Caracas, s\/a.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"En mi entrega anterior mencion\u00e9 La monta\u00f1a m\u00e1gica, de Thomas Mann, a prop\u00f3sito de la apolog\u00eda de la enfermedad que Pascal hiciera. Ah\u00ed \n [...]<\/a>","protected":false},"author":95,"featured_media":8788,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_mi_skip_tracking":false,"_exactmetrics_sitenote_active":false,"_exactmetrics_sitenote_note":"","_exactmetrics_sitenote_category":0,"footnotes":""},"categories":[36],"tags":[],"jetpack_sharing_enabled":true,"jetpack_featured_media_url":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-content\/uploads\/2024\/02\/mann.jpg","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/8778"}],"collection":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/users\/95"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=8778"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/8778\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":8779,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/8778\/revisions\/8779"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media\/8788"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=8778"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=8778"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=8778"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}