Hay jugadores que se imaginan a s\u00ed mismos como integrantes de una \u00e9lite acad\u00e9mica y el juego de futbol, con su ir y venir, los hace encontrarse con otros de las mismas actitudes, pero no a todos los favorecen las circunstancias, donde se detecta qui\u00e9nes viven anestesiados y qui\u00e9nes suelen sacar una voluntad extra que los hace realizar malabares, como un retrato infinito que les dibuja su ambici\u00f3n y cuyos temores son una puerta que invita a ser cruzada en pro de otra realidad.<\/p>\n\n\n\n
Ignacio Ambriz hace lo que puede con lo poco que tiene. Reforz\u00f3 su defensa con una ventaja m\u00ednima tras el golazo de Echeverr\u00eda, pero la gente que incluy\u00f3 no sabe cabecear, sobre todo Ismael Govea, a quien ya le ha sucedido lo mismo. Esta vez lo sorprendi\u00f3 Zald\u00edvar. Y antes Calvo remat\u00f3 por alto en la cara de Acevedo, que se qued\u00f3 corto. Los balones parados y su proceso es un tema sin resolver de los verdiblancos, porque el t\u00e9cnico no puede entrar a despejar de cabeza y su gente debe trabajar para dejar de arrastrar este lastre.<\/p>\n\n\n\n
No era que Santos haya dejado de atacar, es que no le dejaron salir en el segundo tiempo, que fue un acoso permanente hasta el \u00faltimo instante. El DT sabe perfectamente que sus extranjeros no est\u00e1n pesando en el proceso. Fag\u00fandez no es Brunetta, Sordo no es Gorriar\u00e1n, Dav\u00e1n no es Vald\u00e9s y encima no tiene al mejor goleador de la liga, por las razones que siguen al aire y no se resuelven. \u00c9l tiene una base modesta y algunos chicos que van despuntando, con ello se defiende sin quejarse. Tal vez le haga falta salir de su hermetismo, poco medi\u00e1tico y deba saltarse un poco.<\/p>\n\n\n\n
A Santos le han amputado una parte de su identidad con la venta de jugadores importantes y los que han llegado no pueden estar al tono apetecido. El tiempo se va agotando y quedan solo dos vertientes en el aire. Una ser\u00eda si puede acelerar y ganar los puntos necesarios en el resto del trayecto y dos, quedar donde est\u00e1, con un sello de mediocridad, que hasta ahora parece merecido, porque con tanta tristeza, la miseria se infiltra en el esp\u00edritu de la gente y ellos no son ilusos.<\/p>\n\n\n\n
En la descripci\u00f3n y an\u00e1lisis de su tiempo, uno pensar\u00eda que, con la revoluci\u00f3n tecnol\u00f3gica, con el avance y penetraci\u00f3n de los medios, se podr\u00eda encontrar con una libertad intelectual y no sucede, porque los m\u00e9todos actuales en televisi\u00f3n son con un solo hombre en cancha y el resto en la sede capitalina, con pantallas gigantes en lo que llaman off tuve<\/em>, lejos del ambiente de la cancha y los protagonistas, con un terreno amplio para la especulaci\u00f3n, a falta de una labor de reporteo. No tienen el compromiso c\u00edvico del periodismo con la sociedad y por ello dicen mil veces, \u00abel equipo de la comarca\u00bb y solo mencionan los nombres de cuatro o cinco jugadores, como si el resto fuera de invitados de piedra. Han vuelto a los a\u00f1os lejanos de \u00abdespeja la defensa\u00bb y \u00abremate que no llega\u00bb. Sin nombres, sin detalles.<\/p>\n\n\n\n En ese mar de confusiones y detalles, el observador sigue el futbol de Jordan Carrillo con buenas notas, pero se le ve tambi\u00e9n aparejado con las modas de sus mayores con tatuajes y su nuevo estilo, pues cambi\u00f3 de aprendiz a maestro protestando recio a los silbantes, pero olvidando que sus medias deben cubrirle sus piernas, tan buscadas por los rivales. Las lleva bajas, al estilo de George Best, Omar Oreste Corbatta y Rafael Gordillo. Tal vez por ocasiones sienta que deambula como extra en una pel\u00edcula de zombis, cuando representa a una seria instituci\u00f3n y debe portar el uniforme completo. \u00bfO ser\u00e1 que los j\u00f3venes no saben que la originalidad debe ser crucial?<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"Hay jugadores que se imaginan a s\u00ed mismos como integrantes de una \u00e9lite acad\u00e9mica y el juego de futbol, con su ir y \n [...]<\/a>","protected":false},"author":83,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_mi_skip_tracking":false,"_exactmetrics_sitenote_active":false,"_exactmetrics_sitenote_note":"","_exactmetrics_sitenote_category":0,"footnotes":""},"categories":[10],"tags":[],"jetpack_sharing_enabled":true,"jetpack_featured_media_url":"","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9241"}],"collection":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/users\/83"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=9241"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9241\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":9242,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9241\/revisions\/9242"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=9241"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=9241"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=9241"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}