{"id":9486,"date":"2024-05-25T17:24:53","date_gmt":"2024-05-25T23:24:53","guid":{"rendered":"https:\/\/espacio4.mx\/?p=9486"},"modified":"2024-06-11T09:25:27","modified_gmt":"2024-06-11T15:25:27","slug":"paul-auster-arden-las-perdidas","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/espacio4.mx\/paul-auster-arden-las-perdidas\/","title":{"rendered":"Paul Auster: \u00abarden las p\u00e9rdidas\u00bb"},"content":{"rendered":"\n

Vivir es sentir dolor, dijo para s\u00ed, y vivir con miedo al dolor es negarse a vivir.<\/em><\/p>\n\n\n\n

Paul Auster<\/p>\n\n\n\n

Paul Auster, aquejado por el c\u00e1ncer, escribe una novela como legado para todos aquellos que vagamos en b\u00fasqueda de un sentido vital despu\u00e9s de un proceso de p\u00e9rdida. Arden las p\u00e9rdidas<\/em>, as\u00ed se intitula un libro del poeta hispano Antonio Gamoneda, y \u00a1vaya que arden!<\/p>\n\n\n\n

Paul Auster falleci\u00f3 hace unas semanas a los 77 a\u00f1os. Era realmente un autor de culto. A veces, confieso, se le mencionaba como para presumir, en una actitud esnobista que no comparto. Empero, su obra es de lo m\u00e1s destacado de la literatura norteamericana de las \u00faltimas d\u00e9cadas. Hay que leer su Trilog\u00eda de Nueva York<\/em>, Leviat\u00e1n<\/em>, Tombuct\u00fa<\/em> y un largo etc\u00e9tera que conforman su edificio literario. Hoy har\u00e9 referencia a su novela m\u00e1s reciente, y digo reciente y no \u00faltima, porque ya vendr\u00e1n las obras p\u00f3stumas, que en ocasiones sorprenden a los expectantes lectores.<\/p>\n\n\n\n

Baumgartner<\/em> cuenta la historia de los \u00faltimos meses en la vida de un profesor de filosof\u00eda que ha perdido a su esposa Anna, diez a\u00f1os antes, en un desafortunado accidente. Sy Baumgartner no se repone del golpe. La novela inicia con la narraci\u00f3n de un par de accidentes, uno propio \u2014se quema las manos con el pocillo\u2014 y otro del se\u00f1or Flores, que se corta los dedos con la sierra circular. (El azar siempre estuvo presente en la obra de Auster) Esto conduce a Baumgartner a meditar en torno al \u00abs\u00edndrome del miembro fantasma\u00bb. Esta meditaci\u00f3n se conecta con el proceso de p\u00e9rdida que sigue sin ser superado: \u00abBaumgartner\u2026 comprende que su verdadero inter\u00e9s no radica tanto en los aspectos biol\u00f3gicos o neurol\u00f3gicos del s\u00edndrome como en su capacidad de servir de met\u00e1fora de la p\u00e9rdida y el dolor humano. Es el tropo que Baumgartner viene buscando desde la muerte s\u00fabita e inesperada de Anna hace diez a\u00f1os\u2026\u00bb (p. 40).<\/p>\n\n\n\n

Sy decide jubilarse en condiciones ventajosas. Tiene 71 a\u00f1os. Parece obsesionado con una tal Molly a la que le compra libros con tal de acercarse a ella. Aunque, finalmente, se enamora de Judith, una amiga de Anna y de \u00e9l. El idilio termina mal porque Sy pide m\u00e1s de lo que Judith puede dar. Baumgartner quiere vivir al lado de ella y Judith prefiere \u00abla sana distancia\u00bb. (Frase aciaga que marc\u00f3 nuestro destino en la nefanda pandemia). El vac\u00edo debe ser llenado de otro modo. Aunque Sy escribe, dicha tarea o vocaci\u00f3n no es suficiente para continuar. \u00abContinuar\u00bb es el imperativo de la \u00e9tica de Alan Badiou. En la vida hay que continuar, seguir y no desmayar. Pero el voluntarismo puede resultar insuficiente.<\/p>\n\n\n\n

La publicaci\u00f3n de las obras po\u00e9ticas de su esposa Anna le proporcionar\u00e1n la motivaci\u00f3n suficiente para continuar: \u00abcomprendi\u00f3 que la calidad de la obra (de Anna) era m\u00e1s que suficiente para presentarla al mundo\u00bb (p. 67). En la agon\u00eda de la novela aparece en escena una chica, Beatrix Coen, estudiante de doctorado, que quiere redactar su tesis sobre la obra de la esposa de Sy. El entusiasmo asalta al protagonista. Las p\u00e9rdidas nos sumergen en la tristeza. Es natural. \u00bfC\u00f3mo trocar la tristeza en alegr\u00eda? Habr\u00e1 que creerle al Jes\u00fas del Evangelio de Juan: \u00abustedes estar\u00e1n tristes, pero su tristeza se convertir\u00e1 en alegr\u00eda\u00bb (Juan 16,20). El Par\u00e1clito hace milagros, aunque en el caso de Baumgartner habr\u00e1 que buscar modos m\u00e1s terrenos, inmanentes y temporales de dar el salto.<\/p>\n\n\n\n

El final de la novela es enigm\u00e1tico. Baumgartner sufre un accidente automovil\u00edstico, pero sale ileso: \u00abY as\u00ed, con el viento en la cara y la sangre a\u00fan rezumando de la herida en la frente, nuestro h\u00e9roe se dirige en busca de ayuda, y cuando llega a la primera casa y llama a la puerta, empieza el \u00faltimo cap\u00edtulo de la historia de S.T. Baumgartner\u00bb (p. 261). Quiz\u00e1 este \u00faltimo cap\u00edtulo tenga que ver con el hallazgo de la motivaci\u00f3n necesaria para soportar sin tanto estoicismo los a\u00f1os que le quedan.<\/p>\n\n\n\n

Gilberto, mi hermano, escribi\u00f3 Ella era el jard\u00edn<\/em>, su \u00faltimo libro en vida, como testimonio del dolor por la p\u00e9rdida de su amada Lety. Auster hizo algo semejante: escribi\u00f3 Baumgartner<\/em>, obra que le sirvi\u00f3 de vi\u00e1tico para enfrentar su propia p\u00e9rdida. Esta semana perdimos a Blue, un gato con mucho colmillo, envenenado por gente de malas entra\u00f1as. Hoy nosotros nos valemos de la literatura para que las p\u00e9rdidas dejen de arder y corroer nuestro interior.<\/p>\n\n\n\n

Referencia:<\/strong><\/p>\n\n\n\n

Auster, Paul, Baumgartner<\/em>, Trad. de Benito G\u00f3mez Ib\u00e1\u00f1ez, Seix Barral, M\u00e9xico, 2024.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"Vivir es sentir dolor, dijo para s\u00ed, y vivir con miedo al dolor es negarse a vivir. Paul Auster Paul Auster, aquejado por \n [...]<\/a>","protected":false},"author":95,"featured_media":9466,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_mi_skip_tracking":false,"_exactmetrics_sitenote_active":false,"_exactmetrics_sitenote_note":"","_exactmetrics_sitenote_category":0,"_jetpack_memberships_contains_paid_content":false,"footnotes":""},"categories":[74],"tags":[],"jetpack_sharing_enabled":true,"jetpack_featured_media_url":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-content\/uploads\/2024\/05\/22-PAul-Auster.jpg","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9486"}],"collection":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/users\/95"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=9486"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9486\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":9487,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9486\/revisions\/9487"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media\/9466"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=9486"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=9486"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=9486"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}