Para Mar\u00eda Luisa Rodr\u00edguez, quien supo amar a todos los seres vivos, en particular<\/em> a los animales.<\/em><\/p>\n\n\n\n Tombuct\u00fa es un lugar paradis\u00edaco. Es el otro mundo. Es un \u00aboasis de esp\u00edritus\u00bb. Es la ciudad de los 333 santos. Es un lugar donde los perros y sus binomios cohabitar\u00e1n en plena igualdad. Y ah\u00ed quiere llegar M\u00edster Bones para encontrarse de nueva cuenta, pero en otra dimensi\u00f3n y con otras capacidades, con Willy G. Christmas, su antiguo amo. Es la ternura de la convivencia en su m\u00e1xima expresi\u00f3n. El amor que se profesaron en este \u00abmundo matraca\u00bb y que se profesar\u00e1n en el ed\u00e9n que Paul Auster ha imaginado.<\/p>\n\n\n\n Tombuct\u00fa<\/em> es una novela del reci\u00e9n desaparecido Paul Auster, publicada en 1999. Es una novela para todos, pero especialmente para aquellos que aman sinceramente a los animales. Willy G. Christmas es un vagabundo desahuciado que busca darle un buen destino, antes de morir, a su perro M\u00edster Bones y a sus escritos. Ha sido un tipo realmente generoso: \u00abEso es lo que siempre he so\u00f1ado, M\u00edster Bones. Mejorar el mundo\u2026 Dejar el mundo un poco mejor de como lo has encontrado. Eso es lo m\u00e1ximo a que puede aspirar un hombre\u00bb (pp. 59-60). Desafortunadamente fallece y deja en el desamparo al can.<\/p>\n\n\n\n M\u00edster Bones ahora va en busca de un nuevo amo. Escucha la voz de su antiguo amo que le aconseja: \u00abcomo no encuentres otro amo, est\u00e1s perdido\u00bb (p. 114). Henry Chow, el primero, resulta ser un fiasco. Finalmente encuentra a la familia de Alice, que lo adopta, aunque le monta unas condiciones imposibles de soportar. Su nuevo nombre es ahora Sparky, como el m\u00e1nager que hizo campe\u00f3n a los Rojos de Cincinnati, hace ya muchos a\u00f1os.<\/p>\n\n\n\n Lo absurdo de su nueva vida es que deja de ser un animal de compa\u00f1\u00eda: \u00abEra un perro hecho para la compa\u00f1\u00eda, para el toma y daca de la vida en com\u00fan, y necesitaba que lo acariciasen, que hablasen con \u00e9l, que lo integrasen en un mundo donde no estuviera solo\u00bb (p. 135). Era un perro para \u00abla ternura de la convivencia\u00bb, ni m\u00e1s ni menos. Y todos en la familia de Alice se marchan a sus asuntos. Vienen las vacaciones y lo abandonan. Sparky, mejor dicho, M\u00edster Bones, enferma. Y en medio del delirio escucha la voz de Willy que le asegura que cuenta con un lugar en Tombuct\u00fa en caso de que pase a mejor vida, nunca mejor usada esta expresi\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n El final nos pone los pelos de punta. M\u00edster Bones no quiere ir al Refugio Canino a curarse y decide jugar a esquivar coches. No se trata de un suicidio, el mismo M\u00edster Bones lo aclara. Sin embargo, \u00abtarde o temprano, desde luego, las posibilidades acabar\u00edan agot\u00e1ndose, y pocos perros hab\u00edan jugado al esquivacoches sin perder en la \u00faltima vuelta\u00bb (p. 171). La novela concluye con estas estremecedoras palabras: \u00abCon un poco de suerte, estar\u00eda con Willy antes de que acabara el d\u00eda\u00bb (p. 171). \u00bfFinal feliz o infeliz? Nos inclinamos por lo primero. Tombuct\u00fa lo supera todo. Tombuct\u00fa es el lugar de la ternura de la convivencia. Preferible dejar este mundo cruel, y sin cometer suicidio en sentido estricto.<\/p>\n\n\n\n Los c\u00ednicos nos siguen marcando el camino. \u00abC\u00ednico\u00bb proviene del griego kyon<\/em>, que significa \u00abperro\u00bb. El perro simboliza la libertad y la sana anarqu\u00eda. D\u00edogenes de Sinope, c\u00ednico, sol\u00eda desafiar al orden establecido con sus gracejadas. M\u00edster Bones y Willy Christmas siguieron sus pasos y hoy duermen a pierna suelta en Tombuct\u00fa. Y para finiquitar este escrito, un pal\u00edndromo de mi hermano Gilberto que lo resume todo: \u00abyo sonre\u00ed, tierno soy\u00bb.<\/p>\n\n\n\n Referencia:<\/p>\n\n\n\n Auster, Paul, Tombuct\u00fa<\/em>, Trad. de Benito G\u00f3mez Ib\u00e1\u00f1ez, Anagrama, Colecci\u00f3n Compactos, No. 312, M\u00e9xico, 2011.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"Para Mar\u00eda Luisa Rodr\u00edguez, quien supo amar a todos los seres vivos, en particular a los animales. Tombuct\u00fa es un lugar paradis\u00edaco. Es \n [...]<\/a>","protected":false},"author":95,"featured_media":9638,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_mi_skip_tracking":false,"_exactmetrics_sitenote_active":false,"_exactmetrics_sitenote_note":"","_exactmetrics_sitenote_category":0,"_jetpack_memberships_contains_paid_content":false,"footnotes":""},"categories":[36],"tags":[],"jetpack_sharing_enabled":true,"jetpack_featured_media_url":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-content\/uploads\/2024\/06\/24-Paul-Auster.jpg","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9660"}],"collection":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/users\/95"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=9660"}],"version-history":[{"count":2,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9660\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":9662,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9660\/revisions\/9662"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media\/9638"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=9660"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=9660"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/espacio4.mx\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=9660"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}