Lo que no se puede decir

Se puede decir… que parecen hermana y «hermano»

Pero no se puede decir… que casi tomados de la «mano». A donde van en la gira, AMLO se deshace en halagos a favor de Claudia Sheinbaum, y cuando toma la palabra, llega a la exageración de que a veces la besa en la mejilla, nada más aquí entre nos, no vayan a salir con domingo siete, ya que es mucho y no es normal que se le acerque tanto como lo hace él, que la hace sonrojar, y que exprese una sonrisa más a fuerza que de ganas, por eso me atrevo a pedirles que ya le paren, y que se pongan a trabajar y dejen esa vana gira, donde andan gastando el dinero de los mexicanos, a «manos» llenas.

Se puede decir… que la ministra de la Corte se salió con la «suya»

Pero no se puede decir… que AMLO la arropó en «exceso». Y no fue porque sea ducha en Derecho, sino que ella está casada con un distinguido señor que es nada menos gran amigo del inquilino mayor de Palacio Nacional, y por eso y más, no se atrevió a destituirla, molestarla, ni a tocarla, sino todo lo contrario, la apoyó, protegió y la sostiene como ministra de la Corte, a pesar de haber plagiado la tesis para obtener el título de Licenciada en Derecho, que si eso es cierto, el hueso que ostenta, y todo lo que niegue, apruebe y firme como tal, es falso de «toda» falsedad.

Se puede decir… que Donald Trump volvió a «nacer»

Pero no se puede decir… que es una «víctima». Habrá que descifrar o investigar si las heridas que le resultaron en la cara fueron resultado de un real atentado o de un autoatentado, ahora bien, haya sido como haya sido, este hecho lo eleva, lo favorece, lo hace crecer física y políticamente, que su partido, sus seguidores y la mayoría de republicanos aprovecharán al máximo para que su aspiración presidencial se amarre, se logre y se afiance, y sobre todo, si el suceso no fue preparado y calculado estratégicamente para ganar adeptos, o fue un acto de «auténtico» exhibicionismo.

Se puede decir… que iba para el plan «B»

Pero no se puede decir… que así estaba «planeado». Al nieto del Tata Cárdenas, Lázaro Cárdenas Batel, AMLO lo tenía muy bien resguardado para en caso de que algo imprevisto sucediera con su corcholata, entonces saltaría solicito a escena el exgobernador de Michoacán, para tomar su lugar, pero por fortuna todo salió a pedir de boca, y ya le dieron de todas maneras un excelente hueso, que consiste en ser el brazo derecho de la presidenta electa, tal y como lo planeó, maquinó y decidió el señor presidente de la república, que ni duda cabe, fue una sesuda «jugada» de ajedrez.

Se puede decir… que Alito se encuentra en el filo de la «navaja»

Pero no se puede decir… que de ésta no se «salva». El político de marras, se halla en una grave situación que con nada ni nadie podrá salir adelante, a pesar de que ha hecho circo, maroma y teatro para salir a tambor batiente de sus negros propósitos, con los que sigue dañando al tricolor, lo que ya debe de dejar por la paz, y mejor empezar a preparar la forma de poner los pies en polvorosa, que si no, de un momento a otro, tiene el peligro de caer en la cárcel, al cargar una larga cadena de delitos que ha venido acumulando en su carrera política, desde «hace» tiempo.

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