Zona metropolitana de Saltillo: una movilidad basada en autos

Las mayores urbes del país superan los niveles de micropartículas de hasta 10 micras; urge diversificar las opciones de transporte y darle prioridad a las ecológicas

Iniciativas de ciudades para mejorar la calidad del aire

La mala calidad del aire es una consecuencia directa de ese tipo de movilidad. Las micropartículas de hasta 10 micras (que ingresan a nuestros pulmones) y las menores a 2.5 micras (que pueden penetrar en nuestro torrente sanguíneo) son particularmente nocivas. Naciones Unidas (NU) ha establecido los niveles máximos de concentración de estas micropartículas por metro cúbico de aire: 5 µg/m³ en promedio anual y 15 de exposición máxima en un día.

Todas las ciudades mexicanas con más de un millón de habitantes (17 en total) rebasan el primer criterio y 12 de las mismas tienen un promedio anual que desborda el nivel de exposición máxima en un día (ver tabla 1).

Los efectos sobre la salud pública son variados y graves: problemas respiratorios agudos y crónicos; enfermedades cardiovasculares; afectación del sistema inmunológico; impacto en la salud mental; aumento de la mortalidad y mayor riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. (ver tabla 2).

¿Es posible reducir los niveles de contaminación?

Durante un par de semanas compartí videos sobre cómo resuelven sus necesidades de movilidad humana 14 ciudades. Ahora informo sobre los niveles promedio de concentración de PM2.5 durante 30 días y los comparo con los observados en Saltillo. Sus sistemas de movilidad les permiten disfrutar de un aire cuatro veces más limpio en el caso de Viena y dos en Praga.

La evidencia nos permite afirmar que sí es posible reducir significativamente los niveles de contaminación atmosférica y nos muestra qué es lo que tenemos que hacer: diversificar las opciones de movilidad, depender menos del auto particular, impulsar opciones eficientes de transporte público con bajas emisiones y alentar la movilidad activa (especialmente caminar o trasladarse en bicicleta).

Aún más, al impulsar esas estrategias, se mejora sustancialmente la calidad de vida en los espacios urbanos, no solo la nuestra, sino también la de futuras generaciones a las cuales debemos intentar entregarles un mundo mejor junto con el ejemplo y la responsabilidad para continuar protegiendo nuestro medio ambiente.

¿Qué esperamos para actuar?

Tabla 1

Movilidad basada en autos y en combustibles fósiles

  • Congestionamiento vehicular.
  • Contaminación ambiental.
  • Costo de infraestructura inalcanzables.
  • Altos costos y tiempo de traslado.
  • Inseguridad vial.

Efectos sobre la salud pública

  • Problemas respiratorios agudos y crónicos.
  • Enfermedades cardiovasculares.
  • Afectación del sistema inmunológico.
  • Impacto en la salud mental.
  • Aumento de la mortalidad.

Tabla 2

«…existe evidencia clara y sustancial de un vínculo entre la contaminación del aire ambiente exterior y, en particular PM en el aire exterior, con incidencia y mortalidad por cáncer de pulmón, causando cientos de miles de muertes por cáncer de pulmón anualmente a nivel mundial» (p. 473).

Recomendaciones de política de salud pública.

«…que las ciudades busquen diseños urbanos más compactos y de uso mixto, con un cambio modal de transporte de vehículo privado al transporte activo»
(p. 473)

«…creciente interés en el uso de espacios e infraestructuras verde para mitigar la contaminación del aire» (p. 473)


Iniciativas de ciudades para mejorar la calidad del aire

La calidad del aire en las ciudades es esencial para la salud pública, el medio ambiente y la economía. Las iniciativas implementadas en ciudades como Londres, París, Copenhague y Bogotá demuestran que es posible abordar este desafío con éxito. Medidas como la creación de zonas de bajas emisiones, la promoción de la movilidad sostenible y la mejora del transporte público son ejemplos efectivos que otras metrópolis pueden emular. Es vital que las políticas y acciones continúen evolucionando para enfrentar los retos de la contaminación del aire.

1. Londres, Reino Unido

Londres ha implementado una zona de emisiones ultrabajas (ULEZ) en el centro de la ciudad. Esta zona impone tarifas a los vehículos que no cumplen con los estándares de emisiones más estrictos. Desde su implementación, la ULEZ ha reducido significativamente los niveles de NO2 en el área afectada. Además, se ha promovido el empleo de vehículos eléctricos y bicicletas, y se han mejorado los servicios de transporte público.

2. París, Francia

París ha adoptado varias iniciativas para mejorar la calidad del aire. Entre ellas, se encuentra el «Día sin automóviles», una jornada en la que se prohíbe la circulación de vehículos motorizados en el centro de la ciudad. Además, el «Plan Clima» de París incluye medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, promover el uso de energías renovables y mejorar la eficiencia energética de los edificios. También se han establecido zonas de bajas emisiones y se fomenta el uso de transporte público y bicicletas.

3. Copenhague, Dinamarca

Copenhague es conocida por su compromiso con la movilidad sostenible. La ciudad ha desarrollado una infraestructura extensa de carriles bici y ha promovido activamente el uso de bicicletas como medio de transporte principal. Este enfoque no solo reduce la contaminación del aire, sino que también mejora la salud de los ciudadanos y reduce la congestión del tráfico. Copenhague también planea ser neutral en carbono para 2025, lo que incluye la reducción de emisiones provenientes del transporte.

4. Bogotá, Colombia

Bogotá ha implementado varias iniciativas para mejorar la calidad del aire. La «Ciclovía», un evento semanal donde se cierran calles al tráfico vehicular para ser usadas por ciclistas y peatones, fomenta el ejercicio y reduce las emisiones. Además, el sistema de transporte público TransMilenio, que utiliza autobuses articulados en carriles exclusivos, ha mejorado la eficiencia del transporte y reducido las emisiones de vehículos.

Rector de la Universidad Autónoma de Coahuila (1994-1997). Investigador del Centro de Investigaciones Socioeconómicas de la Universidad Autónoma de Coahuila.

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