AMLO: el rebelde que cambió el régimen político y enterró a la partidocracia caduca

La elección abrumadora de Claudia Sheinbaum constituye el mayor éxito político de López Obrador. Pues no solo representa el reconocimiento del pueblo a su Gobierno, sino, lo más importante: la continuidad del proyecto que inició la transformación de un país antes dominado por los grupos de interés

Claudia Sheinbaum será una presidenta superpoderosa

Fin a la reelección de diputados y senadores: Claudia

Aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo.

George Santayana

El futuro del presidente Andrés Manuel López Obrador está en su rancho de Palenque, Chiapas, herencia de sus padres, no entre los bastidores del poder. La propiedad, de seis hectáreas, se dividió entre media docena de hijos. A él, por ser el mayor, le correspondieron 13 mil metros cuadrados y la casa. Cuenta con estanque y árboles tropicales y maderables. La denominación de la finca remite a una de las expresiones más frecuentes entre los mexicanos de todos los estratos: «La Chingada». El equivalente adverbial del adjetivo es: «a paseo». Es a donde muchos quisieran mandar al tabasqueño, y él mismo ofreció hacerlo si perdía las elecciones de 2018. El nombre tiene su historia. AMLO la contó así: «¿Sabes por qué “La Chingada”? Un dirigente zapatista, Genovevo de la O, después de la Revolución va a un ranchito y le puso así; y siempre que le decían “¿a dónde va Genovevo?”, decía “me voy a La Chingada» (Infobae, 15.04.22).

Después de alzarse en armas contra la dictadura de Porfirio Díaz y de apoyar al presidente Francisco I. Madero, De la O se unió a Emiliano Zapata, firmó el Plan de Ayala y gobernó el estado de Morelos. Combatió al Ejército constitucionalista de Venustiano Carranza y tras el asesinato del Atila del Sur, en 1919, pasó a las filas de Álvaro Obregón. En 1945 fundó la Federación de Partidos del Pueblo Mexicano, integrado por fuerzas diversas y algunas facciones del Partido Comunista. Miguel Henríquez Guzmán, uno de sus dirigentes, compitió en 1952 por la presidencia contra Adolfo Ruiz Cortines (PRI), Efraín González Luna (PAN) y Vicente Lombardo Toledano (Partido Popular, al cual se le agregaría después el término Socialista).

El PRI ganó a su estilo. «Ante las irregularidades del proceso y las prácticas fraudulentas del Gobierno para manipular el resultado de la elección, varios generales (entre ellos Marcelino García Barragán, futuro secretario de la Defensa Nacional y abuelo de Omar García Harfuch, colaborador cercano de la presidenta electa Claudia Sheinbaum) le presentaron (a Henríquez) un plan para tomar por la fuerza el poder. Jefes militares del Gobierno se pusieron a las órdenes del general Henríquez, este se negó a dar la orden para tomar violentamente el poder y recorrió las calles de la Ciudad de México para calmar a sus partidarios y simpatizantes para evitar más la represión violenta del Gobierno (de Miguel Alemán)» [Wikipedia].

Sin embargo, en los estados las protestas fueron reprimidas por el Gobierno de Alemán a sangre y fuego. Henríquez —originario en Piedras Negras— se retiró de la política después de las elecciones de 1952. Falleció el 29 de agosto de 1972. ¿Y De la O? La suya fue «una muerte más tranquila» que la sufrida por la mayoría de los líderes revolucionarios. El Congreso le rindió un homenaje en el salón de plenos de Donceles. Tras décadas ajetreo político, AMLO seguirá los pasos del general De la O: se retirará a su rancho de Chiapas, donde suele caminar por prescripción médica, después de un infarto y de un cateterismo, fortalecerse espiritualmente y hablar con los árboles «en el buen sentido» (Infobae, 31.12.23). La propiedad, valuada en 25 millones de pesos (3.5 veces menos que la casa blanca de Peña Nieto adquirida a un contratista del Gobierno federal), pertenece ahora a sus hijos. AMLO no será uno de los peores presidentes de México, pero puede ser uno de los mejores y más apreciados por el pueblo. El juicio corresponderá a la historia.

El legado de los caudillos

Lázaro Cárdenas es de los pocos presidentes en pasar a la historia por honesto. Andrés Manuel López Obrador tiene la misma aspiración: que se le recuerde por haber vivido en la «honrada medianía» aconsejada por Benito Juárez, uno de sus héroes tutelares. Recién iniciadas las campañas presidenciales, Grupo Reforma publicó una encuesta según la cual el 53% de los mexicanos reconoce a AMLO como un líder probo. Después de ceder el poder a Manuel Ávila Camacho, Cárdenas regresó a su estado natal, Michoacán. Su vivienda, en las proximidades del Lago de Pátzcuaro, era modesta. Ayudó a los necesitados con clínicas y escuelas y supervisó obras hidráulicas. Sus opiniones sobre derechos humanos y democracia eran tomadas en cuenta.

Los Gobiernos sucesivos lo observaban con recelo por su integridad moral y su apoyo a los movimientos de izquierda, contrarios al autoritarismo del PRI. Por la misma razón, la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por siglas en inglés) le seguía los pasos. Invitado por Fidel Castro, Cárdenas viajó a La Habana en 1960 para asistir a la conmemoración de las revoluciones de México y Cuba. Se cuenta que cuando Miguel Alemán ya había echado a andar la maquinaria del Estado para reelegirse, el general intervino. «El pueblo lo pide», argumentó el Cachorro de la Revolución. «Si es así, yo también podría animarme», replicó. Fin del sueño reeleccionista, que después acariciaría Carlos Salinas de Gortari, «destapado» en Torreón a través de un aviso de prensa.

López Obrador parece haber conseguido lo que el general no logró: el compromiso público y reiterado de su sucesora, Claudia Sheinbaum, de continuar un proyecto político y social que lo trascienda. Así pasó en Argentina con el Partido Justicialista de Juan Domingo Perón. AMLO, de 70 años, dejará la política tan pronto termine su mandato. Su salud no le permite realizar las jornadas extenuantes de sus tiempos de activista. Después de dos campañas para la gubernatura de Tabasco, lideró el PRD y fundó Morena. Entre 2000 y 2018 desarrolló cuatro campañas consecutivas: una para la jefatura de Gobierno de Ciudad de México, que ganó al panista Santiago Creel, y tres para la presidencia.

Mal que le pese a las élites y a la «comentocracia», dedicadas sistemáticamente a denigrarlo a él y a la 4T, sin doblegarlo ni atraerse a las grandes mayorías, AMLO terminará su presidencia con altos niveles de popularidad (73% de acuerdo con la encuesta de Reforma publicada en marzo), el aprecio de legiones y el odio de las cúpulas. López Obrador vivirá en México y tendrá tiempo de sobra para escribir sus memorias, pues aún tiene mucho que contar. De sus predecesores inmediatos, solo Vicente Fox reside en el país. Sus declaraciones impertinentes dañaron a Xóchitl Gálvez, excandidata del bloque PAN-PRI-PRD.

Fox dilapidó el capital político obtenido en las elecciones de 2000, cuando encabezó la primera alternancia, pero como presidente jamás estuvo a la altura de las circunstancias. Fue López Obrador, desde el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, donde despachaba como jefe de Gobierno, quien marcó la agenda nacional, mientras Fox daba palos de ciego, se encapsulaba en Los Pinos y, en el colmo de la frivolidad, alentaba la candidatura de su esposa Martha Sahagún para sucederle. El peor error político lo cometió al desaforar a AMLO para eliminarlo de la carrera presidencial de 2006. En ese momento le llegó su némesis.

Austeridad republicana

Para un país con la pobreza del nuestro, el avión presidencial era un insulto. «Ni Obama lo tiene», ironizaba Andrés Manuel López Obrador. Bautizado con el nombre de José María Morelos y Pavón, una de las piedras angulares de la guerra de independencia, el Boeing 878 sirvió de bandera para exhibir las extravagancias de los presidentes. El jet se compró en 2012 por 114 millones de dólares, pero en detalles y adecuaciones se gastaron otros 104.7 mdd, casi otro tanto del valor inicial. Peña lo estrenó cuatro años después, justo cuando su administración había entrado en barrena.

Después de mil intentos —incluida la farsa de una rifa— el Dreamliner se vendió finalmente al Gobierno de Tayikistán —antigua república soviética de Asia Central— en 92 millones de dólares, 22 mdd por debajo del precio original, sin incluir el equipamiento: suite presidencial, asientos de lujo, salones de reuniones, baños con acabados de mármol y pantallas panorámicas táctiles en cada butaca. AMLO no utilizó jamás la nave. Las giras de sus primeros años las hizo en vuelos comerciales. Otros jefes de Estado han prescindido también de los lujos. El colombiano Gusto Petro anunció, recién electo: «Todo avión que se compre para instituciones públicas (…), se vuelve a vender» (IMEF News, 22.06.22).

El compromiso 62, de los 100 asumidos por López Obrador, consistió en extinguir el Estado Mayor Presidencial (EMP) y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN). El primero era responsable de la seguridad del presidente, de su familia y de los secretarios de Estado, además de obtener información para el mandatario. El CISEN, cuyo antecedente fue la siniestra Dirección Federal de Seguridad, se dedicaba a espiar a críticos y enemigos del régimen, reales o imaginarios. De ser un cuerpo compacto en sus orígenes, el EMP contó al final con más 6 mil elementos, los cuales pasaron a la Secretaría de la Defensa Nacional. La desaparición de ese cuerpo de élite le ahorró al país más 12 mil millones de pesos en los seis últimos años, de acuerdo con AMLO (16.08.19).

Los presidentes vivían y despachaban en el Castillo de Chapultepec hasta que Lázaro Cárdenas decidió abrirlo al público como museo. En 1935 se mudó al rancho La Hormiga, cuyo nombre cambió por el de Los Pinos para darle formalidad. El general creó un ambiente austero, pero con el devenir la residencia oficial también se volvió imperial. López Obrador la transformó en Complejo Cultural Los Pinos, visitado por 2 millones de personas en promedio al año. AMLO permanecerá en Palacio Nacional hasta el 30 de septiembre, cuando concluya su Gobierno o incluso antes. Después se instalará con su esposa Beatriz en su rancho de Chiapas.

AMLO se retirará sin sueldo, pensión, personal de seguridad ni equipo de apoyo, pues desde su primer año de Gobierno los canceló para todos los expresidentes. En el sexenio anterior, sus predecesores recibieron 231.8 millones de pesos, distribuidos así: Felipe Calderón, 54.2 mdp; Vicente Fox, 48.9 mdp; Ernesto Zedillo, 37.8 mdp; Carlos Salinas de Gortari, 42.8 mdp; y Luis Echeverría, 44.1 mdp. A las viudas de Miguel de la Madrid y José López Portillo se les asignaron 2 y 1.6 millones de pesos anuales, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación (Infobae, 29.07.22). Zedillo y Salinas ya habían renunciado a la pensión. AMLO cobrará en septiembre su último sueldo: 128 mil 205 pesos (Nómina Transparente, Secretaría de la Función Pública). Los ministros de la Corte ganan 445 mil pesos mensuales cada uno entre sueldo aguinaldo y primas vacacionales (Manual de remuneraciones, Diario Oficial de la Federación 2023). E4

Las pensiones a los presidentes se cancelaron desde 2019

  • Luis Echeverría  44.1 mdp
  • Carlos Salinas     42.8 mdp
  • Ernesto Zedillo   37.8 mdp
  • Vicente Fox        48.9 mdp
  • Felipe Calderón  54.2 mdp

Sueldos

  • AMLO: 128,205 pesos mensuales
  • Ministro de SCJN: 445,000 pesos mensuales cada uno entre sueldo, aguinaldo y primas vacacionales.

Claudia Sheinbaum será una presidenta superpoderosa

Lo mismo que a Bukele en El Salvador, la mexicana recibe la votación más alta de la historia. El mandato de las urnas es continuar la agenda reformista de la 4T

El triunfo de Claudia Sheinbaum fue precedido por otro igualmente clamoroso, anticipado por todas las encuestas como el de la candidata de Morena en México. Los salvadoreños eligieron el 4 de febrero a Nayib Bukele para un segundo periodo en la presidencia con más 2.7 millones de votos (84% del total). Nuevas Ideas se hizo también con 54 escaños, de 60, de la Asamblea Legislativa y gobierna 13 de los 14 departamentos. Los partidarios del empresario y político de 42 años pulverizaron a las fuerzas tradicionales. Manuel Flores, del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FLMN) y Joel Sánchez, del conservador Alianza Republicana Nacionalista (Arena) obtuvieron en conjunto 381 mil (7.61%).

Nuevas Ideas ganó la presidencia en 2019 con su fundador, Bukele, un año después de su legalización. El mismo tiempo le llevó a Emmanuel Macron vencer a la partidocracia francesa, con su partido En Marcha (rebautizado como Renacimiento), para ocupar la presidencia. Morena tardó cuatro años para ascender al poder, y cuatro más para erigirse en partido dominante. El 2 de junio, casi 36 millones de mexicanos le dieron su voto para conservar la presidencia, alcanzar la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y estar a dos lugares de conseguirla también en el Senado. La ola guinda gobierna 24 estados y es la primera fuerza en 27 de las 32 legislaturas locales, lo cual le permite emprender nuevas reformas constitucionales.

«En el mundo hay conservadores y radicales: los conservadores no quieren los cambios y los radicales, como yo, quieren los cambios y sin esperar tanto».

(Contrapunto, 03.09.12).

Considerado por la agencia AP como un «rockstar», Bukele se describía así en los inicios de su carrera política: «[…] Toda la vida he sido de izquierda y mi pensamiento es de izquierda (…) no veía otra opción más que el FMLN, que es la única expresión de la izquierda en El Salvador. (…) Soy de izquierda radical porque quiero cambios radicales (…), no debe imperar más la “ley de la jungla”. En el mundo hay conservadores y radicales: los conservadores no quieren los cambios y los radicales, como yo, quieren los cambios y sin esperar tanto» (Contrapunto, 03.09.12).

Bukele ganó las alcaldías de Cuscatlán y de San Salvador entre 2012 y 2018 por el FMLN. En 2017 fue expulsado por discrepancias con la cúpula del Frente y un año después fundó Nuevas Ideas, cuya posición oscila entre la derecha y la derecha extrema. El bukelismo no ha estado exento de escándalos y acusaciones por violar los derechos humanos en su campaña contra las pandillas. Previo a las elecciones de este año, el Congreso, de mayoría oficialista, aprobó una iniciativa de Bukele para reducir de 262 a 44 el número de municipios, y de 84 a 60 los asientos en el Congreso. La oposición denunció que el ardid era para concentrar el poder, no tuvo eco.

La elección de Claudia Sheinbaum, tres meses después, resultó también apabullante: 35.9 millones de votos (20% más que López Obrador en 2018), 365 diputados y 83 senadores junto con sus aliados, los partidos del Trabajo y Verde Ecologista. El oficialismo triunfó además en siete de los nueve estados que eligieron gobernador. Los 256 distritos obtenidos por la coalición representan el 85% del total; y las 58 senadurías de mayoría relativa, casi el 92%. Sheinbaum asumirá el poder el 1 de octubre con toda esa fuerza para continuar la agenda reformista de la 4T, iniciada por López Obrador. Tal es el mandato de las urnas. El PRI y el PAN fueron condenados a deambular por el país cual fantasmas. E4


Fin a la reelección de diputados y senadores: Claudia

La reelección consecutiva de diputados y senadores resultó de una concesión del presidente Enrique Peña Nieto a la partidocracia firmante del Pacto por México (PRI-PAN-PRD). El país «vivía una aguda parálisis legislativa en la que se dejaron de aprobar reformas importantes para elevar la calidad de las familias mexicanas (…). Entre todos colocamos los cimientos para transformar a México», declaró el 31 de enero de 2014 en el Alcázar del Castillo de Chapultepec, donde promulgó la reforma política. El líder priista César Camacho recurrió a la desmesura: «(…) es el cambio de régimen y de Gobierno más importante». Su homólogo panista Gustavo Madero prefirió arrastrarse: «(…) en ninguna época de México un presidente (…) había logrado contar con tanta disposición y colaboración de la oposición como (…) Enrique Peña Nieto».

La reforma de 2014 dejó en manos de los congresos locales el nombramiento de diputados y alcaldes por varios periodos inmediatos. La reelección devino negocio lucrativo para las cúpulas partidistas y espacio para la impunidad. El fuero protege a exgobernadores acusados de corrupción y otros delitos como el actual líder del PRI, Alejandro Moreno, quien será senador plurinominal. Rubén Moreira, el número dos del CEN priista, denunciado junto con su hermano Humberto ante la Corte Penal Internacional de crímenes de lesa humanidad por las masacres de Allende y Piedras Negras, será diputado federal por tercera ocasión. El clan que gobernó Coahuila por 12 años no ha sido investigado por la deuda de 40 mil millones de pesos cuyo destino se ignora.

Manlio Fabio Beltrones, exgobernador de Sonora, exlíder del PRI y otra de las figuras políticas más cuestionadas, volverá al Senado. Su participación en los episodios posteriores al asesinato de Luis Donaldo Colosio, por encargo del presidente Carlos Salinas de Gortari, está cubierta de sombras. Marko Cortés, dirigente del PAN, también se autoasignó, como Moreno y Jesús Zambrano (PRD), un escaño en la Cámara Alta. Dante Delgado, jerarca de Movimiento Ciudadano, tuvo al menos el cuidado de figurar como suplente de la fórmula senatorial encabezada por Luis Donaldo Colosio hijo, quien se salvó de la derrota en el último minuto.

Los partidos derrotados el 2 de junio —el PRD perdió su registro— tiraron por la borda la oportunidad de postular perfiles ciudadanos para la presidencia, los congresos federal y locales, las gubernaturas y las alcaldías. El bloque opositor prometió abrirse a las expresiones civiles, pero al final la vieja partidocracia volvió a imponer sus intereses: se encapsuló y recurrió al engaño. La ciudadanía, sin embargo, dejó de comulgar con ruedas de molino. Con su voto e inasistencia a las urnas (el abstencionismo rondó el 49%) dejó el camino franco a Morena para hacerse con todo el poder.

Para combatir el enchufismo en el Congreso, la presidenta electa Claudia Sheinbaum promoverá una reforma que reincorpore a la Constitución general y a las estatales la proclama maderista de la «no reelección». Empezará con los diputados federales, locales y senadores. La de alcaldes podría permanecer, pero con una auténtica participación de la ciudadanía, sin la influencia de las jerarquías partidistas. El propósito es que los electores decidan si un presidente municipal, de acuerdo con su desempeño, merece o no ser reelecto, pues un solo periodo es insuficiente para desarrollar los planes de Gobierno. E4

Torreón, 1955. Se inició en los talleres de La Opinión y después recorrió el escalafón en la redacción del mismo diario. Corresponsal de Televisa y del periódico Uno más Uno (1974-81). Dirigió el programa “Última hora” en el Canal 2 de Torreón. Director del diario Noticias (1983-1988). De 1988 a 1993 fue director de Comunicación Social del gobierno del estado. Cofundador del catorcenario Espacio 4, en 1995. Ha publicado en Vanguardia y El Sol del Norte de Saltillo, La Opinión Milenio y Zócalo; y participa en el Canal 9 y en el Grupo Radio Estéreo Mayrán de Torreón. Es director de Espacio 4 desde 1998.

Deja un comentario