Amar en tiempos de olvido

«El primer amor debiera ser el amor propio»

Noemí Calvo

Me encantó la frase de la artista española. Es una invitación hermosa a querernos, y es que el amor empieza en primera persona. Si no te amas tú, difícilmente puedes amar a los demás. Hay, tristemente, quienes no se quieren, incluso se detestan. Debe ser una existencia yerma y dolorosa la que cargan a cuestas. El amor propio no se circunscribe a la autoestima o la confianza que nos otorgamos, o a sentirnos a gusto con la forma en que nos vemos, va más allá, se trata de una vinculación profunda con ese «yo» interno, con el lado más sensible de nuestra condición humana. El amor propio requiere entender que existe un límite entre el amor a los demás y el que nos dispensamos a nosotros mismos, significa también saber irse cuando no te valoran, y el no permitir que otros de tomen como receptáculo de sus miedos y de sus frustraciones. Ese estado de aprecio hacia ti mismo lo vas comprendiendo en la medida en que haces cosas por ti.

Cuando esto no se tiene claro se abre la puerta a los abusos y maltratos, etc., que se engloban en un término: violencia, sin saber cómo afrontarlos, y mucho menos, resolverlos. El amor propio es la piedra angular en la que se cimienta la estabilidad emocional de las personas. ¿Cómo vas a amar a otro si ni siquiera te amas a ti mismo? Para los psicólogos esta ausencia queda evidenciada en soledad, en miedo, en sentimientos de amarga inseguridad, de culpa, de vergüenza, de enojo, y es por ello que quienes la padecen no saben poner límites al maltrato psicológico, emocional y hasta físico en los casos más extremos, de lo que son objeto. Y esto viene como preámbulo a una realidad que duele y que atañe en un alto porcentaje a las mujeres, en nuestro país: la violencia física. A lo largo de su vida, la totalidad de las mujeres y niñas enfrentan un índice de violencia alto, del 70.1%. Pero para las mujeres y niñas con discapacidad, la tasa es incluso mayor: el 72.6% han sufrido violencia al menos una vez en su vida. México ocupa el deleznable décimo sitio con 1.4 de feminicidios por cada 100 mil mujeres. Del total de 5,632 personas denunciadas por violencia doméstica, el 76.2% fueron hombres y un 23.8% mujeres. Hay mujeres que no se quieren, que nadie les enseñó a quererse y varones que padecen el mismo mal.

Este 8 de marzo celebramos el día Internacional de la Mujer. Lo empaña esta realidad.

Y lo seguirá empañando mientras continúe habiendo machos golpeadores y mujeres sumisas. Y mientras no se manden al carajo un montón de aspectos que aún se lastran en estos tiempos de modernidad y de avances tecnológicos espectaculares. Al hombre se le está olvidando ser quien es. Está abdicando de su condición humana y convirtiéndose es un robot con aspecto humano, de esos que veíamos los niños de mi tiempo en las películas de ciencia ficción. Las mujeres jugamos un rol sustantivo en la formación de las nuevas generaciones, somos las que principalmente les enseñamos a los hijos a ser personas, y esto no es nuevo. Y se podía en otras épocas en las que las mujeres eran mamás de tiempo completo…ah caray…Yo tuve una mamá que trabajaba todo el santo día de Dios en su tienda de ropa y en su salón de belleza, pero nunca estuvo ausente, ni sentí jamás soledad interior y yo sabía que su número uno era yo. ¿Cuándo nos perdimos y empezó a crecer una sociedad de niños huérfanos con padres vivos? En este siglo XXI muchos clasemedieros son profesionistas y trabajan ambos ¿Y eso explica tanto muchacho hijo de la televisión y del iPad, y del celular, y de quien sabe cuántos aparatos más, con padres de a ratitos? ¿Con padres que los visten, les proporcionan alimentos y los mandan a la escuela? Y algunos ni eso. El iPad y todos los demás aparatejos nunca van a suplir el diálogo, el tiempo compartido para comer, reír, pasear juntos, acomodarse en el sillón abrazados y quedarse en silencio, hablando desde el corazón, porque lo que se siente en esa cercanía con tus padres, no te lo da nadie, ni se substituye con nada.

La mujer no es la única responsable de criar, de formar, de cuidar, de estar con los hijos que hicieron entre dos, también el varón, es el padre, le toca compartir con ella todo, incluso las tareas del hogar. No hay excusa para no cumplir con un deber de amor ineludible. O no tengan hijos, hoy día los van sustituyendo con mascotas, con perritos, los que «no se quieren perder el a ver que se siente tener algo para abrazar y hacerles cariñitos». A otros que también se les ha mandado a paseo son los valores éticos, los principios que le dan sentido a la vida. Sin ellos, aunque muchos no lo crean, somos nuez vana, cántaro sin alma, vacío sin fondo, río estancado, muertos en vida…y todo lo que usted que hace favor de leerme quiera agregarle. Hoy lo importante es andar al último grito de la moda, en todo, en vestuario y en aparatos de los que nos vamos volviendo dependientes hasta el esclavismo. Dentro de poco los saludos van a ser por Facebook, por WhatsApp, por cualquiera de las redes en boga, y a los traumatólogos les va a sobrar chamba, con tanto cuello encorvado y dedos tiesos. Si ya lo vemos, llegas a algún sitio, saludas, y si alguien te voltea a ver, lo hace como si fueras extraterrestre, o extranjero hablando una lengua desconocida, si bien te va.

Ah…y los siquiatras se van a hacer ricos con tanto enfermo de depresión.

¿Qué más vamos a mandar al diablo este fabuloso siglo XXI? Mi amiga Laurita me ha repetido hasta el cansancio que a quienes debiéramos mandar pero al grito de ya, es a tanto político sinvergüenza que nos ha desgraciado la existencia. Nomás que ella misma reconoce que eso está en chino mandarín porque son con los que se identifica el grueso de los mexicanos. Y tiene razón, esa caterva de malandrines son los que ganan las elecciones, pero ahí hay corresponsabilidad de los sufragantes… ¿Por qué votan por gente que a su paso por los cargos públicos ocupados han dejado prueba fehaciente de lo que son? ¿Y qué son? Pues todo lo que les hemos permitido que sean quienes los alquilamos para el puesto y les pagamos la dieta, pero no nos ocupamos de revisarles el desempeño. Nomás repare usted en los años que nos tardamos en darnos la alternancia en la presidencia de la República: 70. Y después de venir de una dictadura, que ahora que la veo a la distancia, me parece menos dictadura comparada con la que hoy nos pudre.

¿De qué estamos hechos los mexicanos? ¿De qué material está conformado nuestro aguante? ¿Cómo hemos podido soportar un sistema político que está encancerado hasta el tuétano y sin embargo no nos atrevemos a arrancarlo de raíz? En 2018 volvieron a votar a favor de su permanencia el hartazgo, las ganas de vengarse de millones de mexicanos que nunca han visto el sol en sus vidas por acciones venidas del gobierno que diera un golpe de timón y cambiaran el derrotero de las mismas, otros votaron con pactos inconfesables de por medio, para seguir «gozando» de las mieles del poder —varios son miembros del gabinete, del primerísimo y del ampliado, u ocupan curules en las cámaras— y otros porque creyeron genuinamente en la promesa de transformar a México… ah…y algunos capitanes de industria de mucho peso y pesos le dieron el espaldarazo, cuidando sus intereses. ¿Qué ha cambiado? ¿Dónde está la transformación prometida? ¿Austeridad? Narices, el sátrapa hizo que le acondicionaran Palacio Nacional para hacerlo habitable ¿sabe cuánto costó y cuanto nos cuesta su mantenimiento? ¿Cómo se innovó la forma de gobernar? La pobreza va al alta, la inseguridad junto con ella, la educación y la salud no son prioridades, el presidencialismo más canino que nunca… Las obras «faraónicas» destacan como evidencia del ego desmesurado del que gobierna y no sirven para maldita la cosa, salvo para despilfarrar recursos que se requieren a gritos en otras áreas.

El gobierno en turno no tiene ni la más pálida idea de qué se trata, no sabe ni ma… de aspectos básicos de administración, ni se ha rodeado de gente que le sepa. ¿Qué quiere? Alguien en las redes sociales puso que «llevarnos a la m…» ¿Lo vamos a permitir? Ya le dijimos en dos manifestaciones, la del 13 de noviembre y la del 26 de febrero, quienes no estamos de acuerdo con su política de cuarta que no, que no va a mandar a volar al instrumento que nos ha permitido tener elecciones transparentes y válidas, que son principio de un régimen democrático. Ya desdeñó la participación ciudadana ordenada, pacífica y sin acarreados. Pues que la desdeñe, ni nos asombre, ni nos extrañe. Ahora bien ¿y qué sigue? ¿Vamos a ser flor de un día? Si cometemos esa torpeza, demos por sentado que su movimiento se adueña de Edomex y de Coahuila este 2023 y el 2024 repite en la presidencia de la República, en las dos cámaras del Poder Legislativo de la Unión, y en las elecciones locales que tendrán lugar en varias entidades del país. La tarea es cuesta arriba, no es pan comido. Vamos contra todas las dádivas que se reparten en nombre del illuminati. Y son un mundo de beneficiarios de la tercera edad y de la del tesoro que se va para no volver, los «comprometidos»”. Y también contra la burocracia morenista de 23 estados de la república, multiplicados mínimo por tres, y contra «Midas» impronunciables que aflojan billetes al por mayor a cambio del laizze faire laizze passer, aunque se enojen los gringos, entre otros. Está en chino ¿O no?

Ojalá que nos amemos un poquito…

Licenciada en Derecho, egresada de la UNAM. Posee varios diplomados, entre los que destacan Análisis Político, en la UIA; El debate nacional, en UANL; Formación de educadores para la democracia, en el IFE; Psicología de género y procuración de justicia. Colabora en Espacio 4, Vanguardia y en otros medios de comunicación.

Deja un comentario