El Boyatón, cruzada ciudadana para revivir la ciclovía de Saltillo

La iniciativa del exrector de la UAdeC, Alejandro Dávila, y la respuesta de la sociedad hacen posible ofrecer a los usuarios una movilidad sustentable, frente al silencio de las autoridades

¿Se usa la ciclovía?

¿Cómo se financia el proyecto?

No hubo descanso a fin de año para los protagonistas del Boyatón, proyecto social que busca solucionar los problemas de vialidad que presenta la capital coahuilense con respecto al pésimo estado de la ciclovía y que el Gobierno municipal cuando no lo desatiende, se desentiende. Poco a poco, el equipo de voluntarios que lleva adelante esta iniciativa ha logrado instalar 787 boyas, según su reporte del 2 de enero.

Casi a diario se comparte en redes sociales o mediante correo electrónico los avances obtenidos en distintas arterias de la ciudad que incluyen la calle Salvador González Lobo, desde Abasolo hasta Hidalgo, así como el Bulevar Vito Alessio Robles y el periférico Luis Echeverría —los dos puntos de mayor riesgo para los ciclistas en el poniente, que ya han sido atendidos—.

El trabajo representa jornadas extenuantes, donde los integrantes del equipo varían —estudiantes, trabajadores, jubilados— pero todos comparten el mismo entusiasmo por devolver la seguridad a quienes utilizan esta opción ecológica y saludable para trasladarse.

Desidia gubernamental

El 4 de diciembre Alejandro Dávila, exrector de la Universidad Autónoma de Coahuila, y uno de los organizadores del Boyatón, le envió un oficio al alcalde José María Fraustro Siller, con copia para el director de Obras Públicas, Virgilio Verduzco Echeverría, para desglosar antecedentes, hechos y propuestas que conforman el proyecto.

El documento servía, además, como llamada de atención a las autoridades para que garanticen el cumplimiento de las leyes que protegen a peatones y ciclistas y que impulsan un desarrollo urbano en permanente equilibrio con la naturaleza.

En sus propuestas se leía:

  • Demandamos que nuestras autoridades dejen de considerar, en los hechos, a los ciclistas como ciudadanos de tercera.
  • Pedimos que el Ayuntamiento de Saltillo respete las leyes arriba señaladas, así como el Reglamento de Tránsito y la recomendación 5/2017 emitida por la CDHEC.
  • Le proponemos una asociación «Boyante» con los ciudadanos de Saltillo interesados en la movilidad sustentable: Por cada boya instalada y bloque de neopreno asegurado, que el Municipio se comprometa, al menos, a hacer otro tanto.

Sin embargo, hasta el momento, los activistas no han recibido ninguna respuesta del oficio turnado.

Instrumento electoral

Mientras en Saltillo las autoridades hacen la vista gorda a los problemas de la ciclovía, en Ciudad de México la precandidata de Morena a la Jefatura de Gobierno de la capital, Clara Brugada, propuso descentralizar las ciclovías para que la bicicleta sea el futuro de la ciudad.

Brugada señaló que esta infraestructura debe promoverse más y no concentrarse solo en el centro de la ciudad, sino extenderse a todas las alcaldías de la metrópoli.

La precandidata de Morena destacó que la bicicleta es un medio de transporte sustentable y saludable, además que ayuda a reducir la contaminación y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

¡A seguir rodando limpio! E4

Beneficios de ciclovías

Protección

  • Es fundamental priorizar la seguridad de los ciclistas, por eso se han diseñado vías exclusivas para este medio de transporte, evitando así el contacto con los automóviles.

Descongestionamiento de tráfico

  • En los lapsos de horas pico el tráfico en las ciudades se convierte en un caos, pero en esos momentos las ciclovías se convierten en la principal alternativa para evitar el congestionamiento.

Economía

  • Utilizar una bicicleta y, por consiguiente, un carril adecuado, conlleva un ahorro significativo. En primer lugar, en cuanto a combustible y, en segundo lugar, se evita el gasto en piezas costosas cuando el coche se avería.

¿Se usa la ciclovía?

Con la frase «los muertos que vois matáis, gozan de cabal salud», atribuida habitualmente al drama romántico Don Juan Tenorio, de José Zorrilla, aunque en realidad es de una traducción al español de la comedia francesa El Mentiroso, de Pierre Corneille, los impulsores del Boyatón demuestran que en Saltillo la ciclovía sí se utiliza a diario y aprovechan para entrevistar a personas que la transitan para conocer su opinión sobre el proyecto de reinstalación de boyas.

Algunos de los entrevistados son Juan José González Dávila, montacargista; David Lagos, fotógrafo; Daniel Espinoza Cruz, intendente en la Universidad Autónoma de Coahuila y Bernado Herrera Araiza, empleado en Il Mercato de Parque Centro, y Juan Palacios, albañil.

Todos coinciden en la importancia de este trabajo pues no solo imprime mayor organización al caos vial citadino, sino que los protege de accidentes que pueden llegar a ser mortales.

A continuación, algunas de las opiniones compartidas:

«Me parece muy bien lo que están haciendo. (La bicicleta) es mi medio de transporte. Llego más rápido que estar esperando la combi y es más económica».

Juan Palacios, albañil.

 «Los grupos de ciclistas en Saltillo son muchos. Numerosas personas la utilizamos (la ciclovía) o la queremos utilizar porque en realidad está destruida y en la mayoría de los tramos se estacionan los coches y tenemos que invadir los carriles de los automóviles, lo cual representa un peligro para nosotros. (El Boyatón) es excelente, aunque en realidad eso le debería tocar al Gobierno hacerlo. Ellos deberían garantizarnos una vía segura por donde circular, pero todos los ciclistas estamos de acuerdo en apoyar el proyecto».

David Lagos, fotógrafo

«Me parece muy bien (El Boyatón) porque la ciclovía ya está muy descuidada. Lamentablemente los alcaldes y el gobernador no apoyan para nada en esto, sabiendo que la bicicleta es un vehículo que se usa mucho y hace mucho bien en la salud».

Daniel Espinoza Cruz, intendente.

«Antes no usaba tanto la ciclovía porque estaba toda descompuesta y tenía miedo a que se brincara un carro a este lado, pero ya estando las boyas es diferente y la uso todos los días».

Jesús Sánchez, trabajador.

¿Cómo se financia el proyecto?

Una obra de esta envergadura requiere de recursos y transparencia para su adecuado manejo. Sobre la estrategia que llevan a cabo para obtenerlos y conducirlos nos explican sus protagonistas:

«Hasta el 31 de diciembre de 2023 se realizaron tres rondas de donaciones de boyas, durante las cuales 55 personas aportaron 94 mil 463.08 pesos, recursos con los que se adquirieron mil 091 boyas. Otras tres personas donaron 70 boyas metálicas, para un total de mil 161.

»Para el 1 de enero del 2024 ya se habían colocado 737 boyas, de manera que nuestro inventario de boyas por instalar asciende a 424. El más reciente inventario físico fue publicado el 31 de diciembre del pasado año.

»También recibimos un donativo de la fundación Voluntarios-México, por un monto de 10 mil 971.91, para la compra de tres cubetas de pintura y una cubeta de solvente thinner que se emplearán en el repintado de la línea limítrofe de la ciclovía sobre la calle Salvador González Lobo, desde Abasolo hasta Hidalgo. El equipo y los operarios serán proporcionados por el empresario Rodrigo Valle Dávila». E4

Espacio 4.

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