Hace unos días nuestro alcalde de Saltillo, José María Fraustro Siller, compareció ante el pueblo de esta ciudad a rendir su primer informe de Gobierno al frente de la administración municipal. Basta decir que se cumplió con lo planificado para el año que ha terminado, respondiendo a las necesidades más apremiantes y sentidas de la población.
Y es muy importante mencionar el hecho irrefutable de que gran parte del éxito de Chema Fraustro se debe a la sensibilidad política de quien ha recorrido con sobriedad, prudencia y astucia enormes responsabilidades políticas, públicas, académicas y partidistas, en donde la principal virtud de Chema ha sido el cumplimiento del deber, maximizando los recursos disponibles, guardando la Constitución, sus leyes y sus obligaciones jurídicas y morales, con templanza y la moderación de un hombre adusto y sin esa inútil verborrea que ya nos tiene hasta la coronilla por parte de AMLO.
Y no estamos hablando de las virtudes que hacen de Fraustro un político moralmente asequible. Porque nunca se podrá decir que Chema sea maquiavélico, tampoco un político de moral kantiana o apegado a Montesquieu. Nada de eso. Nuestro alcalde no pretende deslumbrar a nadie, él ha participado en el servicio público de varios Gobiernos y ha vivido muy de cerca lo transitorio del poder.
Digamos que a eso se debe la humildad política que caracteriza a Chema Fraustro Siller, esa condición que deviene de quien ha sido congresista, legislador, rector universitario, subsecretario de Estado, oficial mayor en la SEP federal, presidente de un Congreso de diputados, secretario de Gobierno, presidente colegiado de un Cabildo, dirigente de asociaciones civiles y partidistas, una vasta experiencia en la que Chema ha tomado conciencia de que ningún asunto importante debe resolverse en solitario ni de manera autocrática o caciquil, sino con el concurso de la mayoría, con la visión global de los asuntos colectivos en la consecución del bien común.
Y es que de acuerdo con lo planeado en este año por decisión colegiada del Cabildo, atendiendo a ciudadanos, además, con la excelente relación que Chema tiene con el gobernador Miguel Ángel Riquelme, el municipio pudo llevar obra pública al área urbana y rural de Saltillo, ciudad que se ha posicionado como la primera capital estatal para vivir mejor en México por su alta calidad de vida gracias a la reconocida seguridad pública, aunado esto a su crecimiento económico, oferta de empleo y buen Gobierno.
Un buen Gobierno municipal porque en esta capital Fraustro gobierna con el consenso de los empresarios con los que lleva una excelente relación, con universitarios, académicos, obreros, campesinos y pueblo en general. Y es que en Fraustro no hay esa locuacidad que crispa y polariza. No hay enfrentamiento con empresarios, ni provocación a universitarios, ni maltrato a las mujeres, ni ataques a la prensa, ni descalificaciones a intelectuales, científicos o luchadores sociales. Es obvio que a nuestro alcalde el futuro le promete grandes retos y oportunidades. Su disciplina y capacidad le deparan una senaduría y luego, por qué no, la gubernatura de su estado, Coahuila. ¡Feliz Año Nuevo!