Luces y sombras 682

Luces

El año 2021 nos alegró con una excelente noticia para la libertad de prensa. Casi un siglo después de que el periodista alemán, Carl von Ossietzky, ganara el Premio Nobel de la Paz en 1935, otros dos representantes del gremio fueron condecorados con la importante distinción: la filipina María Ressa y el ruso Dmitriv Muratov por «sus esfuerzos para salvaguardar la libertad de expresión, que es una condición previa para la democracia y la paz duradera».

En palabras del Comité Noruego ambos «son representantes de todos los periodistas que defienden este ideal en un mundo en el que la democracia y la libertad de prensa se enfrentan a condiciones cada vez más adversas.

El 10 de diciembre se llevó a cabo en Oslo la entrega del galardón que destaca los excepcionales logros de los medios de comunicación en un mundo cada vez más polarizado, donde los hechos y la verdad son sometidos a un implacable ataque, que les ha costado la vida a 39 colegas del gremio, según la organización Reporteros Sin Fronteras.

María Ressa cofundó en 2012 Rappler, una empresa de medios digitales para el periodismo de investigación, la cual dirige actualmente y utiliza como plataforma para exponer la corrupción del Gobierno de Rodrigo Duterte y denunciar los rejuegos financieros y conflictos de interés de las principales figuras políticas en Filipinas.

Hoy pesan sobre ella múltiples demandas judiciales que estuvieron a punto de impedirle viajar a Oslo para recoger su distinción. Si es condenada por todos los cargos, se enfrenta a la posibilidad de pasar décadas en prisión.

Durante su discurso de aceptación, Ressa señaló que era apenas la décimo octava mujer en recibir el Premio Nobel de la Paz. Afirmó que las periodistas están «en el epicentro del riesgo» y añadió: «Hay que atajar esta pandemia de misoginia y odio, ahora».

Dmitriv Muratov, por su parte, es uno de los fundadores del periódico independiente Novaya Gazeta y, en palabras del Comité Noruego, «ha defendido durante décadas la libertad de expresión en Rusia en condiciones cada vez más desafiantes». Desde la aparición de este medio, en 1993, seis de sus periodistas han sido asesinados. Sin embargo, hoy se le considera un proveedor de informaciones censuradas dentro de la sociedad rusa que no se atreven a publicar otros medios de comunicación.

Al recibir el Nobel, Muratov señaló que más de un centenar de periodistas y defensores de los derechos humanos han sido calificados como «agentes extranjeros» en Rusia. «Muchos de nuestros colegas han perdido su trabajo. Algunos tienen que abandonar el país. Algunos se ven privados de la oportunidad de llevar una vida normal durante un periodo de tiempo desconocido. Quizá para siempre», dijo.

Amnistía Internacional resaltó la importancia de que el premio Nobel cayera en manos de periodistas, pues destaca a nivel mundial la trascendencia de este oficio como herramienta para salvaguardar la democracia. «Al suprimir la libertad de prensa, se amenaza la libertad de información de la ciudadanía y se reprimen sus derechos. Cuando la luz de la libertad de los medios de comunicación pierde su brillo, la rendición de cuentas a la ciudadanía se torna oscura. La evidencia de estas verdades nos rodea: no se salva ningún país, región ni sistema político. Está en los periodistas muertos, atacados, encarcelados, silenciados, en aquéllos a quienes se les niega el visado o se amenaza con la extradición; en los medios de comunicación obligados por los gobiernos a cerrar, en los monopolios o grupos de interés que secuestran la diversidad de los medios de comunicación o en la investigación periodística despojada de imparcialidad, exactitud y objetividad», publicó en su sitio web.

Sombras

El año 2021 volvió a estar marcado por la violencia en casi todos los ámbitos de la vida social y política de México. En los primeros 10 meses del año se contabilizaron 23 mil 845 homicidios dolosos, según datos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

El crimen organizado sigue cobrando vidas y Zacatecas es el mejor ejemplo. En apenas tres meses —de septiembre a octubre— fueron asesinadas 440 personas en ese estado, lo cual llevó al presidente Andrés Manuel López Obrador a reforzar la seguridad con el envío de efectivos de soldados y helicópteros artillados. Aun así, el secretario de Defensa, Luis Cresencio Sandoval, calcula que la entidad supere los mil 500 muertos al finalizar el año.

Pero no se trata solo de delitos asociados a carteles. Los feminicidios en México no cesan a pesar de los reclamos y las manifestaciones para poner fin a este flagelo social. El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, señala que, de enero a octubre de 2021, 809 mujeres fueron asesinadas por cuestiones de género. En respuesta, del 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, al 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos, se celebraron marchas en las principales metrópolis del país al grito de «Señor, señora, no sea indiferente, se mata a las mujeres en la cara de la gente», «Policía escucha, tu hija está en la lucha».

La violencia familiar aumentó más del 16% de enero a octubre de 2021 —214 mil 277 casos— con relación al mismo período de 2020 —184 mil 464 casos—. Un comportamiento similar tuvieron las violaciones que en el mismo lapso crecieron de 13 mil 867 reportes a 17 mil 784.

Nota especial para los ataques y delitos relacionados con las pugnas por cargos políticos en el país. De acuerdo con datos del «Indicador de Violencia Política en México», realizado por la consultora Etellekt, del 7 de septiembre de 2020, cuando inició el proceso electoral federal, al 6 de junio de 2021, día en que se realizaron los comicios, se registraron mil 066 agresiones en contra de políticos y candidatos, con un saldo de 954 víctimas de diversos delitos. En cuanto a homicidios, durante el mismo período fueron asesinados 102 políticos, de los cuales 36 eran aspirantes o candidatos. De estos últimos, 31 buscaban cargos del ámbito municipal y 90% eran opositores a los alcaldes de la localidad donde vivían.

En esta misma línea, el Instituto Nacional Electoral (INE) analizó el fenómeno electoral desde la perspectiva de género y presentó el 7 de diciembre su estudio «Violencia Política por Razón de Género y su impacto en el Proceso Electoral 2020-2021». La consejera Dania Ravel señaló que «la violencia política contra las mujeres por razón de género es quizá hoy por hoy el mayor obstáculo al cual se están enfrentando para poder ejercer plenamente sus derechos políticos y electorales».

Por su parte la consejera Claudia Zavala advierte que «los partidos políticos han quedado a deber», pues son los principales agresores y generadores de violencia en contra de las mujeres, dan a ellas menos apoyo logístico y de estructura que a los hombres para competir por los cargos partidarios y reproducen ese esquema cuando contienden por un cargo público. «No han cumplido con su responsabilidad de ajustarse a las reglas de paridad y combate a la violencia», sentencia.

Los periodistas tampoco han escapado de esta espiral. El año cierra con siete comunicadores asesinados en posible relación con su labor informativa y ya suman 25 en el actual sexenio. La impunidad y la falla en los mecanismos de protección a medios de comunicación y sus integrantes han sido dos constantes que permiten la proliferación de estos homicidios.

Los Gobiernos, en todos sus niveles, están obligados a tomar medidas más eficientes para poner fin a la violencia y velar por la protección ciudadana, acaso su mayor responsabilidad. El 2022 dirá si se cumple o no con este objetivo.