Veredas al Ejecutivo

Las veredas quitarán, pero la querencia ¿Cuándo?

Dicho ranchero mexicano

Una infinidad de personas, masculinos todos hasta ahora, han utilizado múltiples medios para ocupar el Ejecutivo federal; desde el voto popular, la sucesión legítima y hasta las armas para llegar, a veces por décadas, otras por minutos; algunos una sola vez, otras en múltiples ocasiones y hasta varios ejecutivos simultáneos.

Conozcamos algunas de las anécdotas sobre algunos de los personajes y de su llegada a la presidencia de la República en situaciones diferentes, tanto legales como ilegales, según las normas jurídicas vigentes al momento histórico analizado.

  • Ha habido muchas más protestas al cargo presidencial que personas protestando. Cada ocasión que una persona asume el cargo del supremo Poder Ejecutivo, debe tomar protesta ante el Congreso y sobre la Constitución, Ha habido quienes protestan varias veces, tal fue el caso de Antonio López de Santa Anna (11); Porfirio Díaz (9) Nicolás Bravo (3); Valentín Gómez Farías (4); Anastasio Bustamante (3).
  • Presidencias coexistentes. Ha habido momentos en que varios se declaran simultáneamente presidente de la República: seis entre 1858-1860: Benito Juárez (constitución de 1857); Félix María Zuloaga (Plan de Tacubaya); Manuel Robles Pezuela (Plan de Ayotla); José María Salas (Plan de Tacubaya); Miguel Miramón (conservadores, el presidente más joven de la historia, Niño Héroe en 1847, dos veces presidente) y José Ignacio Pavón (SCJN). Cuatro en 1914/15 Eulalio Gutiérrez Ortiz (Convención de Aguascalientes),Roque González Garza (tratado Villa/Zapata), Francisco Lagos Cházaro (Convención por parte de los Carrancistas), y Venustiano Carranza por el Plan de Guadalupe.
  • Muerte en funciones. Solamente un presidente fue asesinado: Carranza (1920); Juárez murió de angina de pecho (1872). A Guerrero y Miramón los fusilaron cuando ya habían dejado el cargo igual que el asesinato de Madero, y a Obregón, que ya era presidente electo, lo asesinaron 4 meses antes de reasumir el cargo.
  • Militares golpeadores. Utilizando las armas conferidas por el presidente en turno para defender a la patria, le dieron golpe de Estado ocupando su lugar: Mariano Paredes y Arrillaga en 1846 y Victoriano Huerta en 1913.
  • Vía SCJN: Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada y José
    María Iglesias.
  • Sin una Parte de su cuerpo. Mancos: Manuel González y Álvaro Obregón. Cojo: Santa Anna.
  • Dos personas diferentes protestaron en un solo día al cargo: 19 de febrero de 1913, tras la aceptación de la renuncia de Francisco I Madero y José María Pino Suárez como presidente y vicepresidente, asumió el cargo el secretario de relaciones exteriores, Pedro Lascuráin, quien inmediatamente designó secretario de Gobernación a Victoriano Huerta, quien enseguida presentó su renuncia y por ministerio de ley, Victoriano Huerta asumió el cargo.
  • Un presidente declaró guerra internacional sin afectar el territorio nacional. Las guerras con otras naciones han sido defensivas; 1829 contra España, 1836 y 1862, contra Francia, 1846 contra Estados Unidos. El 28 de mayo de 1942, Manuel Ávila Camacho declaró la guerra a Alemania, Italia y Japón en el marco de la Segunda Guerra Mundial.

Desde 1934, los presidentes han cumplido su período completo, del 1 de diciembre al 30 de noviembre, seis años después, hasta ahora. El actual concluirá el 30 de septiembre (dos meses antes). Las fechas de protesta han sido 1 de abril, 1 de diciembre y este año 1 de octubre.

Dos presidentes se han distinguido por su acrisolada honradez: Melchor Múzquiz (1832) y Juan Álvarez (1855), de ambos se puede decir la frase del segundo «pobre entré a la presidencia y pobre salgo de ella». En el caso de Múzquiz no hubo ni para enterrarlo.

La democracia nos ofrece una gigantesca oportunidad de «ser» es decir, de encontrarnos a nosotros mismos por nuestros comportamientos en los comicios; dicho más claramente; el talento de los votantes se identifica perfectamente por el destino de su sufragio; se armoniza a través de una auténtica identidad simbiótica con la candidatura elegida.

Repito con más claridad: las personas sufragan por aspirantes intrínsecamente idénticos a sí mismo; el inteligente va con el eficientemente calificado y así, idóneamente, se nivelan preferencia en los comicios, o mejor aún, acatemos el nuevo paradigma popular: «Dime por quien votas e inferiré instantáneamente tu capacidad intelectual y ética».

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