2024 arranca con 547 periodistas en prisión

El encarcelamiento arbitrario de informadores es una práctica común en muchos países. En México, cinco reporteros fueron asesinados el pasado año

El hostigamiento, la censura y la violencia contra los periodistas estuvieron muy presentes en 2023 alrededor de todo el mundo. Según datos de la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF), 779 comunicadores fueron recluidos en cárceles y 547 aún permanecen entre rejas (o en arresto domiciliario) en 45 países. Las condenas van desde una semana hasta 20 años de prisión.

Apunta la organización internacional que China sigue siendo la mayor cárcel de periodistas del orbe, con 121 reporteros presos. Le sigue Birmania con 69 y que, además, ha impuesto este año la sentencia más dura contra un profesional de los medios: 20 años de cárcel al fotoperiodista Sai Zaw Thaike, por «desinformación» y «sedición». En Vietnam, donde la prensa está sometida a las órdenes del Partido Comunista, 43 profesionales de la información estuvieron al menos 48 horas detenidos y 36 periodistas siguen en cárcel, entre ellos el bloguero Nguyen Lan Thang, sentenciado a ocho años de prisión por «propaganda antiestatal» en abril de 2023.

«Un periodista en prisión es, por definición, un periodista al que se le impide trabajar. Pero, también es un periodista intimidado para el futuro, y, junto a él, cientos o incluso miles de colegas con una espada de Damocles pendiendo sobre sus cabezas».

Christophe Deloire, secretario general de RSF

Las mujeres tampoco están a salvo. En 2023 se dictaron condenas de cárcel récord contra las periodistas. Algunas de ellas son víctimas de una brutal represión, como en Irán, donde Elaheh Mohammadi y Niloofar Hamedi purgan 12 y 13 años de cárcel respectivamente. En Bielorrusia, bajo el Gobierno autoritario de Lukashenko, las figuras emblemáticas del periodismo independiente, Maryna Zolatava, Lyudmila Tchekina y Valeriya Kastsiouhova, cumplen condenas de entre 10 y 12 años de cárcel. En Burundi, la reportera Floriane Irangabiye fue enviada a prisión por una década.

Por si no bastara, el escenario bélico contemporáneo empeora la situación. Tras el estallido de la guerra Israel-Hamás, se recrudeció la violencia contra el gremio. Al respecto, comenta RSF: «El número de periodistas palestinos detenidos por las fuerzas israelíes ha aumentado considerablemente desde el inicio del conflicto, el 7 de octubre de 2023. Al menos 34 permanecen detenidos en Palestina en este final de año; la mayoría, sin cargos y sin juicio. Es el caso de la mitad de ellos (19), que se encuentran bajo arresto administrativo, una práctica “preventiva” que permite a las fuerzas israelíes encerrar a cualquiera por “razones de seguridad”. Esta represión mediante la detención infligida a los reporteros palestinos esencialmente en Cisjordania se suma a la mortífera que asola Gaza, donde al menos 76 periodistas han sido asesinados por el ejército israelí desde el comienzo de la guerra, de los cuales, al menos 16 lo han sido en el ejercicio de su actividad periodística».

En Rusia, desde su invasión a Ucrania, ha empeorado el clima hostil hacia los medios, especialmente contra los reporteros independientes. RSF registra 34 detenidos en los últimos 12 meses, y 29 seguían tras las rejas el 29 de diciembre de 2023. Entre ellos hay dos ciudadanos estadounidenses: el corresponsal del Wall Street Journal, Evan Gershkovich, imputado por cargos de espionaje, y la periodista ruso-estadounidense Alsu Kurmasheva, colaboradora de Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL), acusada de haber omitido declararse «agente extranjera».

Christophe Deloire, secretario general de RSF, asegura que «un periodista en prisión es, por definición, un periodista al que se le impide trabajar. Pero, también es un periodista intimidado para el futuro, y, junto a él, cientos o incluso miles de colegas con una espada de Damocles pendiendo sobre sus cabezas. Y está en juego la violación del derecho a la información de millones de personas. Detrás de las estadísticas, hay tragedias humanas y consecuencias políticas. Aplaudo la valentía de todos esos periodistas, mujeres y hombres, que se atreven a desafiar los riesgos que les imponen los regímenes autoritarios. Quiero dar las gracias al equipo de RSF, en particular a nuestros corresponsales en más de 130 países, por hacer todo lo posible para obtener su liberación».

México en ascuas

Al sur del Río Bravo, el escenario no mejora. El año 2023 cerró para México con cinco periodistas asesinados en posible relación con su labor, según Artículo 19. El 23 de mayo, en Puebla, fue ultimado a balazos Marco Aurelio Ramírez, colaborador de Periódico Central y Central Puebla; el 7 de julio apareció el cadáver del corresponsal de La Jornada, Luis Martín Sánchez Íñiguez, en Nayarit, luego de haber sido secuestrado tres días antes; ese mismo mes, el día 15, Nelson Matus Peña, director del portal informativo Lo Real de Guerrero, murió por heridas de balas; poco más de una semana después, el 25, Jesús Gutiérrez Vergara, director de Notiface Prensa Digital, fue víctima de un ataque armado en Sonora; y cierra la lista Ismael Villagómez Tapia, fotoperiodista de El Heraldo de Juárez, quien la madrugada del 16 de noviembre recibió un proyectil en su cabeza, en Chihuahua. E4

Países con más periodistas encarcelados en 2023

PaísDetenido al menos 48 horasAún detenido el 29 de diciembre
China135121
Birmania8469
Bielorrusia5539
Irán5821
Turquía495
Vietnam4336
Fuente: Reporteros Sin Fronteras

La Habana, 1975. Escritor, editor y periodista. Es autor de los libros El nieto del lobo, (Pen)últimas palabras, A escondidas de la memoria e Historias de la corte sana. Textos suyos han aparecido en diferentes medios de comunicación nacionales e internacionales. Actualmente es columnista de Espacio 4 y de la revista hispanoamericana de cultura Otrolunes.

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