La paradoja de Milei en Argentina: ¿Gobierno libertario sin libertades?

El presidente argentino advierte que de no aprobarse las reformas enviadas por el Ejecutivo al Congreso, el país vivirá una «catástrofe de proporciones bíblicas». Movimientos sociales toman las calles y desafían un «protocolo antipiquetes» que criminaliza la protesta

Trump y Milei, populistas reconcentrados: JorgeVolpi

En apenas tres semanas de Gobierno, el presidente argentino Javier Milei ha puesto al país al borde de un estallido social al anunciar tres paquetes de reformas de ley que trastocan la vida pública y privada.

El primero, presentado por el ministro de Economía, Luis Caputo, el 12 de diciembre —a solo dos días de la toma de protesta del nuevo mandatario— ordena diez «medidas de emergencia» para hacer frente a la crisis económica. Entre ellas, una profunda devaluación del ya depreciado peso argentino, que en un solo día perdió el 50% de su valor frente al dólar.

En la segunda semana, el propio Milei dio a conocer los detalles de un polémico «decreto de necesidad y urgencia» (DNU) con el que busca modificar o anular más de 300 leyes que regulan distintos sectores de la economía. El «megadecreto» generó los primeros «cacerolazos» (ciudadanos golpeando cacerolas en señal de protesta) y manifestaciones, en medio de un protocolo de «mantenimiento del orden público» que criminaliza la protesta y rememora lo peor de la dictadura militar que gobernó Argentina con mano dura en las décadas 1960-1970.

«El próximo año será duro para todos. (…) Si nuestro programa es obstruido por los mismos de siempre que no quieren que nada cambie, no tendremos los instrumentos para evitar que esta crisis se convierta en una catástrofe social de proporciones bíblicas».

Javier Milei, presidente de Argentina

Una semana después, el autollamado Gobierno «libertario» presentó el tercer y más audaz paquete de reformas, que denominó «ley omnibús» (proyecto con muchas leyes), que deberá discutirse en el Congreso en sesiones extraordinarias a partir de marzo. Titulado «Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los argentinos», el proyecto propone declarar «la emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal, previsional, de seguridad, defensa, tarifaria, energética, sanitaria, administrativa y social hasta el 31 de diciembre de 2025».

«El autoritarismo no funciona. (…) Eso han sido las dictaduras en Argentina y en Chile (…) Imagínense, utilizar el discurso de la libertad y después impedir la libertad. Pero así son. La verdadera doctrina de la derecha es la hipocresía».

Andrés Manuel López Obrador, presidente de México

En este período, que «podrá ser prorrogado por el Poder Ejecutivo nacional por el plazo máximo de dos (2) años» (los cuatro años que dura el Gobierno nacional), Milei tendría vía libre para tomar decisiones sobre temas que actualmente requieren la aprobación del Poder Legislativo. Si bien el partido oficialista La Libertad Avanza es minoría en el Congreso, el mandatario argentino sostuvo que de no ser aprobado su paquete de medidas, lo someterá a una consulta popular, mediante un plebiscito.

El anuncio provocó una manifestación masiva frente a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el 27 de diciembre, la cual coincidió con el 22 aniversario de la crisis económica, política y social que provocó la dimisión del presidente Fernando de la Rúa (1999 y 2001) y dejó 39 manifestantes muertos.

«Estoy recibiendo informes muy preocupantes sobre un anuncio presidencial que criminaliza la protesta pacífica y otorga poder ilimitado a las fuerzas del orden para el uso de la fuerza (…) Silenciar voces disidentes no es la respuesta para resolver las crisis sociales».

Clément Voule, relator de Naciones Unidas

En su mensaje de fin de año, Milei fue categórico: «El próximo año será duro para todos. Pero la otra certeza que tengo es que, si nuestro programa es obstruido por los mismos de siempre que no quieren que nada cambie, no tendremos los instrumentos para evitar que esta crisis se convierta en una catástrofe social de proporciones bíblicas».

El delito de protestar

En 2020, el movimiento de Javier Milei ganó fuerza en Argentina cuando sus seguidores salieron a protestar contras las medidas de aislamiento social implementadas por el Gobierno del peronista Alberto Fernández y reivindicaron su derecho a tomar las calles.

Sin embargo, una vez en el poder, Milei anunció un protocolo que limita las protestas en la vía pública. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunció un protocolo de «mantenimiento del orden público», también conocido «protocolo antipiquetes» que devuelve a las fuerzas federales (Gendarmería, Prefectura Naval, Policía Federal y Policía de Seguridad Aeroportuaria) el poder de utilizar armas de fuego para evitar cortes de calles y carreteras , así como bloqueos a empresas.

«Se va a actuar hasta dejar totalmente liberado el espacio de circulación», dijo Bullrich, quien también anunció «sanciones a aquellos que lleven niños» a las marchas, pues según el Gobierno son utilizados como «escudos» contra la fuerza pública.

Uno de los puntos más polémicos del protocolo permite a oficiales de las Fuerzas Armadas realizar requisas en los transportes públicos y filmar a pasajeros, lo que generó un enérgico rechazo por parte de organizaciones defensoras de derechos humanos.

«Estoy recibiendo informes muy preocupantes sobre un anuncio presidencial que criminaliza la protesta pacífica y otorga poder ilimitado a las fuerzas del orden para el uso de la fuerza (…) Silenciar voces disidentes no es la respuesta para resolver las crisis sociales» expresó Clément Voule, relator especial sobre el derecho a la libertad de reunión pacífica y de Naciones Unidas (NU).

En el mismo sentido se expresó el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien calificó al Gobierno de Milei de «autoritario e hipócrita».

«El autoritarismo no funciona. Es cosa de no caer en la trampa del autoritarismo porque ahí sí, ¿qué tienen ellos?, la fuerza bruta. (…) Eso han sido las dictaduras en Argentina y en Chile (…) Creo que solos se van a ir dando cuenta, hasta los que votaron pensando que iba a haber un cambio y libertad. Imagínense, utilizar el discurso de la libertad y después impedir la libertad. Negar la libertad. Condicionar la libertad. Pero así son. La verdadera doctrina de la derecha es la hipocresía», señaló en conferencia de prensa el 29 de diciembre.

Bullrich, exministra de Seguridad en el Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), ha dicho que las nuevas medidas ponen fin al «protocolo garantista de Nilda Garré», en alusión a la exministra de Defensa (2005-2010) y de Seguridad (2010-2013) con los peronistas Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández (2007-2015).

La funcionaria se refiere a una resolución de 2011, que aspiraba a resolver conflictos sin provocar «daños para la integridad física de las personas involucradas y no involucradas en la manifestación». Para ello, prohibía que los agentes de seguridad portaran armas de fuego, restringía el uso de porras de goma y obligaba a que los uniformados estuvieran identificados.

El nuevo protocolo establece una pena de hasta seis años de prisión para «autores, cómplices, partícipes, instigadores y organizadores» de protestas que violen el derecho al libre tránsito, así como la identificación de las personas y la de los vehículos utilizados.

También permite que las fuerzas de seguridad intervengan sin orden judicial y sin importar que existan vías alternativas de tránsito. «Las fuerzas emplearán la mínima fuerza necesaria y suficiente y será graduada en proporción a la resistencia», señala el documento publicado en el Boletín Oficial de Argentina, el 14 de diciembre.

Pese a estas medidas, al menos unas 8 mil personas participaron en la protesta del 27 de diciembre (frente a las 3 mil que lo hicieron en la primera manifestación del 20 de diciembre), convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT), el grupo sindical más poderoso del país. La movilización dejó un policía herido y al menos seis detenidos.

«Terapia de shock»

La «terapia de shock» económico de Milei propone recortar unos 25 mil millones de dólares de gasto público, equivalentes al 5% del PIB, para intentar revertir el déficit fiscal de la tercera economía más grande de Latinoamérica.

En este sentido, el «megadecreto» presentado el 20 de diciembre propone desregular diversos sectores económicos, como el laboral, el comercial, el inmobiliario, el aeronáutico, el de la salud y hasta el de los clubes de futbol. Además, se eliminan subsidios al transporte, energía y combustible, y se suspende la obra pública.

El vocero del Gobierno, Manuel Adorni, señaló que se trata de «reformas profundas, necesarias y urgentes». Una de ellas propone declarar «sujetas a privatización» a las 40 empresas del Estado, como la petrolera YPF, Aerolíneas Argentinas, el Banco Nación, la Casa de Moneda (que imprime billetes), la agencia de noticias Télam, la empresa de agua AYSA y Ferrocarriles Argentinos.

Aunque el propio Milei ha reconocido que la economía irá a peor antes de mejorar, Adorni aseguró que los beneficios de las medidas se verán pronto. «Pueden confiar en que, una vez que el país arranque, y tengamos superávit y ahorro, eso se lo vamos a devolver a la gente. ¿Cómo? Con menos impuestos, con más oportunidades de trabajo, y eso se va a lograr antes de lo que se cree», dijo a una televisora local.

Sin embargo, Milei se prepara para echarle la culpa a la oposición si sus reformas no son aprobadas. «Podrán rechazar la ley y continuar con el modelo que durante 100 años nos empobreció, o aprobar la ley para hacer un cambio profundo y abrazar nuevamente las ideas de la libertad», dijo en su mensaje de fin de año.

«El espíritu de la ley (ómnibus) es volver a ser un país libre con un Estado limitado que actúa en defensa de la vida, la libertad y la propiedad de los argentinos. (Cada persona es) libre de trabajar, producir, emplear, comerciar importar y exportar como considere mejor y no como le dicte un burócrata desde una oficina gubernamental (…) ¿Quién puede preferir el país devastado de hoy por sobre el país próspero que proponemos nosotros?», añadió.

Por lo pronto, tanto la CGT como otras organizaciones civiles y Gobiernos locales han presentado una decena de amparos judiciales contra el DNU por considerarlo «inconstitucional y antidemocrático».

La Corte Suprema ha anunciado que en febrero estudiará la constitucionalidad del decreto, al considerar que se trata de un conflicto entre las provincias y el Gobierno, pues uno de los recursos de amparo fue presentado por el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela. Los recursos presentados por organismos y sindicatos serán atendidos en juzgados de instrucción.

La justicia tendrá la última palabra. E4

¿Quién es «El Loco» Javier Milei?

  • 53 años. Hijo de un empresario de transporte y de una ama de casa.
  • Abandonó su carrera de futbolista para estudiar Economía.
  • Becario en el Banco Central de la República Argentina.
  • Suspendido como docente universitario por maltrato de estudiantes.
  • Conferencista y co-autor de publicaciones sobre economía austriáca.
  • Ocupó cargos de economista en organismos públicos y privados.
  • Asesor del exgeneral Antonio Bussi, condenado por delitos de lesa humanidad.
  • Desde 2017 se convirtió en una polémica estrella mediática.
  • En 2019, la revista Noticias lo ubicó entre las 100 personas más influyentes de Argentina.
  • Durante la pandemia de COVID-19,
    superó el récord Guiness de la clase de economía con mayor audiencia
    (10 mil personas conectadas por internet).
  • En 2021, se convirtió en líder del recién creado partido La Libertad Avanza.
  • Diputado nacional por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
  • En las elecciones primarias de 2023, fue el precandidato presidencial más votado. En las presidenciales fue derrotado por el peronista Sergio Massa, pero logró pasar a segunda vuelta.
  • El 19 de noviembre de 2023 obtuvo 14.5 millones de votos, convirtiéndose en el presidente argentino más votado desde el retorno a la democracia (1983).
  • Los medios lo definen como «político de extrema derecha», «populista de derecha», de «derecha libertaria» o «ultraconservador». Mientras él se autodenomina «anarcocapitalista en la teoría», «liberal-libertario» y «minarquista en la vida real».
  • Apodos: «El León Libertario», «El Peluca» o «El Loco».

Trump y Milei, populistas reconcentrados: JorgeVolpi

El pasado 29 de diciembre, el presidente argentino de ultraderecha Javier Milei renunció a través de una carta a la membresía de Argentina al bloque de los BRICS, la alianza económica, política y social conformada por Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica. Lo hizo días antes de la entrada en vigor acordada por el expresidente argentino Alberto Fernández, el 1 de enero de 2024.

En la misiva dirigida a los presidentes Lula da Silva, de Brasil; Cyril Ramaphosa, de Sudáfrica; Xi Jinping, de China; Vladímir Putin, de Rusia, y al primer ministro de la India, Narendra Modi, Milei considera que su participación en el bloque no es «oportuna», debido que los ejes de política exterior de su gestión difieren de la anterior.

«Como es de su conocimiento, la impronta en materia de política exterior del Gobierno que presido desde hace pocos días difiere en muchos aspectos de la del Gobierno precedente. En tal sentido, algunas decisiones tomadas por la anterior gestión serán revisadas. Entre ellas se encuentra la creación de una unidad especializada para la participación activa del país en BRICS», señala.

Así cumple su promesa de campaña de no sumarse al bloque debido a que «nuestro alineamiento de geopolítica es Estados Unidos e Israel. Nosotros no nos vamos a alinear con comunistas». Ya como presidente electo, Milei acusó a Lula da Silva de ser «comunista y corrupto» y aunque aclaró que «los individuos van a poder hacer transacciones comerciales con quien les dé la gana (…) Desde mi posición como jefe de Estado, mis aliados son Israel, Estados Unidos y el mundo libre».

En este sentido, el escritor Jorge Volpi lo califica como un «populista reconcentrado», al igual que Donald Trump, de quien el mandatario argentino se ha declarado admirador. En su columna titulada «El año del chacal» (Reforma, 30.12.23), Volpi advierte que «en 2024 podríamos tener a un fascista como presidente de Estados Unidos».

«Los optimistas alegarán que Trump ya ocupó ese cargo y, pese a sus inagotables mentiras y a todos sus intentos por corroer el sistema, al final no alcanzó buena parte de sus objetivos, como quedarse en el poder. Habría que decir que, en muchos casos, no los consiguió in extremis. Pero sobre todo olvidan que el Trump de 2024 no es el de 2016: no se trata solo de una versión 2.0 de sí mismo, de un populista reconcentrado —como Milei— o un viejo cascarrabias: el Trump que podría recuperar la Presidencia de Estados Unidos es un hombre que, desde su propia visión narcisista de los hechos, no solo ha sido atacado, sino humillado injustamente una y otra vez; se trata de un ególatra que, de llegar a la Casa Blanca, buscará por todos los medios vengarse de quienes lo han acusado o escarnecido. Él mismo lo ha dicho y no tendríamos por qué no creerle: su programa, propio de un tirano, consiste en demoler la democracia estadounidense sin remedio», escribe.

En la misma línea, considera que el retorno de Trump puede resultar «devastador» para México, «sobre todo con una presidenta de izquierda (Claudia Sheinbaum), en vez de un hombre populista como AMLO, del que en cualquier caso obtuvo toda suerte de concesiones.

»El tema migratorio es ya, de nuevo, uno de los centros de la campaña, e incluso con una victoria de (Joe) Biden la situación para nosotros distará de ser sencilla. Pero tener a un líder fascista en nuestra frontera norte de seguro sería uno de los mayores desafíos a los que tendríamos que enfrentarnos en nuestra historia. Hay que temerle, en efecto, al chacal», concluye. E4

Argentina, 1977. Periodista, editor y corrector de periódicos mexicanos y argentinos. Estudió Comunicación Social y Corrección Periodística y Editorial en Santa Fe, Argentina. Actualmente es jefe de Redacción de Espacio 4, donde trabaja desde hace más de diez años.

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