Hígado graso

Otros nombres: Enfermedad por hígado graso, Esteatosis hepática, Hígado adiposo

https://medlineplus.gov/spanish/fattyliverdisease.html

¿Qué es hígado graso?

El hígado es el órgano más grande dentro del cuerpo, mide unos 36x15x8 centímetros y pesa alrededor de 1.5 kilogramos, con variaciones normales en esas dimensiones.  El hígado ayuda a digerir los alimentos, almacenar energía y eliminar las toxinas. En realidad, hígado graso, no es enfermedad, es un signo benigno, se acumula grasa en el hígado.

Causas no alcohólicas de grasa en el hígado

La obesidad es la causa más frecuente de acumulación de grasa en el hígado. En los obesos se palpa el hígado crecido por acumulación de grasa, es un signo de obesidad.

Los diabéticos mal controlados, sobre todo, también tienden a acumular grasa en el hígado. La diabetes es una enfermedad metabólica por deficiencia de insulina, alterándose el metabolismo de grasas, proteínas y carbohidratos.

Otra causa de grasa en el hígado es el llamado síndrome de Cushing que puede ser genético o iatrogénico, por producción excesiva de cortisol o por ingestión excesiva y prolongado de medicamentos derivados de la cortisona, esta hormona interviene en el metabolismo de grasas, proteínas y carbohidrato, y el exceso de cortisol produce obesidad, grasa en el hígado, hipertensión arterial.

También se puede encontrar hígado graso en personas con alteración del metabolismo del colesterol y triglicéridos, que revierte al controlar tales elevaciones.

Esteatosis hepática alcohólica

Como su nombre lo indica, el hígado graso por alcohol se debe al alto consumo de alcohol que provoca acumulación de grasa en el hígado puesto que el alcohol contiene calorías, cuyo exceso altera el metabolismo de las grasas en el hígado, aumentando su depósito. Su hígado descompone la mayor parte del alcohol que bebe para que sea eliminado del cuerpo, pero el proceso de descomposición puede generar sustancias dañinas. Estas sustancias pueden dañar las células del hígado, provocar inflamación y debilitar las defensas naturales del cuerpo. Cuanto más alcohol usted bebe, más daña su hígado. El hígado graso por alcohol es en realidad un signo provocado por el alcoholismo intenso, la etapa más temprana de la mal llamada enfermedad del hígado por el alcohol (o hepatopatía alcohólica), tan frecuente como lo es el alcoholismo. Las siguientes etapas son la hepatitis alcohólica y la cirrosis.

Síntomas de hígado graso

Independientemente de la causa, en general la acumulación de grasa en el hígado no produce ningún síntoma, excepto por el agrandamiento del hígado. La grasa por sí misma no provoca alteración alguna de las pruebas de funcionamiento hepático (bilirrubinas y enzimas hepáticas), estas pueden encontrarse alteradas en pacientes obesos o alcohólicos por otras causas: hepatitis viral o alcohólica que puede coincidir con hígado graso. Asociación de algunas enfermedades no necesariamente revelan relación causa efecto.

Controversia en hígado graso

Es frecuente encontrar alteraciones de funcionamiento hepático en alcohólicos inveterados, debido al exceso de alcohol que puede provocar una hepatitis tóxica alcohólica directa, que con frecuencia revierte al dejar la ingestión de alcohol. La continua ingestión de alcohol provoca cuadros repetitivos de hepatitis con necrosis de células hepática (hepatocitos), cicatrización y fibrosis que a largo plazo evoluciona a la muy conocida cirrosis hepática alcohólica, porque también hay cirrosis no alcohólica, provocada por hepatitis viral crónica que también puede evolucionar hacia la cirrosis.

Estas alteraciones en las pruebas hepáticas es lo que ha provocado que, a partir de 1980 se haya empezado a hablar de enfermedad por hígado graso, término con el que no concuerdo por completo, porque en lo personal, desde 1969 en que empecé a ejercer la medicina, en todos los obesos he palpado hígado aumentado de volumen y siempre he atribuido a la acumulación de grasa en el hígado propia de la obesidad, es decir un signo de obesidad, y no una enfermedad por sí misma. Y los pacientes obesos, desde 1969, no he observado que padezcan cirrosis o cáncer de hígado, me consta en 54 años que he observado obesos no he encontrado relación directa causa-efecto entre hígado graso y cirrosis o cáncer de hígado.

Antes de 1980, en ningún libro se hablaba de enfermedad por hígado graso y es precisamente en esa década cuando se empezó a generalizar el uso de ultrasonido en medicina; parece obvio deducir que a partir de esa fecha con mayor frecuencia se detectaba el crecimiento del hígado, que en muchos obesos no es posible palpar manualmente.

Por lo anterior, yo veo un trasfondo comercial con esto de «la enfermedad por hígado graso». Lo digo para que lo sepan, no para que me crean.

Otra controversia

¿Cuáles son los síntomas del hígado graso? En general, tanto la enfermedad de hígado graso como la enfermedad del hígado graso por alcohol son afecciones silenciosas que tienen pocos o ningún síntoma. Si presenta síntomas, puede sentirse cansado o tener molestias en el lado superior derecho del abdomen. Esto dicen «los expertos». Cansancio y «tener molestias en el lado superior derecho del abdomen» son síntomas muy generales, de ninguna manera expresan daño del hígado, si acaso sugieren inflación benigna del colon. Sigo confirmando el trasfondo económico en medicina, profesión que tiende a ejercerse como una «empresa comercial».

¿Cómo se diagnostica el hígado graso?

Con bastante certeza, en el 95% de los casos, con datos de interrogatorio y exploración clínica y con el pensamiento deductivo o con el llamado sentido común, que ya no es tan común, se puede asegurar que hay hígado graso, en cualquier persona obesa o con diabetes descontrolada o en los alcohólicos.

Hace algunos meses, un asintomático, obeso y alarmado paciente, me consultó porque en un ultrasonido le encontraron hígado graso. Efectivamente, logré palpar agrandamiento del hígado. Le expliqué mi punto de vista, comentándole el contenido del enlace previo que me sirvió para pergeñar esta entrega.

—De la que me salvó Dr. Kiskesabe  —me comentó por teléfono desde la Regia ciudad norteña—. Bien me explicó usted, que si yo, por mis temores, quería confirmar con estudios lo de mi hígado graso, me costaría un ojo de la cara: me quieren cobrar como 15 mil pesos por hacerme «estudios especiales» de hígado incluyendo uno que se llama fibroscan o elastografia hepática. ¡Y, como obrero en una maquiladora, a duras penas me gano unos 25 mil pesos al mes, laborando de sol a sol y de domingo a domingo! ¡Ah! —continuó el paciente— y me indicaron un medicamento que me cuesta otros cuatro mil pesos al mes, exactamente el que usted me dijo que recetan, pero que está comprobado que no sirve más que para malgastar mi dinero y que el hígado graso se corrige, corrigiendo la causa: la obesidad, controlar la diabetes o dejar de beber y que no hay medicamento efectivo para eliminar la grasa del hígado.

Parece que esto es la profesión médica con visión empresarial. ¿El dolor y el sufrimiento humano como una mercancía? Paradojas de la medicina. ¿Y dónde está el humanismo médico?

Lea Yatrogenia

Egresado de la Escuela de Medicina de la Universidad Veracruzana (1964-1968). En 1971, hizo un año de residencia en medicina interna en la clínica del IMSS de Torreón, Coahuila. Residencia en medicina interna en el Centro Médico Nacional del IMSS (1972-1974). Por diez años trabajó como médico internista en la clínica del IMSS en Poza Rica Veracruz (1975-1985). Lleva treinta y siete años de consulta privada en medicina interna (1975 a la fecha). Es colaborador del periódico La Opinión de Poza Rica con la columna Yatrogenia (daños provocados por el médico), de opinión médica y de orientación al público, publicada tres veces por semana desde 1986.

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