Abstencionismo inducido favorece a la 4T; se impone AMLO a revocatorio

Sin votación vinculante, con menos del 20% de asistencia de la lista nominal, López Obrador se declara vencedor; en Coahuila ayuntamientos y Gobierno promovieron eventos distractores que deprimieron participación, solo un 15.77% acudió a votar

Confía 4T en que ejercicio prevalezca

Pese a todo y contra todos, incluidas estrategias promovidas desde el Gobierno del estado de Coahuila para evitar que el ejercicio de votación para la revocación de mandato ocurriera con fluidez, en términos porcentuales esta entidad —gobernada por el PRI—constituyó la octava que mayor respaldo prodigó al mandatario. Se contabilizaron 335 mil 192 votos a favor de que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) siga en su mandato (94.42% del total de emitidos). De las 32 entidades federativas, tres gobernadas por Morena —Tabasco (97.25%), Sinaloa (95.61%) y Guerrero (95.52%)— reportan el mayor respaldo, mientras Aguascalientes (88.13%, PAN), Jalisco (87.47%, MC) y Nuevo León (83.52%, MC) muestran los porcentajes más bajos, ninguno en el país menor al 80%. En muchos sentidos, al contrario de causarle mella, el abstencionismo promovido por los opositores favoreció a López Obrador.

En México a los gobernantes, de cualquier partido político y de cualquier nivel de Gobierno, no les agrada verse cuestionados por la ciudadanía cuando ya se encuentran en el ejercicio del poder, peor aún si el cuestionamiento deriva en intenciones de removerlos del cargo. Acostumbrados al aplauso, confían en que la gestión que desarrollan continúe así hasta que entreguen el cargo al sucesor que se haya elegido en votación democrática. En términos generales, es contra eso que se desplegó desde la oposición el rechazo a la realización de la votación para la revocación de mandato y se hizo lo posible por que se anulara el procedimiento. Sin embargo, el mecanismo siguió su norma y curso en la fecha programada, el 10 de abril.

En el caso de Coahuila, con corte a las 18:45 del lunes 11, el Instituto Nacional Electoral (INE) dio por computados los votos de las mil 365 casillas instaladas en la entidad para el ejercicio. Las cifras oficiales de esta entidad indican que se captaron 354 mil 970 sufragios, de los cuales 335 mil 192 (94.42%) eligieron que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) siga en su mandato, 15 mil 741 (4.43%) optaron por que se le revocara, y 4 mil 037 (1.13%) fueron votos nulos. Solo por el hecho de iniciar, transcurrir y cerrar sin contratiempos, al margen de las cifras y las interpretaciones que los expertos les den, este ejercicio de votación sentó el precedente que se esperaba.

Desde el contexto nacional un primer obstáculo a superar fue la programación del evento en pleno Domingo de Ramos, día de arranque de la Semana Santa y cuando ya muchos ciudadanos se encuentran en tránsito o en los destinos turísticos que desde meses atrás planearon visitar. Otro contratiempo destacable fue el número de casillas disponibles. En Coahuila, mientras que para la elección intermedia de 2021 se instalaron 3 mil 903, para la revocación de mandato solo fueron mil 365 —el 35%—, eso implicó que cientos de votantes debieran, primero, ubicar la dirección de su punto de votación y, segundo, buscar la manera de llegar a ese lugar. La mayoría debió caminar más o incluso usar algún tipo de transporte para acercarse al lugar donde emitirían su voto.

Oposición franca

Desde la perspectiva del proyecto de Gobierno que ejerce el presidente López Obrador —la Cuarta Transformación (4T)—, todo gobernante debe estar expuesto a que la ciudadanía se organice para removerlo anticipadamente, si así lo considera necesario, razón por la cual una de sus promesas más añejas ha sido instruir al ciudadano para hacerlo entender que el gobernante está en el cargo para servirle, no para servirse a sí mismo o a su partido. Bajo esa circunstancia, aunque ciertamente empoderado con la seguridad que le confiere la alta popularidad política de que goza, a través de su partido Morena se legisló y se promovió la votación para la revocación de mandato, un mecanismo que probablemente presidentes de sexenios anteriores no habrían resistido si se les hubiera aplicado.

Eso es lo que la oposición combate, sobre todo en entidades como Coahuila, donde a los contratiempos que la propia logística implicó, se sumó una fuerte y nada discreta campaña antivoto orquestada desde las alcaldías priistas —de 38 municipios, al menos 24 son gobernados por el PRI— y desde el propio Gobierno del estado. Con la intención de obstaculizar y demeritar el ejercicio, a lo largo de la jornada, las cuentas institucionales de Gobierno y de presidencias municipales de ese partido en las diferentes redes sociales no pararon de invitar a la ciudadanía a participar en una serie de eventos deportivos, festivos, culinarios y de esparcimiento, todos especialmente programados para el domingo 10 de abril.

Desde el llamado que semanas atrás el propio gobernador Miguel Riquelme hizo «a los y las priistas» en el evento de celebración del 93 aniversario de su partido para que no participaran en esta votación, era de esperarse cualquier cosa. Caso extremo parece el irrisorio hecho de que, el sábado 2 de abril, «alguien» mandó apagar las luces de las lámparas de la Plaza de la Nueva Tlaxcala y del Palacio de Gobierno de Coahuila para dejar a oscuras el evento que tenía lugar en ese punto por el cierre de la gira de militantes de Morena que promovieron la revocación de mandato por todo el estado. El evento no se detuvo. Los morenistas contaban con una pequeña planta de energía a la cual tenían conectados sus micrófonos y bocinas, y para la iluminación activaron sus teléfonos celulares en modo lámpara de mano. Además, los llamados del INE al gobernador Riquelme para que bajara de sus cuentas de Facebook y Twitter los videos en que instaba a los priistas a no salir a votar fueron desoídos. El mandatario coahuilense, que en todo momento se ha manifestado en el sentido de que la consulta «es una farsa», dijo también que en esta entidad no habría ley seca con motivo del evento.

Perspectivas

Apenas se tuvieron los primeros números, las páginas de prensa en Saltillo apuraron titulares para hablar del «desaire coahuilense» y que el ejercicio fue un fracaso en este estado, en un intento de pasar por alto que la apuesta estatal de los participantes por la continuidad de AMLO como presidente fue rotunda. Ante el afán inmediato de comparar resultados con votaciones anteriores en todas las regiones del país, el especialista Othón Partido Lara, académico de la Universidad Iberoamericana, señala que si algo debe quedar claro es que en ningún sentido este ejercicio es comparable con una elección constitucional —como la realizada en junio de 2021 en Coahuila y el resto del país—, pues las características son distintas desde su arquitectura institucional. Sin embargo, apunta que frente a la consulta anterior para enjuiciar a los expresidentes, los resultados sí pueden considerarse, hasta cierto punto, equiparables, y respecto a estos se observó un avance significativo sobre todo en los ejidos, donde la participación de coahuilenses, de acuerdo con reportes publicados por Grupo Milenio, sí fue copiosa. Destacaron particularmente los de La Laguna, en el municipio de San Pedro de las Colonias y Francisco y Madero, así como en casillas cercanas a la periferia de Torreón.

En Coahuila, la proporción de sufragios emitidos, frente al potencial que representaba la lista nominal, apenas se notó. Por otro lado, aunque en el corte nacional no se llegó ni al 20% de participación, y por lo tanto la votación no será vinculante, sí es destacable que el número de votos fue considerablemente mayor a la consulta popular del año pasado, Partido Lara dice a Infobae (11.04.22) que «lo cierto es que el ejercicio realizado se alza como un instrumento novedoso y con mucho potencial que no en muchos países se ha llevado cabo», y enfatizó que era difícil que un instrumento como este pudiera debutar con una participación muy alta.

El también doctor en Estudios Latinoamericanos por la UNAM estimó que, aunque en esta ocasión hubo mucha tensión entre el Gobierno federal y el INE, siempre es mejor la libre expresión desde todos los sentidos, tanto a favor como en contra. Apuntó que para que este ejercicio prevalezca deberán alinearse voluntades, tanto del próximo presidente como de las fuerzas políticas, «pues hay un cuestionamiento que no viene de este Gobierno, sino ya de tiempo atrás sobre los altos sueldos de los consejeros, por lo que es válido reconocer que la democracia nos resulta muy cara, y que por lo mismo también los partidos deberían aprender a operar con menos dinero, temas que ya deben hacer antesala para una nueva reforma política».

Recuentos

Andrés Manuel López Obrador logró el domingo 10 un rotundo respaldo de sus fieles en la consulta sobre la revocación de mandato. El presidente se ha refrendado con un 91.86% de los apoyos con una participación del 17.77%, según los datos publicados por el INE al corte de las 18:45 horas del lunes 11 de abril. Pese a que la convocatoria solo era vinculante si la participación superaba el 40% del censo, el jefe de Estado ha arrasado entre los suyos en el referéndum que él mismo promovió llevándose un mensaje nítido de compromiso entre sus bases.

De acuerdo con la estadística oficial, han sido más de 15 millones de mexicanos los que piden que AMLO siga en su cargo como presidente y agote su período hasta 2024, todo tras un proceso que la oposición boicoteó desde un inicio. Tras valorar los números, el mandatario los comparó con los de pasadas elecciones presidenciales. «Obtuve más votos ahora que en 2006 y en 2012», afirmó en un mensaje. En el primer caso consiguió 14.7 millones de sufragios y denunció haber sido víctima de un fraude. En el segundo obtuvo 15.8 millones, cantidad apenas por encima de los 15.2 millones que obtuvo el 10 de abril.

Lo que sí enfatizó fue que el respaldo conseguido en votos esta vez volvió a ser mayor «que los que obtuvo Anaya en la elección pasada (12.6 millones)» de 2018. La movilización, en cualquier caso, superó las expectativas de los últimos días, cuando las encuestas vaticinaban un interés de participación menor, pues las cifras se acercaron a las previsiones de la propia formación oficialista.

Al final no hubo grandes sorpresas. López Obrador terminará el sexenio, como ya correspondía desde antes de esta votación, pero hoy se envalentona aún más al proclamado ganador del primer referéndum revocatorio convocado en el país. Un proceso de democracia directa que movilizó a la militancia más fiel de la llamada Cuarta Transformación. «Estoy muy contento porque a pesar de los pesares mucha gente salió a votar. Vamos a continuar con la transformación de nuestro país», externó el mandatario, no sin reiterar y dejar claro que rechaza la idea de perpetuarse en el poder. «No me voy a pasar, porque soy demócrata y no estoy a favor de la reelección», manifestó. E4

Votación para la revocación de mandato

NACIONAL

16,502,363                      Total de votos

1,063,209 (6.44%)         Para que se le revoque el mandato

15,159,323 (91.86%)    Para que siga si Gobierno

280,104 (1.69%)            Votos nulos

COAHUILA

354,970                           Total de votos

15,741 (4.43%)               Para que se le revoque el mandato

335,192 (94.43%)          Para que siga si Gobierno

4,037 (1.14%)                 Votos nulos


Confía 4T en que ejercicio prevalezca

A las circunstancias del momento político se sumó el contexto de organización de la jornada. La autoridad electoral instaló 57 mil 449 casillas, cerca de un tercio de las que tenían a su disposición los votantes en los comicios de medio término de junio pasado, cuando acudió a las urnas un 52.6% del censo. Ese recorte, consecuencia del ajuste del presupuesto destinado al referéndum acometido por Morena en el Congreso, profundizó el choque entre el oficialismo y la autoridad electoral.

Los 18 gobernadores de la Cuarta Transformación acusaron abiertamente al Instituto Nacional Electoral de «evitar la participación de pueblo». En un comunicado difundido por Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, poco antes de conocerse los resultados, celebraba «el éxito de la jornada, el triunfo de la democracia participativa y el apoyo del pueblo al presidente. «México hoy es un ejemplo de democracia para el mundo», resaltó.

El mejor sistema de Gobierno es la democracia, en la familia, en la escuela, en el trabajo, en los sindicatos, y desde luego en la vida pública. Debe convertirse en un hábito. Eso ayudará a que nadie se sienta absoluto. El pueblo es el que manda; el pueblo pone y el pueblo quita, porque el pueblo es el soberano.

Andrés Manuel López Obrador

Por su parte, Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, manifestó que «nuestra democracia hoy cambió para siempre. De hoy en adelante todos los presidentes tendrán que andar obedeciendo al pueblo», enfatizó. Fue desde 2019 que López Obrador impulsó una revisión a la Constitución para que se permitiera esta convocatoria. El pasado septiembre el Congreso emitió la ley que la regula. A partir de ahora los próximos gobernantes tendrán que someterse a una consulta similar si lo solicita una plataforma promotora con el aval de al menos el 3% del censo, a menos que estos vuelvan a reformar la Constitución para eliminar este tipo de votación.

Los datos de la consulta realizada serán ahora el comienzo de la cuenta atrás del sexenio. El presidente ha intensificado la confrontación directa contra los que considera adversarios.

Sus opositores recalcan que el referéndum le permite «seguir viviendo en campaña electoral», su terreno de juego favorito; sin embargo, desde el domingo 10 de abril ya inicia otra carrera, la de los comicios que el próximo 5 de junio renovarán a los gobernadores de seis estados. Después de ese momento todos los reflectores iluminarán el camino hacia las presidenciales de 2024.

Los detalles estadísticos territoriales ofrecerán claves sobre la capacidad de resistencia al desgaste del oficialismo y la fortaleza de su aparato. Lo anterior obliga a darle realce a los gestos de algunos de los principales dirigentes de la Cuarta Transformación. Sheinbaum fue la aspirante a suceder a López Obrador que más cerró filas con el revocatorio. El canciller Marcelo Ebrard y el veterano Ricardo Monreal optaron por un perfil bajo, aunque al acudir a votar han aplaudido este instrumento de democracia directa inédito en el país.

Mientras tanto, las principales fuerzas de la oposición, el PRI, el PAN y el PRD, que aún no se recuperan de la derrota de 2018, defendieron hasta el final su estrategia de no participar. «Morena volteó de cabeza y pervirtió el propósito de un proceso democrático como la revocación de mandato para satisfacer su propio ego y seguir engañando a los mexicanos», afirmó Alejandro Moreno, dirigente del PRI. El líder del PAN, Marko Cortés, mantiene su versión de que la votación es una farsa que a la postre solo fortalecerá al presidente y al Gobierno ante sus propias bases.

López Obrador fue a votar a primera hora de la mañana al antiguo Palacio del Arzobispado, en el centro histórico de la capital. Como ya había anunciado días antes, anuló su boleta al escribir en ella un «¡Viva Zapata!», el llamado Caudillo del Sur, de quien precisamente este 10 de abril se cumplían 103 años de su asesinato. Su argumento central siempre fue el de que los mexicanos tuvieron la oportunidad de echarlo y no lo hicieron. «A los conservadores… llamarlos con todo el respeto a la reflexión, a que se serenen. En las democracias se gana o se pierde y no hay que optar por la abstención». E4

Es ingeniero egresado de la Universidad Autónoma de Chapingo con especialización en el área de Economía. Ha ejercido el periodismo en Saltillo. Trabajó en El Diario de Coahuila; se desempeñó como editor, diseñador, fotógrafo, redactor de editoriales y artículos de economía, industria automotriz, cultura e historia de Saltillo en el periódico Vanguardia.

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