El legado del fundador de México SOS supera con creces al de las autoridades. Desgarrado por el secuestro y asesinato de su hijo, el empresario dedicó los últimos 15 años de su vida a mejorar y transparentar los mecanismos de seguridad
De Vallarta y Cassez a Los Mohamed; las «películas» de Genaro García Luna
El empresario, activista y filántropo, Alejandro Martí, quien falleció el 24 de julio a los 73 años por un mal respiratorio, logró convertir la tragedia del secuestro y asesinato de su hijo Fernando en punta de lanza para concienciar al país sobre la incompetencia de las autoridades y la impunidad que da vía libre a la violencia.
Su discurso, pronunciado el 21 de agosto de 2008, en el marco de una sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP), ante el entonces presidente Felipe Calderón y el exsecretario de Seguridad, Genaro García Luna —hoy detenido en Estados Unidos bajo los cargos de conspiración, aceptar sobornos del Cártel de Sinaloa, declaraciones falsas, desvío de recursos y lavado de dinero— no ha perdido vigencia y resuena con la misma contundencia de aquel día.
«Señores, si piensan que la vara es muy alta, si piensan que es imposible hacerlo, si no pueden, renuncien, pero no sigan ocupando las oficinas de Gobierno, no sigan recibiendo un sueldo por no hacer nada, que eso también es corrupción. Hoy, México vive una de las peores épocas de la historia en ese tema. Perdí a mi hijo, pero México ganó un hijo».
Alejandro Martí, fundador de México SOS
«La muerte de mi hijo me ha dado el honor hoy de poderme expresar ante ustedes en nombre de todos aquellos que han sufrido una pena como yo, en nombre de todos aquellos mexicanos, padres y madres y familias, y Fernandos, que existen miles en este país, que no han tenido un foro como este. Señores, si piensan que la vara es muy alta, si piensan que es imposible hacerlo, si no pueden, renuncien, pero no sigan ocupando las oficinas de Gobierno, no sigan recibiendo un sueldo por no hacer nada, que eso también es corrupción. Hoy, México vive una de las peores épocas de la historia en ese tema. Perdí a mi hijo, pero México ganó un hijo», dijo.
El secuestro de Fernando Martí, de 14 años, sucedió el 4 de junio de 2008, cuando el vehículo en que viajaba fue detenido por un retén compuesto de falsos policías. Durante casi dos meses se sostuvieron negociaciones con los secuestradores, pero finalmente, a los 53 días del secuestro, el cadáver del menor fue hallado en la cajuela de un automóvil.
Este golpe llevó a Alejandro Martí a exigir justicia en nombre de la ciudadanía y convertirse en uno de los más activos representantes de la sociedad civil en el país. Asistió a varias reuniones del Consejo Nacional de Seguridad, donde criticó la inacción de las autoridades. Participó en la redacción —y posterior firma presidencial— de los 75 puntos del llamado Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, que fijaba un plazo de cien días para cumplir una serie de obligaciones. Creó la Fundación México SOS para combatir la inseguridad y brindar apoyo a las víctimas de secuestros y sus familiares.
Durante 15 años de activismo, logró avances en materia de seguridad, como la instauración del nuevo sistema de justicia penal, la modificación de la Ley General de Víctimas, la creación del 911 y la aprobación en el Congreso de la Ley de Geolocalización. «No he cambiado mi perspectiva de que todas las personas venimos a este mundo a cumplir con una causa. Una vez que te suceden cosas, te va orientando en la vida y vas tomando causas, y la de nuestra familia es el activismo, es evitar que exista un Fernando más», afirmó.
En las antípodas
Mientras Alejandro Martí se crece ante el dolor y vuelca sus energías en pro de establecer mecanismos que combatan delitos como el secuestro o la extorsión. Otros son capaces de construir falsas tragedias familiares para acaparar los reflectores y obtener réditos personales.
Tal es el caso de Isabel Miranda de Wallace, quien denunció el supuesto secuestro de su hijo Hugo Alberto Wallace, el 11 de julio de 2005. El suceso de inmediato cobró gran notoriedad y se convirtió en un símbolo de la lucha contra la impunidad y la violencia en México, con Miranda a la cabeza como activista en busca de justicia.
Ante la presión social, las autoridades detuvieron a varias personas, acusándolas del secuestro y asesinato de Wallace. Sin embargo, el caso tomó un giro inesperado cuando, en 2006, salieron a la luz alegaciones de que las pruebas presentadas por las autoridades podrían haber sido manipuladas y que los detenidos habían sido torturados para obtener confesiones falsas.
En 2009, se realizaron exámenes de ADN a restos encontrados y se concluyó que no correspondían a Hugo Alberto Wallace, lo que sugirió que la investigación presentaba irregularidades. En consecuencia, algunos de los detenidos fueron liberados en 2011.
Durante ese lapso, a pesar de las denuncias formales de detención ilegal, tortura y encarcelamiento injusto de sus inculpados por el supuesto secuestro de su hijo, Isabel Miranda recibió en 2010, de manos del presidente Felipe Calderón, el Premio Nacional de Derechos Humanos y al año siguiente, el 11 de enero, se presentó —sin éxito— como candidata del Partido Acción Nacional (PAN) a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal.
Otro ejemplo deplorable es el de María Elena Morera, quien ganó amplia notoriedad pública tras el secuestro de su esposo, Pedro Galindo. Morera se convirtió en líder de opinión y presidenta de Causa en Común, organización civil dedicada a la construcción de ciudadanía. Sin embargo, su ascenso fue gracias a la estrecha relación que mantuvo con los representantes de las más altas esferas del poder político, especialmente con el entonces «zar antidrogas de México», Genaro García Luna. Tan cercano fue el vínculo que su hijo Juan Pablo se convirtió en asesor del ahora reo de la justicia en Estados Unidos.
En marzo, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que Morera defendía al exsecretario de Seguridad Pública porque tiene lazos con él desde hace 20 años. «Estaba viendo lo de los estadounidenses fallecidos, que es muy lamentable, veo (las opiniones) Lilly Téllez, Lebarón, la señora Morera, ¿saben desde cuándo tiene vínculos con García Luna? Desde hace 20 años», aseguró el mandatario.
Misión cumplida
En noviembre de 2008, apenas cuatro meses después del secuestro de su hijo, Alejandro Martí dio un importante paso a favor de su activismo social con la creación de la Fundación México SOS, una organización que ha contribuido a la lucha por poner un alto a la crisis de inseguridad por la que atraviesa el país, a partir de tres líneas de acción:
- Transformación legislativa
- Activación ciudadana
- Fortalecimiento institucional
Desde entonces, México SOS no ha dejado de impulsar iniciativas para fortalecer la seguridad en el país.
En 2009, junto con RENACE —organización civil que brinda servicios jurídicos y psicosociales a personas de escasos recursos que enfrentan un proceso penal— emprendió el I Foro Nacional de Seguridad y Justicia para impulsar la implementación de la Reforma Penal. En 2010 promovió la creación del nuevo Código Federal de Procedimientos Penales, que a la postre sería el Código Nacional de Procedimientos Penales. Al año siguiente se hace miembro —con voz y voto— del Consejo de la recién creada Procuraduría Social «Pro-víctima». En 2012 conformó el grupo de especialistas y organizaciones sociales que dan origen a la «Agenda México 12.18» de seguridad y justicia; ésta contiene las acciones fundamentales en seguridad y justicia y fue firmada por más de 70 asociaciones y especialistas de la sociedad civil. En ese mismo periodo logró que se aprobara la Ley de Geolocalización que la fundación había propuesto. En 2013 constituyó el grupo de expertos para la creación de la Ley de Delincuencia Organizada. Para 2014 ya había elaborado el proyecto «Comisionado Nacional Antisecuestro», que posteriormente sería anunciado por el secretario de Gobernación bajo el nombre de Coordinación Nacional Antisecuestro (CONASE).
Interrogado por su activismo social, Alejandro Martí confesó: «Haber dedicado una buena parte de mi vida y mis ahorros a esto, me da satisfacción. Si existe alguna vida en otro mundo, le diré a mi hijo: “misión cumplida, mi cuate, eso es lo que hubieras querido”».
Admiración y respeto
El deceso de Alejandro Martí conmovió a la sociedad mexicana. Intelectuales, políticos, activistas y personalidades de distintos ámbitos lamentaron la pérdida y destacaron los valores por los que el fundador de México SOS caló tan hondo en el sentir, no solo de quienes se identificaron con él a causa de una pérdida familiar provocada por la violencia, sino también de quienes lograron descubrir en él la sinceridad de su causa en aras de lograr un cambio a favor de la seguridad en el país.
Xóchitl Gálvez Ruiz, candidata presidencial por el Frente Amplio por México, envió sus condolencias a la familia de Alejandro Martí y resaltó su labor filantrópica. «Alejandro Martí fue, además de un gran empresario, un luchador por la paz de nuestro país que destinó su tiempo y recursos a causas nobles. Su legado es enorme. Mis condolencias a sus familiares, amigos y colegas».
Marcelo Ebrard, exsecretario de Relaciones Exteriores y otro de los nombres que se barajan para las elecciones presidenciales de 2024, escribió: «Lamento el sensible fallecimiento de Alejandro Martí, gran mexicano. Mis sinceras condolencias a su familia y amigos, descanse en paz».
Adrián LeBarón, padre de Rhonita LeBarón y abuelo de Titus y Tiana, acribillados el 4 de noviembre de 2019 por miembros del crimen organizado, publicó: «Siento la muerte de Alejandro Martí, pero estoy seguro que una parte de él está muy feliz porque su hijo lo recibió en el cielo, con el pecho orgulloso por la lucha de su padre. Lo abrazo bien fuerte para jamás soltarlo. Condolencias a su familia. El mundo merece más inderrotables».
El historiador y ensayista, Enrique Krauze, fue otro de los intelectuales que se sumó a las muestras de afecto, tras la noticia del fallecimiento. «Adiós, querido Alejandro Martí. Llegará el México que te reivindicará. No el del crimen impune: el de la ley y la justicia», publicó en su cuenta de Twitter. E4
Cronología del caso Fernando Martí
- 4 junio 2008. Secuestran a Fernando Martí, hijo del empresario Alejandro Martí, cuando el menor viajaba rumbo a su secundaria.
- 1 agosto 2008. Tras 53 días de secuestro, hallan el cadáver de Fernando Martí en la cajuela de un auto con una leyenda: por no pagar atentamente la familia (sic).
- 2 agosto 2008. Fuentes oficiales informan que la familia de Alejandro Martí pagó un rescate de 6 millones de dólares, para recuperar a su hijo. Una línea de investigación apunta a la autoría del grupo autodenominado La Banda de la Flor.
- 21 agosto 2008. En el marco de la firma del Acuerdo de Seguridad Nacional, Alejandro Martí pronuncia
un discurso en el que remata con la frase: «Si no pueden, renuncien». - 22 agosto 2008. La PGJDF logra capturar al presunto líder de la banda La Flor, Noé Cañas Obañes.
- 30 agosto 2008. Miles de personas marchan contra la inseguridad y muestran su apoyo por el caso.
- 25 noviembre 2008. El empresario Alejandro Martí presenta el Sistema de Observación para la Seguridad Ciudadana (SOS).
- 16 junio 2009. Martí convoca a todos los mexicanos inconformes con la clase política a sumarse al Pacto Nacional Ciudadano Mi Voto por Tu Compromiso y a los candidatos a suscribirlo de cara a las próximas elecciones del 5 de julio.
- 17 julio 2009. La SSP detiene a dos integrantes de la banda de Los Petriciolet, Noé Robles Hernández y José Antonio Montiel Cardoso, que secuestraron y asesinaron a los adolescentes Fernando Martí y Antonio Equihua.
- 18 octubre 2010. La organización México SOS, presidida por Alejandro Martí, hace públicas las fotografías de los presuntos responsables del secuestro y homicidio de Fernando Martí.
- 5 noviembre 2012. La Delegación Coyoacán inaugura la alberca semiolímpica en el Deportivo El Copete, la cual es bautizada con el nombre de Fernando Martí.
- 4 septiembre 2022. Dictan más de 380 años de prisión a dos integrantes de la banda de secuestradores Los Petriciolet, entre ellos su líder.
De Vallarta y Cassez a Los Mohamed; las «películas» de Genaro García Luna
Si Alejandro Martí descolló por su compromiso real y abnegado en su lucha contra la inseguridad en México, el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, ocupa un lugar detestable a causa de su doble moral. Mientras lucía galones, recibía condecoraciones y se autoproclamaba el zar antidrogas durante el sexenio del presidente Felipe Calderón Hinojosa, tras bambalinas mantenía vínculos con bandas del crimen organizado —especialmente con el Cártel de Sinaloa—, participaba en operaciones de lavado de dinero y desviaba recursos del Gobierno hacia sus arcas personales.
Para lograr su imagen inmaculada de policía exitoso, García Luna no dudó en crear verdaderos shows televisivos a partir del montaje de operativos ficticios, sin importarle si, durante los mismos, personas inocentes eran tratadas como criminales.
El más conocido de todos fue el de Israel Vallarta y la francesa Florence Cassez que atrajo la atención de la nación mexicana y la comunidad internacional debido a sus ramificaciones y controversias. La pareja fue arrestada en diciembre de 2005 bajo acusaciones de liderar una peligrosa banda de secuestradores conocida como Los Zodiacos.
Las detenciones, llevadas a cabo en un operativo transmitido en vivo por los medios de comunicación, provocaron una intensa cobertura mediática y controversia desde el principio. Florence Cassez alegó que fue detenida antes de que se emitiera una orden de arresto, poniendo en entredicho la legalidad de su captura. Además, se reveló que la detención había sido escenificada para la televisión antes de llevarse a cabo la operación real, lo que generó graves dudas sobre la transparencia del procedimiento policial.
En medio de una audiencia pública en 2008, Israel Vallarta y Florence Cassez fueron condenados. Vallarta recibió una sentencia draconiana de 96 años de prisión, mientras que Cassez fue condenada a 60 años como supuesta cómplice de los secuestros perpetrados por la banda.
La situación cobró un nuevo giro cuando el caso atrajo la atención de Francia, país natal de Cassez. El entonces presidente francés, Nicolas Sarkozy, solicitó su repatriación para que cumpliera su condena en su tierra natal. A medida que la presión internacional crecía, México finalmente accedió en enero de 2009 y Cassez fue trasladada de vuelta a Francia, donde su sentencia fue reducida.
Sin embargo, la controversia no disminuyó. En marzo de 2013, la Suprema Corte de Justicia de México anuló la condena de Florence Cassez, basándose en las violaciones a sus derechos humanos durante el arresto y el juicio. La Corte determinó que se habían cometido irregularidades en el proceso judicial y ordenó su liberación inmediata. Israel Vallarta, sin embargo, sigue tras las rejas.
El presidente Andrés Manuel López obrador, en su mañanera del 29 de agosto de 2022 opinó que, de haber elementos suficientes para la liberación de Vallarta, la Fiscalía General de la República (FGR) podría desistir en su detención. «Es lo que tiene que hacer Rosa Icela, y si hay elementos suficientes, pedir a la Fiscalía (General de la República) que se desista, y sí hay forma siempre y cuando exista la voluntad de hacerlo. Eso es un procedimiento. En 24 horas se resuelve, pero se va dejando, se va dejando y va transcurriendo el tiempo», comentó.
Otro espectáculo televisivo estuvo relacionado con la captura de 11 presuntos integrantes de una peligrosa banda de secuestradores que jamás existió: Los Mohamed. Los hechos ocurrieron el 13 de septiembre de 2006, cuando agentes de la Agencia Federal de Investigación (AFI), todavía bajo la dirección de Genaro García Luna, implementaron un operativo en distintos puntos de la Ciudad de México y el Estado de México y trasladaron a los detenidos a una casa de la alcaldía de Tláhuac, donde se creó un montaje de su detención. La supuesta captura de los secuestradores quedó registrada en video por la propia AFI.
Los presuntos responsables llevan 17 años en prisión sin haber recibido siquiera una sentencia; algunas confesiones fueron obtenidas bajo tortura y violencia psicológica. E4