Anarquía a la vista

Más que preocupante se presenta el escenario que va apareciendo conforme avanza el actual proceso electoral en el país. Pareciera que las piezas de un nuevo rompecabezas se han ido ensamblando con arreglo a las maquinaciones de una mente perversa.

En mi entrega anterior me animé a advertir sobre el evidente recrudecimiento de nuestra problemática política y social. Hoy lo sostengo: Las evidencias sugieren que está en marcha un plan desestabilizador, que debe ser monitoreado, si lo que se busca es desactivarlo.

Anticipé, como un hecho lógico, que en los siguientes días los medios tratarían con especial énfasis la nota roja, tanto como a los nuevos escándalos de corrupción.

Adelanté, igualmente, que se estaría hablando profusamente, como pocas veces, de la preparación de elecciones de Estado, lo mismo que de un fraude electoral, incluso, de la intromisión de Estados Unidos.

De ninguna manera este pronóstico obedece a una simple elucubración, sino al análisis de diversos eventos y factores correlacionados.

El riesgo de una anarquía es tan real como los 24 asesinatos de aspirantes y candidatos que se han suscitado en lo que va de diciembre pasado a la fecha.

El conteo del Gobierno federal es de 15 homicidios, distribuidos como sigue: dos candidatos registrados en los organismos locales electorales, asimismo, la liquidación de cinco precandidatos con inscripción oficial en sus partidos. Suman, además, ocho homicidios de aspirantes que no contaban con registro ante sus partidos, pero que habían sido mencionados para un cargo de elección popular.

«Es un día muy triste», habría dicho el presidente López Obrador en su conferencia de prensa «mañanera», al referirse al homicidio más reciente, que corresponde a la candidata morenista a alcaldesa de Celaya, Gisela Gaytán.

Hasta el 1 de abril, día en que ocurrió dicho asesinato, se cuentan 108 solicitudes de protección, 86 de las cuales ya fueron atendidas, asegura la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez.

Me temo que, en virtud de estos recriminables hechos, se esté empezando a cumplir mi advertencia de que el clima electoral se enrarecería.

Es muy temprano para afirmar que la delincuencia organizada esté empeñada en enturbiar el proceso. Evidentemente, esta persigue otros objetivos.

Lo cierto es que el violento asesinato de candidatos favorece, sin duda, a los grupos de poder interesados en que las casillas permanezcan vacías el 2 de junio. Lo más preocupante es que los adversarios del obradorismo le apuesten a la ingobernabilidad, a partir de abortar las elecciones, según se puede deducir.

Con todo y que este es un tema muy delicado, López Obrador ya se refirió a él al esgrimir la posibilidad de un golpe de Estado técnico.

«¿Van a dar un golpe de estado técnico? ¿Van a hacer un fraude electoral desde los tribunales, desde el Poder Judicial? ¿Le van a hacer caso a Claudio X. González?, ¿a José Ramón Cossío?», cuestionó en su momento el mandatario.

Por lo visto, él cree que la ofensiva vendría del Poder Judicial, con la anulación del proceso, pero la debacle también podría ser causada o verse reforzada por el crimen organizado, más concretamente, por quienes pudieran servirse de este.

En tanto se da con el origen de la descomposición social a la que, hoy por hoy, nos encaminamos, surgen hechos adicionales inquietantes que parecen fortalecer la idea de una trama conspirativa, cuando no de un autogolpe, como se especula.

Efectivamente, en el Senado de la República está a punto de autorizarse el ingreso de 11 militares estadounidenses a México, los cuales permanecerán aquí para adiestrar a elementos de la Sedena. El dictamen respectivo ya pasó al pleno.

Aunque se trata de un minúsculo grupo de combatientes, no deja de provocar suspicacia, y con justa razón, el hecho de que estos pisen suelo mexicano, precisamente cuando, otra vez, vemos correr sangre por todos lados.

Todo esto, en el contexto de un cambio de mandos en la administración pública federal, pero no de régimen, cosa que mantiene sumamente irritada a la oposición.

La organización Laboratorio Electoral lleva documentados 50 asesinatos asociados a las elecciones del próximo 2 de junio, con lo que ya se superaron los 43 homicidios registrados en los comicios presidenciales de 2018… ¿Qué sigue?

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