Angela

Con admiración y respeto a una gran estadista

He visitado Alemania en diversas ocasiones, me encanta el país, pero en 2014 fue un viaje particularmente interesante. Era yo diputada federal en la LXII Legislatura y fuimos invitados por el Bundestag, nuestro homólogo en aquel país. Quienes aceptamos la invitación pagamos nuestro propio boleto de avión, no el Congreso, ni el Grupo Parlamentario del que éramos parte. El Bundestag nos cubría el hospedaje y los alimentos. Estuvimos una semana. No nos reunimos con Frau Merkel, no era parte de la agenda, la vi de lejos, rubia, no es alta, su paso  firme y rápido, iba flanqueada por dos alemanes grandotes, nos vio también y sonrió. Debo confesar que me emocionó conocerla —aunque fuera de lejos— porque es una mujer a la que admiro, por muchas razones que le iré compartiendo en el presente texto, estimado lector.

El pasado domingo 26 de septiembre los alemanes eligieron diputados locales y al canciller que sucederá a la Sra. Merkel, quien dirigió los destinos de su país durante 16 años, cuatro períodos en los que arrasó en los comicios. La dama de Hamburgo deja impronta a su paso, como la gobernante que con su estilo sobrio, sin alharacas, supo vincular las diferentes posturas ideológicas. Tarea nada fácil. Y no cualquiera se retira con el 70% de aprobación de sus gobernados. No va a ser fácil para el social demócrata Olaf Scholz, ganador de la contienda, enfrentar el desafío que le deja la señora.

Angela no quiso contender en estas elecciones y lo anunció con antelación. ¿Por qué?  Tanto ella como su partido, la Unión Demócrata Cristina (CDU) tuvieron un fuerte desgaste durante su último mandato. La conformación de su gobierno de coalición con el partido socialdemócrata SPD demandó medio año de  negociaciones y estuvo a punto de colapsar en diferentes ocasiones. La inestabilidad de esa alianza cobró muy alto. En las elecciones de 2018 los resultados del bloque fueron bastante malos, verbi gratia, en Hesse, donde siempre les iba muy bien, cayeron 11 puntos respecto a elecciones anteriores. Angela, como presidenta del partido asumió toda la responsabilidad.

Como me gustaría que algunos líderes de partido en mi país, tuvieran esos arrestos. Sueño guajiro. Aquí lo que se estila es culpar a… ya no le sigo, y vuelvo al tema. La canciller Merkel espera que con su retiro se abra un nuevo derrotero para la CDU y que recupere los votantes que se fueran con la ultraderecha y con los Verdes. Y hay riesgos muy fuertes para la estabilidad construida a pulso con el estilo pragmático, sin aspavientos, de quien supo erigirse como una pieza sólida a la cima del liderazgo en Europa y responder con inteligencia y diplomacia a las beligerancias y divisiones de la Unión Europea.

¿Quién hubiera pensado que la físico química egresada de la Universidad de Leipzig y doctora en Química Cuántica por la Academia de Ciencias de Berlín, iba a convertirse en una de las líderes más prestigiadas de este siglo? Nada que ver una actividad con la otra. Esto lo definió su ingreso a la CDU en 1990. Primero legisladora, luego dirigente de la CDU y Canciller de su patria en 2005. Su perfil se distingue por saber tomar decisiones analizadas sin arrebatos y siempre asesoradas, con talento para escuchar y consensuar y ecuanimidad para responder a las crisis. La canciller es particularmente pragmática como ya lo he apuntado en otro párrafo, pero ese pragmatismo estriba en que es capaz de modificar su pensamiento si el contexto lo amerita. Un necio, tozudo, es una desgracia para el país que lo sufra. Es una mujer con apertura democrática que respeta a la Cámara, que permite a los legisladores que voten según su convicción. Entiende perfectamente la división de poderes. Es  además, una mujer con una notable capacidad de persuasión, no me queda ninguna duda, durante tres de sus cuatro períodos no tuvo mayoría en el Parlamento y no obstante logró sacar adelante muchas de su propuestas. Sabe trabajar con los disensos y bordar consensos con maestría, verbi gratia, no era partidaria de la política energética basada en energías renovables como la solar y la eólica, sin embargo escuchó y hoy día el 46% de la energía utilizada en Alemania, proviene de esas fuentes.

Hay cuatro eventos que la templaron y pusieran a prueba sus dotes de estadistas de excepción y catapultaron su liderazgo sobre Europa, en 2008 la fragilidad del euro, el desapego a la Unión Europea, en 2015 la crisis migratoria y hoy día la pandemia del COVID-19. El manejo de la crisis financiera, su postura austera, apaciguó los ánimos y el miedo de la gente que confió en ella. Hubo críticas duras, pero al final del día la resolvió, lo que le permitió consolidarse como la gran potencia a nivel continental.

En 2015 cimbró a su país y a Europa al abrir sus fronteras a los refugiados que huían de las guerras de Afganistán, Siria e Irak. Alemania albergó a casi medio millón de personas. Esto le generó ataques duros de los partidos conservadores y más recalcitrantes de la ultraderecha incluso con comentarios racistas, así nació el partido Alternativa para Alemania. Angela siempre tuvo claro que nunca negociaría con ellos. El último gran reto fue la manera en que ha manejado la pandemia del coronavirus, conducida con inteligencia y con medidas restrictivas paulatinas. Tuvo que imponerse con gobernadores de los estados que eran reticentes a tomar medidas impopulares.

Según una encuesta de la televisión pública alemana, el 80% de los votantes hubiera votado por Merkel, de haber estado en la boletas el pasado 26 de septiembre. Los alemanes han tenido durante 16 años una dirigente sin ínfulas, sencilla, que nunca renunció a su condición clasemediera, con los pies bien puestos sobre la tierra, que jamás se permitió que se la engullera el oropel de una investidura transitoria. Inspiración para muchas mujeres. La primera mujer a cargo del poder ejecutivo teutón. La señora es YA un referente mundial como estadista.

Angela supo con inteligencia, con estrategia, con diplomacia, con sensibilidad, convertirse en interlocutora de excepción de Europa con el resto del mundo, sería mezquino escatimárselo. El vacío que deja al retirarse no va a ser tarea fácil de colmar para su sucesor. Su quehacer político sereno, racional, posibilista en permanente búsqueda de consensos, de compromisos, le ha ubicado como una estadista indiscutible de estos tiempos.

Su retiro político no se producirá con la votación del 26 de septiembre,  sino tras la definición de la nueva coalición de gobierno que quede conformada, lo que podría llevarse semanas sino es que meses  y eso conlleva incertidumbre no solo para sus compatriotas sino para los otros países europeos, ya que Frau Merkel ha sido un elemento cohesionador fundamental para la Unión Europea.

Le han preguntado que va a hacer ahora que se va de la política y su respuesta ha sido: «Dormiré un poco y pasearé por la naturaleza y pensaré qué es exactamente lo que quiero hacer». Me pregunto si será capaz de abandonar una actividad que ha sido su pasión y, sin duda, uno de los motores de su vida.

Hasta siempre, Angela.

Licenciada en Derecho, egresada de la UNAM. Posee varios diplomados, entre los que destacan Análisis Político, en la UIA; El debate nacional, en UANL; Formación de educadores para la democracia, en el IFE; Psicología de género y procuración de justicia. Colabora en Espacio 4, Vanguardia y en otros medios de comunicación.

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