«Ciudad Derramadero», proyecto ecocida en Coahuila

«Ciudad Derramadero» es el nuevo atentado contra la vida, perpetrado recientemente por la mayoría priista y sus aliados en el Cabildo de Saltillo: un ambicioso proyecto inmobiliario que tiene como base la construcción de más de 35 mil viviendas, para aproximadamente 175 mil habitantes, sin considerar su sostenibilidad en cuanto a suministro de agua, uno de los mayores problemas de la región Sureste de Coahuila.

Al respecto, los estudiosos del tema nos advierten sobre la grave situación que prevalece en la región, por la poca disponibilidad de agua, y el enorme —casi inevitable— riesgo de quedarnos sin nada, si la poca que hay se sigue utilizando en los megaproyectos del «progreso» industrial, con los que Aguas de Saltillo, las trasnacionales automotrices, las compañías acereras, cementeras y refresqueras, entre muchas otras, se están acabando el agua de la región.

Los datos duros extraídos de informes oficiales nos lo dicen con claridad: cada vez hay menos agua. Los acuíferos que abastecen la región Sureste de Coahuila están sobreconcesionados y sobrexplotados, es alarmante el déficit del vital líquido, sumando el de todos los acuíferos: más de trescientos 20 mil millones de litros anuales (datos oficiales de Conagua al 2020), que no se reponen, porque la recarga, es decir la captación de agua que cae del cielo en la región, ronda si acaso los 330 milímetros anuales.

En síntesis, integrantes de colectivos y agrupaciones locales y nacionales organizados para la defensa del agua lo advierten: «Ciudad Derramadero es una amenaza real para la supervivencia y se dirige al colapso y destrucción de todo el Sureste de Coahuila».

Sobre el tema, van estas sencillas coplas para la reflexión:

La «Ciudad Derramadero»

es un proyecto embustero,

espejismo marrullero

de los dueños del dinero.

Nos van a dejar sin agua

a todo el Sureste entero,

a la vaca en el potrero

y en la ciudad al obrero.

Dicen los de Nuevo León

que pongamos atención

en lo que allá está pasando:

tanto «progreso» industrial

sin agua los va dejando.

Que miremos en su espejo

lo que nos puede pasar.

Si vemos cortar sus barbas,

las nuestras, bastante largas,

pongamos a remojar.

Saltillo, Ramos, Arteaga,

General Cepeda y Parras:

si no cortamos las garras

de voraces empresarios,

sin agua en el vecindario

la vida será un calvario.

Políticos dinosaurios,

rapaces emprendedores,

ambiciosos constructores

y «genios» depredadores

le están chupando a la tierra

la poca agua que le queda.

Van a seguir explotando

acuíferos y veneros,

pa’ alimentar sus industrias

y proyectos usureros.

Si no ponemos un alto

a sus malévolos planes,

terrenos ejidatarios

y predios agropecuarios

no serán bella llanura,

serán nuestra sepultura.

Es «Ciudad Derramadero»

proyecto contra la vida,

del ser humano se olvida

y privilegia el dinero,

por eso aquí lo reitero:

«No es sequía, es saqueo».

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