Ciudadanos rompen, con acciones, el cerco de la indiferencia oficial

Desde la colocación de boyas para delimitar la ciclovía, hasta la creación de un frente y de una asociación para proteger al magisterio y a un nogal, en la capital empiezan a cundir movimientos para llamar la atención de las autoridades

La desidia, irresponsabilidad o abusos en que incurren frecuentemente los tres órdenes de Gobierno en temas políticos, de seguridad, económicos, educativos, urbanos o de salubridad —por citar los más comunes— obliga a la sociedad a buscar por sí misma la solución a problemas torales que se generan en cualquiera de estos ámbitos y son ignorados, sino causados, por las mismas autoridades que deberían atenderlos.

Saltillo representa un buen ejemplo de ello pues, en estos momentos, sus ciudadanos mantienen al menos tres frentes de lucha activos para evitar que la capital coahuilense vea resquebrajada su infraestructura vial, pierda uno de sus símbolos naturales más apreciados, o no le sean restaurados sus derechos a una atención médica digna y pago de pensiones al gremio de maestros jubilados en el estado.

Boyatón Permanente

Cuando la empresa Cimagua realizó la introducción de tubería de agua en la lateral norte de la Avenida Universidad, frente a las instalaciones del Instituto de Estudios Superiores de Enseñanza y Capacitación (IESEC), retiraron los bloques de neopreno que delimitan la ciclovía que se extiende por esa misma arteria urbana. Al concluir sus actividades, ninguna entidad reinstaló los mencionados bloques, lo que redujo las condiciones de seguridad para los ciclistas y facilitó el allanamiento de la ciclovía con vehículos de motor. No se trata de una omisión exclusiva de esa zona. Por el contrario, se trata de una afección común en distintos enclaves de la ciclovía.

«El movimiento de los camiones con toda la parafernalia para el SaltilloFest —cantina VIP incluida— arruinó los protectores de la ciclovía frente al Ateneo. Dejaron los materiales regados, incluso en las banquetas. ¿Y el Gobierno?».

Alejandro Dávila, exrector de la UAdeC

Ante la indiferencia de Cimagua y las autoridades municipales que no tomaron cartas en el asunto para aportar una solución, el colectivo de ciclistas de la ciudad se dio a la tarea de organizarse para suplantar los bloques de neopreno con boyas adquiridas con recursos propios. El proyecto de denominó Boyatón Permanente, y bajo el lema «¡Sigamos rodando limpio!» los interesados se dieron cita el 2 de diciembre, armados con mazos, martillos y cinceles para colocar las nuevas boyas.

A diferencia de lo que suele ocurrir con los proyectos manejados por el Gobierno, donde las cuentas quedan a deber, los gestores del Boyatón Permanente hicieron especial hincapié en que tanto la adquisición de los materiales como su aplicación, se llevara a cabo con la mayor transparencia posible. Cada compra estuvo avalada por un ticket asociado al comprador que, a su vez, era publicado para que todos los participantes fueran informados. Por si no bastara, se elaboró un reporte con fotografías, donde se especificaba puntualmente los lugares en que se instalaron cada una de las nuevas boyas.

Vale destacar que las aportaciones estuvieron a cargo de personas como el exrector de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), Alejandro Dávila, quien además es uno de los organizadores de la iniciativa, pero también de un gran número de ciudadanos anónimos y entidades comerciales como Rogelio Bicicletas. De igual manera se conformó una brigada de estudiantes del Tecnológico de Saltillo (ITS) para apoyar en las labores de reacondicionamiento de la ciclovía.

Al menos 141 boyas se lograron adquirir antes de la primera ronda de trabajo del Boyatón, de las cuales se colocaron 61, y ya se preparaban para la compra de otras 336. Una vez instaladas, cada una de ellas será evidencia de la apatía de las autoridades y de la decisión de la comunidad de tomar en sus manos su destino y ayudar a que en Saltillo se impulse la movilidad libre de CO2.

La iniciativa ya trascendió las fronteras de Saltillo y Coahuila. Muestra de ello es el respaldo que vía X (antes Twitter) se recibió desde Querétaro: «Oigan miren lo que anda armando Alejandro Dávila en Saltillo, un boyatón para restaurar el confinamiento de una ciclovía que el municipio dejó desprotegida. Desde diferentes geografías nos inspiramos y nos damos fuerza», publicó un usuario de ese estado.

A modo de complemento, el 4 de diciembre Alejandro Dávila le envió una carta al alcalde José María Fraustro Siller, con copia para el director de Obras Públicas, Virgilio Verduzco Echeverría, donde expone antecedentes, hechos y propuestas que conforman el Boyatón Permanente. Asimismo, la misiva sirve como llamada de atención a las autoridades para que garanticen el cumplimiento de las leyes que protegen a peatones y ciclistas y que impulsan un desarrollo urbano en permanente equilibrio con la naturaleza.

Nogal en peligro

El vertimiento de 30 litros de aceite de motor sobre el tronco y las raíces del icónico nogal de la calle Sauce, en la colonia Jardín, puso en alerta a los vecinos que, de inmediato, se coordinaron para desprender la mortal sustancia del árbol y dar aviso a las autoridades sobre el atentado. El suceso tuvo lugar en julio y hoy, medio años después, el peligro sigue latente ante la indiferencia del Gobierno, en contubernio con el avance de un proyecto inmobiliario ejecutado por Davisa.

Se trata de la obra Parque Centro que prevé la construcción de, al menos, 900 departamentos con dos salidas vehiculares autorizadas por la calle Sauce —donde radica el nogal— y otra por la calle Zempoala. En conjunto, dichas salidas provocarán caos y saturación vehicular, y pondrán en riesgo las viviendas ya existentes.

«La fortaleza de defender nuestro nogal al lograr parar su tala y defender nuestro patrimonio nos tiene más unidos que nunca ante las amenazas de expansión de Davisa».

Asociación Civil en Defensa del Nogal

Los habitantes del lugar, mejor organizados tras la creación de la Asociación Civil en Defensa del Nogal, entregaron un pliego petitorio a los regidores, al alcalde de Saltillo, José María Fraustro Siller, y a la directora municipal de Medio Ambiente y Espacios Urbanos, Sofía Franco Villalobos, donde solicitan no talar el árbol en cuestión, así como mantener informados a los vecinos sobre cualquier intento de derribo.

En respuesta a las preocupaciones formuladas, Franco Villalobos aseguró que la Dirección de Medio Ambiente del Municipio de Saltillo no tiene agendado la remoción de dicho árbol. Enfatizó, además, que su área tampoco tiene intención alguna de privar a la comunidad de este singular elemento del paisaje saltillense. «Ignoro de dónde salió esa versión, o quién haya comenzado a difundir el rumor, pero es solo eso, un rumor sin fundamento. Sé que, ante la preocupación de algunos vecinos, se comenzó a organizar un movimiento de defensa de ese nogal, pero insisto, no hay razón para que se preocupen», indicó.

Sin embargo, el proyecto Parque Centro tampoco se detiene y su marcha ya comienza a hacer estragos en el equilibrio medioambiental de la zona. Los vecinos acusan que Davisa entubó el arroyo que circula bajo el nogal, lo cual provocó inundaciones inéditas que ponen en peligro la sobrevivencia del mismo. Sin contar que el uso de maquinaria pesada ha destruido pavimentos, banquetas y creado lodazales y áreas de encharcamiento.

 Las propuestas para establecer mesas de diálogo convocadas por la Asociación Civil en Defensa del Nogal han sido recibidas con laconismo por parte de las autoridades. La más reciente, pactada para el 13 de noviembre, fue ignorada por el secretario del ayuntamiento, Carlos Estrada, quien ni siquiera acudió a la cita. Como respuesta, los vecinos de las colonias Jardín, Jardín Oriente, Los Ángeles y Los Parques insisten en su necesidad de demostrar su inconformidad ante un proyecto que no solo pone en peligro la vida del nogal sino también el bienestar de los habitantes del lugar. «Nos manifestamos porque es nuestro derecho constitucional y cuando un proyecto no contempla a la ciudadanía y a un entorno sustentable debemos actuar en consecuencia. Queremos informar a la ciudadanía que nuestra lucha es auténtica, sin colores partidistas y por el bien común de nuestro sector, organizados a través de una Asociación Civil y vecinas y vecinos organizados en Defensa del Nogal», exponen.

Jubilación digna

Otra dura batalla que se libra en Saltillo encuentra sus causas en una atención médica cada vez más deficiente y el desabasto de medicamentos en farmacias de las clínicas del magisterio, así como la zozobra por el posible impago de pensiones a jubilados. La ha sostenido por más de 12 años la Coalición de Trabajadores de la Educación Pública, en cuyas filas militan profesores de las universidades Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN), la UAdeC y de la Sección 38 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

Ellos, con plantones, mítines, demandas y rondas de negociaciones —que nunca llegan a completarse— intentan que sus agremiados reciban una atención médica integral y de calidad; que se pague el adeudo millonario del Gobierno y las universidades a la Dipetre y al servicio de salud; auditar los fondos de Vivienda y de Ahorro, así como los talleres gráficos, salones y centros recreativos; saldar los seguros y retiros a pensionados; resolver las denuncias penales por delitos contra las instituciones magisteriales; y restituir el daño causado.

A pesar de que en múltiples ocasiones se han presentado acusaciones en contra de los dirigentes de la Sección 38 del SNTE, las autoridades hacen caso omiso a razones y reclamos. Para Gustavo García Torres, vocero de la Coalición Magisterial, tal silencio hace pensar en la complicidad entre los líderes sindicales y el Gobierno. «El gobernador y los fiscales, apoyados en artilugios legaloides que aluden a la secrecía de las investigaciones, no dan absolutamente ninguna información, y tenemos la fundada sospecha de que no hay tal. ¿Acaso protegen a alguien en especial? ¡Exigimos respuestas!», expone García Torres.

El cambio en la dirigencia sindical de la Sección 38 prometía un avance en la solución a las demandas de los maestros. Sin embargo, hasta la fecha no ha sido así. Con la toma de poder de la nueva directiva se establecieron diez compromisos que favorecían las condiciones del gremio afectado. A juicio de García Torres ni uno solo ha sido cumplido. «En el lenguaje de moda, con sentido proactivo, digamos que esos 10 compromisos siguen siendo diez áreas de oportunidad, 10 retos para toda la directiva sindical, no sólo para la secretaria general, porque si bien ella es la representante que coordina y encabeza un esfuerzo colectivo, la responsabilidad es de todos los que integran el órgano colegiado denominado Comité Ejecutivo Seccional», sostiene (Espacio 4, 725).

La victoria es posible

Si bien, en la era moderna, la pelea de David contra Goliath no siempre termina igual que en la Biblia, el plantón sostenido por los estudiantes del ITS del 17 al 27 de septiembre demostró que con tesón, resistencia y convicción en las ideas por las que se lucha, es posible alcanzar la victoria, aun cuando el enemigo sea muy superior en poder y recursos.

Utilizar las instalaciones del ITS como «cantina vip» para que funcionarios, diputados, magistrados e invitados disfrutaran de la actuación del Grupo Frontera, y el pésimo estado en que las dejaron a posteriori derivó en una de las manifestaciones estudiantiles más grandes en la historia de Coahuila.

A la indignación por mancillar el plantel educativo se sumaron reclamos acumulados por años de irregularidades en el funcionamiento del instituto, el mal desempeño de su directora, la precariedad de salones y baños, la falta de oportunidades o trato discriminatorio a estudiantes por cuestiones de género, el comportamiento demagógico de algunos profesores… la lista de demandas terminó por armar un pliego petitorio de 22 puntos a considerar.

Aunque, a los diez días de plantón, no se solventaron todos los puntos, sí lograron que se les diera solución a los más importantes: 1) la renuncia de la directora, 2) el nombramiento de un encargado (Ania Guadalupe Sánchez Ruiz, quien fungía como subdirectora), 3) la renuncia del Comité Ejecutivo de la Sociedad de Alumnos (CESA) y 4) una evaluación integral o auditoría. E4

La Habana, 1975. Escritor, editor y periodista. Es autor de los libros El nieto del lobo, (Pen)últimas palabras, A escondidas de la memoria e Historias de la corte sana. Textos suyos han aparecido en diferentes medios de comunicación nacionales e internacionales. Actualmente es columnista de Espacio 4 y de la revista hispanoamericana de cultura Otrolunes.

Deja un comentario